Capítulo 10 «Secretos dolorosos»
Luke
¡La madre que me parió! Nunca sentí tantos celos en mi vida. Ni siquiera cuando salí con ella la primera vez. Recuerdo que fuimos a un cine de carros y uno de mis compañeros la miró con tanto deseo que me dio ganas de matarlo a golpes, justo como ahora al tontaina de Jackob. Ese día hasta yo miré de manera distinta a Clare. Pero verla besándose con este tipo, ha elevado los celos a un nivel Dios. Cuando llegué a la oficina de mi padre, él aún seguía en reunión. Tenía ganas de tirar todo por la ventana y romper cualquier cosa a mi paso. Archie tuvo que tranquilizarme.
—No sé qué voy a hacer. —Ambos nos sentamos en la habitación contigua a la oficina de papá—. Te juro que como lo vea de nuevo no respondo por mí. Ni siquiera me fío de él.
—Por Dios, Luke —mi amigo intenta ser serio, pero puedo ver que necesita reír a carcajadas—, tienes que calmarte.
—¡Cómo quieres que me calme!¡Cómo quieres que me calme si está con... ese... ese idiota! —Decir su nombre me da nauseas—. Me dan ganas de golpearle su bonito y perfecto rostro cada vez que la toca.
—Clare ya no es tu pareja, Luke. Debes controlarte en la fiesta de esta noche.
—Todavía no sé si iré.
—Se lo prometiste a Vicky.
—Ella y yo no somos tan cercanos —agrego con desgana, y me levanto con impulso—. Ella fue una de las que ayudó a Clare con su apuesta. —Me acerco a la ventana con vistas a la ciudad y las manos en los bolsillos del pantalón—. ¿No lo recuerdas?
—Claro que lo recuerdo —añade cuando llega a mi lado—, pero han pasado muchas cosas en este tiempo. Cosas a las que estás completamente ajeno y son demasiado dolorosas, incluso para mí.
—¿De qué hablas? —Giro mi rostro hacia él con el ceño fruncido.
—Es una historia muy larga —declara, mientras cruza los brazos en su pecho y mira hacia al frente—. Y no creo que me corresponda. Es algo personal de ella. Cuando lo descubrimos, no supe qué hacer.
—Archie, tengo todo el tiempo del mundo —digo, con cierta ironía, creyendo que no sería muy largo el relato. Las cosas con Victoria nunca han sido muy alucinantes.
—Vicky fue abusada sexualmente por su padrastro durante casi tres años cuando estábamos en la secundaria.
—¡Cómo! —Archie debe agarrarme con rapidez, porque mis piernas flaquearon al escuchar semejante locura—. Eso es imposible. Conozco pocas personas que sean buenas de corazón, y ese hombre, te puedo asegurar que es casi un santo.
—Mejor sentémonos. —Nos acomodamos de nuevo en el sofá y sacudo mi cabeza.
—Eso es increíble, Archie.
—Y lo que te falta por saber. Solo puedo contarte sin llegar a muchos detalles —Una sonrisa amarga aparece en sus labios—. Esa es la razón para que fuera tan déspota en la secundaria con cada chico que se acostaba. Finalmente se enamoró de Leonardo, un chico policía y pintor. Cuando él llegó a casa de Victoria, con Clare y Dorothea, se encontraron aquella pintura de terror. Nuestra pelirroja estaba enferma y muy débil. Él se aprovechó de eso. Leo murió forcejeando con él, y su padrastro escapó. Después de eso, todos los meses le llegaban a Vicky sobres negros con constantes amenazas. Pasaron un par de años hasta que ella confiara un poco en sí misma y conoció a su actual prometido. Tiempo después, Lissa la hermana de Bill fue secuestrada y gracias a los conocimientos de Victoria con el francés la rescatamos, pero ese mismo día ella fue raptada también. Todo fue en tan poco tiempo que estábamos como locos. Logramos encontrarla, pero no sin que Vicky saliera ilesa. Recibió un disparo en el muslo.
Paso las manos por mi rostro con cierta irritación. Parpadeo perplejo al ver que ese hombre nos engañó a todos. Eso parece una locura.
—Y sin embargo, ahí los ves a los dos, a punto de casarse. Ella recibió rehabilitación durante un tiempo. Al final todo había sido mentira, o al menos en parte.
—Ahora sí me dejaste en Babi y llegando a Lonia, hermano. ¿Pasó o no pasó?
—Su verdadero padrastro había salido varias veces de viaje, y dejaba a su hermano gemelo en su lugar. Ese era el verdadero violador. Según la prima de Victoria...
—Espera, espera un momento. ¿Desde cuándo tiene una prima? ¿Su padrastro tenía un hermano gemelo? —La consternación es notable en mi cara, y él resopla—. Perdóname, Archie, pero es demasiada información para procesarla en tan poco tiempo.
—Ya lo sé, Luke. A nosotros también nos costó creerlo al principio. Leslie fue la que secuestró a Lissa y a Victoria. Es la hija del hermano gemelo de su padrastro. Leslie confesó que su papá se intercambiaba con su hermano gemelo para buscar algo. El día antes de Victoria entrar en su tercer año de universidad, le llegó un sobre hablándole sobre su padre biológico: Lucio Cranfield.
—¿Lucio? ¿Él no es el locutor de las carreras de motos?
—Eh, hace un poco de todo. También es el jefe de la estación de policía.
—Cierto. Él fue quien avisó a mi padre que su empresa estaba en la mira.
—Ya ves, compañero. Ha sido una locura, y todo eso ocurrió en menos de un año.
—¿Qué fue del padrastro de Victoria? El verdadero —indago con curiosidad.
—Al parecer, cuando se enteró de lo ocurrido con Victoria, se enfrentó a su hermano. Las palabras de Leslie fueron: No lo logró. Desde entonces, hemos puesto una orden de búsqueda y captura en contra de Keith Prescott.
—¿Aún no lo han encontrado? —inquiero, un poco molesto.
—El hombre es una rata muy escurridiza. Siempre logra burlarnos. En nuestro tiempo libre, Damon y yo nos sentamos frente a cámaras buscando a ese malnacido con el fin de encontrarlo y darle justicia a Victoria, a su novio Leo y a Tom Prescott, su verdadero padrastro. Nos hemos quemado las pestañas estos últimos años. Nos propusimos no parar hasta encontrarlo. Muchas personas no saben esto. Preferimos dejarlo en el círculo del equipo. Además de nosotros, Liam, Dorothea y tu padre son los únicos que saben la verdad.
—Pobre Victoria. Pasó un infierno, y yo fui un imbécil anoche con ella y con Bill.
—Has sido un idiota toda tu vida, Luke. Dudo que comiences a cambiar ahora. —Le empujo por el hombro con cierta camaradería.
—Imbécil.
—Ya lo sé, pero me adoras de todas formas.
—Luke —gritan desde el pasillo.
—En la habitación, papá.
—Hola, Archie —saluda mi padre, mientras se acerca al freezer y toma una Coca Cola sin azúcar.
«Definitivamente Clare hizo cambios en él», pienso contento.
—¿Les apetece una cerveza?
—Papá, son las 9 de la mañana.
—Nunca es tarde para tomar una cerveza entre amigos. —Le entrega dos cervezas a Archie, y mi amigo las abre.
—Papá, quería comentarte algo.
—Dispara.
Sonrío entre dientes por su corta respuesta. Clare también dice eso.
—Los chicos necesitan un lugar para asentar la base. Tienen equipamiento nuevo, pero es demasiado grande para el departamento. Estuve pensando en la caseta de los empleados. Tiene suficiente espacio y los chicos lo necesitan.
—Es una buena idea —declara papá, luego de darle un sorbo a su bebida—. ¿Cuándo pueden trasladarse?
—Mañana mismo si se puede, John. De esa manera no tengo que desempacar dos veces.
—Ahora mismo llamo a los chicos para que limpien y organicen el lugar. Nos vemos luego, muchachos.
Después de besar mi cabeza, papá sale de la habitación con el teléfono en la mano y la Coca Cola en la otra.
—Tienes que decirle lo de esta noche —insiste Archie una vez más, y resoplo—. Todos nos acercamos mucho a Bill y Victoria. Estoy seguro que a tu padre le gustará.
—Claro que le encantará la idea, Archie. Soy yo el que no está muy seguro de ir.
—¿Lo dices por Clare o por Jackob?
—¿Y si no respondo a eso? —musito, con ojos de perro empapado.
—Lo acabas de hacer, compañero. Es por los dos que no quieres.
—No soporto verla con él. —Me levanto del sofá molesto y casi derramo la cerveza.
—No puedes culparla —reclama mi amigo a mis espaldas, mientras camino a la ventana—. Tú te lo buscaste.
—Porque ella también apostó, Archie. Nadie supo de eso hasta ese día.
—Con más razón para haberte quedado, Luke. Ambos apostaron, pero ninguno de los dos pensó en cómo les afectaría después.
—Creí que era mejor para ella que...
—Anda con el mismo cuento a otro que no te conozca, Smith. Estás pagando las consecuencias de tus acciones y malas decisiones.
—¿Quieres parar? —añado ofuscado—. Tengo suficiente con Alex como para que también me des un sermón.
—¿Ella también te lo dijo? —pregunta, enarcando una ceja, y yo resoplo—. Pues ya ves. Ambos pensamos igual. El primer paso para que acaben de sanar de una maldita vez es pedirse perdón. Aprovecha la fiesta de esta noche.
—¿Una fiesta? ¿Dónde? —pregunta papá, mientras se acerca a nosotros.
—Esta noche es la fiesta de compromiso de Victoria y Bill.
—Me alegro por esos dos. —Guarda su teléfono en la chaqueta del esmoquin—. Si mi hijo no quiere ir, es su problema. Nos vemos esta noche, Archie. —Atravieso a mi padre con la mirada más letal que tengo—. No me mires así que me desaparezco, hijo mío. Tú te lo vas a perder. Archie, hablé con los chicos. Tendrán la casa lista para mañana en la tarde.
—Muchas gracias, John. Es un alivio.
—No hay nada que agradecer, muchacho. Necesito tener noticias cuanto antes sobre Brandon.
—Después de Clare, serás el primero en ser avisado.
—¿Cómo Hanz terminó siendo la jefa de todos ustedes? —pregunto, con curiosidad—. Ya sé que las palabras terca y mandona son las primeras en la lista, pero de igual manera todos ustedes están calificados para tomar ese lugar.
—En eso te equivocas —modera mi amigo, negando con la cabeza—. Clare puede llegar a mucho más, aún con lo enana que es. —Sonrío por lo bajo al recordar el viejo mote que solo le decía yo—. Ella es calculadora. Sabe llevar cuentas y organizar tanta información como nadie. Se mueve por huecos que nadie sabe aún. Observa mucho, llega a conclusiones y soluciones donde todo está perdido.
—Yo sigo sin creérmelo —recalco, con incredulidad.
—¿Te acuerdas del secuestro ocurrido en España?
Todo el mundo supo de eso. Las noticias seguían hablando una semana después del atentado. Nunca se supo quién fue, pero la reina agradeció a las personas que colaboraron con la pol... Fueron ustedes. —Archie asiente a mis conclusiones—. ¿Cómo lo lograron?
—Todo fue gracias a Clare. La pobre había llegado de otra operación y la llamaron urgentemente desde España. Nuestro equipo es reconocido, Luke, pero desde las sombras. De ahí surgió nuestro nombre. Tuvimos que movernos hasta España. Victoria y Clare se desenvolvieron bastante bien. Damon y yo detrás de cámaras, Rick, Bill y Vicky recorrían las calles y nuestro encubierto era Alex. Lissa nos consiguió la información del lugar y la banda del secuestro. Esa chica es una piraña en internet. A veces me asusta.
—Espera un momento. ¿Alex? Nah, eso es broma. —Mi sonrisa se paraliza al ver que Archie se mantiene serio—. No estás bromeando. ¿Alex? ¿En serio?
—Todos podemos sorprenderte. Gracias al reconocimiento de Victoria y los chicos, ella pudo adentrarse sin problema. Todo eso en un marco de 48 horas. Clare trazó un plan de rescate y listo. Con ayuda de la policía, logramos sacarlo sin problemas.
—¿Se volvieron locos? La vida de Alex estuvo en riesgo.
—No me hagas reír, colega. Ella puede manejar un calibre 19 mejor que todos nosotros juntos.
—Y yo que creí haberlo visto todo —añado, perplejo.
—Todos nos hemos dejado el pellejo con esto. Por eso queremos estar juntos esta noche. Ellos se lo merecen.
—Vamos, Luke. —Papá coloca su mano en mi hombro y da un ligero apretón—. Así estás con tus amigos, se ponen al día en un lugar fuera de la oficina y te insertas.
—Está bien.
—Nos vemos esta noche en casa de Victoria —se despide Archie, y nos quedamos en un silencio extraño cuando se retira de la habitación.
—¿Todo bien?
—¿Quieres la verdad, papá? —Asiente y me recuesto a la ventana—. Recibí mucha información en estos dos días. Es demasiado para digerir. Y por lo que acabo de escuchar, he estado tanto tiempo alejado de mis amigos que ni siquiera los reconozco.
—Poco a poco. Además, que tengan habilidades y experiencias nuevas, no significa que hayan cambiado por completo. Se puede mantener la misma personalidad a pesar de estar hasta el cuello de responsabilidades. ¿Piensas quedarte o te vas a marchar?
—Aún no lo sé —murmuro por lo bajo y recuerdo haberle dicho a Clare que regresaría a finales de este año—. No estoy seguro.
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