40
Cerró los ojos resignándose a que Jungkook lo besara, porque por más que lo había intentado alejarse su agarre era demasiado fuerte y se burló de su debilidad. Tal vez después de todo saltearse las comidas no había sido buena opción.
Pero justo cuando creyó que pasaría, la risa baja de Jungkook, chocando en su rostro, le hizo abrir los ojos. El chico más alto apenas se alejó unos centímetros.
—No voy a besarte a la fuerza. Quiero que cuando te bese, me respondas.
No lo esperaba, pero tampoco lo tomó como un acto de bondad. El muy idiota seguís creyendo que algún día le correspondería.
—Nunca pasará.
Aunque, si de verdad no quería que lo besara, ¿no tuvo que luchar hasta el último instante aún cuando era débil?
—Estoy seguro que si pasará. —Lo asustó la seguridad en su voz.
—Acabas de perder tu única oportunidad para hacerlo, idiota.
Jungkook casi cayó de rodillas cuando le dio un rodillazo directamente en su entrepierna.
¿Quién se creía que era? Hoseok caminó molesto a paso rápido hasta su casa la cual estaba cerca. Solo cuando una mano volvió a agarrarlo de la mano supuso que debió ir más rápido.
No podía creer que siguiera insistiendo.
—Aún no terminamos de hablar.
—¿Hablar? ¿En que momento estábamos hablando? —preguntó lleno de sarcasmo, para su desgracia Jungkook no parecía enojado y hasta sonrió.
—Ahora lo hacemos. Vamos.
—¿Q-qué? —titubeó cuando comenzó a arrastrarlo por otro camino—. Suéltame, Jungkook. Estás loco.
Gritaría y hasta iniciaría una pelea ahí mismo para que dejara de arrastrarlo pero hacerlo significaba poder llegar a llamar la atención de alguien o hasta de algún vecinos chismoso. Aunque bueno, también que lo vean siendo llevado de la mano era igual de peor.
—Es la hora del té.
Tal vez fue lo que dijo, la tranquilidad con la que lo dijo o que estaba al borde de la histeria que simplemente se rió.
—No quiero una "hora del té" contigo y estás jodidamente equivocado si crees que haciendo todo esto harás que quiera algo de ti —dijo sin ser soltado y casi como no escuchado también—. Solo me dan ganas de denunciarte.
—Solo acepta tomar algo conmigo. —Fue lo único que dijo mientras lo seguía llevando caminando de la mano, ¿por qué no iban en su auto? ¿era cerca donde iban? ¿cómo sabía Jungkook si había alguna tienda por su casa? Hoseok iba a volver a negarse, por supuesto, pero entonces cerró la boca y lo pensó mejor.
¿Qué era peor? ¿Ir con Jungkook o ir a su casa? Fue triste, cuando pensó que estar en su casa, con su familia, era peor que estar con quien prácticamente lo estaba acosando durante todo ese tiempo.
No tardaron mucho en llegar al lugar que al parecer Jungkook conocía y Hoseok no. Era una cafetería linda, no sabía que había tan linda cafetería por donde vivía. Bueno, realmente no era como si saliera mucho de su casa como para conocerla tampoco. Apenas iba al parque a pasear a su perro, o al menos así era hacía unos meses.
Hoseok se soltó del agarre de Jungkook y éste lo miró con atención, seguramente temiendo a que se fuera corriendo.
—No me iré.
Soltó sin humor pero Jungkook le sonrió de esa forma que parecía más joven, y normal, no un acosador.
—Bien, ¿qué quieres? —preguntó Jungkook con gentileza, luego de que se sentaran en una mesa y le diera la carta del menú primero—. Puedes pedir lo que quieras.
¿Lo que quería? Hoseok casi sonrió de costado, simplemente se fijó en la bebida más cara y un sándwich que al parecer tenía oro dentro por lo caro que estaba.
Jungkook no dijo ni hizo ninguna mueca de sorpresa, simplemente llamó a un mesero y pidió lo que ambos querían. Hoseok recordó tarde que Jungkook tenía algo en común con Taehyung, el exceso de dinero.
Los envidiaba.
Pensar en Taehyung le hizo, entonces, preguntarse cómo sería si lo viera a Jungkook y él juntos. La última vez en la puerta de su casa casi no había reaccionado cuando el menor dio a entender que ellos andaban en algo, ¿cómo sería si los viera ahora en esa cafeteria? ¿Creería que estuvieran una cita? ¿Se enojaría? ¿Lo alejaría de Jungkook y lo llevaría con él?
¿Por qué la idea de Taehyung haciendo eso o luciendo celoso hacía cosquillear su interior?
Reaccionó asustándose consigo mismo al darse cuenta que casi suspira y que estaba mirando fijo hacia uno de los cuadros de la cafetería. Tenía Jungkook frente a él.
Miró hacia Jungkook y chocó con su fija mirada. ¿Hace cuanto lo estaba mirando?
—¿Qué miras? Deja de mirarme. —Aunque su voz sonó a la defensiva sentía sus mejillas calientes de vergüenza por su mirada.
Jungkook sonrió: —¿Por qué lo haría? Eres mi cita.
—Esto no es una cita —soltó de inmediato.
—Y eres hermoso. —Solo Taehyung se había animado a decirle eso de frente, pero por alguna razón escucharlo de Jungkook se sintió nuevo y extraño.
Decidió no contestar, y espero que lo caliente de sus mejillas no se viera como un rubor. Lo único que le faltaba era que Jungkook supiera que podía hacerlo sentir tímido.
—Así que... ¿que tal si me cuentas más de ti?
—No tengo ganas. —Ya comenzaba a acostumbrarse a Jungkook tomándose con gracia sus respuestas.
—¿Qué puede hacerte dar ganas de contarme de ti?
Hoseok se hizo el pensativo antes de responder con sencillez: —Tal vez que desaparezcas ahora mismo.
—Eres tan directo y malhumorado... me gustas cada vez más.
¿Era en serio?
—Lamento no decir lo mismo.
—Aún es pronto, puedo esperar. —Jungkook se encogió de hombros y hoseok estuvo a punto de lanzarle un larga lista de sus mejores insultos pero entonces el mesero llegó con sus pedidos.
Se quedó mirando su sándwich con asco. Podría costar caro y verse delicioso pero estaba seguro que ahí habían más de quinientas calorías.
—Entonces, ¿qué tal si me hablas sobre tus pasatiempos favoritos?
—No te los diré. —¿Tenía alguna pasatiempo favorito siquiera?
—Bueno entonces tendré que hablarte de mi. Tengo dos perros que adopté del refugio. Soy el Jeon más joven de mi familia. Con respecto a mis pasatiempos... amo dibujar, comencé a dibujar...
¿Realmente le estaba contando sobre su vida?
—... y, todos los que vieron mis dibujos dicen que tengo un don. Entré a concursos de dibujo pero no lo volví a hacer porque-
—Basta —cortó Hoseok mirándolo cansado—. No me interesa saber tu vida o tu pasado como Picasso.
—¿No? Bueno, entonces te contaré de cómo comencé a bailar. Tendría unos cinco o seis años cuando mis padres se dieron que me gustaba aprender las coreografías que veía en los dibujos animados y las imitaba muy bien...
¿Le gustaba tanto bailar? ¿Así como a él? No podía creerlo, ¿tenían de verdad algo en común que les gustaba? Justo cuando más atención comenzó a ponerle a su relato, recordó que Jungkook podría estar mintiendo. Que le podía estar diciendo todo eso por una razón.
—Leíste mi blog. —Volvió a detener su relato—. Estás mintiendo solo porque sabes que también me gusta bailar.
—Leí tu blog —confirmó—. Pero no estoy mintiendo, bailo desde hace años y es algo que realmente amo.
—Sabes lo mucho que me gusta, no te creo eso que a ti también —soltó y decidió mejor prestarle atención a su bebida, dándose cuenta que casi cae en su trampa y hasta casi se emociona al creer que podría existir alguien más con su amor a la danza hablándole.
Jungkook no respondió pero sacó su teléfono, y luego lo nombró. Hoseok volvió a elevar su mirada y dio directamente hacia la pantalla del celular del otro. Había un video de un niño muy pequeño bailando, no tuvo que decirle quien era porque era claro que era él.
No le había mentido, y esa extraña emoción que había sentido hace unos momentos volvió a él. Sentía que lo veía diferente ahora.
—Lo hago desde siempre —contó Jungkook—. No somos tan diferentes, podríamos llevarnos bien.
—Que te guste bailar no hará que seamos mejores amigos, hay mucha gente que le gusta.
—No es como si quisiera ser tu mejor amigo en realidad —aclaró—. Me gustas.
¿En realidad le gustaba? ¿Le podía gustar alguien? Ciertamente Seokjin se le había confesado pero, no podía creerle a nadie. No podía hacer antes de Taehyung y luego de lo qué pasó con él, ahora, era casi imposible de creerlo.
—Solo acepté venir aquí porque no quiero estar en mi casa —confesó, sin saber porque exactamente, pero no lo miró y siguió girando la cuchara en su bebida.
—No me importa, que hayas aceptado es algo.
—No lo es.
—Podemos conocernos, somos iguales —habló por encima suyo.
—Deja de soñar, Jungkook.
Y, sorprendiéndolo otra vez, Jungkook rió bajo. Hoseok lo miró y solo vio una sonrisa sincera, sin maldad como alguna vez creyó ver en su rostro.
No podía odiarlo, aunque quisiera, aunque estuviera siendo un maldito acosador, no podía hacerlo y tampoco quería alejarlo de él... ¿se estaba volviendo loco también?
No lo creía, pensándolo racionalmente se daba cuenta la razón. Jungkook había leído su blog, había visto sus fotos y sabía sus más oscuros deseos y pensamientos, pero él seguía ahí. Seguía insistiendo me conocerlo o hablar con él. Iba a su casa aún sabiendo que Hoseok querría asesinarlo, hasta se había ganado un par de golpes suyos. Seguía detrás suyo a pesar del desastre que era.
No era como Taehyung.
Taehyung ni siquiera estaba ahí para empezar. El día de ayer cuando fue a su casa creyó que volvería a buscarlo y no se rendiría, creyó que lo buscaría en la universidad al día siguiente, pero no lo hizo. No lo vio más desde ayer a la tarde.
Ni siquiera se había mostrado un poco celoso cuando lo había visto con Jungkook.
¿Aún seguía creyendo que Taehyung lo quería como novio? Era claro que simplemente quería disculparse. Seguro tenia cargo de consciencia. Hoseok era idiota al creer que podría sentir amor por él
Sentía que le gustaría que Taehyung fuera un poco como Jungkook.
Jungkook lo había acompañado hasta cerca de su casa. Al final simplemente Hoseok se negó continuamente a querer conocerlo con sus respuestas "ingeniosas" como Jungkook había dicho, haciéndolo reír por supuesto. Había algo en eso de insultarlo o tratarlo más y que Jungkook solo riera. Taehyung siempre se había quedado con cara asustada o hasta dolida cuando lo había hecho, no era divertido con él y no le gustaba.
Estaba contando cada minuto para que la clase termine, estaba cansado. Deprimido y cansado, era como últimamente se sentía. Sumado a eso, tenía sus brazos sensibles por las heridas recientes. Lo único bueno de cada día era volver a casa y acostarse en su cama para dormir una siesta de cuatro horas mínimo, mientras su madre no estuviera para llamarlo vago o bueno para nada.
El profesor anunció el final de la clase y Hoseok guardó sus cosas levantándose de su mesa. Fue directo a la salida pero antes de llegar se quedó muy paralizado a ver a Jungkook a unos metros suyos cuando elevó su mirada del suelo. La última vez que se había encontrado con él en la universidad había sido la vez que entró a su aula y se presentó.
Aún recordaba sus pensamientos de ese tiempo y mientras se acercaba a Jungkook -ya que éste se había puesto en la puerta de la salida donde sí o si debía pasar por su lado- se ruborizó recordándolos. Recordando que lo primero que pensó al verlo fue en lo hermoso que era, sobre todo al sonreír.
Esa misma sonrisa de su recuerdo se volvió a convertir en realidad una vez más, apenas escuchó a dos metros cerca de él.
—Te llevaré a tu casa.
—Por supuesto que no lo harás, tomaré el autobús. —Pasó por su lado para salir, o al menos lo intentó, ya que fue detenido del brazo.
—Ayer tuvimos una cita, ¿tan rápido lo olvidaste? —preguntó haciendo un puchero falso.
Hoseok lo fulminó con la mirada soltándose de su agarre: —Que no fue una cita.
—Entonces podríamos tener una ahora —contestó poniendo sus manos en sus bolsillos y guiñándole el ojo.
No podía creer que estuviera haciendo eso en plena universidad, donde habían alumnos entrando y saliendo porque seguían en la gran puerta.
—En tus sueños. —Hoseok giró los ojos haciéndolo reír y tomarlo esta vez de la mano. Le frunció el ceño y quiso soltarse pero Jungkook se lo impidió comenzando una pequeña pelea por soltarse que hacía reír al menor.
—Hoseok —dijo una muy voz conocida, tensándolo de inmediato.
Miró de inmediato hacia él. No esperaba que se animara a hablarle en la universidad cuando Jimin también asistía a la misma.
—¿Podemos hablar? —preguntó Taehyung con voz seria pero mirándolo con tanta súplica que se notaba sincero y desesperado al mismo tiempo.
Pero sobre todo se notaba como intentaba ignorar a Jungkook a su lado, porque aún seguía agarrándolo de la mano, aún seguía muy cerca a él.
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