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𝟐𝟕: 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐢𝐬 𝐋𝐨𝐯𝐞

-No sé cómo me va a ayudar romper platos contra una pared.-Violet se burla, levantando los platos de porcelana en sus manos y mirando a Draco y Theo como si estuvieran locos.-Pensé que romper platos no era algo bueno, mi madre solía...

-El punto...-Theo gruñe mientras lanza un plato, dejándolo estrellarse contra la pared antes de tomar otro del estante.-...es olvidarte de tu madre y aliviarte

Violet se aclara la garganta mientras Draco le ajusta las gafas en la cara para proteger sus ojos y ella agarra el plato. Se lame el labio inferior con nerviosismo y, con toda su fuerza, arroja el plato al otro lado de la habitación blanca, riendo en voz baja mientras se rompe. De alguna manera extraña, la hace sentir bastante aliviada; como si le hubieran quitado un peso de encima. Se vuelve hacia un lado y alcanza otro plato, pero Draco la detiene rápidamente y ella mira hacia arriba confundida. Primero, él quiere que lo haga y ahora la está deteniendo.

-No la desperdicies, la adrenalina.-él levanta el plato para ella y se lo entrega mientras habla.-Tienes que pensar en todo lo que te enoja y luego romper el plato.

-De acuerdo.

Ella suspira y toma el plato de su mano, buscando un problema molesto en su cabeza debido a su montón de estrés, es difícil elegir cuando no hay nada más que problemas de enojo en su vida, tendrá que quedarse aquí toda la noche si rompe un plato para todos ellos. Violet traga nerviosamente y levanta el plato en su mano cuando algo que la enoja le viene a la mente. Draco y Astoria. Lanza el plato hacia adelante, empujando su pie hacia atrás mientras se lanza hacia adelante debido a la fuerza que usó, el plato se rompe satisfactoriamente y toma otro, repitiendo lo mismo una y otra vez.

Nunca se le pasó por la cabeza que romper platos la ayudaría. Sin embargo, aquí está, sintiéndose mucho mejor cada vez que un plato se rompe contra la pared de cemento al otro lado de la habitación. Debe haber algo por lo que Theo esté tan enojado porque está tirando esos platos como si su vida dependiera de ello, Draco también parece molesto pero está tratando de mantener la calma por Violet porque entonces tendría que decirle por qué él y Theo están tan enojados. Han estado así desde que dejaron la oficina de su padre, pero Theo parece estar más molesto y Violet se muere por saber por qué.

Si hubiera sido algo no tan importante que los molestó un poco, se lo habrían dicho, pero guardan silencio al respecto. Lo único que se le ocurre a Violet es que tiene algo que ver con las carpetas que trajeron tanto Draco como Theo. Carl es el Ministro de Magia ahora, tal vez fue un puesto de trabajo o algo similar, ella solo está tratando de pensar en las cosas más positivas que otras cosas que los enojaron tanto.

-¿Está todo bien?-Violet deja de hacer lo que estaba haciendo y se quita las gafas protectoras de la cara mientras se vuelve hacia Theo.-Tú y Draco han estado muy callados y ambos se ven molestos, ¿Hice algo o mi padre les hizo algo a ustedes? ¿Los despidió?

Theo niega con la cabeza y arroja otro plato, resoplando con enojo.-No es nada importante.-se aclara la garganta y también se quita las gafas, tirándolas a un lado.-Solo algunas cosas del trabajo de las que no deberías preocuparte, así que no te preocupes por eso.

-Vaya, está bien.-Violet resopla y se ríe con enojo mientras regresa para tomar su bolso.-Estoy tratando de no preocuparme por eso...-camina hacia Theo y se pone frente a él, para que los otros muggles no escuchen lo que está diciendo.-...pero es difícil de hacer cuando tienes esta cara de enojo a mi alrededor, entonces, se convierte en mi problema porque tu estado de ánimo también me enoja, los espero a ambos en el auto.

Ella abraza su bolso a un lado de su torso y sale de la habitación grande, dejando caer sus anteojos en el balde con todos los demás. Los pesados ​​pasos de Draco y Theo están muy cerca de ella cuando sale del edificio y camina hacia el oscuro estacionamiento que está siendo iluminado por mis farolas. Ella hurga en su bolso en busca de su varita mientras pisa montones de nieve para llegar al auto estacionado al final. Mientras tanto, Draco y Theo se susurran el uno al otro mientras caminan lentamente, sin necesidad de correr porque son muy altos.

Violet usa su varita para abrir la puerta trasera del auto y se lanza dentro, cerrando la puerta de golpe y esperando mientras los hombres hablan en voz baja afuera, se está cansando del misterio, así que usa un hechizo para escuchar sus susurros.

-¡No puedes decirle!-Draco susurra ásperamente.

-Ella merece saber; esta es su vida.-Theo gruñe.-¡Si esto nos estuviera pasando a alguno de nosotros, querríamos saberlo! ¡Ella tiene que saberlo!

Violet abre la puerta del auto rápidamente y sale a la fría nieve, poniendo su mano en su cadera mientras aprieta la mandíbula. Ambos se giran para mirarla y la miran con sonrisas en sus rostros. A pesar de lo enojados que están los tres, se ve atractiva cuando está enojada. Sin embargo, este no es el momento para la seducción o el sexo. Es en serio.

-¡No se burlen de mi!-ella grita y cierra la puerta del auto.-¡Diganme lo que mi padre les dijo! Los escuche, en caso de que ambos lo hayan olvidado, yo también puedo usar magia.

-Voy a decirle.-Theo levanta las manos y abre la boca para hablar, pero Draco lo interrumpe antes de que pueda.

-¡No!-levanta la mano y mira a Violet.-Vuelve al auto y deja de escuchar a escondidas, no necesitas saberlo.

La cabeza de Violet se dispara en dirección a Draco y ella levanta una ceja.-¡¿Es mi vida de la que estás hablando?! ¡Tengo derecho a saber!-ella trata de no gritar, ya que hay muggles cerca.-¡Por favor Draco!

-Tu padre...

Antes de que Theo pueda terminar su oración, Violet siente una mano fuerte envolviendo su pequeña cintura y su cuerpo es empujado hacia adelante. Su pecho golpea contra un cuerpo cálido y pronto aparece en una ráfaga de viento negro, su brazo se envuelve lentamente alrededor del cuerpo que la sostiene. Puede oler la menta que irradia el cuerpo caliente que abraza su pequeño cuerpo con tanta fuerza, su cara está enterrada en ropa abrigada y puede sentir una mano envolviendo la parte posterior de su cabeza, frotando los dedos contra su cuero cabelludo.

Después de lo que pareció una fracción de segundo, siente que sus pies tocan el piso de madera de su departamento. Tiene sus manos envueltas alrededor de antebrazos musculosos, sosteniéndose mientras mira enojada alrededor de la habitación. Su rostro se vuelve hacia el hombre que la sostiene y se da cuenta del par de mechones rubios en la cabeza que miran hacia sus pies.

-¡Estaba a punto de decírmelo!-Violet empuja su pecho, haciendo que apenas se mueva.-¿Qué me estás escondiendo?

Draco se aleja de ella y arregla su cabello sedoso mientras toma asiento en el sofá de cuero detrás de su alto cuerpo.-Confía en mí, Violet, odio esto más que tú.-él suspira y la mira con esos tristes ojos de cachorro.-¿No puedes simplemente confiar en mí por una vez y esperar hasta que tu padre te diga qué es lo que nos dijo a Theo y a mí?

-Ese es el problema, Draco.-Violet traga y niega con la cabeza.-N-no confío en ti, incluso si quisiera, me has mentido antes y has hecho cosas que me han lastimado, si me preguntas, es difícil confiar en alguien que hace esas cosas.

-Nunca vas a dejar pasar lo de Astoria, ¿verdad?-Draco se ríe enojado y se pone de pie antes de caminar hacia Violet, quien está dando un paso atrás para evitar la tensión.-¡Nunca quise elegirla, Violet!-gruñe mientras presiona a Violet contra la pared por fin.-¡Te deseo! ¡Te anhelo con cada nervio de mi cuerpo! El deseo de arrancarte la maldita ropa atraviesa mi mente cada vez que te veo.

Violet traga el nudo en su garganta y su pecho comienza a moverse a un ritmo rápido. Ella puede sentir las mariposas en su estómago y la pulsación entre sus muslos cuando él coloca sus fuertes manos en la pared sobre su cabeza, la espalda de el está encorvada para que sus ojos estén al mismo nivel y ella no puede dejar de mirar fijamente sus penetrantes ojos grises. Prácticamente puede escuchar los latidos de su corazón desde su pecho y lo está volviendo aún más loco.

-En este momento, me muero por arrancarte esta camisa y morderte la piel, pero... ¡no puedo!-respira con dificultad y convierte sus manos en puños antes de golpear la pared.

Violet se estremece ante su acción y separa los labios para hablar.-No hay ninguna regla que diga que no puedes.-ella tartamudea cuando la punta de su nariz se desliza contra la de ella, sus ojos se cierran para inhalar su olor adictivo.-¿Draco?

-¿Mmm?-él tararea mientras apoya su frente contra la de ella e inclina la cabeza hacia un lado.-Di mi nombre otra vez.

-Draco.-Violet repite en un susurro bajo, deslizando su piel contra la de él y sintiendo sus labios rozar su mejilla tan suavemente.

Violet siente su cabeza sacudirse contra la de ella y abre los ojos para verlo mordiéndose el labio inferior hasta el punto de sangrar. Levanta la mano y roza lentamente con el pulgar el labio ensangrentado de él, extendiendo el líquido rojo por su barbilla pálida, sus ojos parpadean ante la sensación de su toque en su piel y gime en voz baja cuando la escucha chupar su dedo cubierto de sangre.

-Deténte.-él toma su muñeca en su mano y la sujeta contra la pared.-No puedo.

-Si puedes.-Violet mueve su brazo, haciendo que la mano de él se mueva junto con él y la coloca sobre sus senos, ella siente que la mano de el suelta su muñeca y agarra su pecho, provocando que un gemido escape de sus labios carnosos.-Draco, tú puedes.

En este punto, ni Draco ni Violet están respirando. Él está masajeando sus pechos con fuerza mientras sus frentes están juntas y sus labios están separados contra los de él, ambos jadeando juntos. Draco quita la mano de sus pechos y agarra la delicada mano de ella que está contra su pecho, guiándola hacia el bulto que estira sus pantalones. Violet lo agarra y Draco deja escapar un gruñido de placer mientras mueve su mano hacia el botón de sus pantalones.

Violet se chupa el labio inferior mientras Draco abre su botón y baja la cremallera, revelando las mismas bragas negras que llevaba ese día en la oficina de Theo, desliza su dedo frío a lo largo del dobladillo del encaje y lo enrosca debajo, colocando su palma contra su estómago y deslizando su mano hacia abajo.

-Si puedo...-Draco frota su clítoris y ella gime contra su cálido aliento.-...hacerlo ¿Te gusta esto?

-Mmm, s-sí.-Violet asiente con su pesada cabeza y continúa jugando con su bulto por encima de los pantalones, luchando por mantenerse quieta. Le baja la cremallera y desliza la mano por la raja abierta para acercarse a través de los bóxers.-¿Cómo se siente esto?

Mientras sigue dando placer a Violet con sus delgados dedos, Draco gime con fuerza y gruñe.-Tan bien.

-Bésame.-Violet jadea y agita las caderas mientras Draco sigue introduciendo los dedos con brusquedad en su húmeda vagina.

-No puedo.-Draco sacude la cabeza y aprieta la parte inferior de su cuerpo contra la mano de Violet.-No podré parar.

Violet traga y tira de los bóxers de Draco, bajándoselos antes de rodear su dura polla con la mano, la acaricia y frota su pulgar lentamente alrededor de su punta, haciendo que su cuerpo se tense con escalofríos de placer, Draco empuja su mano disponible contra la pared detrás de ella y comienza a mover sus caderas hacia ella para que sus caricias se aceleren.

-Bésame ahora.-repite ella, ahora que su mano rodea su polla expuesta.-No tienes que parar, no hay nada malo en continuar.

-¡Mierda!-Draco saca sus dedos de ella y los limpia en sus pantalones antes de empujar su mano fuera de él, da un ligero salto mientras se ajusta de nuevo a sus bóxers y se sube la cremallera de los pantalones.-No puedo hacer esto, Violet.

Hay una sacudida de conmoción que atraviesa el cuerpo de Violet. Ella ya está excitada y no es hora de parar, pero no puede ir sobre él porque él no quiere. Violet se empuja de la pared y mira hacia abajo mientras se sube el cierre de los pantalones y continúa abotonándose los pantalones mientras camina hacia el sofá en el que está Draco. Sus piernas están estiradas frente a él y sus codos descansan sobre los cojines del sofá mientras apoya sus sienes en la palma de su mano.

-¿Seremos alguna vez como éramos?-Violet se tira en el sofá y aterriza junto a él con los brazos abrazando su torso.-Creía que me odiabas tanto como para quererme.

-Oh, sí que te odio.-Draco se ríe, continuando con su broma mientras coloca un cigarrillo entre sus labios llenos de sangre y Violeta levanta su varita para encenderlo. Inhala el humo y echa la cabeza hacia atrás mientras sale de sus labios en una nube.-Pero yo también estoy empezando a odiar a otra persona.

El corazón de Violeta se le cae al estómago y se siente enferma ante las palabras que él acaba de pronunciar, ¿Cómo es posible que ahora se esté enamorando de Astoria?

-¿Tu esposa?-pregunta Violet en voz baja mientras mira el suelo frente a ella.-¿La odias más que a mí?

Hay una breve pausa, casi como si estuviera pensando la respuesta, sin embargo, incluso en el silencio, Violet ya siente la respuesta en su corazón. Igual que el día fuera de Hogwarts cuando viajaron al pasado. Es la misma respuesta entonces y es la misma respuesta ahora.

-Creo que sí.

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