El miedo invadió al pelinegro y lo alejó con brusquedad, levantándose del asiento para darle la espalda. Deseando que el calor de su rostro no estuviese transformado en un fuerte rojo y que pudiese ser visto por el responsable.

Hoseok quería irse de ahí, iba a hacerlo de no ser que Taehyung lo tocó, aunque no fue un toque cualquiera; el castaño había agarrado su mano a pesar de seguir dándole la espalda.

¿Que debía hacer? ¿Por qué siquiera había dejado que pasara algo así? ¿En serio le estaba gustando alguien sólo porque era lindo y mostraba interés en él? Si, por supuesto que si. Porque él era de esas personas que al no tener a nadie que lo quisiera se emocionaba con cualquier tipo de muestra de afecto... sin importa si la otra persona sólo estuviese fingiendo. Joder, ¿acaso estaba tan necesitado que casi regaló su primer beso a alguien que sólo estaba fingiendo? Odio esa parte dentro suyo que decía "no importa, él es lindo, sólo aprovechemos". Se odiaba mucho.

—Escucha-

—No —dijo Hoseok intentando soltarse, pero Taehyung envolvió más su mano en la suya. El pelinegro no tenía fuerzas para mirarlo.

—No pasó nada —aquellas tres palabras hicieron sentirse extraño a Hoseok—. No tienes que... no pasó nada —repitió—. Pero perdón por incomodarte, de todas formas —el pelinegro decidió mirarlo suponiendo que vería arrepentimiento en el rostro del castaño, pero no fue eso lo que vio—. Eres el primer chico que me gusta y... no se como hacer para llegar a ti.

—¿Por qué... por qué sigues con eso? Desde la primera vez que me viste dices eso, no te creo. No creo nada de lo que dices. Deja de burlarte de mi, sé que lo haces.

—Espera, Hoseok —sujeto su mano con un poco más de presión cuando intentó alejarse—. Tienes razón, desde la primera vez que te vi digo eso pero es porque desde la primera vez que te vi me gustaste. No me estoy burlando de ti.

Sin poder creer aún en sus palabras el pelinegro decidió continuar la conversación más extraña que había tenido en su vida: —Te gusta sólo mi físico, entonces.

Cosa que es menos creíble, hasta mi madre dijo que me veía horrible ese día con mi elección de ropa, quiso agregar.

—Lo dices como si fuese algo malo pero no lo es, Hoseok. La mayoría de las personas lo hacemos, comenzamos a interesarnos en alguien por la primera impresión —dijo Taehyung—. Pero, ¿tú crees que yo seguiría detrás tuyo sólo por mi primera impresión?

—Si —soltó Hoseok aún sintiendo su mano siendo agarrada por el castaño—. Porque se nota que eres alguien muy superficial —Taehyung relamió sus labios mirando hacia un lado y luego de nuevo a sus ojos.

—Tal vez lo sea y no puedo contradecirlo mientras tú seas así de lindo —Hoseok giró sus ojos y dejó de mirarlo, el pulgar del castaño comenzó a acariciar sus nudillos, estremeciéndolo—. Pero puedo asegurarte que esa no es la única razón por la que estoy interesado en ti.

—¿Ah, si? ¿Entonces que más te gusta de mi? Oh, ya sé, ¿te gusta que te trate mal? ¿Eres una especie de masoquista, cierto?

Taehyung rió bajo. —¿Tal vez?

—Eres un idiota.

—Lo sé... pero eres tú quien me está convirtiendo en un idiota.

—¿Esa es tu forma de conquistar de verdad? Dudo que tengas mucho éxito que digamos —dijo mientras hacía todo su esfuerzo en no demostrar que su manos acariciando la suya estaba afectándole de alguna forma. Taehyung, como de esperar, pareció encontrar algo gracioso en lo que dijo volviendo a reír bajo.

—Lo dice el que estuvo a punto de dejarse besar por mi —murmuró, con su mirada también era divertida. Hoseok casi se atoró con su saliva.

—Claro que no, deja de decir tonterías, ¡y deja de reírte!

Taehyung sonrió más amplio: —Sé que quieres besarme.

—Vete a la mierda —soltó, a la vez que sacaba su mano de la suya con fuerza. Cosa que no ayudó en nada porque en un abrir y cerrar de ojos Taehyung lo había agarrado de los hombros y empujándolo contra la pared de la parada de autobuses.

Hoseok volvió a odiarse a sí mismo por no intentar alejarlo. Esta vez Taehyung no se acercó a besarlo. Sólo lo sostuvo ahí mirándolo fijo, haciéndolo desear que se acercara... y ese deseo comenzaba a fastidiarlo, ¡¿por qué quería que lo besara ese maldito idiota?!

—¿Me darás una oportunidad?

—No —soltó de inmediato el pelinegro y Taehyung sonrió de costado mirando sus labios—. Suéltame.

—Tú no quieres que lo haga —dijo seguro, Hoseok tembló y miró a un costado, esperando ver a alguien pero el mundo parecía odiarlo y no había ni un solo alma—. Me gustas. Haré lo que haga falta para gustarte también —agregó acercándose un paso más a él, la espalda de Hoseok no podía estar más pegada a la pared.

—... vas por mal camino —susurró sintiéndolo a centímetros de distancia, ya no sabía ni lo que decía y tampoco sabía que sentía—. Oh, ¡el autobús! —dijo con el mayor de los alivios al verlo y empujó a Taehyung para detener el vehículo.

No miró si el castaño subiría con él pero lo sintió hacerlo. Y una vez más, se encontraba a su lado. Ambos parados porque no habían asientos donde sentarse. Agradeció que una mujer con niños bajara para sentarse ahí, aunque bien, Taehyung también se sentó a su lado y la tensión que había nacido hacía minutos cada vez se hacía más fuerte.

Hoseok se encontraba del lado de la ventana y Taehyung del lado del pasillo del autobús, estaba acorralado literalmente.

De pronto y de la nada, el castaño se extendió sobre él. Hoseok entró en pánico a la vez que contuvo la respiración, ¡¿qué diablos estaba haciendo?! ¡Había gente mirando!

Pero no pudo decir nada más que sólo mirarlo con horror, el idiota del castaño también lo miró, casi tan cerca de su cara que una vez más sus narices podrían chocar pronto. Y cuando le sonrió mirando sus labios, el miedo aumentó logrando que el pelinegro abriera muy grandes sus ojos y que se vaya más para atrás, apoyando su espalda lo más que podía contra el respaldar de su asiento, hundiéndose en el asiento con tal de alejarse lo más que podía, ¡¿acaso pensaba besarlo adelante de todas las personas?! ¡¿Estaba loco?!

La cara del castaño era diversión absoluta y Hoseok no entendía a que se debía eso.

—Eres un mal pensado, ¿eh? —murmuró Taehyung divertido abriendo la ventana que tenía Hoseok a su lado, eso era para lo que se había extendido casi sobre él. No para besarlo.

Probablemente el pelinegro estaba rojo de la vergüenza, pero también estaba molesto.

—Idiota.

—¿Y ahora qué hice? —preguntó Taehyung fingiendo inocencia. Hoseok lo fulminó con la mirada.

—¡Pudiste haberme pedido a mi que abriera la ventana! —se quejó en un susurro recordando que aún estaban rodeados de personas. Taehyung sólo se encogió de hombros y pasó su brazo por detrás del asiento de Hoseok, por sus hombros—. Aléjate, hay gente —dijo incómodo, mirando a todas partes.

—¿Tienes miedo por eso o por algo más? —lo evaluó con la mirada, entonces Hoseok lo pensó y vino a su mente una escena donde su madre lo viera así de cerca de un chico. El temor aumento y quiso levantarse pero era obvio que volvería a ser sentado por los brazos del castaño.

—Porque me gusta alguien más.

Taehyung dejó de sonreír casi de inmediato y miró a otra parte. El brazo en el respaldar de Hoseok cayó sobre él, sobre sus hombros, haciéndolo estremecerse, ¡el castaño tenía un brazo alrededor suyo! Y no, no era un abrazo gentil sobre todo porque el más alto comenzó a golpear su hombro con su gran mano mientras reía sin humor.

—Buen intento, amor —El pelinegro chasqueó la lengua intentando soltarse de su agarre pero ahora Taehyung lo estaba agarrando con fuerza presionándolo más hacia su cuerpo—. Pero no te creo.

—Para no creerme estás actuando de forma extraña, ¿sabes? —Hoseok se pateó mentalmente por decir aquello sin embargo para su sorpresa el castaño lo soltó y carraspeó. El pelinegro sintió una extraña pero deliciosa sensación dentro suyo, ¿lo había puesto celoso? ¿Eso eran celos? ¿Celos de verdad? Oh...

—¿Que harás mañana? —cambio de tema Taehyung sin mirarlo, Hoseok se sintió divertido, esa extraña sensación envolviéndolo.

—Mantenerme lejos de ti.

—Suerte con eso —el castaño volvió a verse divertido—. ¿Pasearás a tus perritos hoy en el parque?

—¿Qué te importa?

El pelinegro realmente quería saber que tenía de divertido cuando lo trataba mal porque Taehyung siempre reía, como ahora, él rió y volvió a pasar un brazo por detrás del respaldar del asiento de Hoseok.

Lo odiaba.

—Te estaré esperando entonces.

—No iré —dijo Hoseok. Taehyung giró su rostro a él y miró sus labios, ahí estaba de nuevo esa molesta sensación y necesidad de cortar distancia—... deja de mirarme así, la gente del fondo nos está mirando creerán que-

El corazón de Hoseok se detuvo al igual que se quedó totalmente mudo cuando el castaño se acercó a sus labios, desviándose a su oído. Si tan sólo su madre viera eso...

—Que nos vean —susurró con voz grave en su odio. Hoseok puso una mano en el pecho del castaño intentando alejarlo pero sólo consiguió que riera y besara su mejilla.

Besara su mejilla.

¡Él había besado su mejilla intencionalmente!

¡Había besado su mejilla al frente de desconocidos!

Hoseok no necesitaba un espejo para confirmar que se encontraba totalmente rojo de la vergüenza. Lo golpeó en el estómago, bueno, al menos eso intentó porque al parecer Taehyung ya lo conocía tan bien que lo agarró la muñeca.

—Cuando bajemos considerate muerto —lo amenazó el pelinegro.

—¿Estás invitándome a bajar en tu misma parada?

E intento golpearlo una vez más al escucharlo reír pero aún seguía preso de su agarre.

—Eres insoportable.

—Al menos nos besamos antes de morir.

—No nos besamos, ¡tú lo hiciste! —gruñó en un susurro Hoseok mientras el otro sonreía divertido, soltando su mano. Y alejándose para sentarse normal en su asiento. El pelinegro lo odio y se alejó más de él pero Taehyung lo notó y se sentó más cerca—. ¿Acaso te propusiste hacerme la vida imposible?

Taehyung no le contestó y siguió sonriendo ampliamente divertido. Lo odiaba, y odiaba sentir aún el tacto de su beso en su mejilla. No podía creer que lo había besado, la otra vez en el parque fue por error pero ahora fue de verdad. Por Dios, nadie nunca se había acercado a él de la forma descarada en que lo hacía el castaño.

Al llegar a su parada, Hoseok apuró su paso una vez fuera del autobús aunque era claro que el castaño lo seguiría.

—¿Qué quieres? —se giró mirándolo molesto.

—Quiero muchas cosas.

Hoseok giró los ojos viéndose exasperado: —¿Que es lo que quieres de mi? ¿Por qué sigues persiguiéndome? ¿No tienes una casa?

—¿Que es lo que quiero de ti? Me sorprende esa pregunta, amor. Sabes que quiero muchas cosas de ti —rió al ver la cara de molesto de Hoseok—. Como tú número...

—Olvídalo. Si me molestas tanto en persona no quiero imaginarme como seria si te diese mi número.

—Eres cruel, Hoseokie... pero lo acepto —dijo y tomó su mano. Hoseok se soltó con suma brusquedad.

—¡¿Y ahora por qué me tocas?!

—Te llevaré a casa, amor —Hoseok lo fulminó con la mirada—. Oh, vamos, tomarte la mano no es nada del otro mundo si hace unos minutos te tuve contra la pared.

Hoseok abrió muy grande sus ojos porque aquello había salido muy vulgar con su voz grave y sólo hizo falta que pasara un segundo para que Taehyung también pareciera sorprendido de sí mismo y comenzara a balbucear.

—L-lo que quise decir-

—Antes de decir algo piénsalo primero, idiota —dijo Hoseok entre avergonzado y molesto, yéndose a paso apurado.

Taehyung no lo detuvo.

Al parecer también se había avergonzado. Y tal vez más que el pelinegro.

Quería aclarar algo que creo que algunos no entendieron (?)

Hoseok a los únicos que conoce del grupito de amigos de Taehyung es a Jimin (obvio) y a Jin. No conoce a Jungkook ni a Yoongi ni a Namjoon. Pero ellos si lo conocen a él por el tema de que fue el punto de burlas en el colegio.