Presencia
Narradora:
El día había comenzado y en una casa ubicada lejos de todas los yo kais, en un bastante silencioso, un yo kai de cabello negro en forma de patas de araña se levantaba de su cama, listo para comenzar el día y hacer lo que según el, era lo más difícil en su vida de espíritu.
- Hoy será el día... -Dijo aquel yo kai en un susurro saliendo de su habitación.
Aquel yo kai de cabello negro, de nombre Aracnio, estaba decidió a confesarcele a su amigo, compañero, rival Eleganfibio.
Había podido dormir más o menos, pues su mente estuvo más al pendiente pensando en lo que le diría, en lo que estaba arriesgando y en lo que haría luego del rechazo, con esto último llegó a la conclusión que se buscaría un lugar más alejado y de difícil acceso para olvidar los sentimientos y volver a amar la soledad que ahora odiaba.
Mientras Aracnio sacaba de uno de los cajones un pergamino con todo lo que podría hacer hoy, en otro sitio, más específicamente en una casa algo cercana al del marca roja en el rostro, estaba un yo kai de cabello marrón corriendo de un lado para el otro.
- Donde está!! -Exclamo el peli marrón desesperadamente buscando algo debajo de su cama.
- Lo habrás dejado debajo de tu almohada... -Dijo su acompañante, un yo kai en forma de zorro.
Aquel yo kai zorro, de nombre Kyubi, conocía muy bien al peli marrón y siempre que esté tenía algo planeado lo dejaba debajo de su almohada con la fe de "Soñar con lo que haría y acordarselo el día de mañana", aunque nunca sucedía.
El peli marrón, al escuchar lo que su compañero le dijo, busco debajo de su almohada y encontró un papel todo arrugado con varias palabras y uno que otro dibujo.
- Aquí está!! -Exclamo muy feliz el de piel beige.
- Ya sospechaba que estaría ahí...
- Bueno, hoy será.... -Dijo Eleganfibio bastante nervioso.
- Te deseo mucha suerte.... Estoy seguro que te va bien... -Dijo Kyubi observando a quien alguna fue su líder, aunque para el seguía siendo lo.
- Muchas gracias por los consejos Kyubi, ire con Aracnio ahora mismo.. -Dijo Eleganfibio con una gran sonrisa en el rostro apunto de salir de su habitación.
- Enserio te acuerdas todo lo que te dije? -Le pregunto el zorro con algunas dudas.
La noche anterior habían estado hablando de todas las posibilidades que tenía para confesarcele al peli negro y si que habían sido bastantes.
- No te preocupes Kyubi... Me las acuerdo de memoria.. -Le respondió Eleganfibio con una sonrisa abriendo la puerta para poder salir y visitar a su amigo.
Lo último que el zorro había visto, era ver salir por la puerta a su líder corriendo hasta la casa de su amigo.
- Bueno... Supongo que lo trabajo termina aquí... -Se dijo así mismo aquel gran yo kai.
Kyubi abrió la puerta de la casa y salió de ella, caminando en la dirección contraria de dónde se fue el peli marrón.
- ¿Como te fue? -Le pregunto un yo kai con una bufanda azul.
- A mi bien... Ahora solo falta saber el como les irá a ellos... -Respondio el zorro acercándose más al recién llegado.
- Estoy seguro que les irá bien... Al final sienten lo mismo ¿No?
- Tienes mucha razón...
Luego de que Eleganfibio saliese de la casa, en el camino estuvo repasando todos los consejos que Kyubi le había dado la noche anterior, para su buena suerte tenía buena memoria y se acordaba a la perfección de todos los consejos que le habían dado.
Luego de unos minutos, cuando Eleganfibio llegó a la casa de quién era su mejor amigo y rival, tocó la puerta y espero a que el peli negro le abriera.
Para su suerte no tuvo que esperar por mucho tiempo, pues a Aracnio también se le había ocurrido ir a visitar a su amigo.
- Quien e- Estaba por decir Aracnio antes de ver de quién se trataba.
Ambos estaban parados enfrente del otro y sus corazones palpitaban de forma desenfrenada, estaban estáticos y nerviosos, no sabían que decir.
Un silencio se había formado por unos segundos, que para ellos se sintió como varios minutos.
Aunque fue roto por el dueño de la casa.
- E-Eleganfibio... Qu-Que haces aquí? -Pudo preguntar el peli negro luego de un tiempo.
- Eh... Yo... -Nos sabía que decir.
Había venido a declararsele a Aracnio creyendo que sería fácil, luego se todos los consejos que su amigo Kyubi le había dado, pero cuando lo vio todo lo que había memorizado y aprendido se le había borrado de la mente.
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