Muy bueno tu programa de anoche, Kang.

Envío el mensaje antes de que pueda arrepentirme, creo que se merece que le hable después de enviarme tantas veces sin darse por vencido. El hecho de que haga eso por una extraña de la que ni siquiera conoce el nombre es bastante.

Estoy aspirando la alfombra de la sala, después de pasar esos días en estado de desactivación, creo que debo ser productiva y ayudar en la casa. Es lo mínimo que puedo hacer por Kamila y Andy, tal vez no pueda salir con libertad aún pero si puedo limpiar, y sorprendentemente, me gusta porque me distrae.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo, y trato de actuar natural pero fallo, apago la aspiradora y saco mi celular, abriendo el mensaje de Kang tan rápido como puedo.

Me alegra que te haya gustado, K.

Su mensaje me roba una sonrisa, me agrada que no mencione nada de lo que pasó y que tampoco señale que es la primera vez que le escribo en días después de tantos mensajes que él envió, es como si esos días no hubieran pasado.

Mi mal habito de morderme las uñas vuelve cuando pienso en que decirle, ¿Cómo inicio la conversación de nuevo con él? Su respuesta no tiene ninguna pregunta así que no se si espera una respuesta. Sin embargo, mi celular vibra de nuevo con otro mensaje.

Kang:

¿Y qué hace la misteriosa K?

Yo:

Estoy limpiando, ¿Y tú?

Kang:

Componer :)

Eso me hace arrugar las cejas, ¿Componer? Una sola cosa viene a mi mente cuando escucho esa palabra.

Yo:

¿Componer... canciones o algo así?

Kang:

Si, me gusta la música

Y creo que soy bueno pero

podría estar engañándome a mi mismo.

Mi mente se imagina a Kang cantando con esa voz tan maravillosa que tiene al hablar y se me acelera el corazón. Aunque bueno, no porque tenga una buena voz para hablar quiere decir que sea bueno cantando pero algo me dice que si lo es, dudo que este chico sea malo en las cosas que hace con pasión.

Yo:

¿De verdad?

Nunca lo habría imaginado.

Kang:

Pocas personas lo saben.

considerate afortunada de saber

mi oscuro secreto.

Yo:

Ese no es un oscuro secreto.

Kang:

Hahaha eso es porque

no sabes la historia completa.

Yo:

¿Y me la vas a contar? :O

Kang:

Depende.

Yo:

¿Depende de que?

Kang:

Te la cuento

si me dices tu nombre.

Me muerdo el labio inferior, dudando.

Yo:

¿Por qué quieres saberlo?

Kang:

¿No es obvio?

para así poder buscarte

en todas las redes sociales

y stalkearte.

Me echo a reír ante su honestidad, y me siento segura porque no tengo ninguna red social, borré todas mis cuentas cuando pasó lo de mamá, solo me queda esa vieja cuenta de instagram con la que revisé la cuenta del programa de Kang y en ella ni siquiera tengo fotos.

Yo:

Si lo pones así, creo

que me desanimas a decírtelo.

Kang:

Solo bromeaba.

O tal vez no ;)

Me rasco la cabeza, pensando de que forma podría afectarme que él supiera mi nombre. Aunque vivimos en una ciudad rural como lo llamaba mi madre, definiéndolo como un lugar que no es tan pequeño para ser llamado pueblo pero tampoco tan grande como para ser llamado ciudad, esta entre las dos cosas así que: Ciudad rural.

En fin, deben haber muchas Klaras en este lugar, el problema es, ¿Cuántas Klaras con K? Probablemente, solo yo. De nuevo, mi nombre con su particular forma escrita causando problemas.

Yo:

Algún día te lo diré.

Kang:

Esta bien, te entiendo.

Yo:

Me quedo con las ganas

De saber la historia super

Secreta detrás de tu música.

Kang:

Si me llamas, te la cuento.

Mi respiración se detiene por un segundo, este chico sigue queriendo avanzar, indagar más sobre mí, puedo sentirlo, ¿Qué es lo buscas, Kang?

Me da unos nervios terribles hablar con él por celular, una cosa es enviarle mensajes donde puedo tomarme mi tiempo para responder bien y de manera controlada, a escucharlo en vivo y en directo en mi oído, sin contar los estragos que su linda voz hace en mi. Aquel día que lo llamé por equivocación no estaba completamente en el momento, mi foco era el pánico, por eso no tuve nervios pero llamarlo cuando estoy bien es otra cosa, no puedo hacerlo.

Yo:

Todo es una negociación contigo.

Kang:

Si, tú no me dejas otra opción.

Yo:

¿A qué te refieres?

Kang:

No me revelas nada sobre ti.

Ni siquiera tu nombre.

Haré uso de mis estrategias, K.

Yo:

¿Para qué?

Kang:

Para llegar a tí.

La especialidad de Kang es dejarme sin aire, sin palabras con tanta facilidad. Estoy a punto de responderle cuando mi celular vibra:

Llama entrante

Kang.

Observo mi celular, pasándolo de una mano a la otra, ¿Contesto? ¿Puedo manejarlo? ¿Y si tartamudeo? ¿Y si él puede oír como me quedo sin aire con algunas cosas que me dice? No quiero avergonzarme.

No puedes vivir a bases de los 'Y si...', Klara. Recuerdo la voz de mi madre en una de las tantas tardes que íbamos al lago, "La vida es demasiado fugaz para preocuparnos tanto por las diversas posibilidades o resultados de las situaciones que se nos presentan."

Presiono el botón de aceptar, cierro los ojos con fuerza y me pongo el teléfono al oído.

—¿Aló?

Hay un segundo de silencio y luego esa voz que he escuchado tantas veces, esa voz que ha vivido en mi mente por tanto tiempo, esa voz que he seguido sin cansarme, suena en mi oído, —Hola, K.

Trago, tratando de mantener la calma, mi corazón en mi garganta, —Hola, Kang.

Escucho una ligera risa y siento que las piernas se debilitan, —Mi nombre suena bien en tu voz.

Eso no ayuda con la situación de mis piernas de gelatina, no digo nada por un rato así que Kang habla de nuevo, —Gracias por contestar, pensé que te asustaría, ya me siento menos culpable.

—Tranquilo,— necesitando enfocar todo en él para que él sea el que hable y no yo, pregunto, —¿Me vas a contar la oscura historia de tu música?

Otra vez esa risa ligera, este chico me va a causar un infarto.

—Si, hicimos un trato así que cumpliré mi parte.

Hago una mueca, —Nunca dije que aceptaría el trato.

—Porque no lo ibas a aceptar, K,— ¿Cómo lo supo? —No ibas a llamarme.

Caigo en cuenta, —Por eso lo hiciste tu.

Él suspira, —Si, creo que ya te conozco un poco.

—A ver, quiero escuchar la historia, entonces.

—Bien, de día soy Kang el chico estudioso, en la noche locutor del programa más sintonizado del pueblo y más tarde de noche, toco las canciones que escribo, en el bar de la calle 14.

Eso no es lo que esperaba, ¿Kang hace todas esas cosas?

—No entiendo lo oscuro de tu secreto.

—Nadie sabe que soy yo.

—¿Nadie sabe que tocas en un bar?

—Exacto, tengo 18 años, técnicamente no debería poder entrar en un bar.

Cierto, la edad legal para eso aquí es 21.

Eso me hace arrugar mis cejas, —¿Cómo lograste entrar?

—El dueño es seguidor de mi programa y buen amigo.

—¿Y nadie te ha reconocido?

Kang se ríe un poco, —No, porque uso una mascara.

Esto se pone cada vez mejor, me siento hablando con superman mientras lleva una doble vida. De día, normal, de noche cantante oculto bajo mascara.

No puedo evitar la risita que escapa mis labios, me cubro la boca al darme cuenta que él escuchó, —Lo siento, es—

—Es gracioso, puedes reírte, K.

Aprieto los labios, aguantando la risa, —¿Y de qué es la mascara, Superman?

—Muy graciosa, es de...— él se aclara la garganta, —De Batman.

Suelto a reír a carcajadas, imaginándome a Kang con una mascara de Batman cantando en un bar. Kang escucha mi risa pero se defiende,—Era la mejor opción que tenía, necesitaba una mascara que me cubriera pero que dejará mi boca libre para poder cantar bien.

Me sigo riendo, parezco una loca, Kang gruñe, —Bien, ríete, disfrútalo.

Cuando me calmo, mi pecho sube y baja de lo mucho que he reído, hasta una lagrima de risa se me ha escapado. Con la respiración acelerada me doy cuenta de que es la primera vez que me río de esta forma en mucho tiempo.

He olvido lo que se siente reír así, como duele el estomago, y lagrimas de risa escapan tus ojos.

—¿K?

—Yo...— gracias, Kang, tenía meses sin reírme así, solo gracias, —Me ha gustado tu oscuro secreto.

—Te diría que vinieras a verme tocar una de estas noches pero tu voz no suena más de 21, a menos que,— él finge un grito ahogado exagerado, —En realidad, seas una anciana tratando de seducir a un joven como yo.

—Eso es exactamente lo que soy,— bromeo, —Por eso no revelo mi nombre, no quiero que lo encuentres en los registros de los asilos del pueblo.

—Lo sabía.

Sonrío como una idiota, —¿Qué tipo de música cantas?

—Esa es una parte de la historia que no has desbloqueado.

—¿Ah?

—Mi información por tu información, ¿Negociamos?

—¿En serio?

—Si, no me cuesta nada contarte cosas de mí, pero se que sino pido información sobre tí a cambio, nunca me revelaras nada de tí.

Bufo, —Hablas como si ya me conocieras.

—¿Estoy equivocado?

Me muerdo la lengua, —Bien, ¿Qué quieres a cambio de que me cuentes más de tu música?

—Tu nombre.

Y sigue él con eso.

—Bien, me llamo... Klaire.— técnicamente, ese es mi nombre en Inglés, así que no estoy mintiendo.

Kang suspira, —¿Por qué me mientes, K?

Este chico lee mentes.

—¿Cómo sabes que miento?

—Después de todo lo que has luchado por ocultar tu nombre, no creo que me lo dirías así de rápido sin peros.

—Pareces leer muy bien a las personas sin verlas.

—En realidad, soy pésimo en eso, pero contigo...

Mi corazón se acelera de nuevo, —¿Conmigo que?

—No lo se, K, contigo todo es tan... bien.

Quiero preguntarle a que se refiere pero no creo que yo pueda manejar su respuesta, y no quiero dañar esta linda conversación.

Aclaro mi garganta y lo digo, —Klara.

—¿Eh?

—Me llamo Klara con K, mucho gusto, Kang. 

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Nota de la autora: ¡Este Kang! Como se las arregla para sacarle información a nuestra introvertida Klara, ¿Eh? Del uno al 100, ¿Qué tan bien les cae Kang? 

No olvides mostrar tu apoyo con tu estrellita de voto, lo aprecio muchísimo.

Muakatela,