Violet, Cressida y Thomas están uno al lado del otro al final del salón de baile en la mansión Nott  con la boca abierta y el ceño fruncido, Cressida se encuentra entre los dos que pronto serán novios en pantalones de chándal y una sudadera con capucha. Nunca ha salido de su habitación con pantalones de chándal y una sudadera con capucha, pero está tan conmocionada que ni siquiera le importa lo que lleva puesto.

Thomas lleva una sudadera con capucha negra con pantalones cortos, la sudadera con capucha sobre su cabeza mientras mira el salón de baile frente a ellos con ojos cansados. Acababa de recibir la noticia esta mañana con Cressida mientras que Violet se había enterado ayer.

Ella es la única completamente vestida con pantalones marrones y un suéter verde con el cabello cuidadosamente alisado. Por supuesto, ella sabía todo esto, pero ver que todo estaba planeado frente a ella todavía la hace sentir sorprendida en este momento.

-No.-Violet da un paso atrás y se aleja furiosa.-¡Esto no está pasando! ¡No puedes elegir a quién amo! ¡No puedes hacerme esto, padre!

Cressida y Thomas se alejan de las puertas del salón de baile y se paran detrás de Violet, que está tomando pastillas para que no vean que tiene dolor. Ella se niega a decirles cómo tuvo un aborto espontáneo porque las cosas podrían salirse para admitir que su padre era el padre del bebé.

-Tengo que estar de acuerdo con Violet.-Thomas interviene ahora que han captado la atención de Theo.-Ustedes están locos si creen que esta fiesta de compromiso va a suceder, o incluso una maldita boda.

Violet asiente con la cabeza, rascándose la cabeza con impaciencia debido a todo este estrés.

-Quiero decir, apenas me estoy graduando, ¡ni siquiera he experimentado la vida!-los ojos de Violet se lanzan entre Theo y su padre, rogándoles que no le hagan esto.-¡Por favor! ¡No me hagas esto a mí, a nosotros! ¡Confié en ti! ¡Confié en ustedes dos!

Los ojos de Theo se vuelven llorosos, su corazón se rompe por la forma en que Violet les ruega. Rogándoles que no arruinaran su vida. Le tiemblan las manos por la cantidad de pastillas que tomó para poder convencer a todos de que está bien. Y además de eso, se despierta con personas que preparan una fiesta para su compromiso arreglado. No es justo.

-Carl tal vez debamos...

-No.-Carl levanta la mano para detener a Theo y aprieta la mandíbula.-La boda se va a ser, las decisiones ya están tomadas.

-Entonces ya no tienes una hija.-Violet jadea con disgusto, haciendo que todos en la habitación disparen sus ojos en su dirección.-No quiero volver a verte nunca más, me casaré con Thomas, pero si lo hago, nunca pondrás un pie en mi vida. Por lo que a mí respecta, estás muerto para mí.

-Vi no quieres decir eso.-Cressida susurra detrás de ella, frotando su mano en el brazo de Violet.-Estás molesta.

-Si lo digo en serio.-Violet responde antes de volverse hacia su padre con una mirada de enojo en su rostro.-Quiero que te vayas, esta es mi familia ahora. Vete.

Carl se mete las manos en los bolsillos de los pantalones y asiente lentamente a lo que acaba de decirle su hija. Es difícil que tu familia te eche a la basura, Violet lo entiende y ahora él también. Ahora está empezando a sentir la culpa de permitir que su esposa se lo haga.

-Estaré aquí cuando cambies de opinión.-Carl dice en voz baja antes de echar un último vistazo a su hija y salir por la salida trasera del salón de baile.

Violet aprieta la mandíbula con enojo y se limpia la lágrima que cae por una mejilla. Ella ya no quiere ser vista como débil, todos constantemente la pasan por encima y piensan que la dulce Violet los perdonará por todo.Si este matrimonio va a suceder, lo mejor es creer que Violet será la que esté a cargo.

-Tengo algunos mandados que hacer.-Violet se traga el nudo en la garganta mientras se pone un par de gafas de sol para cubrir sus ojos llorosos.-Estoy a una llamada de distancia si es importante.

Ella da un paso adelante y se aparece, finalmente reuniendo el coraje para hacerlo ahora que tiene su licencia para hacerlo. Una cosa en la que Draco era bueno para conseguirla. Pero hablando de Draco, ahí es donde ella se dirige ahora. Para ver la mansión Malfoy, ver si dejó una pista aquí de por qué se fue.

Cuando sus pies tocan el suelo de piedra debajo de ella, se apresura a levantar las cejas hacia la propiedad. Esta es la primera vez que viene a la mansión Malfoy, es mucho más grande de lo que imaginaba. Hay dos puertas grandes antes de que pueda llegar a las puertas de la casa. Claramente apreciaba la seguridad.

Violet se acomoda el cabello desordenado detrás de las orejas y comienza a caminar hacia adelante, las puertas se abren ante su presencia. Ese es el hechizo, si no hay dueños, las puertas se abren al potencial.

-Qué extraño, he estado parado aquí veinte minutos y esas malditas puertas no se abren.

La voz detrás de Violet la hace gritar y girar rápidamente. Sentado en un banco de piedra hay un hombre con una capa naranja quemada y una varita en su regazo. Violet se lleva la mano al pecho y deja escapar un suspiro de alivio al darse cuenta de que la capa significa que es un vendedor de bienes raíces.

-¡Me asustaste!-continúa llevándose la mano al corazón mientras camina hacia adelante.-¿Estás aquí para hablar con los dueños?

El hombre se levanta, sacudiendo la cabeza.-No, venía a ver la finca para vender información a las personas que buscan un lugar tan grande como este.-levanta las cejas junto con las manos.-Es todo un encanto, esta casa-¿Está pensando en comprar?

-¿Oh yo?-Violet se burla en voz baja.-No, venía a buscar al dueño. Draco Malfoy. Simplemente, se fue tan pronto que pensé que todavía estaría aquí al menos empacando o algo así.

-Bueno, las puertas se abrieron para ti.-habla mientras camina hacia ella.-O tu amigo te dio este lugar o el lugar quiere que seas su nueva dueña, es extraño cómo casas tan antiguas pueden tener su propia magia, ¿eh?

Violet se vuelve confundida para mirar hacia la casa.-¿Cuánto cuesta?-pregunta, sabiendo que la idea en sí es absolutamente loca.-Me voy a casar y supongo que los casados ​​necesitan un lugar para vivir que sea mejor que un piso, ¿verdad?

-¡Oh, uhm, felicidades!-el chico se ríe, casi más emocionado por Violet que ella.-Supongo que puedes tener este lugar por un millón de galeones.

Violet casi se ahoga con la saliva, un jadeo audible escapa de sus labios, se pregunta si escuchó bien. Si el valor de esta casa es ocho veces más de lo que tiene en su cuenta de Gringotts. ¿Cómo se supone que va a reunir esa cantidad de dinero para que esta casa no vaya a parar a manos de un completo desconocido?

-Esa es una cantidad razonable porque originalmente se vendió a la familia por cinco veces esa cantidad.

-¡Vaya! Eso es mucho dinero.-Violet se pone las manos en las caderas mientras mira a su alrededor.-Lo tomaré, déjame consultarlo con mi prome...déjame hablar con alguien y volveré con el dinero.

El hombre sonríe alegremente y toma una tarjeta de su capa, entregándosela a Violet.-Ese es mi nombre y mi departamento en el Ministerio, no llevo esos teléfonos celulares, por lo que es necesaria una visita personal.-da un paso atrás y saluda.-Espero la visita pronto.

Violet saluda con la mano cuando el hombre desaparece frente a ella, dejándola de pie entre dos puertas cerradas con la mente llena. Ahora tiene que hablar con Thomas sobre la compra de este lugar, está segura de que tiene suficiente dinero para dividirlo o lo que sea.

-Un millón.-se habla a sí misma mientras seguia caminando.

La última puerta se abre para ella nuevamente, finalmente llega a las dos grandes puertas que son de madera oscura. Lentamente levanta su mano y empuja las pesadas puertas para abrirlas. Crujen espeluznantemente cuando se abren y Violet comienza a caminar adentro, mirando alrededor.

-¿Hola?-su voz hace eco en el vestíbulo vacío donde un gran tramo de escaleras conduce al primer piso.-¿Draco? ¡Soy Violet, quiero hablar!-sube las escaleras, pisa el primer escalón y se sujeta a la barandilla.-¡Hola!-no hay respuesta a sus gritos y la asusta, está sola en una casa vacía como esta y no sabe qué esperar. Pero incluso ahora, ella no quiere irse, quiere ver lo que hay dentro o lo que queda para el caso.

Sigue subiendo las escaleras y se le acelera la respiración porque lo de ayer la está cansando con facilidad, su mano agarra la barandilla cuando llega a la parte superior de las escaleras y recupera el aliento, su cabello cae por ambos lados mientras deja caer la cabeza y se pasea.

Se pasa la manga por la frente sudorosa y continúa caminando hacia una puerta en forma de arco. La puerta tiene una manija grande como la de la puerta de la oficina de Theo, es decir, esta debe ser o fue la oficina central de Draco.

Violet agarra el mango y lo gira para comprobar si está desbloqueado pero no lo está, entonces, toma su varita de su bota y la desbloquea, haciéndola abrir y revelar una oficina completamente amueblada. Probablemente la única habitación amueblada en todo este lugar.

En el medio de la habitación hay un escritorio negro, está vacío además del bloc de notas y los bolígrafos encima. Hay tres sillas de cuero, dos a su lado y una en el lado principal del escritorio, frente a una ventana que deja entrar mucha luz solar. A ambos lados de la ventana, hay estanterías con toneladas y toneladas de libros antiguos.

Violet camina más hacia la oficina y casi tropieza antes de golpear sus manos contra el piso de madera al lado del escritorio. Sus manos detienen el impacto, haciendo que su rostro quede a un centímetro del suelo pero sus cejas se fruncen. El impacto sonó hueco. Casi se cae y lo único que le preocupa es que su impacto contra la madera sonó a hueco.

Se pone de rodillas y rápidamente comienza a golpear el suelo a su alrededor, algunas partes están llenas, pero la pequeña parte donde aterrizaron sus manos está hueca y se mueve cada vez que golpea contra ella.

Sin dudarlo, clava sus uñas alrededor de la esquina de la madera y comienza a levantarla con toda la fuerza que tiene, el pequeño cuadrado de madera se levanta y ella lo tira a un lado, con los ojos muy abiertos por lo que hay dentro.

-Draco Malfoy, astuto hijo de...-gime y alcanza la caja subterránea, Violet toma una caja de terciopelo negro y hace girar su pálida mano justo al nivel de los ojos para poder examinarla de cerca. Ella lo abre y su mandíbula prácticamente cae cuando lo ve. Un anillo de diamantes descansa sobre un cojín rojo con las iniciales de Violet talladas en el interior de la banda.

Deja caer la caja a un lado y recoge los papeles que hay dentro, una vez que están en su regazo, lee las palabras que están en negrita y otra conmoción recorre su cuerpo.

Papeles de divorcio, con su nombre firmado en todos ellos pero solo falta un nombre. No es difícil adivinar cual falta, el de Astoria.

El sonido de pasos resonando a través de la casa que se supone que está vacía hace que arroje todo adentro y lo cubra nuevamente con el cuadrado de madera, se levanta y se quita el polvo antes de esconderse detrás de la puerta, conteniendo la respiración.

-Siempre envidié la casa de los Malfoy.-la voz de Pansy es reconocible para Violet.-Sería genial tener la vida de Astoria por una vez.

-Está un poco fuera de nuestro presupuesto, ¿no crees?-la voz de Adrián.-Nuestra casa es genial, obviamente no tiene tanta tierra alrededor como esta, pero es igual de grande ¿Por qué necesitamos la vida de Malfoy?

Violet escucha los clics de los tacones acercándose y se congela, asustada de que la atrapen ¿Por qué diablos está Pansy aquí? Y lo más importante, ¿por qué diablos quiere ella este lugar?

-No entiendes Adrian, Astoria ha estado un paso por delante de mí desde que estábamos en la escuela.-Pansy ahora está de pie en la parte superior de las escaleras.-Necesito ser mejor que ella por una vez, tener la casa que tuvo que dejar por problemas ¡Puedo tener dos lugares y tú puedes conseguir un mejor trabajo!

-M-me gusta mi trabajo.-Adrian suena triste, casi insultado.-Y me gusta nuestra casa, este lugar parece demasiado aburrido, nunca me gustó este lugar de todos modos.

-Patético, simplemente patético.-Pansy camina hacia la oficina y tararea en voz baja.-Que raro, esta puerta parece estar abierta.

Violet sostiene la manija de la puerta con tanta fuerza como puede para que no se mueva con lo cerca que está de su estómago, su mano tiembla contra el metal, quedar atrapada aquí no debería ser tan aterrador, pero por alguna razón lo es y es lo último que quiere que suceda.

-Mira este lugar.-Pansy entra a la oficina y golpea la puerta, causando que Violet se sacuda suavemente.-Puedes trabajar aquí mientras me ocupo de mi escritura y viviremos la vida que siempre quise.

-Has estado escribiendo este llamado libro por un tiempo ahora.-Adrian responde mientras entra a la oficina y toma asiento en la silla de Draco, mira a Pansy, que todavía está de pie en la puerta, pero ve a Violet detrás de la puerta.

Violet abre mucho los ojos y niega con la cabeza, esperando que él no la venda. Afortunadamente, Adrian mira hacia otro lado y se levanta de la silla, caminando hacia Pansy.

-¿Qué tal si hablamos de esto en casa?-comienza a cerrar la puerta, pero Violet todavía escucha su voz apagada.-Probablemente sea una buena idea.

Tan pronto como la puerta se cierra, Violet se desliza por la pared y suspira aliviada. Se limpia la cabeza que ha estado sudando como loca y saca su teléfono de su bolsillo trasero, su mano tiembla mientras marca el número de Thomas, necesita que él responda porque después de lo que encontró debajo del piso, esta casa tiene que ser suya.

-¿Violet?

-¡Thomas! Hola, yo uhm...-se detiene y mira alrededor de la oficina.-¿Puedes reunirte conmigo en la mansión Malfoy? Es un poco importante.