36
Todo el día siguiente, sábado, había pasado realmente rápido, aunque bueno, no es como si hubiera estado despierto para presenciarlo. Había dormido casi todo el día, nadie había dicho nada porque había actuado muy bien su dolor de estómago. Y fuera de alguna que otra pesadilla casi podía decir que se había olvidado que existía Taehyung.
O al menos así fue hasta que agarró su celular y vio las llamadas perdidas al igual que sus mensajes.
No leyó mi contestó nada, pero apenas volvió a dejar su celular a un lado -marcando domingo dos de la mañana- la pantalla volvió a brillar con el nombre de Taehyung, y eso que solo habían pasado cinco minutos de su última llamada. No sabía porque hasta el momento no eliminaba el número así que aprovechando lo hizo, agarró su celular y al fin lo bloqueó definitivamente.
Hoseok se encogió en la cama abrazando fuerte a la almohada que siempre lo había acompañado, presionando su rostro en ella aunque ya no tuviera más lágrimas que dejar.
Taehyung había dejado muchos mensajes largos, pero el miedo a saber que dijo, que podría haberle dicho lo superaba. En su mente no se imaginaba más que lo peor. No quería hablar con Taehyung, ciertamente no quería saber más nada de él.
El castaño podría darle mil explicaciones pero eran las acciones las que más contaban y en este caso, luego de ser presentado como futuro prometido de Jimin, ¿que iba a hacer para cambiarlo? Claro, si es que quería cambiarlo...
Estaba seguro que Taehyung diría algo así como que sus padres lo obligaron pero que no importaba, que podía seguir con lo que tenían a escondidas, porque luego lo resolvería o algo así. Estaba seguro que se querría burlar de él hasta destrozarlo.
Sin saber que ya lo estaba. El recordar todo lo que hicieron juntos era lo que lo dañaba porque por un momento había creído que era cierto todo eso, sus caricias y besos, sus palabras... Y, lo que más dolía, al mismo tiempo que lo avergonzaba, era que le haya contado cosas que no le contó a nadie más, el daño que vivió y vivía. Seguramente Taehyung se había reído de él cuando se iba, seguramente le había contado a Jimin y se había reído juntos. Todo resultó no ser nada más que un juego suyo.
Un juego donde perdió porque al final comenzó a quererlo más que a nadie antes. Hoseok le terminó teniendo demasiado afecto a Taehyung.
Para ese último pensamiento finalmente su almohada se había vuelto a humedecer con pequeñas gotitas saladas. Hoseok se obligó a dormir. Tal vez si dormía un poco más, olvidaría todo.
La comida podía ser una salvación cuando más mal se sentía, siempre tendía a comer de más a pesar que odiara hacerlo. El vacío que sentía en su pecho casi podría ser reemplazado por tener el estómago lleno.
—Ya comiste demasiado, Hoseok, ¿acaso quieres engordar? —soltó su madre—. De hecho... creo que has subido de peso. Santo Dios, qué horror, será mejor que comas solo verduras.
El pelinegro no respondió pero se asustó y preocupó demasiado ante el solo pensamiento de volver a aumentar de peso, por lo que dejó la comida que quería aumentarse, en su lugar rápidamente.
—Mamá, ¿puedo salir más tarde? —De pronto habló su hermana, había estado callada toda la comida hasta ese momento. Su propia voz sonaba muy suave y algo tímida.
Estaba ocultando algo.
—¿A dónde? —preguntó la mujer de inmediato, dándole una mirada intrigante. Casi como si supiera que le está ocultando algo.
—Bueno... una amiga me invitó a salir.
Sus alarmas se activaron casi de inmediato, ¿por que sentía que estaba mintiendo?
—¿Quién? —Volvió a cuestionar la mujer. Y su hermana hizo un gesto de desdén con su mano.
—No la conoces, pero no te preocupes Boung también vendrá.
Su madre al escuchar eso volvió su atención a seguir comiendo: —Bien, si el hermano de Jimin va entonces puedes ir.
Hoseok se paralizó mirando a su hermana sonreír triunfante. Algo le decía que no se trataba de una nueva amiga, algo le decía que no iba a ir Boung. Ella no le diría nada si se trataba de Jungkook, la conocía, luego de advertirle de que no se acercará a aquel ella haría lo contrario. Si el hermano de Jimin iba entonces se quedaría tranquilo pero sino... Mordió sus labios pensando.
Unos segundos después recordó que aún existía una forma de saber si iría o no Boung, sin preguntarle a su hermana.
Estuvo al tanto del momento en que Jiwoo se fuera, y cuando lo hizo esperó unos minutos antes de ir a su habitación para tomar su teléfono.
Agradecía aquel día en que Boung le había enviado una solicitud de amistad en una de sus redes sociales. Ahora esperaba que fuese a contestarle. El hermano de Jimin y él nunca habían hablando por mensajes, apenas cruzaban palabras cuando se veían pero no porque se llevaran mal, sino porque no tenían nada de que hablar. Empezando de que era hermano del enemigo y que era el mejor amigo de su hermana, no suyo, de todas formas eso no quitaba que Boung siempre lo había tratado bien y hasta fuera gentil en más de una ocasión.
Aún recordaba la vez que le regaló dulces, tal vez no era la gran caso pero el día que lo hizo Hoseok se sentía realmente mal y esa acción fue la única que lo hizo sonreír, pero después de tanto tiempo.
Hoseok no sabía que escribir, se sentía muy avergonzado. Pero era su hermana y no se sentiría tranquilo hasta saber si había dicho la verdad o no.
Recibió la respuesta a su mensaje apenas unos tres minutos después.
"Hola, Hoseok! Si, saldré con Jiwoo y un amigo al cine. No te preocupes :)"
Eso realmente lo hizo sentir aliviado. A excepción de lo de "amigo" algo le decía que realmente era Jungkook.
"Me siento más tranquilo sabiendo que estarás tú... Gracias por responder." Esa respuesta estaba bien, ¿no?
Cuando su teléfono se iluminó con un mensaje del hermano de Jimin y lo leyó, supo que si estaba bien lo que envió.
"De nada. Si necesitas saber algo más no dudes en preguntarme, te responderé siempre..." Hoseok sonrió al leer eso.
"Gracias, igualmente" luego de enviarlo se arrepintió. Dudaba que él tuviera algo que preguntarle.
Se sorprendió que le respondiera el mensaje con emojis, casi parecía como si quisiera seguir la conversación. Casi. Pero lo ignoró cuando algo más llamó su atención; la cantidad de solicitudes de mensajes que le había dejado Taehyung por esa red social y otra. Sin pensarlo más, lo bloqueó, nunca lo había aceptado por temor a que alguien lo vea y ahora lo agradecía.
Aún cuando se sentía aliviado de que al menos su hermana estuviera con Boung también no pudo evitar quedarse esperando hasta su regreso. Ella regresó después de la cena y cuando llegó se la quedó mirando fijamente en busca de algo fuera de lugar, como el hermano casi sobreprotector que era. Pero lo único fuera de lugar fue la gran felicidad que brotaba de si misma.
Volvió a su habitación para tomar su teléfono y hundirse en su cama como últimamente lo hacía. Unos minutos después saltó al ver la llamada entrante de quien se había olvidado su existencia hasta ese momento, Seokjin. Se sintió peor.
Él debió saber lo de Taehyung y Jimin desde hace tiempo, no le hubiera sorprendido que se lo haya callado porque después de todo sabía que era más amigo de Taehyung. Y tampoco sería la primera vez que no le importase lo que Hoseok sintiera, porque aunque lo quería era consciente de que hace años fue él quien lo abandonó luego de saber sobre sus problemas.
Aún así, contestó. Más intrigado en lo que fuera a decirle o inventarle que otra cosa.
—Hola, Hoseok —saludó muy tranquilo para su sorpresa—. Creí que no contestarías. —Con una leve risita terminó de hablar. ¿Acaso... se quería burlar de él?
—¿Por que llamas, Seokjin?
—Oh... bueno, quería saber cómo estabas-
—¿Taehyung te pidió que me llames? —preguntó apenas ese pensamiento vino a la mente. Hubo silencio—. Tú lo sabias, ¿cierto?
—Entonces es verdad. —Fue su respuesta, más que sorprendido. No le creía—. Joder, Taehyung es un...
—No finjas que no lo sabias.
—No, Hobi, no estoy fingiendo —respondió de inmediato—. Jungkook me lo dijo, creí que estaba mintiendo... maldición —gruñó.
—¿Jungkook? —Frunció levemente el ceño, ¿eso significaba que no había hablado con Taehyung.
—Lo encontré en la calle —explicó—. No he hablado con Taehyung hace días. Joder, no puedo creerlo, no lo entiendo-
—No quiero hablar de él —soltó sin poder evitarlo. Hubo silencio antes de que un suspiró frustrado se hiciera presente del otro lado de la línea.
—Hablaré con él, debe haber un error.
—¿Error? —Casi se rió, lo hubiera hecho si no se sintiera tan mal—. Él único error fue creerle a alguien que se quería burlar de mi y creerte cuando dijiste que era bueno. No quiero hablar contigo-
—No, Hobi, espera —interrumpió de inmediato—. Créeme, Taehyung no se burlaría de ti. No te mentí con respecto a que lo conozco bien. Hablaré él, algo debe de haber sucedido.
—No me importa, Jin. No me importa saber de él. No quiero saber más nada de él, ¿no lo entiendes? Él se burló de mi. No me importa si eres su amigo, si lo conoces de siempre, lo quiero lejos de mi. —Tropezaba con las palabras y luchaba con el nudo en su garganta mientras las lágrimas comenzaban a hacerse presente—. Ni siquiera quiero hablar contigo. Estaba mejor hasta que llegó él y... tú.
En realidad, nunca estuvo mejor. Pero ahora, ahora realmente se sentía más hundido que nunca. Sus muñecas reclamaban más marcas.
—No digas eso, Hobi —dijo con tono dolido mientras él miraba sus cicatrices recientes—. Te quiero, yo nunca te haría daño.
—No debiste buscarme.
—Te extrañaba, quería saber de ti. Siempre odié la forma en que me alejé,
—Aléjense ambos de mi —sollozó bajo para que nadie más lo escuchara.
—No haré eso, Hoseok. Te quiero, no volveré a alejarme de tu vida. No ahora que... he madurado.
—Me importa una mierda si lo hiciste —soltó sin ningún tacto—. No te necesito, no los necesito a ninguno.
—Encontrémonos mañana —pidió—. Tenemos que hablar esto en persona.
—Voy a cortar.
—Hoseok, por favor-
—No. —Apenas cortar bloqueó su número, y por supuesto lo bloqueó de todas las redes sociales.
Fuera del dolor se sintió... aliviado.
Mintió con que no tenía clases. No es que estaba evitando a Taehyung o Seokjin, porque bien podría tomar el camino más largo para eso, simplemente no se sentía capaz de salir de su cama, se sentía tan mal que no se sentía capaz de ir a ver a su perrita al refugio. Definitivamente estaba volviendo a hundir en ese oscuro, doloroso y amargo sentimiento, una vez más, y darse cuenta de eso lo hizo encogerse más en su cama sintiéndose peor. Se daba lastima a sí mismo.
Cuando creyó que no podría sentirse peor que eso, la voz de su hermana se hizo presente al parecer ya volviendo del colegio. Pero no fue la voz de ella lo que lo hizo casi ponerse de pie de inmediato y entrar en pánico, fue la segunda voz.
Jungkook.
Maldijo en su interior mil veces. No podía creerlo. Jiwoo sabía que su madre no estaría en todo el día y lo primero que había hecho era invitarlo a la casa.
Antes de salir de su habitación se cambió rápido. Para cuando terminó de alistarse casi se sintió aliviado de escuchar la puerta de la entrada abrirse y cerrarse, porque luego de eso hubo silencio. Pero el hecho de que su hermana haya salido salido de la casa con Jungkook, lo perturbó y de igual forma salió de su habitación en un intento de ir a detenerlos y decirle a Jungkook sus verdades frente a ella para que Jiwoo supiera lo idiota que era.
Hoseok tomó su llave y salió de su habitación.
Cuando pasó por el living comedor se detuvo bruscamente.
—Hola, Hobi.
La voz divertida de Jungkook lo tensó de inmediato. Él estaba sentado en un sillón cómodamente con su celular en mano, mirándolo directamente. Recorriéndolo con la mirada.
—¿Qué mierda haces aquí?
Sonrió y, para empeorar más la situación, se puso de pie metiendo su teléfono en su bolsillo trasero.
—Tú hermana me invitó. —Se encogió de hombros como si fuera algo casual mientras metía sus manos en los bolsillos.
—Eres un idiota, te dije que te alejes de ella... —Se detuvo al darse cuenta de algo—. ¿Dónde está Jiwoo?
Jungkook sonrió más aún y comenzó a dar paso hacia él, tensándolo más: —Supongo que se fue para darnos algo privacidad.
—¡Aléjate! —alzó la voz y el otro se detuvo pero su mirada divertida no cambió—. ¡¿Dónde está ella?! —demandó frunciéndole el ceño.
—Fue a comprar no se que —respondió con tranquilidad—. Iba a acompañarla pero preferí quedarme para esperarte... Sabía que estabas aquí a pesar que ella dijo que no.
—Ella no sabe que estoy aquí-
—Lo sé —interrumpió—. Sino no me hubiera invitado.
Eso lo aterró, Jiwoo creía que no había nadie en su casa y había invitado a Jungkook.
—Ella es más rápida que tú, deberías aprender un poco. —Sabía a lo que se refería.
—Cierra la boca antes que te rompa la cara —soltó más que molesto, Jungkook pareció sonreír más y lo hizo enojarse peor—. Y aléjate de mi hermana, jodido idiota. Si me entero que le pusiste un dedo encima te juro que-
—Ella no me interesa de la forma que crees, Hoseok —suspiró frustrado—. Nunca me le insinué, tienes mi palabra.
—¡No te creo, idiota!
—Estoy diciendo la verdad, me acerqué de forma amistosa para poder llegar a ti —respondió y luego giró los ojos—. No es mi culpa que ella me tenga ganas.
—No hables así de mi hermana-
—Si, bueno, ya sabes a lo que me refiero. —Relamió sus labios poniéndolo más nervioso que antes—. Me pregunto porque no tengo el mismo impacto en ti si tienen la misma sangre.
Hoseok lo miró mal: —Vete. Vete y aléjate de ella. Hablo en serio, si sabes lo que ella siente por ti no seas un idiota y déjaselo en claro.
—¿Quieres que le diga que me acerqué a ella porque te deseo a ti?
—¡No! —alzó la voz y resopló—. Solo aléjate de ella. No se porque creíste que te acercarías más a mi si te hacías su amigo, lograste todo lo contrario. Te detesto-
Se cortó y sus ojos se ampliaron cuando Jungkook lo agarró con fuerza de la muñeca. El dolor recorrió todo su brazo.
—Taehyung se burló de ti, yo nunca lo hice. Soy serio cuando digo que quiero algo contigo, me gustas.
—S-suéltame. —Apenas intentando que no se reflejará como de adolorido se sentía por el hecho que estuviera apretando las mangas de sus ropas a sus cicatrices nuevas.
Pero al parecer no pudo ocultarlo, porque Jungkook frunció ligeramente el ceño recorriendo su mirada por todo su rostro antes de bajarla a su agarre.
—¿Que...? —Si había la posibilidad que lo tragara la tierra esperaba que fuera en ese momento. Jungkook había visto su blog, había visto las fotos de sus heridas del pasado, él seguramente creía que ya había dejado de hacerlo.
—Suéltame —pidió sintiéndose avergonzado cuando Jungkook elevó su muñeca y casi logra bajar la manga de su suéter de no ser que Hoseok se lo impidió forcejeando.
—¿Volviste...? ¿Volviste a hacerlo, Hoseok? —preguntó con pura preocupación y confusión al mismo tiempo, la diversión que había tenido al principio en su expresión no existía más.
—Déjame-
Se detuvo y miraron a la puerta la cual comenzó a sonar de que alguien comenzaba a abrirla. Hoseok empujó a Jungkook y esté lo soltó finalmente pero volviéndolo a mirarlo con esa extraña expresión de preocupación.
Jiwoo entró y su sonrisa se borró al ver a Hoseok: —¿Hoseok? ¿No... no tendrías que estar en la universidad?
Apretó los dientes intentando relajarse antes de responder.
—¿Encontraste los ingredientes? —La voz suave de Jungkook se hizo presente y aunque lo odió el ambiente tenso desapareció gracias a él.
—Si, si. —Le sonrió Jiwoo—. Encontré todo lo que necesitamos para cocinar —Agregó caminando con las bolsas hacia la cocina que estaba atrás de ellos.
—¿Cocinar? —Hoseok preguntó desconcertado, Jiwoo no sabía cocinar.
—Si, Jungkook me va a enseñar a cocinar una comida japonesa. Puedes unirte si quieres. —Su hermana alzó la voz desde la cocina.
¿Enseñar a cocinar? ¿Comida japonesa? Se sentía más confundido aún, miró hacia Jungkook y éste lo estaba mirando fijamente.
—¡Jungkook, ya está todo listo, ven aquí! —Lo llamó ella y él obedeció antes de darle a Hoseok una última mirada preocupada.
Hoseok se quedó en su lugar unos segundos, intentando asimilar todo lo que estaba pasando. Aunque ciertamente se sentía más confundido que antes al menos había olvidado que se sentía mal hasta hacía unos minutos.
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