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—Um, okay —dijo tomándole la mano por respeto y nada más. Su mano prácticamente envolvió la suya por su tamaño y apretó un poco más de lo normal.

—¿Cuál es tu nombre? —pensó si decir la verdad o mentir.

—Hoseok —respondió soltándose y no sabiendo dónde poner su mano que se sentía sensible por haber sido envuelta por la mano de aquel chico.

—Lindo nombre... Hoseok.

El pelinegro parpadeó ante eso, ¿qué diablos significaba eso?

—Gracias —prefirió contestar e irse.

—Hoseok —lo llamó antes que se aleje más, el mencionado una vez más no supo dónde meterse pero se sentía muy avergonzado—, es un placer conocerte.

Hoseok no supo que cara hacer.

—... okay —casi salió como una pregunta.

—¿Me darías tu número? —dijo de pronto, el pelinegro lo evaluó con la mirada otra vez. Demasiado lindo, jodidamente muy lindo como para que estuviera coqueteando con él. Y entonces recordó donde estaba. En casa de quién estaba.

—¿No? —respondió Hoseok, el castaño parpadeó como si no pudiera creer lo que le estaba diciendo.

—¿Por qué no? —preguntó finalmente algo sorprendido por su rechazo.

—Porque... ¿no te conozco?

—Oh —sonrió—, pero si me das tu número podríamos conocernos —era una broma, estaba seguro. Hoseok rió irónicamente, ¿en serio Jimin pensaba que mandar a su amigo fingiendo interés por él lo engañaría?

—No me interesa conocerte —le siguió el juego, ¿y ahora qué pensaba decirle? ¿Jimin le habría dicho que decir en ese caso? Se rió internamente. El castaño seguía como sorprendido ante esa respuesta pero rápidamente se recompuso.

—A mi me interesa conocerte, te ves alguien interesante.

Hoseok escupió una risa ante lo estúpido que sonaba eso, porque hasta la persona más idiota se daría cuenta que estaba actuando: —¿Ah, si? —dijo divertido—. Buen intento pero actúas para la mierda, amigo. Adiós.

—¿Actuar? —Hoseok giró los ojos—. No estoy actuando —si, claro, pensó antes de girarse e irse, ignorando que lo escuchó llamarlo una vez más.

Luego de eso el castaño debió haberse rendido con su farsa pero al parecer no sería tan fácil como pensaba.

Cuando volvió a su lugar el castaño llegó segundos después sentándose en el mismo lugar de antes. Hoseok, curioso, levantó su mirada para ver si lo miraba y si, lo encontró mirándolo fijamente una vez más. Quiso gritarle que dejara de mirarlo, tenía ganas de escupir al tipo en su hermoso pero estúpido rostro, ¿por qué no podía dejar de mirarlo? ¡Hoseok ya lo había descubierto!

Cuando llegó la hora del pastel y cantar el feliz cumpleaños todas las personas se juntaron para sacarle fotos a la cumpleañera. Hoseok estaba a punto de aprovechar el murmullo escandaloso y la oscuridad para escapar al patio, y así lo hizo. O al menos así lo intentó, porque cuando dio el primer paso hacia atrás chocó contra alguien.

—Lo siento —dijo Hoseok, aunque la gente seguía cantando el feliz cumpleaños, pero en cuanto giró para ver con quien se había chocado resultó ser que era de nuevo ese castaño.

—No te preocupes —le sonrió tocando su brazo, Hoseok alejó esa mano con suma rapidez y lo miró mal. El castaño sólo le sonrió y pelinegro estuvo al borde de golpearlo pero optó por sólo cambiarse de lugar, muy lejos de él, y se cruzó de brazos esperando que dejen de cantar el horrible feliz cumpleaños en todos los idiomas y versiones existentes.

—Quiero conocerte de verdad —susurró la nueva voz grave conocida al lado suyo. Hoseok giró levantamente la cabeza y se lo encontró que estaba demasiado cerca.

—No soy gay —susurró aunque no era verdad pero sólo quería deshacerse de ese tipo mentiroso.

—Sé que lo eres —le susurró de vuelta con una pequeña sonrisa. No había forma que lo supiera, pero una vez más, recordó donde estaba. En casa de quien estaba.

Era claro que este tipo era amigos de Jimin y estaba planeando burlarse de él como aquel.

—Será mejor que te alejes de mí, idiota.

—¿O qué?

Hoseok lo pensó: —O te golpearé —decidió susurrar. La risa baja del castaño lo hizo estremecer, odiaba que la gente se burle en su cara.

—¿Y luego qué? —Hoseok frunció el ceño ante esa pregunta.

—¿Disculpa?

—¿Qué pasará cuando aún así te siga queriendo conocer? —Hoseok se giró para mirarlo de frente, y las personas comenzaron a terminar de cantar.

—Aléjate de mí.

Taehyung ladeó la cabeza mirando cada parte de su rostro. —No veo la razón por la que debería hacerlo.

—No me interesas.

—Entonces haré que te interese —Hoseok lo miró mal ante esa respuesta.

—Deja de actuar y dile a tu amigo Jimin que puede meterse su broma por el culo.

Taehyung sonrió ante eso: —No sé de qué hablas pero te ves lindo enojado.

¿Realmente le seguía coqueteando? Hoseok no daba credibilidad a lo que escuchaba. No podía creer que fuera tan insistente aún sabiendo que ya lo descubrió.

—No eres divertido.

—No pretendo de serlo —se encogió de hombros y todas las personas comenzaron a aplaudir a la cumpleañera que soplaba las velas en forma de signo de interrogación y no de números. El pelinegro estaba sumamente molesto.

—Eres la persona más idiota que conocí —casi gruñó yéndose pero una mano en su codo lo detuvo. Hoseok lo fulminó con la mirada de inmediato soltándose de su agarre mientras rezaba de que nadie estuviera viéndolos.

—Y tú la persona más hermosa que conocí, Hoseok.

Prácticamente salió corriendo luego de escuchar eso pero antes lo vio sonreír ampliamente. Y si, confirmó que definitivamente lo estaba molestando. Se quería burlar de él. Hoseok no llevaba ni un día conociéndolo y ya lo odiaba.

Por suerte el cumpleaños había terminado pronto luego de unas fotos y el postre. Hoseok no se levantó más de su asiento pero sin embargo siguió recibiendo miradas de aquel extraño personaje. O debería decir aterrador personaje. No sabía quién era pero definitivamente no le agradaba para nada.

Agradecido de irse a su casa sin tener que despedirse de todos ni siquiera le dio una mirada. Y lo bueno de todo es que nunca mas vería a ese tipo.

O eso pensó.

Al día siguiente estaba esperando el autobus que lo llevaría a la universidad, como todos los días, el día era soleado y no había ni una sola nube así que estaba en la sombra. Cuando por fin subió al bus decidió tomar una pequeña siesta como todos los días ya que el recorrido era largo.

Minutos después Hoseok abrió los ojos lentamente para ver por donde estaba pero al ver que no había pasado ni la mitad del recorrido se volvió a dormir. Excepto que...

—¿Mismo recorrido? Qué casualidad.

Hoseok abrió sus ojos rápidamente y miró hacia él. Una vez más el castaño estaba ahí cerca suyo. Sentado al lado suyo. Se paralizó pero reaccionó rápido, no dijo ni hola y por lo contrario se levantó del asiento para cambiarse de asiento, cosa que fue imposible porque el castaño lo agarró del brazo volviéndolo a sentar a la fuerza.

—Vuelves a tocarme y juro que te partiré la cara —susurró furioso, quería gritárselo en realidad pero habían varías personas cerca. El castaño tuvo el atrevimiento de reír bajo.

—No te escuché.

Hoseok volvió a a levantarse para sentarse en otro lugar pero Taehyung volvió a agarrarlo del brazo jalándolo de nuevo a su asiento sólo que esta vez -en vez de caer en el asiento- tropezó casi sentándose en las piernas del castaño. El pelinegro se levantó rápidamente sintiendo sus mejillas quemando muy fuerte y a penas se sentó en su lugar golpeó con fuerza el estómago del castaño. Taehyung se dobló aun sentado tocándose su abdomen con una mueca de dolor pero aún con una sonrisa divertida en su rostro. Lo odiaba.

—Creí que... que habías dicho en la cara —a penas dijo Taehyung. Hoseok entrecerró los ojos recordando que le había dicho que no lo escucho, había sido mentira. Bueno, todo él era una mentira, en realidad.

—La próxima será más abajo.

Taehyung lo miró, su expresión totalmente adolorida pero aún así rió bajo otra vez. Hoseok giró su vista a la ventana resignándose a quedarse sentado a su lado.

—Cada vez más abajo —dijo aún doblado del dolor—... me agrada —Hoseok lo miró mal.

—Vete a la mierda y deja de molestarme.

—Quiero tu número.

—¿Sabes que aunque te dé mi número no pienso responderte, cierto? —Taehyung comenzó a sentarse derecho acariciando su abdomen.

—¿Por qué no quieres conocerme? Soy lindo, tú eres gay, ¿cuál es el problema?

Hoseok frunció el ceño al no creer lo que le estaba diciendo: —¿Lindo? La belleza es subjetiva y a mi no me pareces lindo.

Él sabía que estaba actuando gustar de él así que Hoseok se limitaría a seguirle el juego fingiendo que creía sus palabras pero que no estaba interesado.

—Le parezco lindos todos, no creo que seas la excepción, amor.

Hoseok levantó su dedo e indicó con furia a su rostro: —No me llames así o volveré a golpearte.

—Bien... entonces, ¿que piensas de salir conmigo? —el nombrado se rió.

—Definitivamente tiene el cerebro atrofiado —dijo poniéndose sus audífonos.

Taehyung hizo una mueca pero Hoseok lo ignoró. No podía creer que piensen que podía ser tan tonto como para creerse ese coqueteo falso. Pero Hoseok creía que esta vez Jimin había hecho un buen movimiento para arruinar su vida, le había mandado al tipo más hermoso que podía haber.

Al bajar del autobús y entrar a la universidad, Taehyung lo siguió, lo estaba siguiendo, Hoseok se desvió su camino hacia un aula que no era de él sólo para girarse y encararlo.

—¿Qué mierda quieres? —gruñó Hoseok llevando al límite de su paciencia. Taehyung le sonrió.

—Ya lo sabes.

—Oh, mi número, cierto —dijo poniendo los ojos en blanco. Agarró su mochila y sacó una lapicera, Taehyung lo miraba atentamente y sonrió ampliamente cuando el pelinegro agarró su brazo y le escribió su número. Aunque realidad era el primer número que se lo ocurrió a Hoseok para que no lo moleste más—. Ahora déjame en paz —finalizó soltándolo con fuerza y guardando su lapicera mientras se apresuraba a correr antes de que descubra que era falso.

Pero tuvo que haber adivinado que Taehyung era un experto en mentiras y lo descubriría. Así que antes de correr más lejos volvió a ser tomado del brazo. Hoseok le frunció el ceño queriéndose soltar pero Taehyung lo tenía agarrado muy fuerte.

No dijo nada y sólo sacó su teléfono con la otra mano para anotar el número escrito en la piel de su brazo. Hoseok se intentó soltar sabiendo lo que hacía. Iba a verificar en presencia de él si era su número o no.

Joder.

Poniéndose el teléfono al oído -luego de marcar el número- miró a Hoseok aún agarrándolo, un par de segundos después le sonrió negando con la cabeza. —Creo que te equivocaste de número, amor.

—Chúpame la polla y déjame en paz, imbécil —Hoseok lo empujó y soltó con fuerza. Escuchó la risita de Taehyung detrás suyo pero no giró y sólo siguió su camino. Lo odiaba, lo odiaba mucho.

Por gracia del señor en todo el día no vio a Taehyung y tampoco al día siguiente. Al parecer al fin se había cansado de seguir actuando, Hoseok estaba feliz con eso.

Volviendo a su casa, al tercer día de clases, a unas dos cuadras de su casa, se detuvo en su lugar al ver que frente suyo estaba él.

¿Qué diablos?

Hoseok dio media vuelta, volviendo por donde vino para tomar otro camino. Pero no tardó en escuchar su nombre ser mencionado y pasos corriendo detrás suyo.

—¡Hoseok, espera!

Hoseok lo ignoró, corrió más rápido y cuando estaba por cruzar la pista fue agarrado del brazo.

—¿Que demonios contigo? —gruñó Taehyung apretando su muñeca enojado, Hoseok quiso decirle qué demonios con él— ¿Ibas a cruzar corriendo? ¿No ves el semáforo, que tal si venía un auto? ¿Quieres morir o qué?

Si, quiero morir.

—Deja de seguirme, psicópata.

Taehyung lo soltó pero su mirada seguía molesta: —Escucha, realmente quiero conocerte-

—Yo no quiero conocer a un tipo que me espera cerca de mi casa. Aléjate de mi, psicópata acosador —Taehyung hizo una mueca.

—Necesitaba verte-

—Ah, y por eso averiguaste donde vivo y viniste a esperarme —dijo sarcástico—. Wow, me has enamorado, felicidades.

—Si, bien.. sabía que eso era demasiado pero no tenía otra opción-

—¿Otra opción de qué? ¿De seguir fingiendo que te gusto? —Taehyung lo soltó y el pelinegro se tocó la muñeca por inercia.

—De verdad no se de que hablas —Hoseok no podía entender lo mal que mentía, Jimin hizo bien en elegir a un chico lindo para molestarlo pero era un actor horrible.

—¿Cuanto te pagó?

—¿Quien? No te entiendo —mintió, Hoseok sabía que mentía.

—¿Cuanto te paga para que sigas molestándome?

Taehyung sonrió negando: —Nadie me paga. Quiero conocerte, Hoseok. Me gustas, eres hermoso.

—Hermoso —escupió una risa—. Mientes realmente mal.

—¿Lo hago? Entonces seguiré haciéndolo. Eres hermoso, Hoseok, no puedo dejar de pensar en ti —el mencionado se paralizó al sentir la mano ajena en su mejilla, sus ojos se abrieron al máximo—. Eres la persona más hermosa que vi en mi vida. Me gustas...

Su caricia se sentía suave pero sabía era incorrecta. Hoseok empujó su mano lejos.

—Eres insoportable.

Fue lo único que dijo Hoseok dejándolo mudo para luego darse la vuelta ignorándolo. Taehyung no lo siguió, por suerte.

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