Cuando llegaron al club, en la entrada los esperaban Taehyung y Park.
 
Jungkook se sorprendio al verlos ahí, más porque su amigo no le había dicho nada, y tampoco sabía que tenían una tan relación cercana, pensaba que era algo más reciente, sin embargo, estaba equivocado, entre los tres había mucha confianza, al parecer se conocían desde hace tiempo.
 
A veces se ponía triste al recordar que Yoongi era su único amigo. Si bien no le molestaba, le gustaría poder interactuar con más personas, ser más sociable, y no tan tímido.
 
Miró hacía las gradas, y ahí se encontraba Park, estaba hablando con Taehyung, mirando hacía el piso, ambos tenían papeles en las manos, y al parecer estaban escribiendo algo...
 
La primera vez que vió a Jimin tenía una remera ancha y unos pantolones deportivos, aunque la ropa era bastante simple, se veía muy bien. Y ahora que traía puesto una camisa estampada, y short ancho, pero apretado en la cintura se veía mucho más lindo.
 
Jimin es bonito sin ni siquiera intentarlo. Y a Jungkook le molestaba un poco tener que admitirlo, ¿por qué tenía que encajar perfectamente en sus estándares? ¿Por qué tenía que ser tan lindo? ¿Por qué tenía que ser un menos?
 
Sí Jimin hubiese sido un más, él ya lo hubiera invitado a salir, hasta le presentaría a sus padres, pero no, él no podía salir con un menos, sus papás no se lo permitirían.
 
Jimin levantó su vista, y para su mala suerte, justo miro hacía donde estaba él.
 
Jungkook sintió vergüenza de inmediato, y quiso aparta su mirada, pero Park le sonrió, agitando su mano con timidez, y él no pudo evitar sonreírle también.
 
¿Por qué Park tenía que ser tan bonito?
 
No podía decir que le gustaba, porque no lo conocía lo suficiente, pero se sentía muy atraído hacía él, quedó como flechado desde la primera vez que lo vio, quería acercarse, quería ser cercano a Jimin, pero sabía que no podía, no era lo correcto.
 
Ni quererlo, los agapórnis comenzaban a volotear en su estómago, y en su cerebro la feniletilamina comenzaba a producirse.
 
—¡Jeon Jungkook, atención al juego!— Le gritó su entrenador, y él rápidamente dejó de mirar a Park, para prestar atención.
 
Podría pasar horas mirándolo, y enumerando las razones por las cuales lo consideraba hermoso. También podría hacer una lista con los motivos que le impedian intentar algo con él, y aunque esa sería más corta, tendría más influencia.

—¡Jeon Jungkook, la última vez que le llamo la atención!— Le volvió a gritar el profesor.
 
Esta vez hizo una referencia, y se disculpo por lo distraído que estaba. Volvió a poner la atención al juego, e intentar concentrarse. Aunque lo único en que podía pensar era en la sonrisa tan linda que le dedicó Jimin.

Jungkook estuvo recibiendo retos por parte del entrenador, durante todo el entrenamiento. Le reclamaba a cada rato que su calidad estaba bajando y que estaba jugando mal, incluso en un momento, lo sacó del campo para cuestionarle su mal rendimiento.
 
—Te espero afuera—. Le dijo Yoongi, antes de salir del vestuario.
 
Jungkook simplemente asintió con su cabeza, y continuó cambiandose.
 
Estaba un poco triste porque él creía que lo estaba haciendo bien y que iba mejorando, si bien tenía un telento intacto para cualquier deporte, en el fútbol siempre se exigía más, no era simplemente ser bueno, debías ser increíble, y rozar la perfección. El estándar eran Messi o Neymar, debían jugar como ellos o estar cerca, sino serían consideradoa malos.
 
También estaba enojado consigo mismo por no esforzarse más, él sabía que podía, solo tenía que entrenar más duro, poner el triple, o el quintuple de esfuerzo, o más si era necesario.
 
Agarró su mochila, y salió del vestuario. Se despidió de sus compañeros, y camino hacía la salidad.
 
La sala en donde se reunían los entrenadores y las demás personas pertenecientes al club, se encontraban en el pasillo hacía la salida, así que terminó cruzandose a su entrenador, quien volvió a retarlo por su mal rendimiento.
 
Eso solo hizo que Jungkook se sintiera más triste.
 
A fuera del club, se encontraban Yoongi, Park y Taehyung esperándolo, así que una vez salió, los cuatro comenzaron a caminar hacía sus hogares.

Yoongi y Jungkook no vivían en el mismo barrio, pero sus barrios son vecinos, así que estaban un poco cerca. Por ello, siempre volvían juntos de los entrenamientos.
 
—Hey, juegas muy bien—. Lo halago Jimin, descendiendo la velocidad de sus pasos, para caminar junto a Jungkook, dejando a la parejita adelante.
 
—¿Bien? Jugué horrible.
 
—Ey no digas eso, para mí estuviste bien, hiciste dos goles, ¿eso no te parece bueno?
 
—Puedo y tengo que anotar más de dos goles, soy el delantero.
 
—¿Por qué te exiges tanto? Lo hiciste bien hoy.
 
—Pero lo puedo hacer mejor.
 
—Pero no siempre estamos bien para hacerlo mejor o dar nuestro cien por ciento, no tienes que precionarte de esta manera, es malo para ti. ¿Comes las tres comidas del día?
 
—¿Por qué preguntas eso?
 
—Porque es importante, la comida es tu fuente de energía, debes comer las tres comidas, y más cuando haces deporte.
 
Jungkook sintió una sensación linda, que le recorrió el cuerpo, lo único que sabía es que la causa era el bonito castaño que tenía al lado suyo.
 
—Gracias—. Respondió después de unos minutos—. Intentaré no exigirme tanto.
 
—Eres muy bueno, no dejes que te hagan creer lo contrario, tú estás bien, el maldito mundo está mal.
 
Jungkook soltó una suave risa, y Jimin no pudo evitar sonreír.
 
Continuaron hablando durante un par de cuadras más, hasta que Taehyung dijo que solo podían acompañarlos hasta ahí, porque sino se haría muy tarde para ellos. Ambos lo entendieron, tenían un horario que cumplir.
 
Yoongi se despidió de Taehyung con un beso, y Tae se despidió de Jungkook con un aprento de manos. Jimin le dió un abrazo a Yoongi, y cuando se acercó a Jungkook, el rubio extendió su mano, pero el castaño se acercó a su rostro y dejó un fugaz beso en su mejilla, después susurró;
 
—Adiós, bonito—. Se dió vuelta y comenzó a caminar como si nada, como si no hubiese alborotado a todo su sistema con esas simples acciones.

—Te sonrojaste—. Dijo Yoongi, después de unos minutos.
 
—Cállate, no quiero hablar de eso—. Contestó con un tono frío. Y comenzó caminar apresuradamente.
 
Yoongi ignoró sus palabras y durante todo el camino estuvo molestando con lo sucedido.

Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:

–almin♡