El tiempo pasaba y Jimin disfrutaba de pasar tiempo con Yoongi, ambos disfrutaban de estar juntos, en la mente del robot no cabía que ya hubieran pasado dos años y que el hermoso joven su dueño y creador estuviera a punto de cumplir 22 años, sabía muy bien que de todos los expertos en la robótica era el más joven. Yoongi había decidido quedarse en casa para preparar la sorpresa que tenía para Jimin además de decirle algo sumamente importante, cuando escucho al humano ingresar las luces las mantuvo apagadas, algo que a Jimin desconcertó, pero al dirigirse a la sala vio al pálido parado con un pastel.

—Yoongi. —se acercó a paso lento.

—Feliz cumpleaños Minnie. —le dijo. —pide un deseo.

El chico se acercó a paso lento y cerró los ojos para soplar las velas, sonrió al ver como este ponía el pastel en la mesa y con su dedo lo llenaba en su nariz haciéndolo reír, Jimin se giró un momento para limpiarse y cuando regresó su vista se dio cuenta de la posición del robot. Yoongi sostenía un pequeño anillo en dirección del chico, el cual está sorprendido y a la vez feliz, se sabía que había personas las cuales se casaban con robots, lo cual era muy común y a la vez novedoso.

—Park Jimin. —hablo el robot. —¿Quieres casarte conmigo?

—Sí, Yoongi. —Asintió con lágrimas en los ojos. —Sí quiero.

Yoongi se levantó con una sonrisa y con cuidado le puso el anillo para acercarse a besar al humano, el cual le siguió el beso de manera lenta, luego de comer y de disfrutar un rato juntos, ambos estaban en la cama acostados viendo la televisión. Yoongi miraba la sección marina hasta qué cerró los ojos y gritó de dolor al sentir algo fuerte en su cabeza; eso preocupó a Jimin que rápidamente fue a traer su equipo para revisarlo y ver que ocurría con Yoongi.

—¿Qué pasó exactamente? —le pregunto mientras le hacía un escaneo completo.

—No lo sé doctor Park. —Respondió. —solo miraba el movimiento de las olas y luego escuché un pitido y luego un bum, como si un cable dentro de mí se hubiera roto.

—Entiendo. —le dijo Jimin. —Todo parece estar bien en ti, pero mañana te llevaré a la central para una mejor revisión.

—Comprendo. —se sentó y miró al chico que guardaba las cosas.

—Bien. —Asintió Jimin.

—Tú eres mi penicilina, salvándome. —dijo. —Yoongi y Jimin se giró para verlo confundido.

—¿Qué dijiste? —se acercó y vio al robot.

—Mi ángel, mi mundo. —hablo. —Soy tu gato calicó.