Richard no se detuvo, incluso cuando llamé a su nombre múltiples veces. Simplemente está dispuesto a alejarse, él quiere estar solo pero yo no lo dejaré, no permitiré que sus pensamientos y los terribles recuerdos lo lleven nuevamente a ese agotador sentimiento de tristeza, no esta vez.

—¡Detente de una vez! —le grito en forma de orden, pero aún así no se detuvo.

Dirigí mi mirada hacia atrás, nos estamos alejando de los demás pero al menos logro ver un poco la luz que produce la fogata, eso me indica que al menos sabré como regresar.

Richard camina con firmeza, y aunque no estuviese corriendo ni agilizando su paso se me hace difícil alcanzarlo, mis piernas duelen incluso al producir el mínimo movimiento, y para mi mala suerte ahora me encuentro caminando, o más bien intentando correr.

—Por favor, Richard. Es momento de hablar de lo sucedido, es momento de ocultar todo lo que pasó en lo profundo de nuestros corazones. ¡No es el momento indicado para llorar! ¡Piensa en tu hijo!

Al fin... se detuvo aún dándome la espalda, pude detenerme estando a unos pasos detrás suyo, lo suficientemente cerca.

Mis piernas empezaron a temblar, era como si ya no soportaran mi propio peso, y para ser sincera, caminamos horas sin descanso.

—¿Cómo puedo olvidar todo lo que sucedió? Aún no he olvidado los rostros de tus padres, ni la sonrisa de mi amada —la voz de Richard se quebró y en cuestión de segundos, comenzó a llorar.

Caminé unos cuantos pasos más hacia él y descansé mi mano en su hombro.

—No puedes olvidarlo, pero si superarlo, y créeme, estaré contigo por que estamos juntos en esto, por que también viví lo que tú viviste y se como te sientes.

Las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos, pero debo ser fuerte.

—Aunque estemos lejos de la plantación, aún no podré olvidar todo lo que sucedió allí. ¡Ese lugar arruinó mi vida! —su tono de voz refleja enojo.

Tragué saliva mientras los recuerdos llegan a mi mente de una forma rápida y luego se desvanecen. Es cierto, no se puede olvidar lo que se vivió allí, ni mucho menos las torturas y los pesados días de trabajo.

—Es momento de desahogarnos, ya no aguardes más silencio, estoy contigo y lo sabes —le dije tranquilamente —. Ese lugar nos cambió a todos, pero mira, ¡mira donde estamos ahora! ¡Escapamos, Richard! Ya lo hemos hecho, ahora solo falta alejarnos, eso es todo. No puedes caer, por que a pesar de que tú vida se arruinó por culpa de la plantación aún te queda mucho por vivir, aún podrás estar con tu hijo frente al mar.

Sonreí al imaginarnos a todos juntos en la playa, tocando la arena y escuchando el sonido de las olas que vienen y se van, corriendo en la arena y disfrutando del paisaje.

Richard se volteó hacia mí, sus mejillas están húmedas y los ojos los tiene rojos, pero aún así sonrió asintiendo levemente: —Tienes razón, Tania. Aún hay muchas cosas de que desahogarnos, y creo que este es el momento.

El caminó hacia un árbol y apoyó su espalda en aquel, cruzó sus dos brazos sobre su pecho y tomó aire varias veces, yo mientras me quedé allí observándolo dispuesta a escucharlo y apoyarlo con lo que sea necesario. El necesita tiempo para recuperarse y es justo lo que está haciendo.

—Le mentí a mi hijo... Le mentí sobre la muerte de su madre —suspiró.

Noté que una lagrima se desprendió de su ojo pero él la apartó de su mejilla rápidamente.

—¿Por qué... Por qué lo hiciste? —le pregunté.

—Siendo sincero, no lo pensé con claridad. Adam llegó un día a la cabaña y lo preguntó de repente, no supe que responder y pensé que si le decía la verdad se sentiría peor, o eso creí.

Me acerqué a él lentamente y lo miré fijamente escuchando sus palabras.

—Eso es todo, le dije que a su madre la encontraron robando frutas del almacén y que la mataron, pero en realidad murió por ser parte de la rebelión de aquel entonces.

Mis padres también fueron parte de esa rebelión, y su final fue el mismo.

—Te entiendo, yo. Para ser sincera, yo... Aún no le he dicho a mi hermana como fue la muerte de nuestros padres, creo que es muy pequeña como para entender la muerte, y no estoy lista tampoco —le dije y tomé aire tratando de no llorar.

—¿Los extrañas?

La pregunta de Richard me toma desprevenida, nunca me había preguntado algo así en los años que hemos estado juntos.

—Si, tenía once años cuando sucedió y mi hermana era una recién nacida. Y aunque tal vez hayan pasado muchos años, aún los recuerdo como si todo hubiese sucedido ayer, la verdad es que en la plantación no se ve mucho la diferencia de los años.

Los dos nos quedamos en silencio por un momento, pero la curiosidad me invadió, realmente quiero saber más de todo lo que ocurrió en la rebelión, como eran mis padres antes de que yo naciera. Creo que este es el momento para hacerlo.

—Richard —lo llamé en voz baja —. Tengo varias preguntas. Desearía que las respondieras, aunque no sé si estas estable emocionalmente para hacerlo.

El asintió sin decir ni una sola palabra.

¿Por donde debería empezar? ¿La rebelión? ¿O mis padres?

—Nunca supe de mis padres, ellos no me hablaron de como eran antes de que yo naciera. Tú eras amigo de mi padre incluso antes de que fueran capturados y llevados a la plantación, ahora, recuerdo los rostros de ellos pero no sus nombres, solo quiero que hables.

Richard se mantuvo en silencio por un momento, pero luego cedió a responder. Caminó hacia mí y se sentó allí en el suelo sin más. Repetí su acción sentándome a su lado.

—Tú padre se llamaba Raúl, y tú madre Marcela. Me capturaron antes que ellos, tú padre me dijo que él y tú madre estaban teniendo una caminata en el bosque, o algo así como una cita —Los dos sonreímos casi al mismo tiempo —. Desgraciadamente fueron encontrados por los hombres que en ese entonces habían fundado la plantación, y tus padres junto conmigo fuimos casi los primeros esclavos.

Alcé mis cejas sorprendida, es decir, Richard lleva demasiado tiempo en aquella plantación.

—Luego naciste tú —Richard acaricia mi cabeza y sonríe —. Tus padres estaban felices por tú llegada incluso estando en un lugar como ese, eras tan pequeña. Recuerdo que siempre salías a perseguir mariposas, a tu madre le encantaba eso de ti. Y tú padre, siempre te enojabas con él por que cazaba peces en el agua.

Richard y yo nos reímos. De verdad los extraño.

—¿Tienes alguna otra pregunta? —Richard me mira sonriendo, pero se que en el fondo quiere seguir llorando.

Sin embargo asentí.

—Quiero saber una ultima cosa. ¿Qué sucedió en la rebelión?

Siento que estoy interrogándolo, ya es suficiente. El me miró un poco preocupado, tal vez lo tomé desprevenido y esto es un tema que realmente le afecta, por que no solo murió su esposa, si no también su amigo que era mi padre, y demasiados esclavos que él conocía.

—¿De verdad quieres saber? ¿De principio a fin?

—Si, pero si tu no quieres...

—Lo haré, te lo diré todo. Pero esta es la ultima pregunta que haces sobre eso. ¿Entendido? —dijo de repente interrumpiéndome.

Asentí con la cabeza.

—Antes de la rebelión, algunos del sector dos se reunían con tus padres y con algunos esclavos más del sector cuatro. En ese entonces, la guardia era mínima, y aprovechaban aquello para reunirse en el almacén y planear el escape de la plantación... No recuerdo muy bien, creo que el sector dos estaba dispuesto a ser parte de la rebelión por que ellos mismos la habían planeado, y en mi sector, en el sector cuatro todos estábamos seguros de que participaríamos.

—¿Y los demás sectores? ¿No sabían de la rebelión que se aproximaba? —le pregunto.

Richard negó con la cabeza y noté que tragó saliva, luego continuó.

—La noche de la rebelión, las cosas salieron mal. El sector cuatro fue el primero en atacar a los guardias, y en el sector dos... Solo vinieron cuatro o cinco personas a ayudar, al parecer el resto del sector se había arrepentido —Richard contuvo las lágrimas —. Los guardias empezaron a atacarnos, la mayoría eran de elementos de fuego, lo que recuerdo es haber visto a varios de mis amigos envueltos en fuego que consumía todos sus cuerpos y ellos simplemente morían, ¡Fue horrible! había demasiado humo.

Las lágrimas empezaron a desprenderse de sus ojos, nuevamente.

—Yo estaba al lado de tus padres hasta que los perdí de vista, y me encontré con mi esposa escondida en una de las cabañas del sector. ¡Fue mi culpa, dejé que se quedara en la cabaña! —tomó aire y continuó —. Una bola de fuego cayó en donde estaba escondida, la cabaña se incendió con mi esposa adentro, traté de salvarla... Ella estaba en el suelo... Solo pude salvar a Adam, en esos tiempos tenía cinco años, recuerdo que algo golpeó su cabeza y por ello no recuerda nada de ese día.

Abrí mi boca desconcertada, debió ser terrible ese día. Las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, realmente no me imaginé que todo hubiese ocurrido así.

—Tus padres...

—Puedes parar aquí, sé como murieron mis padres y lo que ocurrió después. Lo recuerdo... Sé que luego de que ellos murieran tu me encontraste y me protegiste junto con mi hermana y tú hijo. Es suficiente —lo detuve antes de que terminara su frase, realmente no quiero saber más de ese trágico día.

El asintió y se limpió las lágrimas.

—Lo siento mucho.

—¿Por qué lo lamentas?. Tu no tuviste la culpa de nada —me observó, sus ojos color miel están inundados en lágrimas.

—Yo, lamento todo lo que te ocurrió. ¡Fue terrible! Lamento no haberte podido ayudar en ese entonces... —lo lamento de verdad, después de un año de lo sucedido Richard se encontraba demasiado triste, no quería comer ni trabajar. Era muy pequeña y no sabia como ayudarlo.

—También lamento lo de tus padres... Ahora, creo que ya me desahogué lo suficiente —se levantó del suelo y me extendió la mano. Le sonreí antes de tomar su mano y él me ayudó a levantarme del suelo —. Tania... Gracias. Estoy muy orgulloso de ti, eres como otra hija para mí.

Lo golpeé en el hombro sin tanta fuerza y reí. —No seas demasiado cursi, ¡me harás llorar!

El se rió.

Mi corazón empezaba a a sentirse tranquilo.

Sin embargo, la tranquilidad se esfumó en un instante.

—¡Ayuda! —el grito de mi hermana nos alarmó de inmediato, seguido de aquello se aproximaron los gritos de Nancy.

—¡Rápido, hay que volver! —me ordenó Richard y salió corriendo adentrándose en los árboles.

Hice lo mismo, corrí lo más rápido que pude temiendo lo que sea que haya pasado.

He subido este nuevo capítulo ¿Qué creen que va a suceder?

También quería agradecer a  Mxc60nd5  Enserio, muchas gracias por tú apoyo, eres genial y no me cansaré de decírtelo, excelente escritora. Muchas gracias.