Mi dedo sube y baja por la pantalla de mi teléfono, moviendo la conversación con Kang arriba y abajo mientras tomo una decisión. Debo quedarme en mi zona segura, no tiene caso hablar con él si nunca podré conocerlo. Con tristeza empiezo a escribirle que si me esta molestando.

"Tenemos que vivir la vida como si fuéramos a morir mañana, lograríamos mucho más si no creyéramos que tenemos todo el tiempo del mundo."

La dulce voz de mi madre suena en mi mente. Nadie mejor que yo sabe que no tenemos todo el tiempo del mundo en la vida. Antes de que pueda acobardarme, le respondo.

Yo:

No, no me molestas.

Kang:

Que bien :)

¿Cuál es tu nombre?

Yo:

Solo llámame K.

Kang:

¿Reservada, eh?

Yo:

Supongo.

Kang:

Bueno, ¿Qué

haces despierta, K?

Yo:

Estaba viendo un

drama coreano.

Kang:

Porque no me sorprende.

Yo:

¿Qué quieres decir?

Kang:

Se han vuelto

muy populares.

Yo:

¿Has visto alguno?

Kang:

Si.

Yo:

¿De verdad?

Eso no me lo esperaba.

Kang:

Mi hermana

me obligó a ver

algunos con ella.

Yo:

Me cae bien

tu hermana entonces.

Kang:

¿Y yo?

Yo:

Vas por buen camino.

Kang:

:) Por tus mensajes

al programa pensé

que ya te caía más que bien.

Eso me hace recordar todas los mensajes que le he enviado durante el programa, revelando mi admiración por él. Eso lo hice pensando que nunca hablaría con él.

Yo:

Solo me gusta mucho

tu programa.

Kang:

Mi programa,

¿O yo?

Eso no me lo esperaba, muy directo. No se que decir, me muerdo el labio inferior. Kang parece sentir mi incomodidad en la distancia así que me envía de nuevo.

Kang:

Solo bromeo, K.

Necesito cambiar el tema y cuido cada una de mis respuestas, repasandolas una y otra vez, lo menos que quiero es escribirle algo mal o con errores ortográficos. Tal vez, estoy exagerando, pero estoy hablando con el chico que he escuchado todos los días el pasado año, me puedo permitir ser meticulosa.

Yo:

¿Y tu que haces despierto?

Kang:

Pensando tonterías.

No tengo sueño.

Yo:

He pasado por eso,

pensar mucho

te quita el sueño.

Kang:

¿Y qué haces

para que te de sueño?

Yo:

Té de manzanilla.

Kang:

Lo intentaré.

¿Qué drama estas viendo?

Yo:

Uno de romance.

Kang:

Que especifica.

Yo:

¿Eso fue sarcasmo?

Kang:

Si.

Yo:

Wow, no sabía

que pudieras ser sarcastico.

Kang:

Hay muchas cosas que no

sabes de mí.

Yo:

¿Cómo cuales?

Kang:

Como la gran curiosidad 

que tengo sobre tí.

Eso hace que mi corazón lata más rápido, ¿Por qué me tiene que decir esas cosas?

Yo:

Pierdes tu tiempo.

No soy nada especial.

Kang:

No puedo creer eso de la

chica que ha citado a Edgar Allan Poe

6 veces en mi programa.

¿Las lleva contadas? Ni siquiera recuerdo cuantas veces he enviado frases de diferentes poemas y libros que me gustan.

Yo:

¿Solo porque he citado 

a un poeta popular?

Kang:

No, también has citado muchos

de mis libros favoritos.

Yo:

Entonces, he despertado

tu curiosidad a través

de la literatura.

Kang:

Digamos que si.

Yo:

Eso es muy cliché.

Kang:

¿Y no puedo ser cliché?

Yo:

Puedes ser lo que tu quieras.

Esa es la gran diferencia entre él y yo, él tiene un futuro brillante por delante, él puede hacer lo que él quiera. Yo estoy limitada.

Kang:

Te debo una, K.

Yo:

¿Por qué?

Kang:

Él té de manzanilla

funcionó.

Yo:

Oh, me alegra.

Kang:

Por fin, podré dormir

a buena hora.

¿Hablamos mañana?

Yo:

Esta bien,

Buenas noches, Kang.

Mi estomago se siente raro cuando escribo su nombre.

Kang:

Buenas noches.

Bajo mi teléfono pero llega otro mensaje.

Kang:

Y tu también puedes

ser lo que quieras, K.

Hasta mañana.

-

El consultorio de mi psicólogo es la habitación más colorida que he visto en mi vida. Hay pinturas de arcoíris, paisajes multicolores y las paredes están dividas a la mitad, pintadas de diferentes tonos. No se si sea algo terapéutico pero conmigo funciona, me gustan las pinturas, son muy profesionales.

El Dr. Brant o como le gusta que lo llamen: Dr. B, es un hombre alto, de cabello blanco casi calvo, con gafas redondas y portador de una sonrisa tranquilizante a cada minuto.

—Klara.— me saludo, haciendo una reverencia chistosa.

Oh, y tiene un loco sentido del humor.

A lo largo de los pasados dos años, he desfilado por un montón de psicólogos pero el Dr. B ha sido mi favorito, y se ha convertido en mi psicólogo de cabecera desde hace 6 meses. Él logra que me sienta como si fuéramos amigos y no paciente y psicólogo.

Le devuelvo la reverencia, —Dr. B.

Ambos nos sentamos con su escritorio de por medio, frente a frente, —Te ves muy bien, Klara, me alegra.

—Si, y vine sola a la consulta.

Estoy orgullosa de eso, y no me da pena admitirlo, él sabe lo que he pasado.

Él parece sorprendido, —Oh, estupendo.— me da su pulgar arriba, —Y te estas alimentando bien por lo que veo también, eso es muy importante cuando estas tomando medicación.

Asiento, —Lo se.

—¿Has estado haciendo tus ejercicios de respiración?

—Si, señor.

—¿Has llenado tu diario de actividades?

También asiento, —Si, pero no he tenido ataques de pánico a pesar de que he estado en situaciones fuera de mi zona segura.

—Eso es muy bueno, Klara, igual debes sentir haciendo tus ejercicios de respiración en caso de que se presente uno, y quiero recordarte, si sufres de un ataque de pánico no quiere decir que todo tu progreso no ha sido verdadero. Puede que experimentes unos cuantos más antes de despedirte para siempre de ellos o tal vez no tengas ninguno más nunca, eso solo el tiempo lo dirá.

—Lo se.

—También sabes porque estas aquí, vas a volver a la escuela, ¿Cómo te sientes?

—Muy muy asustada.

—¿Qué te da miedo?

—Todo, estar con tanta gente, tener un ataque de pánico ahí, que me miren, que me critiquen, que se burlen.

Él pone ambos codos sobre el escritorio, inclinándose hacia delante, —¿Y qué pasa si te miran? ¿Te morirás?

—No.

—¿Y qué pasa si critican o se burlan?

—Nada.

—Exacto, si vas a sentir incomodidad, y puede que te sientas mal pero la realidad es que las miradas y las palabras no pueden hacerte daño físico, Klara. Y ese es tu mayor temor, el daño físico, el ataque de pánico, el miedo a la muerte. Creo que tu miedo radica en que se enfoquen en burlarse o mirarte y no en ayudarte, ¿Tienes miedo de que por ejemplo dejes de respirar y nadie te ayude?

—Si.

—¿Por qué dejarías de respirar, Klara? ¿Tienes alguna enfermedad pulmonar?

—No.

—¿Pneumonia? ¿Una gripe por lo menos?

—No.

—Entonces, ¿Por qué una chica de 17 años de edad, con un par de pulmones sanos, dejaría de respirar de pronto?

Suspiro, —No lo se, solo son pensamientos que llegan a mi.

—¿Y qué te he dicho de esos pensamientos?

—Que debo contrarrestarlos, pensar en una respuesta a cada pensamiento negativo que llega a mi cabeza.

—Exactamente, el primer día va a ser difícil, Klara, no voy a mentirte pero se hará más llevadero con el pasar de los días y luego ni te acordarás del miedo.

—¿Usted de verdad lo cree? ¿Cree que pueda tener una vida normal?

—Por supuesto, ¿A caso pensaste que esto duraría para siempre? Pasaste por algo muy difícil, estas sobrellevandolo y pronto sanarás, nada es eterno.

La esperanza infla mi pecho, sin embargo, aún estoy un poco preocupada, —¿Y si tengo un ataque de pánico en medio de la preparatoria?

—Si no puedes evitarlo, solo debes esperar que pase, tú sabes que va a pasar eventualmente.

Después de un rato, repasando consejos para el primer día me despido de él, honestamente me siento más tranquila sobre la preparatoria.

Espero que todo salga bien.

Necesito que todo salga bien.

xx

Nota de la autora: ¡Hola! Espero que hayan disfrutado esta actualización de media noche. 

Tengo curiosidad por saber, ¿Qué elemento de esta historia o que parte de la trama es las que más les gusta? Déjenmelo saber en los comentarios. 

Muakatela,