Cuando la chica de ojos cafés acercó el tenedor con comida a su boca lo soltó dejandolo caer en el plato para así comenzar a llorar con tanto dolor.
En la casa solo se podía escuchar el llanto de la chica de ojos cafés.

Sophia estaba sola hacía ya 1 mes, y era porque su marido Peyton había tenido un accidente en una motocicleta de vacaciones en Cancún.
Peyton era el consentido de su jefe y este le había adelantado las vacaciones para Noviembre y para que Peyton regresara a trabajar en Enero.

A Peyton se le había ocurrido la gran idea de ir a Cancún con su mujer la cual para ese día ya tenía una enorme barriga. Sophia estaba más que encantada de ir a conocer por primera vez el mar, pero lamentablemente la chica de ojos cafés terminó odiando algo que siempre quiso conocer.

Y es que Peyton en busca de una aventura más fuerte aceleró su motocicleta por el camellón de la playa hasta que lamentablemente el freno de dicho aparato falló, haciendo que el joven de tan solo 26 años perdiera el control de la maquina y se volcara haciendo que este perdiera la vida en un instante.

- Peyton, solo no subas a esos monstruos.

- Sabes que no me va a pasar nada amor - El joven con cabello negro besó la frente de su querido novia.

- Vuelve antes de las 10 para ir por la cena, por favor - Sophia abrazó a su marido con mucha preocupación. - cuídate Peyton, no te atontes.

- Tranquila, vuelvo en dos horas. - Peyton besó a su esposa, y después besó el estomago ya muy abultado de su mujer. - Te amo.

Ahora el sonido de los sollozos de Sophia eran aun más fuertes. Derrepente la contestadora del teléfono se prendió.

- Sophia, amiga. Espero y te encuentres bien, te deseo una feliz Navidad. - Clara, pensó Sophia al escuchar la voz.

- Hija, espero y estés cenando, soy Jessy. Feliz Navidad. Ojala tú y Nathan estén bien. - La mamá de Peyton

Cómo si esas felicitaciones me regresaran a mi Peyton. - pensaba Sophia.