Los chicos llegaron al Olimpo y se encontraron a sus padres esperándolos.

—Parece que quieren decir algo— dijo Atenea y Alexander dió un paso al frente

—Queremos vivir en la tierra—

Algunos dioses rieron

—Olvidenlo, sus lugares están aquí, ya entrenaron, están listos para esto— comentó Ares

—No fue por nuestra voluntad, jamás han pedido nuestra opinión— intervino Dru

—¿Cómo pueden rechazar ser los gobernantes del mundo? — preguntó molesto Apolo

—No es lo que queremos, nuestra felicidad está en la tierra— respondió Egan

—Me niego rotundamente— dijo Hades, estaba dispuesto a pelear, sabía que si lo hacía, tendría la oportunidad de matar a Adriana y quitarse ese peso de encima

—No cambiaremos de parecer, está decidido— sentenció Damian

—Si mi hijo es feliz en la tierra, lo dejaré ir, pero aún así le cederé mi lugar— dijo Deméter. Afrodita, Artemisa y Asclepios la apoyaron.

Deméter hizo aparecer su hoz, luego la entregó a Demetrius, al recibirla, el arma comenzó a brillar, reconociendo al nuevo dios de la agricultura, al tiempo que éste adquiría su forma divina

Afrodita se acercó y dejó un beso en la mano izquierda de Cálix, renunciando a su lugar como diosa de la belleza.

Artemisa hizo aparecer su arco, lo entregó a Damián e hizo una reverencia de noventa grados ante él.

Asclepios se hincó ante Jace y extendió su bastón, cediendo su puesto como dios de la medicina

Los demás dioses estaban renuentes

—No volverán a la tierra, y no les cederemos nuestros lugares hasta que lo entiendan— dijo Zeus

—Ya contábamos con eso— comentó Adriana —Pero los que no tienen opción son ustedes—

—¿Están dispuestos a enfrascarse en una guerra con tal de volver a la tierra? — preguntó Eros, nadie negó nada —Bien— hizo aparecer dos flechas, una de plomo y otra dorada.

—No estarás pensando en... — amenazó Atenea

—Tienes mi apoyo, hijo, ve a ser feliz, te otorgo el puesto de dios del enamoramiento y la fertilidad— entregó las flechas a Kal, él las recibió junto con el puesto.

—Bola de cobardes— refunfuñó Ares al tiempo que lanzaba su lanza y daba comienzo a una nueva guerra.

Jace detuvo la lanza con un escudo de energía haciéndola volver a su dueño, se hizo pequeño y se aferró a la lanza, al llegar a Ares saltó hacia atrás de él, recuperó su altura normal y lanzó una patada a su espalda. Ares se dió la vuelta dispuesto a clavar su lanza pero una flecha la hizo cambiar su rumbo, giró a ver al responsable y se encontró a Damián sonriendo, Alexander apareció detrás de Ares y tomó su lanza.

—¿Lo harás por las buenas o por las malas? — amenazó a su padre, Ares miró a su alrededor, Jace seguía ahí, aunque Damian ya estaba ocupado en otra pelea no podría ganarles a dos. Finalmente se resignó y se arrodilló.

—Te cedo mi lugar como dios de la guerra— susurró, pero fue suficiente, Alexander sonrió complacido, esperaba que resultara más difícil.

—Debieron acceder cuando lo pidieron amablemente— dijo Deméter cuando Ares se sentó a su lado

—¿Por qué? —

—Los seguiremos chicos saben pelear en equipo, a diferencia de nosotros, cada dios está peleando contra doce, está claro quiénes llevan las de ganar—

—Sea como sea, sabemos que nosotros gobernando, aunque estemos bajo sus ordenes—

Demetrius hizo surgir algunos árboles del piso, Elian hizo que todo se oscureciera y Azariel provocó un terremoto.
Zeus lanzó rayos hacia todas partes, estaba seguro de darle al menos a alguien, pero sus ataques estaban siendo detenidos por el escudo de Jace.

Mientras tanto, Dru se multiplicó y se movía rápidamente distrayendo a los demás dioses.

Cálix hizo que los dioses sintieran miedo, de un momento a otro comenzaron a temblar, pero ninguno se dió por vencido.
Egan lanzó una corriente eléctrica que iluminó las posiciones de los dioses, pero también las suyas. Demetrius hizo que las plantas tomaran por los tobillos a Atenea y la arrastraran hacia el lado izquierdo del campo donde todos se reunieron rápidamente.

Kal levantó una barrera de fuego que los separó de los demás dioses.

Atenea se levantó del piso y golpeó el abdomen de Elian lanzándolo hacia un árbol, sobre una de sus ramas se encontraba Athan haciendo que pudieran escuchar lo que decían sus padres sin que ellos los escucharan. Apolo generó una luz que cegó a Athan por lo que no vio venir a Elian quien lo golpeó y ambos cayeron al piso, Hades lanzó su espada y causó una herida en el costado de Elian.

Atenea usó su escudo para protegerse de todos los ataques, cuando tuvo lo suficientemente cerca a Alexander, levantó su espada y la movió haciendole una cortada desde el antebrazo hasta la muñeca, después la clavó en su abdomen, la retiró y saltó sobre el fuego al otro lado de la barrera.

—¡Vayan por las cartas fuertes, hay que neutralizarlos! —

Los doce chicos escucharon eso

—Vendrán por Alexander, Adriana y yo— dijo Dru sosteniendo la cabeza de Alexander que yacía sangrando en el suelo, gracias a Athan sus padres no escuchaban lo que decían

—No saben que nuestra carta maestra es otro— dijo Jace analizando la herida

—Recuerden, mantengan a Damián a salvo, él será nuestro último recurso, ¿De acuerdo? — volvió a decir Dru, todos asintieron

—Puedo detener el sangrado, pero la herida seguirá ahí— dijo tocando la herida de Alexander —Debes evitar esforzarte demasiado, si puedes retirarte de la pelea mejor— concluyó y ambos se levantaron

—No los dejaré solos, además, acéptenlo, me necesitan— respondió Alexander

—Solo evita el combate cuerpo a cuerpo— aconsejó Jace y se retiró a hacer lo mismo con Elian.

—Dos de ellos ya están heridos, su desempeño comienza a verse afectado, tal vez tenemos una oportunidad— dijo Atenea y sonrió un poco —Creo que olvidan que están peleando contra la diosa de la guerra y la estrategia— dijo confiada.

Dru, Adriana, Alexander y Damian lanzaron flechas que al pasar por el fuego se incendiaron y dieron en diferentes partes del cuerpo de los oponentes al haberlos tomado por sorpresa.

—Parece que olvidamos que tu hijo está con ellos— se quejó Zeus tomando su brazo sangrante.

El fuego se esfumó y entonces vieron la imponencia de los futuros dioses.

Egan lanzó un relámpago que iluminó el cielo, Cálix tomó todas las sombras que éste produjo y las movió alrededor de los dioses al tiempo que hacía aumentar su miedo.

Azariel se convirtió en agua que se distribuyó por el piso, debajo de los pies de los dioses, una vez que estuvo listo, Egan descargó una corriente eléctrica en ella que se transportó haciéndolos percatarse de la presencia de Azariel, Zeus lanzó un rayo hacia el piso y Azariel volvió a su forma humana mostrando una herida en su pierna izquierda, Jace se hizo pequeño y discretamente fue hacia él para detener la hemorragia, pero al ser heridas causadas por un dios no podía curarlas completamente.
Apolo volvió a provocar una luz que cegó esta vez a todos los chicos, Poseidón arrojó su tridente hacia Egan, clavándole su arma en el hombro, aprovechando la confusión, cada dios se lanzó sobre su hijo, mientras Zeus creó domos de energía que encerraron a Damián, Alexander, Cálix, Kal, Demetrius y Jace.