—Ni siquiera a mí me saludas con un beso en la mejilla—. Reclamó Yoongi— ¿Por qué él sí? ¿Te gusta?
 
—Basta Yoongi.
 
—¿Por qué te negas al amor, Jungkook?
 
El susodicho rodó sus ojos, no respondió la pregunta, y continuó guardando sus útiles.
 
Yoongi estuvo molestandolo durante ayer y desde que llegó al colegio no ha parado de preguntarle si le gustaba Jimin o que tipo de relación tenía con él.
 
Él no tenía una relación especial con nadie, Jimin fue quien tomo el atrevimiento de besar su mejilla.
 
—¿Te parece lindo Jimin?
 
—Es bonito—. Contestó sinceramente—. Pero eso no quiere decir que me guste, no hagas teorías locas.
 
—Pero, ¿por qué te cerras así? Te parece bonito, y él también tiene interes en ti, deberías intentar conocerlo.
 
—Jimin es un menos, Yoongi.
 
—¿Y qué tiene que ver eso? El amor no tiene signos.
 
—Pero para mis papás sí. De todos modos, no sabemos si él tiene un interés verdadero en mí, no puedo confiar solo porque me da un beso en la mejilla.
 
—Pero puedes conocerlo, tonto.
 
—Yoongi, basta.
 
—¿Por qué sos así, Jungkook? Harían una linda pareja, además, Jimin es un buen chico, él no te lastimaria.
 
—¿Cómo estas tan seguro?
 
—Lo conozco desde hace un buen rato ya.
 
—¿Desde hace cuanto?
 
—Deberás preguntárselo a él.
 
Jungkook bufó. Colocó su mochila en su espalda y salió del salón, siendo seguido por Yoongi.

¿Por qué Yoongi veía todo tan simple? Seguramente él no lo entendía porque estaba saliendo con un más, sus papás no le reclamarian por ello, pero, ¿si Taehyung fuera un menos? ¿Verían las cosas de la misma forma?
 
Sus padres no permitirían que su historial familiar se manche con un menos, una familia tan correcta como los Jeon no podían tener un menos entre ellos.
 
Él comprendía el pensamiento de su familia, incluso lo compartía, pero ayer en la noche, su cabeza se lleno de preguntas, cuestionamientos que nunca tuvo, y una inmensa necesidad de un porqué. Penso mucho, e intentó encontrarle justificación, y en algunos casos encontró alguna, pero había otras que por más vueltas que le de, no lograba resolverlas.
 
Él sabía que Jimin era alguien prohibido, sabía que no debía interesarse en él, o incluso intentar ser cercano, pero, ¿qué hacía con esa sensación tan linda que tenía cada vez que recordaba su sonrisa? ¿Cómo borraba ese sentimiento tan lindo que se aparecía cada vez que pensaba en él? ¿Qué debía hacer con esa atracción que sentía por Jimin?
 
Él sabía que no podía estar con Jimin, pero no podía evitar encontrarlo hermoso y sentirse atraído por él.
 
¿Por qué no podía gustarle Jimin? ¿Por qué tenía que limitar su amor a los más? ¿Por qué esos pensamientos le impedían decidir a quién querer?
 
Jimin es bonito, Jimin le atrae, quiere conocerlo, pero de solo pensar en eso se siente culpable.
 
Levanto la vista, y se sorprendió al ver que en la puerta de salidad, se encontraban Jimin y Taehyung.
 
—¿Por qué no me dijiste que iban a venir?— Le susurró a Yoongi, antes de llegar a donde estaban ellos.
 
—Quería que sea una sorpresa, y si te lo decia, lamentablemente no iba a ser una sorpresa—. Respondió con un tono juguetón.
 
Jungkook se limitó a rodar los ojos. Yoongi no tenía caso.
 
El moreno miró a Jimin, él se veía deslumbrante, llevaba ropa que le quedaba demasiado bien, demasiado bien como para evitar que Jungkook no se sienta más atraído por él.
 
—Hey, hola—. Saludó alegremente Yoongi a Taehyung y Jimin, dándole un abrazo a cada uno.

Taehyung y Jimin saludaron a Jungkook con un aprento de mano, y antes de que comiencen a caminar, Yoongi le dió un piquito a Taehyung.
 
Después de saludarse, los cuatro comenzaron a caminar hacía el club.
 
—¿Te gustan mucho los deportes?— Habló Jimin, rompiendo el silencio entre ellos.
 
—Sí, supongo.
 
—¿Supones? ¿Te gusta o no?
 
—O sea, sí, pero no tanto.
 
—¿Y qué te gusta?
 
—No sé...
 
—¡¿Cómo que no sabes?!— Cuestionó sorprendido.
 
—O sea, me gustan algunas cosas, pero no es como que las ame.
 
—O sea, ¿no tenes gustos propios?
 
—¿Gustos propios?— Repitió confundido. ¿Había diferentes tipos de gustos?
 
—Sí, o sea, algo que te guste verdaderamente a ti, que te apasione.
 
Jungkook se puso a pensar (algo que no hacía habitualmente).
 
A él le gustaba el fútbol y el voley, pero no lo apasionaba, no era como algo que él decidió hacer, sus padres fueron quienes lo inscribieron en esas clases, si fuera por él no las harías.
 
Entonces tuvo que retomar el pasado, y buscar que le apasionaba al Jungkook pequeño, que le gustaba verdaderamente, y recordó que se interasaba en el baile, incluso tomo algunas clases de distintos géneros, pero luego tuvo que dejarlo, ya que este fue prohibido. También le gustaba la cocina, pero nadie sabía eso.
 
—Creo que me gusta la danza y...cocinar—. Murmuró, no tan convencido.
 
—Oh, eso está bien. ¿Y cuál es tu comida favorita?
 
—No tengo...
 
—¿Color favorito?

—Tampoco.
 
—¿Estación del año favorita?
 
—No tengo preferencias en nada—. Murmuró.
 
Jimin lo miró sorprendido, ¿tan vacío estaba?
 
—No puede ser que no tengas algunas preferencias, se trata de tus gustos, de ti, de tu identidad.
 
—¿Y a ti qué te gusta?—Cuestiono Jimin.
 
—Me gusta la música, componer, también me gusta el diseño, la moda, y pintar o dibujar.
 
—Wow... Tienes bien definido tus gustos personales.
 
—Es que me conozco... Hay que aprender a conocerse para entenderte y definirse. 
 
Jungkook se puso a pensar, ¿él se conocía? ¿Él sabía quién era? ¿Qué era lo que lo definía? Nunca se tomo el tiempo de pensar en él, en intentar describirse, de buscar su identidad, nunca se había dado cuenta de lo vacío que estaba. 

Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:

–almin♡