-Tu armario es...-Cressida contiene su crítica y luego respira hondo.-Es maravilloso, para una anciana. Lo siento, tenía que decirlo, quiero decir, Violet, ¿qué es esto?

-Mi ropa Cressida ¿estás ciega?-Violet se ríe y lanza su zapato a la cabeza de Cressida que ésta bloquea y mira el feo zapato con horror.-¡Ayúdame! No quiero seguir vistiendo así si lo odias!

Cressida tararea mientras se mueve quitando la ropa de las perchas y tirando la ropa en montones. Tantas perchas vacías permanecen en la mesa de madera dentro del pequeño vestidor de Violet, Violet está acostada boca arriba con las piernas apoyadas en la pared y los brazos cruzados sobre el pecho como una momia. Está mirando cómo Cressida también divide sus zapatos en dos montones.

-¿Para qué son las pilas?-Violet pregunta y se da la vuelta sobre su estómago para ver cómo Cressida se sienta en el suelo y pone sus manos sobre ambas pilas.

-La pila izquierda es para tirar.-Cressida señala y señala las medias que lleva puestas Violet.-Esos deben ir en la pila de la izquierda, la pila de la derecha es material que posiblemente se pueda usar material y para hacer ropa más caliente.

Cressida corre hacia un baúl que ha traído y que está al lado de la cama de Violet, le cuesta cogerlo por lo pesado que es y lo arrastra hasta Violet.-Hice que mi padre le dijera a nuestra criada que enviara un baúl con ropa nueva que se adapte bien a alguien como yo y esto es todo. 

-¿Me compraste ropa?-Violet jadea mientras rápidamente abre el baúl con curiosidad.-¡Cressida, esto es demasiado!

-Oh, por favor, son como sesenta galeones, mi papá los hace en una hora. Cressida sopla y empieza a sacar la ropa del baúl.-Eres una talla pequeña, lo he adivinado, esperemos que mi criada tenga cosas buenas.

-Esto es...-Violet toma un conjunto de lencería negra y su rostro se contrae.-¡Ni siquiera uso cosas como esta, Cressida! No me siento cómoda con m-mi cuerpo.

-Tu cuerpo es caliente.-Cressida señala y tira de la falda larga y las medias que lleva Violet.-Esta falda y estas mallas no te están haciendo justicia, es el primer día de clases, hoy te presenté a Scorpius y a mi hermano y llevabas mallas.

-Scorpius no es mi tipo...-Violet aparta la mano de Cressida y usa sus propias manos para rasgar las medias de sus muslos.-Tu hermano, tampoco es mi tipo, pero tienes razón, las medias tenían que desaparecer.

Las dos empiezan a reírse de lo ridículas que se ven las mallas rasgadas de Violeta y dejan de reírse y se vuelven hacia la puerta cuando esta se abre. La compañera de cuarto de Violeta entra y sus ojos se dirigen a Cressida, que sigue vestida con su uniforme de Slytherin.

-Los Slytherins no están permitidos en la sala común de Hufflepuff, y mucho menos en los dormitorios.-la niña se enfurece y abre la puerta de nuevo, agitando la mano.-Por favor vete, es tarde y me gustaría descansar.

-Ella es mi amiga.-Violet se enfrenta a la niña, pero Cressida la interrumpe rápidamente.

-Está bien, Violet.-Cressida se pone de pie, arrojando su bolso sobre su hombro y empujando a la otra chica.-Claramente, siempre seré la hija de un Mortífago en sus ojos.

Cressida cierra la puerta de la habitación detrás de ella mientras sale. Desde el día en que nació, tanto Cressida como Thomas fueron etiquetados como una línea continua de Mortífagos, ni siquiera tenían otra opción, solo por la familia en la que nacieron, la etiqueta nació con ellos.

-Ya que no tuve tiempo de encontrarte esta mañana.-la compañera de cuarto comienza a hablar con Violet mientras se quita la bata y la cuelga en el gancho al lado de su cama.-El lado izquierdo de la habitación está completamente prohibido para ti; este es mi lado. El lado derecho es tuyo, incluido el armario que tienes abierto, los Hufflepuff se duchan en los baños justo afuera de la sala común.

-Espera, ¿tengo que salir de la sala común para ducharme?-Violet pregunta, luego de una burla enojada por lo estúpido que es poner baños afuera.

-Sí, el horario de las duchas es desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche, si te duchas antes o después de esos horarios tendrás un castigo o un acompañante que te llevará cada vez que necesites ir durante toda una semana.-la chica mete la mano en un cesto etiquetado como ropa limpia y saca un par de toallas, las arroja sobre la cama de Violeta y las señala con la cabeza.-Esas son tus toallas, mantenlas limpias, una limpiadora viene los lunes, miércoles y viernes, así que deja la ropa sucia y las toallas en el cesto de la ropa sucia.

-¿Alguna otra regla?-Violet pregunta sarcásticamente mientras toma una de las toallas de su cama y la cuelga en los ganchos de la puerta del armario.

-Hombres no.-la niña se suma a la lista.-No quiero drama ni tonterías en mi habitación, y mi nombre es Genevieve, pero puedes llamarme Gen si te resulta más fácil.

-Bien gracias.-Violet responde y agarra su otra toalla, arrojándola sobre su hombro.-Voy a darme una ducha.

Violet sale de la habitación, olvidando por completo lo más importante. Tiene sus jabones y exfoliantes en sus manos y su varita encendida mientras la sostiene entre sus dientes, faltan cuarenta minutos para las once y la sala común está completamente vacía. Violet le pagó al chico de El Profeta desde la mañana y fue hace solo una hora y la sala común estaba más llena en ese momento.

Violet camina de puntillas con su varita aún apretada entre los dientes, iluminándole el camino. Sin darse cuenta de las cosas que había olvidado, Violeta sale de la sala común y se dirige a la derecha hacia dos grandes puertas con el cartel de "Lavabo de chicas" colgado en la parte superior. Entra y cierra las puertas de una patada antes de poner sus jabones en la primera ducha que ve.

Las duchas están todas abiertas, hay docenas de ellos a lo largo de las paredes, cada uno separado por una pared de azulejos de cuatro pies, los pisos se sienten fríos, incluso a través de los zapatos de Violet, Violet enciende una linterna en el taburete junto a la ducha y pone su varita junto a la linterna.

Comienza a desvestirse y se pisa la ropa, dejando rastros de suciedad húmeda en la ropa. Mientras el agua se calienta, Violet se desata los zapatos y los coloca junto a la pared, asegurándose de no mojarlos ya que son su par favorito.

***********

Violet se enjuaga después de terminar la ducha y se escurre el cabello por el desagüe. Agarra su toalla y la envuelve alrededor de su cuerpo mientras sale de la ducha y se pone su ropa vieja.

-¡No no no!-ella grita en voz baja en su mano y golpea la pared con ira.-¡Cómo podría olvidar mi maldita ropa!

Recoge frenéticamente la ropa que estaba pisando y se atraganta al ver lo empapada y sucia que está, no podría volver a ponérselo. Su corazón comienza a acelerarse y su cuerpo comienza a calentarse de arriba abajo.

Violet gime de ira y envuelve la toalla con más fuerza alrededor de su cuerpo, con cuidado de que no se caiga con ningún movimiento, guarda sus jabones y su estropajo en uno de los casilleros disponibles y recoge su ropa sucia de la escuela, sosteniéndola en una bola contra su pecho.

Coloca su varita entre sus dientes y comienza a salir lentamente del baño, ella mira a ambos lados en el pasillo oscuro, sin encender la luz de su varita para que nadie pueda verla, comienza a caminar y se sostiene contra la pared mientras sus pies descalzos y mojados tocan el piso frío de los pasillos.

-Estúpida Genevieve.-murmura para sí misma mientras continúa caminando, pero sus palabras apenas son claras debido a la varita entre los dientes.-Ella me vio y no me dijo una mierda, la odi..

Un fuerte aullido escapa de su boca cuando se desliza hacia atrás, pero alguien detrás de ella la atrapa rápidamente por los brazos, la persona la empuja para ponerse de pie y se da la vuelta y ve al profesor Malfoy todavía con su uniforme de profesor y su varita encendida entre los dientes como la de ella.

Él se lo quita de los dientes y la mira de arriba abajo, haciendo que ella cubra incómodamente su cuerpo con sus brazos.-Son las once menos cinco, ¿qué haces en las duchas tan tarde? y lo más importante, ¿qué haces caminando en una toalla?

-Olvide mi ropa.-Violeta gime torpemente y se abraza más al pecho.-No conozco las reglas aquí, soy nueva.

El profesor Malfoy levanta la mano en el aire y, con un rápido chasquido, aparece un jersey verde en su mano, mantiene el contacto visual con Violet mientras se lo entrega y observa cómo se lo pone torpemente sobre la toalla. No hace falta decir nada, ella sabe que quiere que se lo ponga y él sabe que quiere que la observe, sin embargo, nadie actúa en nada, simplemente se quedan sabiendo.

-Gracias.-ella susurra y sostiene su toalla en la mano mientras se pone de pie con su camiseta grande de Quidditch, el jersey le llega hasta la mitad de los muslos, lo suficiente para que pueda caminar sin toalla.

-Ve a tu dormitorio y...-él traga saliva y se esfuerza por no mirar sus piernas desnudas que antes estaban cubiertas por esas medias.-..y no me dejes encontrarte tan tarde nunca más a menos que estés regresando de Astronomía.

-Por supuesto.-Violet responde con un tono sin emociones, ella pensó que darle su suéter era el comienzo de una mejor relación, pero claramente, él es solo un idiota, un idiota con el que se masturbó.-Buenas noches, profesor.

Violet se da la vuelta y comienza a alejarse, el profesor Malfoy la observa alejarse, respirando profundamente para evitar tirar de ella hacia atrás, se aclara la garganta y se da la vuelta, caminando de regreso a su habitación que está al lado del baño de niñas.

Se desabrocha la capa negra mientras camina hacia su habitación y la arroja sobre la cómoda, su respiración está fuera de control, hay un bulto en sus pantalones que no ha tenido por su esposa en años, la última vez que tuvo relaciones sexuales tenía treinta y cuatro años, nunca le ha sido infiel a su esposa, pero esta chica, Violet, lo está haciendo querer.

-Mierda.-él gime y golpea sus puños contra la pared mientras apoya su cabeza contra ella, se desabrocha el cinturón con manos temblorosas y se baja los bóxers lo suficiente como para que su polla salga endurecida.

Envuelve su mano alrededor de la parte inferior y comienza a acariciar lentamente mientras imagina la piel de Violet tocando la suya, sus labios rozaron los de él y luego viajaron lentamente por su cuello mientras sus manos masajeaban su pene, su velocidad de caricias comienza a acelerarse y gime, sintiendo que su cuerpo comienza a sudar.

Un golpe en su puerta hace que se recomponga y se abroche el cinturón, se acerca a la puerta y la abre mientras se arregla el cabello. Su rostro cae cuando ve a su esposa, Astoria, parada en la puerta con una bolsa de equipaje en sus manos.

-Hola mi amor.-ella lo besa en la mejilla y entra, dejándolo estupefacto en la puerta.

Draco cierra la puerta y regresa, limpiándose las manos con una toalla de mano.-¿Qué haces aquí Astoria?-se acerca a ella y arroja su equipaje de su cama al suelo.-No puedes aparecer aquí sin avisar, ¡Yo trabajo aquí!

-¡¿Por qué sientes tanto rechazo por mí?!-Astoria le grita se calma casi de inmediato cuando se da cuenta de que eso no era propio de una dama.-Soy tu esposa, aceptaste este trabajo porque significaba que solo estarías en casa los fines de semana una vez al mes, ¡Estaré en casa, sola, sin mi hijo, sin mi esposo!

-¡Estoy trabajando para ti!-Draco le responde a gritos y junta los dedos para estrechar su mano en su cara con un movimiento enojado.-¡Necesitas tus lujos; tu madre constantemente te pide dinero desde que tu padre falleció y Scorpius necesita algo para heredar! Así que sí, acepté este trabajo para estar lejos de ti y de las tonterías de tu madre, pero también acepté esto por mi familia, para mantener a mi familia porque nuestro dinero se agota cada año!

-¡Ella es mi madre y está sola, no puedes esperar que la deje!-Astoria suspira y tira de su cabello con frustración.-¡Siento que me estoy volviendo loca! ¡Solo quería pasar la noche con mi esposo porque lo extraño!

-Bueno, yo no.-Draco le grita de vuelta.-¡Quería una noche tranquila a solas! Puedes quedarte con la cama y yo con el suelo, supongo que mañana tendré que ir a trabajar con el cuerpo dolorido.

Entra en su baño y cierra la puerta detrás de él, dejando a Astoria llorando en medio de la habitación.

-¡Draco!