Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

29

No quería responder pero tampoco quería preocuparlo.

—Una señora... no importa —dijo y fingió sonreír intentando olvidar la mirada. Ella no pudo haberlos visto, no, iba confiar en que no—. ¿Podemos ir a comer a otro lugar... lejos de aquí?

Taehyung asintió y pareció querer tomarlo de la mano pero simplemente caminó un poco delante suyo, Hoseok lo siguió.

Agradeció que el castaño no volviese a preguntar, sin embargo Hoseok sólo pensaba en eso. En esa mirada.

Una vez más, negó para si mismo volviéndose a decir que ella no pudo haberlos visto.

Taehyung cuidó de él, o al menos así se sintió de cuidado mientras salían del auto y caminaban hasta un restaurante, el cual era completamente diferente a los que había visto antes. Uno más grande y con menos gente. Y más... lindo. Costoso.

Una persona que atendía ahí los acompañó hasta una mesa de a dos y ahí mismo les dieron las cartas con el menú. Hoseok simplemente prefirió que Taehyung escogiera por él, así que cuando el mozo se acercó, el castaño se encargó de todo.

—¿Te gusta? —Hoseok se sobresaltó y dejó de ver la gran pecera, girándose a la voz del castaño porque se escuchó muy cerca suyo. Y al notar que no era por otra razón que porque se había sentado a su lado, sonrió—. ¿Ya te sientes mejor?

—¿Qué? —¿Se le había notado que se sentía mal?

—Estabas temblando —respondió Taehyung con preocupación y rozó su mano la cual estaba sobre su propia pierna, Hoseok bajó su mirada ahí.

—Oh... estoy bien —decidió responder y sonreír débilmente sintiéndose algo avergonzado. ¿Realmente se había puesto a temblar? Genial, siempre sería un ridículo.

—Bueno... eso es bueno —dijo Taehyung luciendo mas tranquilo, pasando um brazo por encima del respaldar de su silla, como si lo estuviera abrazando. Hoseok se preocupó mirando alrededor—. Tranquilo, nadie vendrá aquí.

—¿Cómo lo sabes?

Taehyung sonrió y lo miró como si fuera la única persona que existía ahí dentro: —El precio no es muy accesible que digamos para cualquiera quiera almorzar en este lugar...

Eso descolocó un poco a Hoseok hasta que volvió a darle una mirada rápida a todo el lugar. Y si, estaban en un restaurante que se veía demasiado caro para alguien como Hoseok. Taehyung suspiró demasiado cerca suyo, Hoseok se sobresaltó y giró una vez más para mirarlo a los ojos.

—Pero —susurró, cada vez más cerca—... es totalmente accesible para mi y mi pareja.

—T-Taehyung... —titubeó con ojos muy grandes cuando lo vio comenzar a acercarse a sus labios, porque por más que dijera que no era un restaurante accesible para cualquiera aún le da miedo que alguien pudiera verlos.

El castaño sonrió y se volvió a enderezar en su lugar pero sin sacar su brazo del respaldar de la silla de Hoseok.

—Te gustara la comida, Hobi —dijo Taehyung tranquilo y luciendo feliz—. Pero si no te gusta pediremos otra cosa, y así sucesivamente —agregó encogiéndose de hombros como si fuera algo normal. Hoseok casi jadeó ante eso, acababa de decir que la comida era carísima y ahora decía eso.

—Comeré lo que sea, y ya me di cuenta que tienes demasiado dinero como para desperdiciar...

—Gastar en ti no es desperdiciar. —Taehyung comenzó a acariciar su espalda con la mano que tenía apoyada en su respaldas. Hoseok quiso suspirar.

—Si lo es y... también se desperdiciaría la comida-

Hoseok se paralizó cuando recibió un beso en la mejilla de Taehyung y sintió sus mejillas calentarse mientras mirada a todos lados de reojo por si alguien más los había descubierto.

—Sé que no dejarías que pasara algo así, por eso me gustas. —Hoseok, aún con las mejillas totalmente ruborizadas, lo miró fijo.

—¿Por qué siempre pareces tan seguro de lo que pienso o lo que haría?

Taehyung sonrió y sus dedos siguieron acariciando su espalda, suave y firme al mismo tiempo.

—Porque te conozco... aunque hay algunas pocas cosas que no sé de ti —aclaró finalmente pero Hoseok seguía pensando en la seguridad con la que dijo que lo conocía.

—Ah, ¿si? —cuestionó casi alzando una ceja por lo de "pocas" cosas. Taehyung asintió y se vio curioso de pronto.

—¿Qué cosas sabes hacer? —La pregunta lo sorprendió y de pronto se sintió inferior e inútil—. Me refiero a... Qué te gusta hacer en tu tiempo libre, por ejemplo —agregó pareciendo notar la incomodidad de él.

—Uhm... no hago nada interesante —murmuró Hoseok bajando su mirada y doblando la tela del mantel que caía por los bordes de la mesa.

—¿Nada? No te creo —dijo con seguridad y en cierta forma a Hoseok le molestó que creyera que podría tener un talento oculto, cuando claramente no lo tenía.

—¿Qué sabes hacer tu? —interrumpió cuando Taehyung pareció querer preguntar algo.

—Yo... sé bailar vals. —Hoseok sonrió divertido y el castaño se contagió de su diversión—. ¿Qué? Oh, y también sé tocar el violín —agregó orgulloso.

—Nada, sólo que no te imagino bailando vals...

—¿Debo sentirme ofendido? —Hoseok rió bajo negando y haciéndolo sonreír ampliamente al castaño otra vez—. Sabes bailar —afirmó pero sonó como una pregunta al mismo tiempo, y pelinegro recordó las primeras veces que conocía a Taehyung y parecía estar seguro de que Hoseok bailaba, por alguna extraña razón.

—¿Qué te hace creer eso? —preguntó muy intrigado. Taehyung lo miró largos segundos en silencio.

—Tu cuerpo —respondió confundiendo más al pelinegro—... tu cuerpo luce como la de un bailarín.

—Bien... eso es lo más extraño que he escuchado —murmuró intentando imaginar en cómo se vería ante los ojos de Taehyung, y en cuantas veces el castaño lo habrá mirado para llegar a esa conclusión. El castaño rió bajo.

—Y tu forma de caminar —agregó casual. Hoseok sólo lo miraba—... Pero definitivamente es más por tu cuerpo

—Eso es un estereotipo... ¿Que tiene mi cuerpo? —Quiso saber de todas formas, la curiosidad de saberlo era más grande.

—Es sexy, eres muy sexy —murmuró tranquilamente pero mirándolo con una penetrante mirada.

Hoseok se quedó totalmente mudo mirándolo, intentando procesar le había dicho, tan concentrado que no se dio cuenta cuando Taehyung había subido sus caricias hasta la piel desnuda de su nuca. Y para cuando lo notó tomó la mano del castaño mirándolo con ojos muy grandes. Se sentía confundido porque Taehyung hacía una noche le había dicho que tener relaciones sexuales no era algo que deseara o en lo que pensara.

—Creí que habías dicho que no querías tener...

—Hobi, tengo ojos, puedo ver y apreciar la belleza de tu cuerpo... pero no deseo tenerte de esa forma. —Y eso seguía confundiéndolo, tal vez porque Hoseok no podía hacer lo mismo.

—Está bien... pero te equivocas, no bailo y no sé bailar —murmuró bajo y sin mirarlo, porque cuando era más joven había ido a clases de danza pero tuvo que irse porque también estaba Jimin que lo hacía sentir mal y al mismo tiempo no era bueno bailando, o al menos eso creía... su profesor siempre le gritaba hasta casi llegar a las manos...

—¿Nunca lo intentaste? ¿No te gusta? —Por supuesto que le gustaba, aún cuando habia dejado de ir a las clases de danza uno de sus pasatiempos era ver videos de gente bailando e intentar imitarlos aunque sabía que no era bueno.

—No me gusta —mintió porque no tenía caso explicárselo, se sentiría avergonzado de decirle que le gustaba algo en lo que era un perdedor. Bueno, era un perdedor en todo en realidad... claro, excepto en conseguir que alguien tan atractivo como Taehyung se fijara en él. Eso lo hizo sonreír y recordar algo bueno—. Cuando tenía diez años hice un juego de mesa electrónico y me felicitaron.

Taehyung alzó las cejas en confusión y preocupación: —¿Qué? ¿Con electricidad?

—Si, con cables y una lamparita.. ¿no hicieron eso en tu colegio?

—Ah —suspiró Taehyung—... Si, también tuvimos que hacer un proyecto así pero teníamos catorce años. Recuerdo que el profesor nos enseñó a hacer uno de preguntas que cuando conectabas las correctas debía encenderse la lamparita y otro era de un camino, no debías tocar los metales porque sino se prendía la luz, ese no lo quería hacer nadie porque tonto y la electricidad no era muy fuerte así que solía no funcionar al final del camino. —Rió bajó recordando algo gracioso—. Yo elegí ese, mis papás estuvieron ayudándome toda la tarde pero tenía fallos. Lo bueno es que aprobé.

—Si en mi colegio también nos enseñaron esos dos —confirmó Hoseok y sonrió recordando esa época—. Pero yo quise hacer algo diferente, hice un juego donde tenías que rescatar animalitos de plástico de una especie de pozo con unas pinzas y si tocabas el fondo del pozo la luz prendía de color rojo. La idea principal era que en vez de la luz hubiera un sonido fuerte pero nunca logré encontrar la pieza que hiciera sonido así que le puse una luz roja... ¿Qué?

—¿Cómo se te ocurrió eso con diez años? —preguntó mirándolo como si estuviera viendo a un extraterrestre. Hoseok rió bajo.

—No lo sé, recuerdo que lo hice sólo porque mis papás no podían ayudarme... —murmuró un poco triste recordando que sus papás ni siquiera sabían lo que hacía o no hacía en el colegio. Pronto un mozo vino con sus comidas, por fin. Ambos agradecieron pero cuando el mozo se fue Hoseok no pudo evitar reír al ver la expresión que tenía Taehyung—. ¿Qué pasa?

—En esa época no existían tutoriales de cómo hacer esa clase de proyectos pero tú hiciste un juego de mesa directamente, ¿cómo se supone que lo hiciste solo? No, espera, la pregunta es, ¿por qué no hiciste lo que los profesores te enseñaron y te arriesgaste a hacer algo totalmente diferente? ¡Tenias diez años!

Hoseok rió bajo, la expresión del castaño era muy graciosa.

—No lo sé, Taehyung. Simplemente quise hacer algo diferente... creo que odio que me den órdenes desde siempre. Oh, y cuando fue la presentación de los proyectos casi todo el colegio hacía fila para jugar en el que yo hice —dijo orgulloso de si mismo y comiendo un bocado de la comida que le habían traído, reflexionando al mismo tiempo qué tal vez eso pudo haber hecho enojar a sus compañeros de curso, porque por alguna u otra razón, Hoseok siempre se ganaba la atención de todos.

—Vaya... —suspiró el castaño como si tuviera seguía pensando en lo que le contó y también comenzó a comer a su lado.

—Oh, y también hackee el juego más popular de ese tiempo y me puse en el nivel máximo con dinero infinito. Recuerdo que me preguntaban como hice eso y sólo respondía que jugaba todo el tiempo —contó divertido y Taehyung rió bajo.

—¿Cuando hiciste eso?

—Cuando tenía doce años. —Hoseok se encogió de hombros. Y una vez más Taehyung le dio esa mirada que hacía reír a Hoseok.

—¿Estás bromeando? Yo a los doce años recién estaba aprendiendo a usar la computadora, ¡en ese tiempo ni siquiera habían buenas computadoras! —Hoseok se rió pero su expresión cambió a más seria.

—También le hackee la cuenta de alguien.

Taehyung casi se atora.

—¿Cómo le hackeaste la cuenta a alguien? —Pareció lo único que quería saber.

—No lo recuerdo, pero entré a su cuenta y... borré todo lo que tenía —murmuró jugando con su comida. Aún recordaba cuando había entrado al mail de Jimin y había borrado todo luego de ver el mail en donde lo había humillado frente a toda la clase mandando un foto de él. Había borrado todo, todos sus mensajes, sus redes sociales y hasta había vendido todo lo que había ganado en el juego popular del cual Hoseok era el nivel máximo—... te lo dije, no soy tan bueno como crees.

—Estoy seguro que tuviste una razón. —La simple respuesta del castaño lo sorprendió demasiado, al igual que no se mostró preocupado por la persona a la cual hackeó y seguía comiendo tranquilo.

—¿No te importa? Pudo haber sido un amigo tuyo... —Y pensar que ciertamente lo era.

—Me importa y preocupa más la razón por la que decidiste hacer eso. Te conozco y sé que no harías algo por maldad —dijo mirándolo a los ojos. Hoseok realmente no podía creer que le dijera algo así, hasta su mejor amigo en ese tiempo le había dicho que se había pasado de la raya por hacer algo así. Taehyung le sonrió de pronto y Hoseok sintió sus ojos humedecerse cuando sintió una suave caricia en su mejilla más la mirada tierna que le daba—. Come, Hoseok. No has comido desde hace cinco horas, no quiero que te enfermes.

El pelinegro asintió y cambió su mirada a la comida frente suyo, para que no pudiese notar como esas palabras y el toque en su mejilla lo había puesto tan sentimental. Y para que no se preocupe por su salud.

Taehyung estaba dispuesto a hacer engordar a Hoseok, eso lo dedujo después de ver el postre que les sirvieron. Pero al ver lo feliz que estaba el castaño él simplemente olvidó si iba a subir de peso o no comiendo a la par suya.

—Tae —nombró Hoseok a penas el castaño se acomodó en su asiento. Y Taehyung hizo lo que había querido, giró de inmediato a Hoseok por la mención de su nombre, y el pelinegro se acercó rápidamente a sus labios robándole un beso. Alejándose para ver su rostro lleno de sorpresa.

Hoseok sonrió divertido y se alejó para volver a sentarse en su lugar pero Taehyung lo detuvo, tomándolo con suavidad de la nuca y volviendo a juntar sus bocas. El beso fue más intenso esta vez y Hoseok volvió a acercarse a él, sus labios no dejaban de moverse al mismo ritmo casi necesitado. Eso llevó a Hoseok a otro lugar, el calor se incremente de pronto e ignoró por completo si alguien podría verlos por el vidrio, cosa que cualquiera podría hacerlo porque aún era de día. Pero tal vez Taehyung si se percató de eso porque se alejó y miró hacia la ventana.

—Creo que... —Hoseok sintió claramente como el castaño contuvo la respiración en cuanto pegó sus labios húmedos e hinchados al grueso cuello de este, besándolo con adoración. Se movió un poco más a un lado de su cuello y volvió a besarlo pero esta vez un poco más fuerte, mientras que la mano de Hoseok se posó en su pecho y sintió al castaño tensarse al hacer eso.

—¿Que crees? —susurró Hoseok dejando un camino de su cuello al lóbulo de su oído. Taehyung pareció omitir un jadeo y de pronto se alejó, por alguna razón eso hizo reír a Hoseok, y al ver la marca roja en el cuello del castaño sonrió pero sintiendo sus mejillas calentarse al darse cuenta que él había hecho eso.

—Y-ya es tarde, tenemos que volver —titubeó Taehyung colocándole el cinturón de seguridad a Hoseok y luego a él mismo, como si estuviera apurado por volver a su casa, por no estar a solas con Hoseok. Eso volvió a hacer cuestionar al pelinegro sobre qué tan cierto era lo que le había dicho la noche anterior... ¿y si en realidad Taehyung tal vez ni siquiera conocía o entendía bien a su propio cuerpo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro