Capítulo 22
Dedicado a todos los lectores gracias por su ayuda.
La velada no estuvo tan mal entre Gina y Gorka, hablaron de todo un poco y el tema principal fue Gael. En cierto modo Gina quería ayudarlo a pesar de todo el daño que la había echo.
Gorka no tardó en molestarse preguntándole el motivo por el cual debía ayudar a Gael.
—Simplemente porque es el padre de mi hija. —Respondió algo avergonzada mirando su copa.
—Gina, mírame, entiendo que sea el padre de tú hija. ¿Pero tú acaso has olvidado todo lo que él te ha hecho?
Gina no pudo responder, en su interior había odio hacia Gael, pero tampoco quería hacerle daño a su hija con separarla de su padre.
Tras terminar la cena ambos se fueron a la casa de este para poder estar a solas dejándose llevar por la atracción que sienten.
Tumbados en la cama sudados y reponiéndose del asalto Gina probó con una simple pregunta a Gorka.
—Gorka, ¿porqué no tienes novia, es por tú carrera?—Una breve sonrisa se dibujó en el rostro de ella emocionada por poder escuchar las palabras mágicas que tanto desea escuchar de boca de él.
—No es por eso, es porque me gusta mi vida, sin ataduras y subiéndose la adrenalina por mis venas cada vez que conduzco mi preciosa moto.—Al parecer esas palabras no eran las que quería escuchar Gina, por lo tanto se excusó y salió de la cama que momentos antes había hecho el amor con el hombre que la hace sentir tan bien. O eso creía ella.
Cuando su cuerpo se deslizó en el asiento atrás del taxi, Gina no pudo seguir mintiéndose a sí misma. Había sido una estúpida en volver a creer en el amor, creer que un hombre trataría de protegerla y quererla. ¿Acaso estaba pidiendo mucho?
De pronto su móvil soñó, el nombre de su hermana se reflejaba en la pantalla.
—Nayet que tal, ocurre algo.
—Gina por favor ven a mi casa se trata de Kendal. Ven por favor.
—Sí claro voy para allá.—Algo desconcertada Gina guardó de nuevo su móvil en el bolso, indicándole al conductor que cambiase la ruta.
Sus ojos platino iban abriéndose lentamente, confuso miró para todos lados, inmediatamente se sorprendió que la mujer que dormía junto a él no era su mujer. Se echó sus manos a su cabeza intentando recordar algo. Pero tan sólo recordaba que se encontraba tomando una cerveza con unos amigos. El cómo había acabado en la cama de Sara era todo un misterio.
—Buenos días mi amor.—Le susurró ella mientras intentaba besar a Kendal.
—Qué significa esto Sara, que me as hecho, responde.
—Yo, nada. Sólo estuvimos tomando unas cervezas y ya sabes el final.
Kendal sintiendo brotes de rabia recorrer por su cuerpo se levantó poniéndose su ropa para poder enfrentar a esa mujer.
—Jamás volvería ha echar un polvo contigo. Dime qué me has echo desquiciada.—El enfado de Kendal aumentaba por segundos.
—¡Basta ya! Yo no te hecho nada, tú solito has venido hasta mi cama y hemos echo el amor, te guste o no. O si no mira esto.—Sara le mostró unas fotos donde se podía ver como gozaban en la cama. Kendal apartó sus ojos de esas imágenes comenzando a ponerse nervioso.
—Te juro Sara que si me entero de que lo has hecho aposta para dañar a mi mujer te la vas a ver conmigo. Y te juro que aunque yo acabe en la cárcel, no voy a tener consideración contigo. —Seguidamente Kendal recogió sus cosas y se marchó. Necesitaba tranquilizarse y poner en orden sus ideas para intentar recordar algo.
Nada más llegar su hermana, Nayet se refugió en sus brazos llorando por lo sucedido, su marido la había traicionado. Mientras le contaba la historia el timbre de la puerta sonó. Al abrir la puerta se encontró con sus tres amigas: Violeta, Lili y Dulce. Ésta avergonzada le pidió disculpas. Nayet la perdonó y la invitó a pasar.
—Nayet venimos a consolarte e idear un plan para matar a la doctora esa y que el culpable sea el cabrón de tú marido.—Dijo Lili tomando asiento junto a las demás.
—Esto chicas...
—Nayet, hemos recibido un sms en el cual se ve a tu marido y la zorra de Sara echando un polvo. Así pues, queremos demostrarle que no estás sola y esa zorra le vamos hacer la vida imposible.—Confirmó Violeta.
—¿Vosotras también habéis recibido la foto?—Preguntó Nayet sin salir de su asombro.
—Nosotras y medio personal del hospital.—Continuó Dulce.
Reunidas tomando un café y pensando como se la iban a devolver a Sara, llegó Kendal.
Nayet salió a su encuentro para enfrentarlo, dado que estaba muy dolida por lo que le había echo.
—¿Dónde has estado Kendal?—Empezó hablando Nayet sin rodeos.
—Nayet sé que lo que te voy a contar no te va agradar, pero te juro que yo soy inocente.
—Pero qué cara tienes Kendal. Te pegas un revolcón con tu adorable doctora y ahora vienes para que te perdone. Pues no Kendal, se acabó. Ya estoy cansada de ser la misma idiota que cuando me dé la vuelta me engañes.
—Nayet, te juro que no se como he llegado a esa cama, no consigo recordar nada, solo que estaba tomando una cerveza con unos compañeros, de pronto apareció ella con dos amigas y justo cuando me iba a ir, de pronto veía todo borroso, mi cuerpo parecía que fuese frágil, no tenía fuerzas ni para sostenerme de pie, la cabeza empezó a darme vueltas y ya no recuerdo nada más. Te juro Nayet que esa desquiciada me ha drogado.
—Menos lobos Caperucita. Tú no te acuerdas de nada debido a la borrachera que pillaste.
—Te lo juro Nayet, solo bebí dos cervezas. Por favor creerme.
—No te creo Kendal ni una sola palabra y ahora sal de mi casa y vete con ella. Largo no quiero verte.
—Me voy Nayet, pero te juro por el mostacho de Mafalda que volveré con pruebas sobre mi inocencia, porque jamás te haría una cosa así. —Kendal se marchó echando un último vistazo a su mujer, a única que amaba con todo su corazón.
Tras la discusión, las chicas salieron para sentarse en el salón y consolarla.
—Nayet, siento decirte esto, pero pudiera ser que tú marido no te esté mintiendo.
—Pero bueno Dulce tu de qué parte estás.—Le replicó Violeta.
—Es que he escuchado lo que ha dicho Kendal y justamente hace unas semanas atendí un caso similar. Una adolescente había sido violada y por lo que explicó le sucedió lo mismo que a tú marido. La drogaron dejándola insconciente para después abusar de ella.
—Joder mi madre—Pronunció Lili.
—Entonces, esperad un poco, puede ser que esa zorra le echara algo en la bebida para drogarlo. —Prosiguió Gina.
—A no, os juro que si tuviera a esa zorra delante la agarraría del pelo, después le daría 4 hostias bien das con toda la mano abierta que vamos...
—Tranquila Lili, no mates a nadie todavía y a Kendal menos, lo necesitamos como cebo.
—Qué quieres decir Violeta.—Se preguntaban todas.
—Mirad lo le pasó a Nayet por pegarle una bofetada. Pues para evitar males mayores, lo mejor es la humillación.
Todas en silencio escuchaban las palabras de Violeta referente al plan que le tenían preparado a Sara.
Al día siguiente todo el personal del hospital no dejaba de comentar referente a la foto entre Sara y Kendal. Por supuesto cada uno sacaba sus conclusiones.
Ese día Kendal se la pasó en el quirófano, pero nada más salir las miradas de sus compañeros lo acechaban, y eso conseguía que se le endurezca su genio consumiéndose por dentro del mismo coraje de verse envuelto en una mentira.
Su móvil sonó, se trataba de Violeta. Confuso escuchó todo lo que le decía y sin quedarle de otra aceptó. Lo único que deseaba era volver junto a su mujer e hijo y demostrar su inocencia y ese amor que le tiene.
Eran las siete de la tarde, cuando Sara salía de su apartamento para encontrarse en un hotel con Kendal.
Al llegar, Sara sin ningún pudor lo besó en los labios, él sintiendo asco tuvo que seguirle la corriente para que no sospechase de nada.
Juntos subieron a la habitación, hablaron un poco, pero ella estaba impaciente, ardiente de deseo por volver a recordar viejos tiempos.
Despacio ella se fue quitando su ropa quedándose completamente desnuda ante los ojos de Kendal.
Él la inmito, y se quitó su ropa sin dejar de besarla y pasear sus manos por sus curvas.
Cuando la tenía donde él quería, le propuso hacer realidad alguna fantasía. Vendarle los ojos para penetrarla por detrás y ver cada reacción por parte de ella. Ella excitada por la idea aceptó gustosa.
Despacio Kendal le puso un pañuelo en sus ojos y se apartó para dejar paso a Eusebio, un jubilado de 62 años que le agrada el sexo y si es con jóvenes mejor.
Sara sentía unas manos que le acariciaban sus pechos tan delicadamente que no tardó en arder de deseo, Eusebio le hacía todo lo que ella decía disfruntando del momento.
Al finalizar el asalto y quitarle el pañuelo Kendal se puso delante de ella y su cómplice en silencio se marchó.
—Que te ha parecido mi idea querida Sarita.
—Wuau. No tengo palabras Kendal ha sido maravilloso.
—Me alegro querida de que te haya gustado porque a mi...Vamos me quedo sin palabras. Pero debo de irme me esperan. ¿Volveremos a repetir?
—Sí claro. La próxima vez que sea en mi apartamento.
—Donde tú me digas.—Besándola en los labios Kendal se marchó dejando a Sara feliz por haber pasado la mejor noche de su vida con el hombre que más quiere.
Abajo en un bar, Kendal se reunió con Violeta, Gina, Dulce, Lili y
—La próxima vez que queráis castigarme llevarme derecho a un manicomio, sois de lo peor pedazo de brujas.
—Anda tonto no digas que no te ha gustado.—Le decía Lili mirándole divertida.
—No le encuentro yo la gracia. Sabes que mal rato he pasado. —Responde Kendal echando un trago a su bebida.
—Así son los castigos—Se burló Violeta.
Todos empezaron a hablar de lo sucedido a la vez que veían las fotos y los vídeos que le había grabado mientras mantenía relaciones con Eusebio.
Kendal agradeció la ayuda a sus amigos, volvieron a pedir otra ronda de cervezas.
Todos en grupo reían y se divertían menos Kendal puesto que la ausencia de Nayet le había escocido, puesto que quería pedirle perdón y hacerla entender que él no tiene ojos para otra mujer que no sea ella.
Por otro lado ella estaba muy enfadada con él. ¿Podrá perdonar Nayet a Kendal?
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Hola queridos y queridas lectores, este capítulo os lo quería dedicar en agradecimiento por vuestro apoyo y ayuda para poder continuar con la historia. Había una lectora que me pidió que se lo dedicase, pero borré la nota de autora y no me quedé con su nombre, pido que me lo vuelva a pedir y encantada se lo dedicaré. O cualquiera de vosotros.
Gracias de verdad de todo corazón y espero que os siga gustando la historia cualquier comentario que dejáis siempre será bien recibido y me estaréis ayudándome. Un saludo y deseo que tengáis un lindo día. 😘😘😘
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