Clan vegetariano
Carter
🌟🌟🌟

Mi llegada al pueblo junto a la de nuevos vampiros trajo un poco de revuelo entre la manada de los lobos, quienes exigieron una reunión con mi familia de inmediato. Todo nuevo movimiento dentro de la comunidad debe ser informado a los lobos, sabiendo que este es su territorio y lo celosos que son de este no me sorprendió que nos hicieran esta petición. Por lo cual junto a mis padres y un representante de la familia Hoult debíamos asistir a la casa de los Black.

Tragando todo sentimiento de nostalgia me alisté de la mejor manera, acorde a la altura de nuestra reunión y esperé a que mi madre terminara de arreglarse. Brook, que aún seguía manteniendo al gato oculto, esperaba a que nos fuéramos para poder sacarlo un poco al patio y limpiar su habitación muy bien para que el fuerte olor a gato disminuya. Lo que ella ignora es que mis padres ya detectaron al gato desde el primer día, pero no han querido decirle nada. Están a la espera de que ella les diga que tiene un animal encerrado en su habitación y que no se lo comerá porque qué está dominando bien sus instintos asesinos.

—Estoy lista —anunció mi madre. Bajando por las escaleras, con un vestido color esmeralda corto que se ajustaba a su silueta como un guante. Un elegante abrigo negro la cubría del frío y sus tacones plateados hacían juego con su pequeña cartera.

—Te ves espléndida cara, como siempre —dice mi padre. Ayudándola a bajar el último tramo de las escaleras y besando apenas los labios de mi madre.

—¿A qué hora regresan? —interroga Brooklyn. Sé que no planea esperarnos despiertos es para saber cuánto margen de tiempo tiene para limpiar su desastre.

—Llegaremos tarde cielito, pero no te preocupes por estar sola. Hemos contratado a una niñera que te gustará mucho, Sabina debe estar por llegar en cualquier momento—. Comentó mi madre. Mi hermana sonrió porque si había alguien que consintiera y ayudara a mi hermana con sus desastres, es Sabina.

El timbre de la casa sonó y Brook fue corriendo a abrir sabiendo de quién se trataba. Y al abrir la puerta si estaba Sabina, pero no venía sola. Estaba acompañada de Savannah, llevaba el cabello rubio recogido, un buzo de hilo blanco, una minifalda negra con un corte en la pierna izquierda, un tapado de gabardina rojo oscuro y unas bucaneras a juego. Esperaba ver a los señores Hoult o incluso a alguna de sus hijas mayores, pero no me esperaba que enviaran a Savannah si tanto desconfiaban de que fuera a visitarla en su proceso de desintoxicación.

—Buenas noches —saluda mi amiga con cortesía. Acercándose a Brook que se abraza a la cintura de esta y le sonríe porque sin saberlo acaba de salvar su plan.

—Sabina sabes lo que tienes que hacer y asegúrate de que Brook haga su tarea. Haz que sé de una ducha antes de meterse a la cama y llámanos si surge cualquier emergencia. Y casi lo olvido, puedes tomar lo que quieras de la nevera —comenta mi madre camino a la puerta de la entrada. Y la rubia asiente asegurando que todo irá bien y que no tienen de qué preocuparse.

🌟🌟🌟

La comunidad está apartada del pueblo y la casa Black está a las afueras del mismo, por lo que el viaje en auto se hizo largo. En mi cabeza seguía rondando la duda de por qué fue enviada Savannah y no alguien de su familia. Por lo que armándome de valor y sabiendo que mis padres desde el otro auto no podían oírnos por él sonidos de la música de la radio, pregunté lo que tanto me estaba generando curiosidad.

—¿Puedo saber la razón por la cual tus padres te eligieron a ti como representante de tu familia? —pregunto.

—Mis padres tienen una importante cena con uno de los representantes de la corona de vampiros de Transilvania, Marishka no es buena con las palabras y Aleera les tiene miedo a los hombres lobo, desde que uno de ellos asesinara a su novio —aclara la rubia —Soy lo que quedaba por descarte, pero no debes preocuparte porque haga algo mal Carter. Estudié diplomacia y soy muy buena hablando y convenciendo a las criaturas, no por nada les conseguí estos a mi familia —señalando su anillo solar.

—No quise ofenderte Savannah, en realidad estoy muy nervioso por esta reunión. Hace mucho tiempo que no veo a estas personas y me pone intranquilo lo que pase esta noche —confieso en un arrebato de sinceridad. Pero sin dejarla saber todo lo que se ocultaba en mis palabras, no le dije que estaba asustado de volver a ver a mi ex prometida y a su actual pareja.

Proseguimos con el viaje hasta que mis padres se estacionan enfrente de la casa Black y yo hago lo mismo deteniendo mi auto detrás de ellos, tomándome un tiempo antes de apagar el motor. Savannah no dijo nada, pero no se bajó del auto hasta que me vio abrir mi puerta, mis padres ya estaban caminando por la entrada y un poco nervioso comencé a seguirlos. La rubia entrelazó su brazo con el mío viendo la casa del alfa de los lobos con cierta curiosidad, pero respeto al mismo tiempo.

—Bienvenidos —nos recibe la madre de Angelic. Estaba tan arreglada como mi madre, vistiendo un vestido negro, su cabello semirecogido y un maquillaje que realzaba su mirada.

—Gracias por invitarnos — escuché decir a mi madre. Entrando en la casa somos guiados a la sala, Savannah no se despega de mi costado en ningún momento y sus ojos vagan por toda la habitación.

—La cena tardará un poco, Demian está consiguiendo la sangre animal para... la señorita —comenta la señora Black.

—Mi nombre es Savannah Hoult, señora —respondió la rubia. Extendiendo su mano hacia la mujer que se la estrecho con una sonrisa en los labios y nos indicó que nos centráramos esperando a su hijo.

—Mantén la calma hijo —susurro mi madre cerca de mi oído. Savannah, que también tiene oídos desarrollados, lo escuchó, pero no dijo nada.

Savannah
🌟🌟🌟

La tensión en la mesa se sentía, por más que los padres de Carter y los Black intentarán sacar conversación, las miradas entre el chico que estaba a mi lado y la pareja presente eran hostiles. Bebiendo a sorbos pequeños la sangre de mi copa, miré al alfa que devoraba la carne, sin emitir palabra alguna, escuchando todo lo que estaba diciendo el líder del clan valiu.

—Nos preocupa la llegada inesperada de una nueva familia de vampiros y que no se nos haya avisado antes —habla la señora de la casa captando ahora mi atención.

—Mi familia necesitaba marcharse de la ciudad y escuchamos que una comunidad de vampiros y valius vivían en nuestro antiguo hogar. Un lugar que sigue la dieta de mi familia, la cual es de sangre animal y cada cierto tiempo ingerimos sangre humana. La cual es comprada en bancos de sangre o solicitada a la corona de la realeza vampírica. En nombre de mi familia pedimos disculpas por venir sin previo aviso, desconocemos en totalidad las reglas de este sitio y ofrecemos nuestro favor para con su manada —aseguro con voz firme. No planeamos tener problemas con los lobos, tan solo queremos seguir manteniendo nuestra vida normal sin tanta parafernalia de ser uno de los clanes más cercanos a la corona, aunque no vivamos en Transilvania.

—¿Algún motivo en especial por el cual se hayan tenido que marchar de su antigua residencia? —cuestiona una chica de ojos azules. Siento su aroma sutil a lobo, pero humana a la vez y me sorprende que sea una cazadora al igual que la señora Black. A lo largo de mi larga existencia he conocido a muchas especies diferentes y una de las más crueles y narcisistas de todas son las Red hood. Superando por mucho a las brujas.

—Las personas comenzaron a sospechar de que no envejecemos y tuvimos que irnos para no poner en peligro nuestra seguridad ni la de otras criaturas que habitaban cerca de nuestro entorno —respondo. Dándole otro sorbo a la sangre, miro a la castaña que seguía analizando mi rostro como si estuviera escondiendo algo más.

—La manada tiene reglas que deben aprender si quieren continuar viviendo en su refugio, tu familia debe seguirlas o de lo contrario tendremos el derecho a matarlos —interrumpe el alfa señalándome con su tenedor, esta cena me está resultando cada vez más tensa.

—Mi familia está abierta a seguir las normas, sigamos siendo educados, señor Black. No hemos venido a este pueblo a recibir malos tratos, mi familia no busca conflictos con ustedes ni con otras familias de vampiros —comentó. Tomando otro sorbo de sangre vuelvo a hablar —Dígame, señor Black, ¿mi familia está segura cuando en su propio techo viven dos cazadoras? —interrogó con seriedad. Los cubiertos en la mesa dejaron de escucharse y pude notar el nerviosismo de Carter al tomar mi mano encima de la mesa.

—Si lo que tratas de insinuar es que no sé qué vivo con dos cazadoras, estás equivocada. Lo sé y estoy seguro con ellas porque son mi familia y no dañará a nadie que no rompa las reglas. Eres una gran diplomática Savannah, pero la próxima vez no dejes que los celos nublen tu juicio —habla el alfa.

—¿Celos de qué? —preguntó sin comprender a dónde quiere llegar con esto.

—De Carter.

No pude contenerme. Estallé en carcajadas que me hicieron llorar. Él pensaba que yo tengo algo con el hijo del líder valiu, es agradable, pero apenas nos conocemos.

—Perdón. Entre nosotros no existe nada. Somos amigos y si fuéramos algo más, le aseguro, señor Black, que los celos no me dominan. Cuando eres un vampiro esas cosas dejan de importarte —mirando a Carter suelto mi mano de la suya con una sonrisa.

—Creo que acaba de suceder un malentendido, debimos preguntar primero antes de suponer que eras la pareja de Carter. No queremos incomodar a nadie, este pueblo es lo suficientemente grande para albergar a más criaturas que busquen refugio de los humanos —interrumpe al alfa, Angelic. Bebiendo un sorbo de su copa de vino, intercambia una mirada con este y luego con Carter que desvía su mirada. Para este punto de la noche me preguntó qué pasó entre ambos para que exista esta tensión.

—Mi clan está agradecido con ustedes, como ya lo dije antes sé lo recompensaremos con lealtad y protección de otros clanes —añado con más calma. Sé que no estoy siendo vigilada por Aleera, pero le debo a mi familia que esto salga bien.

—Pueden quedarse y el incidente con el campista queda perdonado. Entiendo que aún no supieran las reglas y que su necesidad de sangre algunas veces es incontenible —habla el alfa. Los señores Franttini se atragantan con su comida, pero yo mantengo la calma y por una vez en mucho tiempo asumo mi responsabilidad.

—Lo del campista no es culpa de mis padres, mis hermanas o de otros vampiros —digo. Por debajo de la mesa recibo un ligero golpe por parte de Carter. Ignorando esto digo la verdad —Es mi culpa, rompí mi dieta hace un par de meses y mezclado con el uso de drogas todo se me fue de las manos. Estoy limpia desde hace un mes, bajo constante vigilancia de mi familia y Carter. Estoy tratando de rehabilitarme. Y si tengo que recibir un castigo por lo que pasó, lo recibiré sola. Nadie de mi clan o de la comunidad merece pagar por mis actos —aclaró sincerándome. Sé que estas últimas décadas he sido más una carga que una ayuda para mi familia y es por eso que debo asumir mis consecuencias.

—Es muy valiente de tu parte admitir que casi matas a un humano y que desde antes de venir ya tenías problemas con tu dieta. Pero confío en que puedes salir adelante Savannah, fuiste honesta y es lo que cuenta —dice la señora Black. Mi pierna, que hasta el momento en que sentí el tacto de Carter sobre esta no me percaté que la estaba moviendo nerviosa, se calmó y viendo al rubio sonreír me sentí mejor. Más aliviada de decir la verdad y no seguir mintiendo.

Hola, murciélagos. ¿Qué tal les pareció el reencuentro? ¿Cómo ven a Sav y a Carter? Ya saben que si quieren más capítulos deben votar y comentar. Esto anima a seguir escribiendo.