—¿Que haces aquí? Te dije que vendría Hoseok, ¿lo hiciste al propósito?

Jin le sonrió: —Tal vez... vamos, invítame a entrar. Podemos ser amigos los tres.

—Jin...

—¿Por qué tan molesto? Ah... porque Hobi me besó...

—¿Es en serio, Jin? N-no te quiero cerca de él —soltó y Jin parpadeó muy confundido.

—¿Estás hablando de verdad? Tae, no puedes hablar en serio, sabes que sólo estoy jugando-

—Bien, vuelve a tu casa, si eres un amigo de verdad no te volverás a acercar a él de esa forma.

—¿Qué forma? —preguntó inocentemente, o al menos así lo sintió el castaño. Últimamente Jin le hacía dudar en lo que realmente pensaba o quería por su comportamiento—. Taehyung, estás siendo irracional. Estás actuando como un celoso demente, te dije mil veces que no quiero nada con-

—¡No te creo! —soltó y luego se arrepintió girándose a otro lado mientras mordía sus labios, le acababa de gritar a su mejor amigo, pero es que no podía simplemente quedarse callado. Había algo, había algo extraño. Algo no le dejaba creer por completo en las palabras de Jin y odiaba no saber porqué sentía eso.

—Tae...

—Realmente me gusta Hoseok y él acaba de decirme que yo le gusto.

—¿En serio? Oh —sonrió y rió bajo—. Eso es genial... ¿por qué no estás feliz?

Taehyung lo miró pero luego dejó de mirarlo porque por algún razón se sentía mal por no poder creer al cien por ciento en las palabras de quien había sido su mejor amigo en la infancia.

—¿Por qué crees? —respondió, recordando como la mirada de Hoseok había brillado al ver a Jin. Como todo él parecía brillar cuando lo veía. Y eso era algo que no pasaba de un día al otro, tampoco era algo que iba a pasar con más de una persona. Probablemente Hoseok estaría enamorado de Jin y probablemente sea su primer amor, y eso dolía porque era consciente de lo difícil que sería para el pelinegro darle una oportunidad a alguien más. A alguien como Taehyung a quien recién conocía. Pero sacando todo eso, aún estaba ese sentimiento, aún sentía que Jin seguía ocultándole algo.

Jin hizo una mueca. —Tae, estás actuando como si estuvieras enamorado de él y recién lo conoces. Sólo te gusta. Te gusta y ya. Entiendo que es porque nunca te ha gustado tanto alguien pero soy tu amigo, no soy una amenaza. Por Dios, te lo vuelvo a decir, no me gustan los hombres.

—Entonces no dejes que te bese de nuevo.

Eso hizo soltar una risa al mayor y Taehyung volvió a fruncirle el ceño.

—¿No te has dado cuenta? Él lo hizo para ponerte celoso y lo ha logrado, Hobi es malvado cuando quiere.

—Tú lo tocaste, otra vez.

—¡Yah! ¡Otra vez con eso! Bien, no le tocaré ni un pelo. Y estaré a más de un metro de distancia, ¿contento? —Taehyung seguía con la expresión molesta pero no respondió y miró a otra parte. Si, podía ser que estuviera un poco celoso pero era más que eso, era por cómo Jin parecía coquetear con él siempre que estaba cerca suyo...

Joder, se estaba volviéndose loco. Jin era su amigo. Él tenía razón y sólo estaba actuando como un celoso demente. Era su error y tenía que calmarse.

—Bien, escucha, primero habla con él, conózcanse mejor y dejen las cosas claras. Cuando se conozcan bien y tengan suficiente confianza, dejarás de sentirte tan inseguro y con eso dejarás de sentirte tan celoso —el castaño resopló y asintió porque como siempre Jin tenía la voz de la razón—. Me voy, te dejo con él... cuídalo, y tú también cuídate, idiota —finalizó despeinándolo con afecto. Taehyung se despidió también, volviendo a ordenar su cabello a regañadientes antes de entrar en su casa.

Abrió la puerta y entró encontrándose con Hoseok acariciando a Yeontan con la misma expresión triste de cuando lo habían visto. Taehyung hizo una mueca y sonrió cuando el pelinegro lo miró. Intentando transmitirle un poco de felicidad aunque dudaba lograrlo.

Deseaba tanto que él sonriera, que riera, que sea feliz... porque no parecía nunca estar feliz de verdad.

—Hoseok-

—¿De donde conoces a Jin? —lo interrumpió mirando a Yeontan mientras Taehyung se agachaba a su lado. Y al notar que tardaba en responderle decidió mirarlo, el castaño lo miraba fijo pero al chocar con su mirada, bajó la suya relamiendo sus labios.

—Nuestros padres son amigos, así que lo conozco desde siempre.

Bien, eso no se lo esperaba.

—¿Él... él te dijo cosas de mi?

Taehyung negó de inmediato: —Hace poco me enteré que te conocía.

¿Debía creerle? Aunque, ¿por qué debía dudar? Si había alguien que no podría hablar mal de él a sus espaldas sabía que ese era Jin. Por otro lado, lo peor que podría contarle era como había sufrido de bullying. Uhm, aunque eso no era muy consolador que digamos.

—¿Te gusta Jin? —Hoseok lo miró de inmediato al escucharlo decir eso. Esta vez Taehyung no cambió su mirada y por lo contrario lo miraba fijo. El pelinegro se estremeció por la intensidad con la que lo miraba y sólo parpadeó.

Parpadeó y parpadeó, hasta que un segundo después sintió la mano de Taehyung en su mejilla y olvidó por completo la pregunta anterior.

El castaño acarició su mejilla suavemente. Se perdió en aquella caricia, nadie lo había tocado de esa forma. Sabía que estaba reteniendo la respiración pero no podía respirar bien si él le seguía acariciando con su pulgar mientras toda su mano lo cubría. Descubrió que le gustaba esa sensación. Le daba tanta paz. Y le gustaba como Taehyung lo miraba.

El teléfono sonó y ambos se sobresaltaron. Hoseok nunca había odiado tanto el sonido de un teléfono en cuanto el castaño dejó de acariciarlo. Bajó la mirada cuando se levantó para contestar. Parecía ridículo que estuviesen siendo interrumpidos de esa forma cuando lograban estar cerca.

Pensó que el castaño se había levantado para contestar, sin embargo. Vio su mano extendiéndose hacia él -ya de pie- y Hoseok miró de ella al rostro del castaño. El teléfono seguía sonando y sonando. Tomó su mano dudando y éste lo ayudó a levantarse. Quedó de pie frente a Taehyung, su estómago hormigueaba en ansiedad por su próximo movimiento y por la forma en que lo estaba mirando. Ya debería estar acostumbrado a sus miradas fijas pero estaba muy lejos de eso.

—¿No contestarás? —preguntó con el ruido del teléfono detrás.

—¿Te molesta el ruido? —fue lo único que preguntó y se sintió divertido.

—Un poco —contestó siendo sincero. Taehyung le sonrió a medias y aún tomándolo de la mano caminó hacia el teléfono. Y en vez de contestar lo desconectó—... Se supone que tendrías que contestar.

Taehyung se encogió de hombros. Y comenzó a cortar la distancia con él sin soltar su mano. Hoseok estaba cada vez más ansioso al ver como la distancia se acortaba entre ellos y, antes de que estuvieran a un paso de distancia, el pelinegro pegó su cuerpo al suyo en un abrazo. Sintió como el castaño se estremeció y luego suspiró cuando Hoseok pegó su nariz a su cuello, como la vez que lo abrazó en la universidad escapando de sus ex compañeros.

Por Dios, había extrañado su olor, su calor... ni siquiera sabía que era posible extrañar el olor de alguien pero el castaño olía tan bien que le daban ganas de muchas cosas, como por ejemplo... lamer todo su cuello y...

Hoseok se alejó al asustarse con su propio pensamiento y al darse cuenta que sus cuerpos estaban muy pegados. Sin embargo, no se alejó mucho y sólo fue lo suficiente como para mirarse a los ojos, debía levantar ligeramente su mirada por la diferencia de alturas. Sus manos se posaron lentamente en sus hombros. Taehyung sólo lo observaba.

Esta vez fue Hoseok quien tocó la mejilla del castaño al verlo de un tono rosita y al hacerlo sintió calor, calor del rubor, no puedo evitar sonreír. Adorable. Taehyung era muy lindo, más lindo que cualquier otra persona que conocía. Para Hoseok, Taehyung era más lindo que Jin.

—Hoseok, me gustas.

—También me gustas, Taehyung —la mirada del castaño brillo de pronto—... quiero... quiero intentarlo —decidió mirarlo aunque se moría de vergüenza. El castaño había entre abierto sus labios en señal sorpresa y Hoseok no pudo evitar sonreír divertido—. A menos que tú no quieras-

—No, no, no, es sólo que... creí que —Hoseok ladeó su cabeza mirándolo a los ojos y luego bajando a sus labios. Realmente quería saber que se sentía besar, besarlo—... olvídalo —se dibujó una sonrisa en sus labios y el pelinegro miró a sus ojos. Quiso suspirar.

No podía creer que alguien como Taehyung realmente se fijara en él, alguien tan atractivo y tan... la mente de Hoseok se puso en blanco absoluto cuando sintió ambas manos del castaño en su cintura. Sujetaba su cintura de tal forma que se sentía pequeño, su fuerte agarre estaba quemando su piel. Sin embargo, eso fue lo único que hizo. Hoseok lo miró y miró, Taehyung sólo sonreía mirándolo como si no creyera que estuviera ahí de verdad o como si no creyera que todo eso fuera real.

—¿Cuando vas a besarme? —intentó sonar tranquilo, pero al parecer había sonado como realmente se sentía; desesperado. Porque Taehyung sonrió ampliamente al escuchar la pregunta.

—¿Quieres que te bese? —Taehyung preguntó divertido y debía agradecer que Hoseok no le había golpeado apenas decir eso porque realmente había pensado en hacerlo, ¿por qué hacía esa pregunta tan estúpida? En cambio, las manos de Hoseok bajaron por sus brazos acariciándolo sin vergüenza.

—Puedo pedirle a Jin que lo haga si no —no pudo evitar reírse cuando Taehyung cambió totalmente su expresión divertida a una seria. Pero su risa se detuvo cuando el castaño tomó las manos de Hoseok y las volvió a posicionar en sus hombros a la vez que lo tomó por la cintura y lo acercó plantando un corto y fugaz beso en sus labios.

Los ojos de Hoseok no podían estar más abiertos a pesar que el beso había durado menos de un segundo. No sabía si era por ser su primer beso en los labios, por ser con Taehyung o por ser tan desprevenido que su corazón estaba totalmente loco, latiendo a mil por hora.

—¿Qué? —preguntó Taehyung con una sonrisa juguetona—. Creí que había dicho que querías que te-

Ahora había sido turno de Hoseok de dejar mudo a Taehyung, pegando sus labios a los suyos, esta vez por unos segundos más pero sin moverse. Porque no sabía como hacerlo. Al alejarse miró de inmediato a los ojos del castaño los cuales brillaban y de inmediato le regaló una sonrisa, presionando más sus cuerpos para acercarse una y otra vez a sus labios, plantando besos igual de cortos.

El pelinegro estaba más allá, estaba en su propio universo, frunciendo sus labios levemente para recibir los besos que le daba el castaño, sintiendo una y otra vez el tacto suave de esos dulces labios chocando a los suyo suavemente. La sensación era indescriptible para él y pasó poco para que Hoseok deseara dar otro paso. Aunque tenía miedo porque no había como hacerlo y se sentía avergonzado de decírselo, de decirle que nunca había besado de verdad a nadie pero que quería hacerlo.

Cuando Taehyung terminó de plantar un beso corto en sus labios, Hoseok puso sus manos en su pecho para que lo mire. Aunque ciertamente sólo estaba mirando a sus manos en el pecho del castaño jugando con su camiseta.

—¿Qué pasa? —murmuró Taehyung en voz baja. Si bien sus manos seguían en su cintura, Hoseok se dio cuenta que no lo estaba apretando, que nunca lo había apretado, si no que era apenas un toque inocente como para tenerlo cerca—. ¿Hoseok? —agregó acercándose a besarlo en la mejilla derritiendo completamente al pelinegro. Mordió su labio inferior nervioso.

—Me preguntaba si —ni siquiera sabía cómo se preguntaba eso, pero debía intentarlo al menos—... podemos besarnos más...

—¿Más besos? —preguntó besando su otra mejilla dos veces. A Hoseok le encantó pero no era lo que quería decir así que sonrió divertido porque no sabía como decírselo.

—No, más... más profundo... —¿esa era la palabra? Alzó la mirada para ver si Taehyung había entendido pero al parecer sólo había logrado asustarlo, ¿tal vez no había entendido? ¿O había pensado mal? Oh, por-

—Ah —soltó una pequeña risita, callándolo, ¿le había entendido?—... si, por supuesto —agregó con una amplia sonrisa y se acercó para besarlo como se lo pidió.

Hoseok se sostuvo fuertemente en los hombros del castaño cuando los labios de éste se posaron en los suyos y comenzaron a amasarlos. Intentó seguirlo pero fue imposible, se quedó inmóvil y perplejo al sentir aquella sensación tan intensa y desbordante, tan ridículamente íntima, a pesar que Taehyung sólo movía sus labios muy lento sobre los suyos. Fueron sólo unos cuatro movimientos más de amasar sus labios para que el castaño se alejara por completo y lo mirara a los ojos. Hoseok estaba más en shock que otra cosa, intentaba comprender lo que estaba sintiendo.

Daba por seguro que estaba poco más que ido al darse cuenta de la mirada de Taehyung recorriendo todo su rostro. Probablemente su cara decía "bésame más ya", sin embargo esa teoría desapareció en cuanto el castaño sonrió acercándose a besar su frente y luego sus mejillas para finalmente rodearlo con sus brazos, abrazándolo. Hoseok no entendió esa acción pero de todas formas rodeó sus brazos en el castaño.

—¿Por qué no me lo dijiste? —susurró Taehyung muy bajito en su oído.

—¿El qué? —a penas pudo pronunciar perdiéndose en su olor y la bonita sensación de su abrazo.

—Fue tu primer beso, ¿cierto?

Bien, eso podría sonar ofensivo porque eso significaba que Hoseok besaba muy mal, pero si tenía en cuenta que ni siquiera había hecho un sólo movimiento con sus labios -porque tenía miedo de arruinarlo- tal vez era un poco muy entendible su deducción. Y sumado a eso, prácticamente había apretado los hombros de Taehyung tan fuerte porque la sensación había sido demasiado placentera y desbordante, y probablemente sus labios habían temblado también. Por Dios, había sido demasiado obvio y recién se daba cuenta.

Asintió con la cabeza, muy avergonzado. Taehyung sonrió y lo abrazó con mayor fuerza, hundiendo su cara en su cabello, respirando. A Hoseok le gustó demasiado esa respuesta del castaño porque siempre había creído que el día que le dijera a alguna persona que no había tenido nunca su primer beso se burlarían de él o lo mirarían extraño.

—¿Quieres que te bese...? Porque yo realmente quiero volver a hacerlo.

Hoseok sonrió y si tuviera más confianza con Taehyung hasta se hubiese puesto a saltar gritando de la emoción.

—Si quiero —confirmó, Taehyung se alejó con una gran sonrisa en su rostro dirigiendo sus manos a su rostro, acariciándolo—. ¿Vas besarme o no? —preguntó al ver que el castaño sólo lo miraba y acariciaba sus mejillas y cabello como si creyera que Hoseok no fuera real.

El castaño rió bajo al escuchar esa pregunta: —¿Por qué tan apurado?

Hoseok sólo lo miró ansioso acercándolo a sus labios con sus brazos envueltos en su cuello y parándose casi en puntas para poder estar del mismo tamaño. Taehyung volvió a sostenerlo por sus costados, delicadamente, volviendo a iniciar ese lento y desesperante movimiento de sus labios sobre los suyos.

Por primera vez olvidó todo lo que le hacía daño.