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Capítulo 20

Recibí el libro con entusiasmo y lo conservé en mis brazos, me limité a sonreír en forma de agradecimiento. Según Anderson, todos sus estudios están plasmados en este libro ya desgastado por los años que seguramente pasó enterrado, todo lo que quería saber de los otros signos seguramente está aquí, con esto podré resolver mis dudas sobre las habilidades, no solo de mi signo, si no también de los otros once signos del zodiaco.

El cielo se tornó gris, una fuerte ráfaga de viento sacudió los árboles de manera brusca y en cuestión de segundos comenzó a llover. Gotas caen sobre nuestras cabezas y los relámpagos se escuchan amenazante desde el cielo.

—Es mejor que entremos, en esta zona, cuando llueve hace mucho frio —indicó Anderson con preocupación.

Los dos caminamos hacia el porche encontrándonos con Anelly que permanecía en la hamaca, ella se percató del libro que sostengo en mi mano y lo señaló curiosa.

—¿Qué es eso?

—Es el libro de Anderson, te lo explicaré luego. Primero entremos a la cabaña —le respondí.

Ella obedeció y se levantó de la hamaca acercándose a mí con una sonrisa. Los tres entramos a la cabaña que se encuentra cálida y Anderson cerró la puerta para que así el frio no entrara.

—¿Quieres leer el libro justo ahora? —preguntó Anderson sentándose en la mesa que está en medio de la cabaña —. Las dos pasaron muchos años en esa plantación, quiero enseñarles como es el mundo ahora, como era antes y explicarles más sobre los otros Homoelementals.

—¡Me parece genial! —mi hermana corrió hacia la mesa sentándose en una silla justo frente al hombre. Ella se ve más ansiosa que yo sin duda —. También quiero saber si tengo más habilidades como las de Tania. ¡Las habilidades de mi hermana son sorprendentes!

Me reí y caminé hacia ellos sentándome en una silla un poco apartada, puse el libro sobre la mesa y lo abrí buscando alguna pagina que dijera algo sobre el signo de mi hermana, pero se me complicó bastante. Primero, el libro es extenso, con seguramente más de cien hojas. Y segundo, las hojas amarillas y desgastadas son un poco difíciles de manipular, debo ser cuidadosa para no romperlas.

—¿Quieres que te ayude? —preguntó Anderson conteniendo la risa.

Me rasqué la mejilla asintiendo y le entregué su libro.

—Soy cáncer —le indicó Anelly.

El rebuscó entre las paginas deteniéndose justo en la pagina correspondiente de este signo, nuevamente, me entregó su libro y yo le eché un vistazo antes de compartirlo con mi hermana. El titulo también está en letra cursiva, aunque el contenido es poco, solo consiste en un párrafo y una ilustración que no logro identificar.

—Los cancerianos pertenecen al elemento agua, a pesar de no ser muy habilidosos tienen una capacidad asombrosa que es respirar bajo el agua, pueden permanecer allí abajo sin la necesidad de subir a la superficie a retomar oxigeno... Y no solo eso, son Homoelementals cariñosos y pacíficos, algo que me gusta de este signo, es que los animales acuáticos aman a los cancerianos. Así sea un tiburón o un pez pequeño aman y protegen a los cancerianos —leí en voz alta.

—Ahora entiendo por que los peces de la quebrada no me temían ni me hacían daño... Lastima que tenia que cazarlos —ella sonrió.

—No te preocupes, los cazabas pero los peces no te tendrán resentimiento —le explicó Anderson —. Tú signo es pacifico e inofensivo.

—¿Y entonces... como son los demás signos? —Anelly frunció el ceño dejando en claro su confusión.

Ni siquiera comencé a buscar en el libro, miré a Anderson esperando una respuesta de su parte. La verdad es que me sorprenden sus sabias palabras y realmente quiero escuchar su respuesta.

—Bueno, eh... Clasifiqué a los signos —él nos observó a ambas —. Los signos poderosos, inofensivos y los signos guerreros.

—Que interesante —comenté.

—Según mis estudios, los signos más poderosos son los sagitarios, escorpio, libra y los capricornio. Yo diría que estos poseen habilidades que podrían causar catástrofes enormes, por ejemplo, los capricornio a pesar de ser muy cariñosos con los animales, podrían causar un terremoto de magnitudes elevadas lo cual pondría muchas vidas en riesgo, aunque muy pocos logran esa capacidad de su poder. Los pertenecientes a escorpio podrían causar tsunamis e inundar una comunidad entera, aunque claro, los escorpio necesitan mucha practica para utilizar esta habilidad y deben aprender a controlar su enojo, ya que es un signo muy vengativo. Los sagitarios no son la excepción, incendian todo lo que tocan, —de inmediato recordé al estúpido Alex y lo que nos hizo, él es un sagitario según lo recuerdo —. Y por ultimo, libra, que es un sigo de aire y provoca tornados.

Anelly abrió la boca sorprendida.

—¿Y yo qué tipo de signo soy? —pregunté.

—Bueno, eres géminis. Diría que formas parte de los signos inofensivos junto con piscis, que provocan la lluvia. Los tauro que son muy esenciales en la naturaleza, hacen crecer frutos y hacen florecer.

—¡Richard era un tauro! —exclamó Anelly emocionada.

Anderson rió y se centró nuevamente en su explicación: —También acuario, que hacen fuertes ráfagas de viento pero aún así no siempre es peligroso, cáncer y por ultimo géminis, una ágil corredora y un ave sin alas.

Los dos posaron su mirada sobre mí, simplemente reí nerviosa contemplando un poco más sus miradas que demuestran alegría.

—Por cierto ¿Tienen hambre? —preguntó Anderson.

Anelly asintió con la cabeza mientras se relamía los labios.

El se levantó de su silla y caminó hacia su pequeña cocina tomando de la estantería un tazón lleno de fresas y una jarra con un liquido amarillo. Nuevamente volvió hacia nosotras dejando lo que obtuvo en la mesa y regresó a por unos vasos hechos de madera.

No pude evitar notar que Anderson tiene casi la misma personalidad que Richard, los dos son alegres y amables. ¿Qué será de Richard ahora? ¿Dónde estará el maravilloso hombre que me cuidó por años y me entregó su amor a pesar de que no era su hija? La verdad es que estoy luchando contra mis pensamientos, recordar sus rostros provoca un vacío desagradable en mi interior, realmente los extraño. Desearía que estuviesen aquí con nosotros, disfrutando del gran alojamiento que nos ha dado Anderson y comer de la exquisita comida que nos ofrecen.

Simplemente, imaginarlos en un calabozo me provoca ganas de llorar, no quiero que estén sufriendo.

Anderson sirvió el jugo en cada vaso y nos entregó uno a nosotras dejando el tazón de fresas en el medio para que pudiésemos comer.

—Ya por ultimo tenemos a los signos de guerra —dijo con un tono alegre y se sentó nuevamente mientras extendía su brazos y recogía unas cuantas fresas que llegaron a su boca al instante —. Leo, aries y virgo... La primera vez que conocí a un chico de Aries me asusté demasiado que recuerdo incluso haberme orinado en los pantalones.

Anelly se rió a carcajadas.

—Lo cierto es que las personas que poseen estas habilidades son también poderosos, pero solo para las guerras. Aunque admito que las bolas de fuego que lanzan los leo son poderosas.

—¿Qué hacen los aries? —preguntó Anelly.

—Escupen fuego —le respondí de inmediato.

Anelly se sorprendió exageradamente, abrió su boca y sus ojos más de lo normal provocando que Anderson estallara de la risa.

Comí algunas fresas y le di un sorbo al jugo de mango. Nos mantuvimos allí sentados en esa mesa mientras hablábamos de nuestras teorías, contábamos experiencias y nos reíamos ante las ocurrencias de mi hermana, sinceramente es una de las mejores tardes que he tenido.

Pasamos horas y horas dentro de esa cabaña que ni siquiera nos habíamos percatado de que la lluvia había cesado.

***

Cuando empezó a oscurecer, Anderson nos permitió darnos una ducha de agua caliente antes de cenar e irnos a dormir. Después de mucho tiempo he logrado tener el mejor día de mi vida, este día fue tranquilo, sin nada de trabajos que implicara lavar la sucia ropa de los guardias de la plantación en la que antes estaba encarcelada, este día transcurrió con tranquilidad.

Salí del baño dejando a mi hermana allí sola mientras se daba su ducha, caminé hacia la cocina en donde allí permanecía el hombre que nos brindó un techo, al parecer se encuentra pensativo.

—Enserio, muchas gracias —le agradecí sonriendo.

Se percató de mi presencia de inmediato y me sonrió.

—No hay de qué, ustedes me agradan y estoy feliz con su compañía.

Los dos reímos al unísono.

—Por cierto, estuve pensando... —él se tocó la barba —. Las expediciones de los mediadores del centro de cabañas seguramente finalizará mañana, lo que quiere decir que volverán mañana. Así que, partiremos al medio día. Iremos a ellos y les informaremos sobre la plantación, luego seguramente las ayudaran a recuperar a sus amigos y liberar a los esclavos.

—¿Crees que los guardias de la plantación cederán así de fácil?

El negó con la cabeza ante mi pregunta.

—No quiero asustarte pero... Creo que se viene una guerra, liberar a tus amigos y a los demás esclavos no será nada fácil —me responde.

Sus palabras retumbaron en mi cabeza. La guerra de seguro pasará, y si es necesario, participaré de ella para liberar a mis amigos.

Fin del capítulo... ¿Les ha gustado? 

Nuevamente agradezco a todos aquellos que me han apoyado con esta historia.

<3

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