Derrota.

Eso es lo que siento, lo que invade cara partícula de mi cuerpo, pensé que estaba mejorando, pensé que podía tener una vida normal, he sido tan ilusa, tan idiota.

Todo la mejora que me costó meses construir se ha derrumbando en unos segundos. Estoy sentada en mi cama, con la espalda contra la pared, mis rodillas contra mi pecho mientras las abrazo como si de esa forma pudiera mantener juntas mis piezas rotas.

Después de mi llamada con Kang, esperé por Kamila y Andy sin moverme, con el miedo de que moverme un poco me podría causar otro ataque de pánico. Si, la llamada de Kang me tranquilizó pero no me curó, mis miedos siguen ahí palpitando como un volcán esperando tener una erupción. La voz en mi cabeza se ha vuelto mala y cruel.

¿Lo llamaste en un ataque de pánico?

¿Tienes idea de lo que debe pensar de tí? ¿Qué eres una loca?

Y el peor pensamiento de todos es: Ahora él te tiene lastima, ¿No escuchaste la lastima en su voz mientras trataba de calmarte?

Eres una vergüenza, Klara.

Kamila me dejó sola después de darme una larga charla de que esto no era una recaída, de que mi progreso no se ha desvanecido por ello.

¿Entonces porque siento que si?

Me paso las manos por la cara, antes de acostarme, envolverme en las sabanas y tratar de dormir.

-

Lo que mas temo y odio de la depresión es el estado de desactivación como me gusta llamarlo, cuando no puedes sentir, todo pasa a tu alrededor y solo estas ahí, existiendo sin ningún motivo, razón o motivación. Es como si la vida dejará tu cuerpo, y solo quedará el cascarón vacío. No vives, no piensas, no hablas, solo existes.

—¡Buenos días!— Andy entra a mi habitación, —Te traje desayuno.

Eso me sorprende, los pasados tres días ha sido Kamila la que me ha atendido, supongo que ya no puede perderse más guardias en el hospital, no me gusta afectar su trabajo pero no se va a pesar de que se lo he pedido a ambos. Mi teléfono yace en mi mesa de noche descargado y apagado, ni siquiera lo he mirado, tampoco he escuchado el programa de Kang.

Andy se sienta a mi lado en la cama, yo sigo en lo que se ha convertido mi posición favorita, con la espalda contra la pared y mis brazos alrededor de mis rodillas, mi mentón sobre las mismas, —La dueña de Drew preguntó por tí, quiere saber cuando los perritos pueden volver a visitarte.

No digo nada, —Klara, mírame.

Giro mi cabeza ligeramente para verlo.

Las pequeñas arrugas en la cara de Andy se vuelven mas pronunciadas cuando me da una sonrisa amable, —Sabes bien que no me iré.— su mano se posa sobre la mía, —Klara, no soy un experto, tu hermana lo es y tal vez, no pueda superar lo que ya te ha dicho, pero solo te hablaré desde el corazón: No has retrocedido ni un paso, si, sufriste un ataque de pánico pero eso solo fueron unos segundos, ¿Dónde dejas las horas de bienestar? ¿Lo genial que la has pasado con los perritos? ¿O cuando fuiste al parque? ¿Lo mucho que disfrutas el programa de ese chico?— su mano aprieta la mía, —No dejes que unos segundos lo definan todo, solo dime, ¿Qué necesitas? Y lo haré por tí, sin preguntas.

Mis ojos se llenan de lagrimas.

Recordando como mi madre me atendía cuando me enfermaba de pequeña, haciéndome una sopa de vegetables y dándomela en la boca.

—Abre grande para mamá.— su sonrisa era tan contagiosa, —Vamos.

—Mamá, ya no soy una bebé, tengo 11 años.— le reproché, volteando los ojos.

Ella acaricio mi mejilla, —Siempre serás mi bebé, ahora abre.

Abrí la boca de mala gana, y ella metió la cuchara con la sopa, estaba deliciosa.

Sus ojos encontraron los míos, la paz, la seguridad que ella me transmitía con solo una mirada no fue algo que valoré en ese momento.

Lagrimas gruesas resbalan por mis mejillas, —Sopa.

Andy se sorprende al escuchar mi voz, es la primera vez que hablo en tres días, —¿Quieres sopa?

Asiento, mis voz ronca por las lagrimas, —Sopa de vegetales.

Él acaricia mi mejilla, —Una sopa de vegetables, entonces.— se inclina sobre mi, y besa mi frente, —Estarás bien, Klara.

Cuando vuelve con la sopa y me la ofrece, no muevo mis manos, Andy parece leer mi mente y toma la cuchara, —A ver, abre grande.

Andy me alimenta y tal vez, sea la cosa más infantil del mundo pero es lo que necesito ahora, no se porque, necesito la conexión para volver al mundo de la vida, para salir de la desactivación.

Él acaricia mi rostro de la misma forma que mi madre solía hacerlo, —Vas a estar bien, Klara, te lo prometo.

La seguridad en su afirmación me hace sentir mejor. Estoy tan agradecida de tener a Andy en mi vida, él es definitivamente un padre para mí. No cualquiera aguanta todo lo que él ha pasado con mi madre, con mi hermana y conmigo, tiene un hermoso corazón. Tal vez la vida arranca personas de nuestro lado y trata de compensarlo al poner otras personas en su lugar.

—He estado escuchando el programa de ese chico, ¿Kang, no?— dice mientras me sigue dando la sopa, —Es muy bueno en lo que hace, suena maduro para ser tan joven.

No puedo creer que Andy haya escuchado el programa estos días, hace tanto por mí, Andy continua, —Te ha mencionado mucho en el programa.

Casi me ahogo con la sopa, —¿A mi?

—Si, preguntándose donde ha estado K estos días pasados, que no ha enviado ni un solo mensaje al programa, supongo que tu eres K, no creo que sea tanta coincidencia.

Sigo tomando mi sopa en silencio, ¿Kang me ha mencionado? Me cuesta creerlo, la ligera sensación de emoción quiere salir a la superficie pero el peso de mi estado parece no dejarla fluir.

Cuando Andy termina de darme de comer, me levanto, y estiro de mano para tomar una toalla, —Voy a bañarme.— informo, sin embargo, mi mano se congela sobre la toalla, recordando el ataque de pánico que tuve en el baño, estos pasados tres días, Kamila ha estado conmigo mientras tomo una ducha.

Andy parece leer mi miedo, —Esperaré en la puerta del baño en todo momento, no estarás sola, estaré al otro lado de la puerta, ¿Ok?

Mis labios tiemblan, porque soy tan afortunado de tener a mi lado a una persona como Andy y también a mi hermana, ambos son tan pacientes, tan compresivos y llenos de apoyo, —Gra— mi voz se rompe, —Gracias, Andy.

Él solo me sonríe, —De nada, equipo K1 por siempre.

Me siento un poco mejor después de bañarme, vuelvo a la cama, enrollada en mis sabanas, escucho la puerta de la casa y asumo que Kamila ya llegó de su guardia. Me levanto, caminando hacia la sala y me detengo en el pasillo para verla desde lejos, quiero asegurarme de que este bien.

Andy la esta esperando en la cocina, puedo verlo de perfil, y ella aparece frente a él, no se dicen nada, solo se miran por unos largos segundos y ella rompe a llorar, rompiendo mi corazón. Andy la abraza, acariciando la parte de atrás de su cabeza, susurrando palabras de aliento.

Este es el lado que Kamila no me muestra, se que ella tampoco lo ha tenido fácil, el hecho de que sea psiquiatra no la hace de piedra y yo se que a ella también le afecto la muerte de mi madre y a veces sus pacientes pueden deprimirla, hace unos meses, un paciente que ella llevaba años tratando se suicidó, y se que eso rompió una parte de ella que no estoy segura puede recuperar, se que ella siente como si le falló a ese chico.

No quiero ser una carga para ella, no quiero hacerle las cosas más difíciles. Eso me da un poco de fuerza para mantenerme a flote de mi estado de desactivación, con el corazón roto por Kamila, vuelvo a mi habitación. Al mirar por la ventana noto la nieve cayendo, y recuerdo que a Kang le gusta el invierno.

Kang...

Va a pasar, puedo quedarme contigo mientras pasa.

Estoy aquí contigo, K, va a pasar.

Escucharlo por teléfono fue mil veces mejor que en la radio, la cercanía de su voz en mi oído es algo que nunca olvidaré.

Y algo que no escucharás de nuevo, o, ¿Es qué piensas hablarle a alguien que solo te responderá por lastima?

Paso mi mano por la ventana, sintiendo el frío del exterior con mis dedos en el vidrio. Por un momento, quiero pensar que él no me tiene lastima, que tal vez él sabe lo que es pasar por un ataque de pánico, se quedó conmigo mientras pasaba después de todo.

Conecto mi cargador a mi teléfono y lo dejo cargando mientras abro mis cortinas para poder ver la nieve caer desde la cama. Cómoda en mi cama, tomo mi celular que apenas ha recobrado vida y observo como vibra en mi mano cuando le llegan todos las notificaciones y mensajes.

Muchas notificaciones de nuevos capítulos de los dramas coreanos que veo en la aplicación, llamadas perdida de Kamila el día del ataque de pánico y...

10 Mensajes de Kang.

Mi corazón se calienta un poco y la sorpresa se expande por todo mi ser. Abro la conversación para leer desde el primer mensaje hasta el mas reciente.

Kang:

Martes, 9:04 am:

Buenos días, K.

Espero que estés bien.

5:57 pm:

¿Lista para el programma de hoy?

8:16 pm:

Fue extraño no recibir

tus mensajes durante

mi programa.

Miércoles,

10:35 am:

Responder mensajes

no debe ser tu prioridad ahora,

Solo espero que estes bien.

1:57 pm:

Creo que ya entiendo

como te sentías cuando

enviabas mensajes al programa

sin obtener respuesta.

7:03 pm:

He decido enviarte frases,

tal como la hacías tu en

mi programa, y me alegrabas la tarde,

tal vez tenga el mismo efecto en tí.

8:46 pm:

"Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan."

-Shakespeare.

Buenas noches, K.

Jueves:

7:56 am:

"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes." 

-Khalil Gibran

2:47 pm:

"De lo que tengo miedo es de tu miedo."

-Shakespeare.

9:39 pm:

"¡Cuán dulcemente suena en los oídos la voz de una mujer buena! Tan raras veces se la oye, que, cuando por fin habla, arrebata todos los sentidos."

- Thomas Middleton.

Hoy:

11:24 am

"Es un perpetuo sueño de mi oído el eco de tu voz."

- Ramon de Campoamor.

Sin darme cuenta, dos lagrimas han rodado por mis mejillas, ¿Qué es lo que estas haciendo, Kang? ¿Qué buscas en una desconocida como yo? ¿Y por qué tu insistencia me llena y me hace querer sentir de nuevo? 

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Nota de la autora: ¡Hola, bolitas de cabello! Me sorprende la buena recepción que esta teniendo esta novela, no me lo esperaba de verdad, ya que trata de temas bastantes sensibles pero me alegra que muchas personas la estén leyendo y que puedan encontrar algo de entendimiento y ayuda al leer a Klara. 

Debo confesar que escribiendo algunos capítulos se me han salido unas cuantas lagrimas, ella es un personaje muy cercano a mi corazón porque he estado en esa situación, mi intención con esta historia es expandir los conocimientos que muchos tienen sobre la depresión y los diferentes trastornos psicológicos y también hacerles saber que si se puede mejorar, salir adelante, he estado en ese rincón donde todo se siente sin sentido, donde piensas que no podrás, que no hay más nada en la vida que esa sensación de vacío, ¿Va a ser fácil? No, será difícil y dolerá, y se llevara toda tu energía pero si podrás. Yo estoy aquí como prueba de ello, no pensé que me levantaría y lo hice, ¿Y sabes qué? Me ha hecho una mejor persona, alguien que valora cada segundo de la vida y sonríe cuando siente la luz de sol sobre su rostro, me ha hecho más consciente de las emociones de los demás, de ayudar cuando pueda, de dar una palmada en el hombro de apoyo cuando se que alguien la necesita. No me arrepiento de haber vivido todo el dolor que viví porque gracias a eso, puedo apreciar cada cosa mucho más, puedo sonreír con más ganas. 

Muchas gracias por leerme, 

Nos vemos en el próximo capítulo.

Ariana G.