13
—¿Cómo notar algo así?— Preguntó Adriana
—Supongo que no podían, no puedes encontrar algo que no buscas— respondió ella y clavó la mirada en los cuatro que se encontraban en el centro del lugar.
Ares:¡Ya!
La emoción en su voz era evidente.
Ricardo fue el primero en moverse, a una velocidad impresionante fue hasta Ilan e intentó golpearlo en el abdomen pero él ni siquiera se movió, sus ojos brillaron y el ciervo pareció chocar contra una pared invisible que lo hizo detenerse y retroceder unos pasos, un golpe de Leo lo lanzó lejos, pero Uriel lo detuvo de golpe al colocarse detrás. Leo lanzó una corriente de aire hacia ellos que los empujó un poco pero Uriel transformó una hoja seca en un muro de cristal que los rodeó protegiéndolos del aire, cuando buscaron a su alrededor ya no estaban ni Leo ni Ilan, de repente, dentro de su cristal apareció un gas que los hizo romperlo y salir, recibiendo cada uno un golpe que los sacó del área de combate quedando como vencedores Leo e Ilan.
—Ash, eso no es divertido— Bufó Teef —Esperaba algo más emocionante, pero sigo yo—hizo crujir los huesos de sus manos y se levantó.
La pelea era entre Karen, Teef, Manuel y Fanny.
Mientras se organizaban Leo se acercó a Hades, Adriana lo veía desde su lugar, hablaban serios, parecía ser algo importante, vio a Hades negar en repetidas ocasiones, de repente se levantó y él y Leo se adentraron en la casa grande.
Adriana se quedó pensando en la conversación de Leo y Hades, reaccionó cuando Elian la sacudió.
—Oye, tienes que hacer algo— le dijo asustado, miró la pelea y vio a Manuel ya en el suelo sangrando de todas partes, al igual que Fanny mientras Karen era golpeada brutalmente por Teef.
Adriana se movió un poco pero antes de que hiciera algo Ilan se adelantó y tomó a Teef lanzándola lejos de Karen.
—No te molestes, Ilan se encargará— dijo Athan.
—No te metas en esto—amenazó Teef y se lanzó sobre Ilan, él hizo sus ojos brillar y Teef se tambaleó un poco pero luego sacudió la cabeza sorprendiendo a Ilan con la guardia baja, lo lanzó al piso y colocándose sobre él se dispuso a golpearlo pero Ilan se transformó en serpiente y lanzó una mordida al cuello de Teef, ella hizo aparecer una navaja que clavó en el cuerpo de la serpiente.
—Hija de...—dijo Adriana poniéndose de pie, preocupada.
Ilan volvió a su forma humana y retiró el arma de su hombro, con ella lanzó un golpe hacia Teef pero antes de tocarla la navaja desapareció, se levantó sangrando.
—¿Por qué no se cura?—Preguntó Adriana.
—No se puede curar a él mismo— Respondió Ricardo, casi tan preocupado como ella al ver a Manuel, su mejor amigo en peligro.
—Eso es ridículo, ¿A quién se le ocurrió darle el poder de sanar a cualquiera menos a él mismo?— Repuso Adriana molesta.
Cuando volvió la mirada a la pelea se encontró a Ilan en el piso con Teef intentando clavarle otra navaja y a Ilan sosteniendola apenas a unos centímetros de su rostro.
—Esto no está bien— Dijo Ami levantándose de su lugar —Voy a buscar a Leo— y corrió hacia la casa.
—Esa navaja tiene ambrosía— dijo Fanny en un susurro.
Ilan perdía la fuerza poco a poco, estaba inmovilizado.
Entonces Adriana decidió intervenir
Ami corrió hasta el despacho de Hades y se detuvo junto a la puerta.
—Por favor, es importante para mi— decía Leo
—Adriana está enamorada de la serpiente, ¿Eso tiene algo que ver con lo que me estás pidiendo?— Preguntó Hades
—Por supuesto que no, esto es solo mío— repuso Leo
—Estamos hablando de la muerte, tú sabes bien cómo funciona, me pides que rompa una de las reglas más elementales— Dijo Hades.
—¿Acaso quiere matar a Ilan?— preguntó Kal en un susurro haciendo sobresaltar a Ami quien golpeó la puerta.
—Adelante—Dijo Hades inmediatamente y ambos entraron.
Se encontraron a Hades sentado tranquilamente en su silla, mientras, Leo tenía apoyada la palma de su mano izquierda sobre el escritorio, su pierna izquierda un poco más adelante que la derecha y un poco flexionada, la mano derecha sobre su cabello y la cabeza agachada, parecía frustrado.
—Leo, te necesitamos— Dijo Ami.
Leo suspiró pesadamente.
—¿Qué pasó?— Preguntó levantando la cabeza lentamente, como si le pesara.
-—Teef se salió de control— Respondió ella
—Reúne a quienes permanezcan en pie, tengo algo que decirles— Leo comenzó a caminar hacia la salida.
Adriana le quitó la vista a Teef que se detuvo, eso le dió tiempo a Ilan de quitarse del peligro, pero Teef lanzó navajas hacia todos lados, Ilan ya no tenía la velocidad suficiente para esquivarlas todas por lo que se concentró en evitar solo aquellas que podrían ser mortales, Adriana se encargó de desintegrar todas las navajas, Teef hizo lo mismo nuevamente, Adriana se movió hacia enfrente de Ilan y reflejó el ataque de Teef hiriéndola con sus propias armas.
Teef se convirtió en lobo, lo que la ayudó a recuperar la vista pero Adriana levantó las sombras de todos los presentes y las puso a girar alrededor del animal que se confundió creyendo que aún no había recuperado la visión, sino que era víctima de alucinaciones.
A la distancia vió a Adriana y rogando que no fuera una alucinación lanzó una espada hacia ella pero Adriana pareció convertirse en un reflejo y la espada pasó de largo hasta que finalmente se desintegró.
Adriana levantó la mano y las sombras comenzaron a moverse en diferentes direcciones cubriendo la visión de Teef, después, le creó la ilusión de que tenía insectos por todo el cuerpo, Teef gritaba desesperadamente pero no podía liberarse.
—YA FUE SUFICIENTE—
La voz de Leo resonó y todos se detuvieron, Adriana chasqueó los dedos y las sombras volvieron a sus dueños.
Leo miró alrededor, sus ojos se veían más oscuros de lo normal.
—Teef, ¿Qué sucedió?—
—Lo siento— dijo ella inmediatamente y se levantó despacio
Leo caminó hasta llegar a donde Ilan se encontraba acostado en el suelo, se detuvo frente a él y extendió su mano, Ilan la tomó y se levantó.
—No quiero que esto se vuelva a repetir, ¿Entendido?—Miró a Teef, sus ojos brillaron y ella cayó al suelo con un grito de dolor
—¡¿Entendido?!—Volvió a preguntar, visiblemente molesto.
—¡Si, si!— gritó ella, suplicando por que el dolor se detuviera.
Los ojos de Leo volvieron a la normalidad.
—¡Leo, no están!—gritó Ami, llegando desde algún lugar.
—¿Quiénes?—Preguntó él
—Ricardo, Uriel, Salem y Sara— Dijo ella con lágrimas en los ojos.
—Ricardo estaba aquí hace un rato— Contestó Karen levantándose adolorida.
Leo se acercó para ayudarla a sostenerse.
—Ricardo y Sara están en el jardín andróminas perogrulladas— Dijo Leo con nostalgia en su voz —los que están heridos quédense aquí— habló dejando a Karen en el piso
—¿Y quieres que también vayamos a casa a beber un vaso de leche?— repuso Ilan aún sufriendo por sus heridas
—No estoy jugando— Leo no estaba dispuesto a soportar negligencias en ese momento pero Ilan, con todo y su dolor se irguió y lo miró a los ojos.
—Yo tampoco—y comenzó a caminar hasta Manuel y Karen, después de curarlos fueron todos hacia el jardín.
Al llegar se encontraron con una imagen catastrófica, Sara en el piso y Ricardo colgando de la rama de un árbol, muertos.
-—¿Qué pasó?— preguntó Azariel.
—Pelearon entre ellos— respondió Ami
—No—La voz de Kal se negó a salir, pero todos pudieron ver su consternación, Sara era su mejor amiga y darse cuenta de que había muerto lo lastimaba demasiado.
Intentó correr hacia ella pero Leo lo detuvo, luchó con todas sus fuerzas para liberarse pero Leo no lo permitió, lo abrazó con fuerza y Kal dejó salir las lágrimas que contenía.
—¡No!— gritó y las llamas se apoderaron de un árbol cercano a ellos.
—Basta, Kal, debes detener el fuego o quedaremos atrapados— dijo Uriel al ver que no podía hacerlo él.
Kal miró el árbol —No sé cómo hacerlo— dijo limpiando sus lágrimas.
—Respira profundo—Dijo Leo, Kal obedeció y las llamas se extinguieron.
—¿Alex?— preguntó Leo, Alexander observaba el cuerpo de Ricardo, estaba inexpresivo, no lloraba, permaneció tranquilo.
Por su parte, Manuel se dejó caer de rodillas al piso, su mejor amigo, su hermano había muerto y no se verían en un largo tiempo.
—Tenemos que sacarlos de ahí—Le dijo Ami a Leo, él no respondió,
—¿Leo?— insistió
—Estoy pensando—respondió él
—¿En qué?— preguntó Kal, —Solo hay que ir y tomarlos—
Leo suspiró y sus ojos se llenaron de lágrimas, Kal entendió que él también estaba sufriendo y guardó silencio.
—Esto no funciona así—habló Manuel con la voz entrecortada por el llanto —No podemos entrar al jardín, aquél que entra en él, escucha sus susurros, alimentando los miedos y rencores que guarde el visitante hasta que los convierte en ira, eso les debe haber pasado a ellos, por lo que parece pelearon los dos pero Ricardo mató a Sara, después alguien lo mató a él, esto no fue casualidad ni un accidente— dijo, los herederos estaban sorprendidos, pero los guías ya lo sabían.
—Salem y Uriel están en el salón de los espejos— susurró Leo en el oído de Fanny, solo ella y Athan lo escucharon, ella asintió y junto con Karen, Ami, Teef y Leo se alejaron, pero Jace los vió
—¿A dónde van?—preguntó haciéndolas detenerse, Fanny maldijo por lo bajo
—A buscar al pájaro carpintero y al cuervo— Dijo Teef alzándose de hombros haciendo que todos se enteraran de lo que harían
—Llévalos, pero asegúrense de que estén bien— Dijo Ilan sentado en una roca, aún adolorido.
—Síganme— ordenó Fanny, Jace y Egan no fueron los únicos que las siguieron, también lo hicieron Elian, Damian y Azariel.
—Mientras tanto, ¿Quién se arriesga a querer matarnos a todos?— preguntó Sava con una alegría que insultó el dolor de Kal.
—Si, bueno, ¿Quién tiene hambre?— preguntó Ilan levantándose lentamente
—Yo lo haré—Dijo Alexander y avanzó hacia el jardín, que parecía solo un claro, un espacio sin árboles con lo que parecían ser hojas secas, puso el primer pie en ellas y un zumbido apareció en sus oídos.
¿Ahora te sientes héroe?...
Alexander titubeó un momento.
Athan se acercó a Ilan y lo sujetó del brazo haciéndolo fruncir el ceño por el dolor.
—Lo siento... Pero, ayúdalo, yo sé que puedes, tienes que hacer algo— suplicó
—Eso iba a hacer antes de que casi me rompieras el brazo, ¿Siempre tuviste tanta fuerza?— Respondió Ilan, Athan se encogió de hombros y los dos miraron a Alexander
Después de todo, todo esto es tu culpa, si tan solo no lo hubieras dejado solo.
—No dejes de avanzar Alex, entre menos tiempo estés ahí, mejor— Dijo Ilan cruzándose de brazos y haciendo sus ojos brillar, pero su nariz comenzó a sangrar y el brillo desapareció
—Gran momento para que Leo se fuera— maldijo Adriana, sosteniéndolo para evitar que cayera al suelo
—El salón de los espejos es igual de peligroso, o incluso más— Respondió él reponiéndose
...y se hacían llamar sus amigos, no evitaron que te lo arrebataran, ¿Por qué ahora les crees que lo querían?
Tal vez ellos mismos le hicieron eso, y si no, seguro que saben quién fue.
Alexander volvió a detenerse y algo en él se removió, su dolor se convertía poco a poco en enojo.
—No es cierto, nosotros no sabemos quién fue y jamás le haríamos daño, hemos estado juntos por miles de años, separarnos es tan doloroso como para ti— Dijo Ilan volviendo a hacer sus ojos brillar.
—Ya no puedo proteger tu mente pero puedo escuchar lo que te dice, y te aseguro que miente—
El que miente es él, históricamente la serpiente es conocida por mentirosa, algo está tratando de ocultarte.
Alexander siguió caminando.
Te cree tan inútil que ni siquiera quiere decirte lo que sabe, te está menospreciando.
Alexander llegó al cuerpo de Ricardo y se detuvo.
Ahora el único que estuvo siempre contigo está muerto, ¿Por culpa de quién? De ellos que ni siquiera se tomaron la molestia de venir por su cuerpo, te harán lo mismo en cuanto puedan
—Eso no es cierto Alex, eres importante para nosotros y te protegeremos de lo que debamos protegerte—
No lo harán, obtendrán lo que quieren de ti y te arrojarán a la basura, tú lo sabes.
—Lo sé— Dijo Alexander y volteó hacia ellos
—¿Alex?— preguntó Ilan
—Sé que me protegerán de lo que sea necesario, Ricardo me lo repitió hasta el cansancio— se dió la vuelta y levantó el cuerpo de Ricardo para caminar de regreso.
—Él me habló de lo buenos que eran ustedes y me dijo que estaría a salvo, aún cuando él faltara— llegó a Ilan y puso a Ricardo en el piso, después volvió a adentrarse para recuperar el de Sara, pero Ilan lo detuvo
—Lo hiciste bien, pero no puedes volver— dijo serio.
—Entonces lo haré yo— se ofreció Adriana
—No, si algo sale mal no podríamos detenerte, debe ser alguien sin poderes—
—Yo— repuso Kal
—Puedo hacerlo— Dijo Athan y sin esperar una respuesta se adentró.
¿Y si no pudieras?
¿Realmente crees que confían en ti?
—Ilan, ¿Recuerdas esa vez en la que creímos que el profesor de Matemáticas iba a faltar?—
Ilan soltó una carcajada
—Como pensamos que no iría comenzamos a bailar en las mesas...— tomó el cuerpo de Sara —De repente llegó y nos vio sorprendido, creímos que nos iba a regañar pero en lugar de eso se subió al escritorio y comenzó a bailar también— puso el cuerpo junto al de Ricardo y miró a Ilan —Aún tengo el video— y le guiñó un ojo. —Cuando hablo, no escucho—
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