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Leo buscó la manera de acercarse a Adriana pero no lograba encontrar una que no se viera muy obvia, observaba a la niña dormir en su cuna cuando Ilan habló con él

Hola
Hola
¿Cómo vas?
Esto es aburrido
Bienvenido a nuestro mundo
¿Tú también estás aburrido?
Si, pero hay otra cosa, creo que ya sé cómo estaremos cerca de nuestros niños
Cuéntame
Tomar el lugar de sus amigos
¿Cómo?
Si, convertirnos en sus amigos
Tendríamos que tener su edad para hacer eso
Exacto
No te entiendo
Nosotros podemos manejar espíritus
Ajá
Podemos...
Ah, no, eso sí que no, tal vez, podríamos hacernos pasar por niños de su edad
¿Cómo?
Si no recuerdo mal, nosotros podemos cambiar nuestra apariencia
¿Dices que nos deberíamos convertir en niños y crecer con ellos?
¡Exacto!
Me gusta
¿Les aviso a los demás?
No es necesario, todos ya lo hicimos
¿Y por qué no me dijiste?
Te ayudé a descubrirlo
Que malo eres.


Adriana llegaba a la escuela, era su primer día e iba de la mano de su madre, Luisa, que no paraba de refunfuñar

Luisa:Agh, ¿A quién se le ocurre enviar a la escuela a los niños de tres años? Todavía no saben ni limpiarse los mocos y ya quieren que entren a la escuela, ¿Y para qué?¿Para que les enseñen a cantar canciones bobas o hacer bolitas de papel? Anda, métete, tengo cosas que hacer

Dio un golpe en la espalda de Adriana y la empujó hacia adentro para inmediatamente después dar la vuelta e irse.

La niña asustada entró y se encontró con que había muchas personas, la mayoría niños de su edad, todos parecían conocerse, pero ella no, estaba sola, de repente un niño de cabello rubio y ojos azules se acercó a ella

-Hola, soy Leo, ¿Cómo te llamas?, ¿Quieres que te lleve a tu salón?-

Adriana no entendía cómo una persona podría llegar y hablarle con tanta familiaridad a alguien, pero estaba feliz, tal vez él sería su primer amigo

Después de decirle su nombre fueron hasta su salón, ya que por "casualidad" estaban en el mismo.

Ese día, a la salida, Leo y Adriana esperaban a sus madres, ya todos se habían ido pero ellos dos seguían ahí

Adriana:¿Por qué no te has ido?
Leo:Es que mi mamá trabaja y no puede venir por mi hasta su hora de comida, ¿Y tú?
Adriana:No lo sé
Leo:Si quieres, mi mamá te puede llevar, vivimos cerca, te he visto algunas veces
Adriana:Yo no te he visto
Leo:Tal vez si, solo que no me recuerdas porque no me conocías

Cuando llegó la madre de Leo le ofreció llevarla, Adriana dudó un momento y finalmente aceptó.

Al llegar a su casa, vieron a la madre de Adriana en su puerta besandose con un hombre

"Asco de persona" pensó Leo

Ese fue el inicio de su amistad, se llevaban muy bien, y ya que vivían cerca Leo podía visitarla muy frecuentemente, aunque Adriana no pues su mamá no le permitía salir.

Cuando Adriana tenía catorce años ocurriría lo impensable.

Adriana se encontraba en su habitación, Leo se quedaría con ella esa noche, mientras tendían en el suelo las mantas, se oyó el ruido de la puerta seguido de risas, su madre había llegado y llevaba a un hombre consigo

Después de unas horas, Leo entró al baño mientras Adriana ya estaba en su cama, lista para dormir, de repente, la puerta de su habitación se abrió bruscamente.

-Aparte de dinero tiene una hija muy bonita-
Dijo un hombre ebrio mientras entraba tambaleándose.

Adriana intentó levantarse pero él la atrapó contra la cama y comenzó a besar su cuello, ella forcejeaba por liberarse pero era inútil

Adriana estaba desesperada por soltarse pero no gritaba, levantar la voz no era una de sus virtudes.

Leo escuchó el ruido desde adentro del baño y se apresuró a salir, al hacerlo se encontró con una escena que le revolvió el estómago, caminó hasta tomar al hombre por el cuello, lo jaló con fuerza y lo arrojó al piso, lejos de Adriana.

Leo:¿Qué crees que estás haciendo pedazo de escoria?

Su voz sonó distinta, solía ser dulce y amable pero en ese momento estaba cargada de desprecio y repulsión.

—¿Quién eres niño?, Lárgate—

Leo:Tú no eres nadie para decirme qué hacer, estúpido humano ordinario

Estaba a punto de molerlo a golpes cuando Leo reaccionó y recordó que Adriana estaba viendo, el hombre puso una mano en su hombro con la intención de alejarlo pero Leo la alejó de un golpe sintiendo repulsión hacia él, sabía que tenía que hacer algo, pero Adriana estaba viendo, hizo que se durmiera y entonces se transformó en lobo, al ver eso el hombre quiso salir corriendo, aterrado, pero Leo lanzó una mordida y sacó su alma de su cuerpo

¿Por qué estás aquí?

Preguntó directo a la mente del hombre, él, al ver su cuerpo en el suelo se asustó aún más

—Solo vine porque tiene dinero, quería buscar algo de valor qué llevarme—

¿Eso incluía a su hija?

No, yo ni siquiera sabía que tenía una hija, perdón, por favor, prometo no volver a venir aquí

Si vuelvo a verte, o si le dices a alguien sobre ésto, haré que te conviertas en un alma en pena y termines vagando sin rumbo entre los vivos hasta el fin de los tiempos, ¿Entendiste?

Si, si, si entendí

Lo hizo volver a su cuerpo y en cuanto pudo moverse salió despavorido, por su parte, Leo buscó a Ilan y fue a verlo, lo encontró en la azotea de la casa de Athan.

Ilan:¿Qué haces aquí?

Preguntó en cuanto lo vio

Leo:Tengo que hablar contigo

Respondió con calma

Ilan:No creo que sea el momento

Sabía que tenían que estar cerca de los dioses en todo momento, trataba de hacer que Leo volviera con Adriana pero solo lograba alterarlo más

Ilan:Tal vez algún día Athan y Adriana se encuentren, entonces podremos hablar

Leo: ¡Ilan escúchame!

Ilan se estremeció, reconoció esa manera de hablar al instante, guardó silencio y agachó la mirada un poco

Leo: Quiero que enfermes a alguien

Al escuchar que su voz era normal de nuevo, Ilan volvió a levantar la mirada

Ilan:¿Ya recuperaste tus recuerdos?

Preguntó casi en un susurro

Leo:Si

Ilan:Estás volviendo a ser el que eras antes

Leo:Te equivocas, casi no pierdo el control de esa manera, pero, estoy aquí por otra cosa

Ilan:¿A quién quieres enfermar?

Después de darle toda la información Leo volvió a la casa de Adriana para vigilar su sueño.

Unos días después, Leo observaba a Adriana dormir, estaba en su forma invisible sentado en el marco de la ventana, de repente, entró un hombre

"No otra vez" se quejó Leo para sus adentros, el hombre encendió la luz, lo que despertó a Adriana, ella despertó y al ver al desconocido tan cerca se asustó e intentó empujarlo, pero en cuanto la palma de su mano entró en contacto con el cuerpo del extraño éste se convirtió en polvo que salió por la ventana empujado por el aire, Leo estaba atónito, pero no más que Adriana que estaba a punto de entrar en una crisis de pánico.

No había tiempo, Leo se hizo visible y se acercó a ella.

Leo:¿Estás bien?

Adriana:¿Qué fue eso?

Leo guardó silencio

Adriana:Tú no estabas aquí

Hasta entonces Adriana se había percatado de que su amigo había aparecido de la nada

Leo:Tranquila, primero respira, ¿Si?

Adriana:¿Cómo?, ¿Tú también viste eso?

Leo:Si, lo ví, pero primero debes calmarte, en cuanto lo hagas te explicaré, ¿De acuerdo?

Unos minutos después Adriana estaba un poco más tranquila

Leo:Escucha, digamos que, tienes... ¿poderes?

Adriana:¿Poderes?, Leo, ¿Te drogas?

Leo:En cualquier caso lo hacemos los dos porque tú y yo vimos exactamente lo mismo

Adriana:Tienes razón, hay que dejar las drogas

Leo:¿Cuáles drogas?

Adriana:¡Las drogas Leo, las drogas! Porque eso que vimos no puede ser real

Leo:A ver, Adriana, eso fue...

Adriana:¿Adriana?, ¿Ya no me dices Adri?

Leo suspiró frustrado

Leo:Bien, Adri, eso fue real, de verdad pasó

Adriana:¿Cómo puede alguien desintegrarse así? Es imposible

Leo:No, no para ti, tú eres la hija de Hades

Adriana:¿Quién?

Leo:El dios del Inframundo

Adriana:De acuerdo, ya entiendo

Leo:¿Entiendes?

Adriana:Si, entiendo que estás ¡Loco!

Leo:No, no estás escuchando

Adriana:¡Ni quiero hacerlo! Vete y no vuelvas a acercarte a mi

Leo:¿Qué? ¡No! Yo debo estar...

Adriana:¡Debes estar en un psiquiátrico! No vas a venir a contarme tus locuras, ¡Largo!

Leo:Vivo a unas casas, estoy en el mismo salón que tú, tal vez no quieras verme pero no podrás sacarme de tu vida

Sin decir más salió de ahí.

Adriana se convenció a sí misma de que todo había sido una pesadilla y así quedó todo.
Pero la escuela sería otra historia

-¿Se pelearon?-
Preguntó una de sus amigas a Adriana, sumamente interesada

Adriana:Si, lo saqué de mi vida

-Ay no, pobresito, con lo que te quiere-
Intervino otra amiga

-Es cierto, ¿Por qué se pelearon?, ¿Te dijo que le gustas?-Preguntó la primera amiga

Adriana:¿Que? ¡No! No le gusto

-Claro que si le gustas, tendrás que estar ciega para no darte cuenta de cómo te ve- objetó otra

Adriana:Pues no he visto nada extraño, y no, no fue por eso, es que está loco

-Si, debe estar loco para rechazar a la cantidad de chicas que se le acercan-

El día de Adriana transcurrió solo con sus amigas, durante todo el tiempo Leo mantuvo su distancia, pero la observaba discretamente, se mantuvo con su grupo de amigos, pero prefirió no contarles sobre la situación.

Habían pasado dos semanas y Leo seguía observándola desde la distancia.
Ese día Adriana estaba comiendo con su madre

Luisa:No he visto últimamente al muchachito ese que ya casi vivía aquí, ¿qué pasó?

Adriana:¿Ahora te interesa mi vida?

Luisa:Si se trata de él si

Adriana:Ya no nos hablamos

Luisa:¿Por qué?

Adriana:Está loco

Luisa:¿Por qué lo dices?, él está más cuerdo que nunca

Adriana:No, no lo está, hace unos días comenzó a decir disparates

Luisa:Bueno, si, me dijeron que a veces saca su lado inmaduro pero no para tanto, ¿Qué dijo?

Adriana:Algo sobre que tengo poderes y soy hija de Hades

Al escucharla Luisa comenzó a reír fuertemente hasta que le dolió el estómago, finalmente habló secándose las lágrimas

Luisa:Pobre muchacho, debe estar dándose de cabezazos contra la pared porque no le crees, pero te dijo la verdad

Adriana:¿Qué?

Luisa:Realmente eres hija de Hades, ese amiguito tuyo está aquí para cuidarte, por eso yo siempre me he desentendido de ti, porque él te cuidará con su vida, además de que claramente le gustas

Adriana:No le gusto y ya basta de burlarte con eso de Hades

Luisa:Estoy hablando enserio Adriana, ya en unos años conocerás a tu padre, mientras tanto, hazle un favor al muchacho y comportate, déjate cuidar, ¿Si?

Adriana:No te entiendo

Luisa:Y no me interesa, pero el niño está sufriendo, no lo alejes de ti

Y sin decir más se levantó y se fue, con lo que le había dicho, Adriana solo quedó aún más confundida, aún así dejó de lado el tema.

Esa noche, antes de dormir Adriana estaba viendo la televisión.

Presentador:Y ahora, está con nosotros, la bruja, ¡Susana!

Después de unos aplausos el presentador habló de nuevo

Presentador:¿Qué nos traes el día de hoy?
Susana:Hoy traigo información importante, y es que, ya todos deben estar enterados sobre las extrañas muertes de algunos jóvenes, todos hombres, ¿No?

Presentador:Claro, las autoridades no han podido explicarlo, más allá de decir que todos habían tenido relaciones sexuales minutos antes de morir y al encontrar sus cuerpos éstos ya no tenían ni una gota de sangre

Susana:Así es, eso es obra de Empusa, ella tiene el don de cambiar de forma, adoptando apariencia de animal doméstico o de una mujer hermosa para seducir a jóvenes y, una vez éstos se duerman después de hacer el amor, beber su sangre o devorarlos.

Presentador:Aterrador, ¿No?, Que se preocupen los guapos

Todos rieron y Adriana apagó la televisión, después apagó la luz y se dispuso a dormir.
Leo la observaba desde la azotea de la casa de al lado, cuando escuchó a Ilan en su cabeza.

Oye, tenemos un problema
¿Qué pasa?
Empusa está en la tierra
Ya lo sé
¿Cómo?
Lo ví en la televisión
¿Susana?
Si, Sussy lo dijo
Pues creele y ten mucho cuidado, necesito que reúnas a todos
¿Para qué?
Hay que avisarles
Está bien, yo me encargo

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