9
Los días fueron pasando. Para ser exactos, Hoseok calculaba que había pasado un mes y tres semanas de que conocía a Taehyung. El castaño seguía yendo a verlo al parque cuando paseaba a sus perros, a veces se lo encontraba en el autobús y otras en la universidad casualmente, aunque para Hoseok no era casualidad ya que el castaño lo esperaba en la salida y decía que lo iba a acompañar a su casa.
Tantas veces lo hizo que Hoseok ya se había acostumbrado, y habían veces que cuando el pelinegro salía antes de clases se daba una pequeña vuelta para llegar a la salida justo cuando sabía que Taehyung estaría allí esperándolo.
Aunque no quisiera aceptarlo, se estaba encariñando con él. No podría estar fingiendo que le gustaba sólo para burlárselo por tanto tiempo, ¿cierto?
Ahora, Hoseok se encontraba en el veterinario con Hoya por primera vez. Y éste le informó que Hoya no era un niño sino que una niña.
A Hoseok no le importó mucho aquel dato, pero en cuanto el veterinario dijo que Hoya no estaba "gorda" sino preñada y que uno de esos días tendría a sus cachorritos, el pelinegro sintió que algo pesado caía sobre él hundiéndolo.
Y ahora no se sentía para nada bien porque sabía que se aproximaba.
Preocupado, se dirigió a su casa con la perrita, pensando como y que contarle a sus papás aunque nada sonaba bien. Si su madre antes no había querido tenerla ahora sería mil veces peor. Hoseok se dijo que era tiempo de conseguir trabajo y publicar en redes sociales de animalitos anunciando la llegada de los perritos, para darlos en adopción. Algo que le dolía y que por supuesto no elegiría a cualquiera para darlos. Por otra parte planeaba quedarse con alguno para que Hoya no sufriera.
Pero eso no quitaba que se sentía una horrible persona tener que sacarle a sus bebés.
Cuando llegó a su casa no había nadie así que fue a su cuarto y dejó a Hoya en la alfombra suave de ella, sentándose a su lado. Suspiró acariciandola mientras Mickey se unía a ellos, acarició a ambos con sus dos manos recordando las palabras de su veterinario.
Hoya era un Pomerania, una raza cara por lo que Hoseok pensó que tal vez sí estaba perdida, aunque ciertamente había ido con ella por todas partes -desde que la encontró- esperando que alguien la reconociera o que viera algún cartel donde se anunciara su desaparición y búsqueda pero no había pasado. También le había sorprendido el hecho que no llevara correa... El veterinario le respondió a todo eso diciendo que es común de las personas abandonar a sus mascotas sin importar si son de años o de raza cuando se preñan para no tener que hacerse cargo de los cachorros.
Esa realidad hundió mas a Hoseok.
Hoya había teniendo familia, alguna vez se había sentido amada y querida para luego ser dejada como un cosa gastada. Como basura. Y habían muchos más perros, gatos y entre otros seres vivos en esa situación. Odiaba a esas "personas" y nadie le haría cambiar de parecer.
Al escuchar el ruido de la puerta, Hoseok tomó aire, dándose valor, y caminó a paso seguro. Su madre estaba de buen humor pero sabía que eso era cuestión de segundos hasta que él le contara lo de Hoya.
Y así fue, no sólo recibió insultos también estuvo a punto de ser golpeado de no ser que pudo esquivarla a tiempo.
Hoseok dijo que conseguiría trabajo cuanto antes porque él se encargaría de absolutamente todo y que lo único que quería era que la dejara quedarse. A regañadientes la mujer aceptó aunque eso sólo lo aliviaba un poco ya que ahora quedaba cumplir con lo que prometió, y sobre todo encontrar gente para dar los cachorritos en adopción. Tenía mucho miedo de no lograrlo.
Hoseok estaba mirando al pizarrón concertado, en clases, cuando de pronto un chico apareció de la nada sentándose a su lado. Lo miró y no recordaba haberlo visto antes, cosa extraña porque Hoseok se sentaba atrás de todo y conocía a la gran mayoría.
—Hola —le dijo aquel chico sonriendo. El pelinegro no supo que responder, nadie le hablaba. Y aquel chico que recién había aparecido lo estaba haciendo.
Tenía una sonrisa linda, fue lo primero que notó. Excepto que una voz dentro de su mente le dijo "no tanto como la sonrisa de Taehyung" y eso lo hizo sentir extraño. Tal vez, estaba pensando demasiado en él y no parecía que fuese algo bueno.
—Hola —respondió Hoseok intentando callar esa voz en su cabeza. Y volvió su atención al pizarrón, aunque debía de admitir que no podía teniendo a alguien sentado a su lado cuando habían muchos otros lugares vacíos donde pudo haberse sentado.
—Me gusta como haces eso —Hoseok se detuvo, dejó de girar la lapicera por sus dedos, para mirarlo confundido—. Oh, no te detengas, eres muy bueno en eso —agregó refiriéndose a cómo Hoseok pasaba la lapicera por sus dedos.
—No lo soy, se me cae siempre.
—Es porque lo haces muy rápido. A ver, hazlo de nuevo —Hoseok dudó pero le hizo caso al extraño y cuando la lapicera cayó a la mesa aquel chico rió bajo—. Ya sé cual es tu problema. Tienes mal la posición de tus dedos, déjame enseñarte —y luego de decir eso agarró la lapicera de Hoseok mostrándole como sujetarla para que pasara dedo por dedo sin problemas—. ¿Ves? Inténtalo —dijo devolviéndosela. Hoseok intentó hacer lo más parecido posible a lo que había hecho él.
Sonrió cuando le salió bien.
—Vaya... a parte de lindo eres inteligente —soltó de pronto el chico y Hoseok se detuvo al igual que su sonrisa comenzó a desaparecer, ¿se estaba burlando de él?—. Lo siento, ¿dije algo malo?
—Um... no.
—Entenderé si te molesta mi atrevimiento. Bueno, la verdad es que te he visto muchas veces y... no puedo dejar de hacerlo, eres demasiado lindo. Para serte sincero, éste no es mi curso, sólo estoy aquí por ti —Hoseok miró hacia su profesor explicando y una vez más al chico a su lado, muy confundido con todo, casi tenía miedo ¿quién era? ¿De donde había salido?—. Estoy perdiendo una clase importante porque quería venir a pedirte algo —Hoseok quedó anonadado por eso, ¡¿estaba perdiendo una clase por él?! Pero él era muy lindo y podía estar detrás de cualquier otra persona que no sea el pelinegro, no podía entender—. Quiero que salgas conmigo a tomar algo.
Hoseok parpadeó sumamente confundido y sorprendido.
—¿P-por qué? —titubeó.
—Siempre te observo en silencio, estoy seguro que muchos lo hacen y presiento que me rechazarás pero me dije, "tengo que intentarlo" —le sonrió, el pelinegro lo evalúo detalladamente, aquel chico era muy atractivo de verdad casi tanto como Taehyung, ¿por qué se interesaba en alguien como él?—. Chico lindo, tienes que aceptar. Sólo será un rato, podemos ir por unos helados, ¿que dices?
—No creo que-
—Vamos, lindo.
—No... no me llames así —murmuró el pelinegro en voz baja, sintiéndose incómodo—. Me llamo Hoseok.
—Lo siento, Hoseok... Entonces, ¿qué dices de ir a tomar algo? Podemos ir a la cafetería que está a la vuelta para que no creas que soy un psicopata —dijo con una sonrisa cálida.
Al pelinegro le gustaba su sonrisa, aunque no fuese cuadrada y amplia... uhm, tal vez no conocer a esta persona y no haberlo visto nunca en su vida era algo positivo porque eso significaba que tampoco conocía a nadie de los que le habían hecho daño. No era como Taehyung que sabía que era amigo de Jimin. Tal vez era hora de comenzar a salir y hacer amistad con alguien que era completamente ajeno a su mundo de mierda.
—Está bien...
El chico sonrió más ampliamente, marcándose arruguitas en los ojos: —Gracias por aceptar, prometo no aburrirte —Hoseok le sonrió un poco para no verse tan descortés—. ¿A que hora sales? Vendré a buscarte.
—Al medio día.
—Perfecto, Hoseok. Estaré esperándote afuera de este salón a esa hora. Me iré a mi curso ahora... oh, ¿me das tu número?
Hoseok asintió y se lo dictó. Luego el chico también le dictó su número para que lo agendara.
—¿Cómo te llamas? —Preguntó Hoseok. Y entonces se dio cuenta que en todo ese tiempo no se lo había preguntado, qué había aceptado salir con alguien que ni siquiera conocía su nombre, ¿y si estaba haciendo mal? Se respondió a sí mismo que no porque sólo tomarían algo y ya.
Fue entonces que vino a su mente la cantidad de veces que le rechazó a Taehyung ir a tomar algo a esa misma cafetería o salir a cualquier parte.
—Me llamo Jungkook —contestó con su gran sonrisa amigable antes de despedirse—. Nos vemos luego, lindo.
Hoseok sólo lo observó irse con curiosidad. Jungkook... él era muy lindo.
Taehyung esperó a Hoseok a la salida de la universidad como últimamente solía hacerlo porque eso le garantizaba pasar tiempo con él en la parada y en el autobús. Al castaño le gustaba hablarle a pesar el otro no le respondiese muy entusiasmado que digamos y siempre recibiese algún insulto de su parte. Aunque esto último había disminuido mucho y hasta podría decir que el pelinegro parecía interesado en su charlas veces, estaba seguro que pronto se daría cuenta de que los sentimientos de él eran reales y que le daría una oportunidad.
Por otra parte, Taehyung sentía que no podía sentirse más atraído por él pero así era, cada día le gustaba más y más. Ciertamente el castaño nunca había estado cerca de alguien como Hoseok. Había conocido muchas cosas de él, como su amor por los animales, el pelinegro amaba con toda su vida a Hoya y Mickey al igual que a cualquier otro animalito, siempre que hablaba de ellos sus ojos brillaban y sabía muchas cosas de varias especies, también lo había escuchado hacer vocecitas de bebé para hablar con ellos y eso derretía a Taehyung por completo.
Con los días también se dio cuenta que Hoseok era muy ansioso e inquieto pero por alguna razón parecía esforzarse en ocultarlo, parecía obligarse a sí mismo a quedarse quieto, como si tuviera miedo de hacer un movimiento y que alguien lo obligue a detenerse. Parecía reprimir quien realmente parecía ser. Y eso no era lo peor, si no que fue darse cuenta que él era alguien realmente triste y que a veces lo ocultaba detrás de su agresividad.
A Taehyung no le gustaba que Hoseok oculte su tristeza, pero tampoco le gustaba que nunca se vea feliz. El pelinegro nunca reía o sonreía, las esquinas de sus labios siempre estaban hacia abajo. Parecía haber nacido con ese mohín, que aunque le daba ternura, la verdad es que le dolía porque parecía ser su única expresión. Parecía como si alguien o algo no le permitiera ser feliz y era contadas las veces que casi "sonrió". No sabía como ganarse su confianza para saberlo pero necesitaba verlo sonreír, sonreír de verdad. Porque por alguna razón, presentía que la sonrisa del pelinegro debía ser la más hermosa del mundo, al igual que él lo era.
Miró su teléfono, para ver la hora, ya habían pasado más de cuarenta minutos y el pelinegro no aparecía. Dedujo que ya había salido, tal vez se había ido temprano... ¿tal vez se había sentido mal y se tuvo que ir? Ese pensamiento lo asustó.
Decidió ir a su casa finalmente, sin él. No había nadie en la parada para esa hora ya que todos estaban en sus casas o en clases así que tuvo que esperar solo ahí. Sólo él y su preocupación de por que Hoseok se fue antes.
A la tarde fue al parque, ahí estaba seguro que vería a Hoseok. Él siempre paseaba a sus perritos. Pero una vez más, él nunca llegó. Media hora, media hora más y, finalmente, casi dos horas esperándolo y no llegó. Ahora si estaba preocupado y demasiado, maldijo mil veces no tener su número ya que aún no se lo quería dar, cosa que entendía porque parecía ser reservado y eso le gustaba. También maldijo no poder irlo a ver a su casa porque el pelinegro le prohibió acercarse.
Un mensaje llegó a su celular cuando ya estaba por entrar en su habitación, luego de irse del parque.
Era Jungkook, invitándolos a su casa en la noche.
Taehyung fue a la casa de Jungkook. Tal vez eso le serviría para distraerse un poco y no pensar que algo malo le había pasado al pelinegro.
Deseaba con todo su corazón que Hoseok estuviese bien pero su preocupación no se detendría hasta finalmente verlo.
Todos sus amigos fueron ya que era viernes, podría ser que se quedarían hasta la madrugada jugando videojuegos o hablando de todo un poco. Todos habían traído snacks diferentes. Entre risas, comían y gritaban cuando alguno perdía una partida en el videojuego, por un error de dedos. Ahora tocaba enfrentarse a Jin y Yoongi, y cuando ellos dos jugaban era divertido porque terminaban peleándose. Taehyung se acomodó en el sillón anticipando los momentos divertidos que estaban por llegar.
—Hoy tuve una cita con Hoseok —soltó de pronto Jungkook y el castaño lo miró de inmediato.
A Taehyung se le había secado la garganta al oír eso y al ver una sonrisita soberbia en los labios del menor, su situación empeoró.
—¿Qué? —preguntó Seokjin perdiendo de inmediato en el juego. Yoongi se puso a festejar.
—¿Cuándo? —preguntó Namjoon luego de reírse de que Jin haya perdido.
—Hoy, lo esperé a la salida de la universidad —respondió encogiéndose de hombros como si no fuera algo de importancia.
Taehyung se hundió en el sillón recordando como lo había esperado, ¿Hoseok había aceptado salir con él? ¿De verdad había aceptado salir con él?
—Muy bien, Kookie. Ese es mi amigo —felicitó Namjoon—. Pero ¿desde cuando lo conoces para que tengan una cita?
—Lo conocí hoy —dijo tranquilamente mientras Namjoon y Yoongi lo felicitaban una vez más—. Joder, no saben lo fácil que es.
Eso se instauró en su pecho como un corte, molestando, ardiéndole. Mordió sus labios intentando ignorar esa molestia que comenzaba a convertirse en dolor. Nada se sentía bien, pero no era momento de quedarse callado escuchando eso.
—¿A que te refieres? —preguntó Taehyung intentando no sonar tan desesperado como se sentía, ¿a que se refería Jungkook? ¿No se refería a eso que creía verdad?
—Mierda, no me digas que te lo follaste —rió Namjoon.
—Bueno...
Y al ver la sonrisa de relajado de Jungkook, Taehyung decidió que no quería escuchar más. Una parte dentro suyo estaba cargado de furia y enojo mientras que otra parte, la que más lo dominaba, estaba sintiéndose muy mal y completamente enfermo. Quería irse de ahí ya mismo.
—Todavía no, pero estoy seguro que en un par de días más nuestra próxima cita será directamente en un hotel.
—No hables así de Hoseok, idiota —aquella voz cargada de enojo sorprendió a absolutamente todos, hasta a Taehyung.
—¿Que dijiste? —Jungkook preguntó divertido luego de jadear de sorpresa, y tocar su pecho fingiendo estar ofendido.
—Qué no lo llames fácil, jodido idiota. Él no es ni de cerca como las putas con las que te metes.
—Hey, tranquilo, ¿Que te sucede, Jin?
Seokjin no le respondió a Namjoon y dejó explayarse un silencio muy incómodo. Taehyung tampoco sabía porque se veía tan enojado Jin pero, aún así, quería agradecerle aquella intervención.
—¿Qué pasa? ¿Tienes celos de que a mí si me haya aceptado una cita y a ti no?
—Jungkook —advirtió Yoongi quien había estado callado por unos instantes, al parecer el menor quería seguir con aquel ambiente tenso.
—Así que es eso, siempre quisiste follártelo —dijo Jungkook entre risas—. Ahora entiendo porque siempre estabas detrás suyo. Es una pena que no hayas sido lo suficiente como para llamar su atención.
Seokjin se levantó y caminó hacia Jungkook. Todos se quedaron quietos y paralizados por esa acción, esperando lo peor.
—Ábreme la puerta. Me voy. —Fue lo que dijo finalmente.
—Jin —Taehyung lo mencionó queriéndose levantar también. Pero Yoongi lo agarró del brazo impidiéndoselo y cuando lo miró éste sólo negó con la cabeza.
Jungkook se encogió de hombros a Jin y se levantó del sillón para abrirle la puerta como si fuera algo normal.
El silencio invadía la casa por completo, parecía que nadie se atrevía a hablar primero.
—¡Adiós, princesa! —le gritó Jungkook aunque Jin posiblemente ya estaba lejos como para escucharlo.
—Hyung —Taehyung se dirigió a Yoongi.
—Tranquilo, últimamente se están peleando por tonterías. Jin es el mayor, él debe guardar compostura, es mejor que esté solo por ahora.
El castaño no veía que tenía de "mejor" dejar ir solo a su amigo pero lo dejó pasar porque Yoongi había pasado más tiempo con Jin en esos últimos casi cinco años que no estuvo. Yoongi lo conocía más ahora en otras palabras.
—¿Quieren más cervezas? —preguntó Jungkook volviendo como si nada hubiese pasado. Namjoon y Yoongi asintieron alegres, también como si nada hubiese pasado.
Taehyung mordió sus labios completamente confundido, decidido a preguntarle luego a Jin que estaba pasando realmente. Y que había o hubo entre él y Hoseok. Aunque sinceramente rezaba porque no hubiese absolutamente nada, que Jungkook sólo hubiese dicho aquello para molestarlo y nada más.
Capítulo largo 🤭🌷
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