Tal vez estaba haciendo mal pero había tomado la decisión de decirle a Jin que no lo vería hoy, y ahora se encontraba esperando a alguien más.

A Jungkook.

Desde que se había enterado que Jungkook realmente era voluntario en el refugio donde estaba su perrito decidió esperar al día siguiente para ir por el mismo camino donde solía encontrárselo. A Hoseok le daba una mala sensación estar ignorando las palabras de Jin y su consejo, pero sería sólo una vez. Le diría que ellos tenía a su perrito perdido y le preguntaría que debía hacer a continuación.

—Hoseok —el menciona se tensó en su lugar pero lo miró intentando mostrarse nada inseguro—. ¿Qué... qué haces aquí solo? —preguntó al final con una mirada curiosa y evaluadora.

—Entré a la página del refugio —decidió decir, Jungkook sonrió de costado y pareció esperar que continúe—... vi las fotos...

—¿Alguno de los rescatados es tuyo? —preguntó tal vez notando el estúpido nerviosismo que no le dejaba pensar en que palabras usar. Hoseok asintió—. ¿En serio? Bueno... eso es bueno, ¿quieres ir a buscarlo?

—Yo... en realidad —Hoseok suspiró frustrado—. Mi familia no lo quiere en casa —no sabía que decir por lo que optó por la verdad.

—¿Por qué? ¿Se deshicieron de él al propósito? —casi se sorprendió al notar el tono molesto y mirada molesta.

—Algo así, pero-

—¿Tu estuviste de acuerdo? —interrumpió de inmediato, casi pudo ver cómo Jungkook podría darse la vuelta e irse sin decir nada más si él asentía a esa pregunta. Le sorprendió.

—¡Claro que no! —respondió frunciendo levemente el ceño y Jungkook pareció verse ¿aliviado? Hoseok no entendía muy bien pero algo le decía que a él realmente le importaba lo que hacía.

—Bien, eso creí —se veía muy seguro y tranquilo, ¿por qué estaba seguro que Hoseok no haría algo así? Normalmente la gente pensaba lo peor de él—. Entonces, ¿qué tienes pensando hacer?

—No lo sé... —bajó su mirada sintiéndose mal. No sabía a quien podría dárselo para cuidarlo, sólo tenía dos personas que lo podían ayudar, Taehyung y Seokjin. Pero Taehyung ya estaba cuidando al bebé de ella y a los padres de Seokjin no le gustaban los animales.

—Bueno, si lo dejas en el refugio siempre habrá alguien que vaya a adoptarlo. Pero no dejamos que adopte cualquiera, siempre hacemos unos papeleos, como si se tratara de un bebé humano —contó Jungkook. Hoseok sintio como su garganta se cerraba en un nudo, no importaba si la había encontrado ella se iría con otros dueños y no la vería más—. También pedimos fotos los primeros meses para saber si se adaptan a su nuevo hogar, si quieres puedes tener acceso a esas fotos, no es lo mismo pero supongo que si le tienes cariño será algo bueno —agregó casi como si leyera su mente—. Y mientras está en el refugio puedes ir a visitarlo todas las veces que quieras.

—¿En serio? —No era exactamente como quería, ojalá pudiera estar a su lado y quedársela, pero saber todo eso lo hizo sentir tan feliz y bien.

—Si, y si necesitas algo más puedes pedírmelo —respondió tranquilamente—. Te ayudaré en todo lo que necesites —su fija mirada emanaba autoconfianza pura.

—Yo... uhm, gracias —respondió Hoseok bajando la mirada, de pronto sintiéndose tímido por aquella mirada.

—¿Quieres que te lleve?

—¿Qué? —lo miró de inmediato al escuchar eso.

—Puedo llevarte ahora mismo al refugio. Mi casa está cerca, puedo llevarte en mi auto que está ahí... ¿qué dices? —Hoseok se quedó mudo, ¿tan interesado estaba en él para querer ayudarlo tanto?—. Estaremos ahí en unos minutos, puedes traer a alguien más si quieres...

—Yo —no debía aceptar, Jin había dicho que no era bueno y que debía tener cuidado con él—... no —pero quería ver a Hoya, realmente quería verla y saber que estaba bien—... No iré hasta tu casa —murmuró refiriéndose a que había mencionado que su auto estaba en la casa.

—Oh —Jungkook sonrió y negó divertido—, está bien. Iré yo sólo y volveré aquí para buscarte, ¿bien?

Hoseok tenía un mal presentimiento pero debía calmarse, sólo serían unos minutos y de regreso él pediría un taxi. No había nada que temer: —Te esperó aquí.

—¿Al final era el blog de Hoseok o no? —preguntó de la nada mientras tomaban un descanso. Jungkook se encogió de hombros.

—No lo sé —respondió simplemente—. No entré —Jimin hizo una mueca preguntándose porque no lo hizo cuando ya había pasado varios y antes parecía tan interesado

—Creí que te importaba...

Jungkook no respondió y siguió atándose los cordones tranquilamente.

—Si hubiera sabido que te daba igual no hubiera entrado a la computadora de mi hermano para fijarme —Decidió decir un poco molesto—. Él se dio cuenta que lo hice y está molesto. Cambió todas sus contraseñas-

Jungkook rió bajo pero sin humor haciéndolo enojar más: —Creo que el interesado en saber si era su cuenta eres tú...

—¿Por qué me interesaría? Lo hice por ti, idiota —soltó igual de mal humorado que él. El menor sonrió y se sentó mejor tomando su botella de agua cuando terminó de atarse los cordones.

Jungkook decidió sólo mirarlo tan fijo que el otro tomó su propia botella y se la llevó a los labios. Lo miraba tan fijo que intentar meterse en su mente y leerla, parecía buscar la respuesta a algo. Desde hace días estaba así, pensativo.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —aquello sólo confirmaba que tal vez realmente tenía algo que quería saber después de todo.

—¿De qué? —preguntó confundido Jimin. Usualmente Jungkook no haría esa pregunta, él simplemente preguntaría.

—De Hoseok...

¿Qué era lo que realmente quería Jungkook de Hoseok si no había ni siquiera entrado a su blog? No lo comprendía.

—¿Por qué tendría que saber algo de él? —soltó de mala gana.

—Dijiste que eran amigos, pero que él había hecho malo... quiero saber qué hizo, ¿por qué lo odias?

Jimin frunció el ceño: —Yo no lo odio, él me odia a mi.

—Ah... ¿y por qué?

—¡Yo que sé! —Jungkook ladeó la cara mirándolo con curiosidad—. ¿Cómo podría saberlo? Tal vez hice algo antes pero no recuerdo, ya pasaron muchos años —le recordó. Jungkook cerró su botella despacio, analizando lo que había dicho.

—Recuerdo que dijiste que él te hizo algo a ti.

—Ah, ¿si? —Jimin preguntó confundido—. No lo recuerdo. Como dije, ya pasaron muchos años de eso. Eso fue en el colegio, éramos adolescentes, ahora ya estamos por terminar la universidad. Sería muy estúpido e infantil guardar rencor desde hace tanto, ¿no crees?

—Entonces, eso significa que a ti te cae bien...

—No hablé con él desde que terminamos el colegio —se encogió de hombros.

—Pero sus padres son muy amigos de los tuyos y siempre van a tu casa para los cumpleaños, ¿nunca hablaste con él?

—Me da miedo hacerlo —confesó Jimin con una mueca—. Tengo buena relación con sus padres y su hermana, ellos son muy buenas personas, pero con él es imposible tener algún tipo de relación. Siempre se aleja o está callado, es extraño... Bueno, siempre lo fue. Cuando éramos amigos, él a veces estaba bien y otras se ponía de mal humor de la nada. Una vez intenté hablarle pero sólo me respondió cortante y desde ese momento preferí no hacerlo... hablo en serio, me da miedo, siento que podría golpearme en cualquier momento.

Hubo un corto silencio, pero al parecer Jungkook tenía más que quería saber: —Y... ¿qué tal si en realidad él te tiene miedo a ti? Ahora que lo recuerdo todo tu curso lo trataba mal, ¿o no?

—Eso fue hace años y éramos niños, adolescentes, Kook —giró los ojos—. ¿Quién podría tomarse en serio algo a esa edad? Sólo nos divertíamos, no era la gran cosa.

—Pero-

—¡Levántense, el receso terminó! La presentación está cerca así que haremos un ensayo general ahora, ¡muévanse! —el profesor alzó la voz, cortando la conversación de ambos de forma inmediata.

Taehyung miró su reloj una vez más, ya comenzaba a preocuparse por lo tarde que era pero decidió no llamarlo al creer que podría estar a unos metros.

Pasaron más minutos, una vez más, y él no llegaba.

—Lo siento por tardar —Taehyung se asustó un poco al escucharlo de pronto pero sonrió ampliamente al ver que ya estaba a su lado. Hoseok se sentó a su lado y al hacerlo casi pudo sentir que el sol que parecía no haber estado apagado todo ese tiempo -en su ausencia- ahora comenzaba a brillar.

—No te-

Preocupes... la palabra murió en sus labios y se le quedó mirando. Hoseok tenía los ojos vidriosos y su sonrisa era fingida en su totalidad. Y llevaba maquillaje, base. Él nunca usaba base.

—¿Qué haremos? Tengo hambre, podríamos ir a comer. Conozco un lugar qu-Tae —se alejó de inmediato cuando decidió tocar un costado de su mejilla.

Hoseok podría usar todo el maquillaje que quisiera pero Taehyung conocía a la perfección cada centímetro de su rostro y el tono natural de su piel. El rostro de Hoseok era perfecto y liso.

Él no tenía esa marca ahí en su mejilla hasta el día de ayer.

—¿Qué es? —preguntó queriendo que él dijera cualquier cosa menos lo que estaba pensando.

—Nada —la respuesta fue rápida y automática. El corazón de Taehyung se apretó dolorosamente—. ¿Vamos a comer o no? —volvió a dibujar una sonrisa falsa en sus labios y se levantó del asiento.

Taehyung lo detuvo agarrándolo desde la mano.

Sabía qué era esa marca, sabía que estaba fingiendo que todo estaba bien y sabía que había estado llorando hasta hace unos minutos por el brillo de sus ojos. Lo sabía bien.

—Es un golpe, ¿cierto? —decidió que lo negara pero Hoseok se tensó.

—No, vámonos u oscurecerá —repitió intentado soltarse de su agarre.

—Hoseok, dime quién te golpeó.

No lo hizo. Y no lo iba a hacer, lo sabía por su postura y por cómo miró a otro lado. Taehyung apretó los dientes, ¿Qué debía hacer? ¿Insistir? ¿Obligarlo? ¿Cómo podría obligarlo a que le dijera algo que no quería?

Taehyung se levantó del asiento y atrajo a Hoseok directo a su cuerpo. Lo abrazó con fuerza y protectoramente, como si quisiera esconderlo de toda las injusticias que había a su alrededor. Lo abrazó sintiéndose sumamente impotente por no saber que hacer o como llegar hacía a él para que confiara y le contara que estaba pasando, quien se atrevía a tocarlo.

Suspiró y cerró sus ojos cuando Hoseok le devolvió el abrazo. Él no dijo nada, sólo lo abrazó con necesidad, como si nunca se hubieran abrazado.

—Quédate en mi casa el fin de semana —murmuró en su oído, acariciando su delgada espalda.

—No puedo, están tus papás y...

—A mis papás no les importará —Taehyung contestó de inmediato—. Quédate conmigo, Hoseok —casi suplicó, girando la cara sólo para rozar sus labios a su mejilla.

—Si quiero pero... no lo sé.

—Si es por tus papás, hablaré con ellos-

—No —respondió casi de inmediato—, no... está bien, me quedaré contigo —susurró y Taehyung lo abrazó con más fuerza. Al menos el fin de semana se aseguraría que nadie lo lastimara.

—Tae —escucharlo susurrar su nombre era definitivamente uno de sus sonidos favoritos—... besémosnos —Taehyung sonrió y besó su mejilla para volver a envolverlo con sus brazos—. No, así no —protestó causándole total ternura—... ¿trajiste tu auto? —a Taehyung sólo le causaba ternura toda su forma de pedirlo o darse entender.

—Si, ¿por qué? —Taehyung fingió no saber pero entonces Hoseok se alejó y lo tomó de la mano.

—Vayamos... un rato —sonrió divertido al verlo mirándolo de forma inocente a través de sus pestañas—. Acá podría vernos alguien...

—Sólo un rato —repitió Taehyung a lo que Hoseok asintió rápido. Tomándolo con cuidado de la mano lo llevó hacia donde había estacionado.

Sólo un rato, se darían un par de besos e irían a pasear o comer algo. Algo normal, solían besarse también en su auto antes de las clases.

Pero entonces cuando sintió la lengua tímida de Hoseok en su boca y su delgada mano casi posicionándose en su miembro se paralizó. ¿Cómo había llegado tan lejos? Taehyung tomó de la mano a Hoseok y se alejó.

Y es que los besos que se daban siempre eran tranquilos y suaves. Taehyung no le encontraba gusto alguno a los besos eróticos porque su finalidad siempre era algo sexual. Y él estaba lejos de querer algo sexual, prefería no pensar en eso.

Aunque al sentir la suave y húmeda lengua de Hoseok comenzó a cuestionarse muchas cosas y sensaciones nuevas. Sentía su corazón latir con fuerza y no ayudaba tener a centímetros el hermoso rostro del pelinegro y sus labios levemente hinchados por el beso. Y, ¿en que momento había aumentado la temperatura?

—Oh, ah, había dicho que querías comer, ¿no? —comenzó a balbucear y sonreír nerviosamente.

—Tae... —Hoseok hizo una mueca pero Taehyung decidió sólo estirarse para colocarle el cinturón de seguridad y luego hacer lo mismo con él.

—Te llevaré a un lugar que te va a gustar —sabía que estaba hablando rápido pero no podía parar y detenerse a pensar en lo que había pasado.

Porque sabía que había pasado.

No es que Taehyung era inocente o que nunca había tenido relaciones sexuales, él lo había hecho. Pero sus experiencias no fueron nada lindas, tal vez lo que tenía en realidad era miedo a eso, a volver a pasar por algo así. De pasar por eso con la persona que le gustaba de verdad. No se sentía seguro de su capacidad sexual, Hoseok podría estar decepcionado... ¿y qué tal si lo lastimaba? Ese era su mayor miedo. Era mejor esperar. En algún momento podrían hablar sobre eso y él podría contarle la razón del porqué no quería apurar las cosas, del porque el sexo no era para nada su pasatiempo favorito como para la mayoría, y la razón por la que hasta le daba miedo hacerlo.