꒰ katupekumacho y el misterio del amor.꒱
donde el papucho yohan ta'
cachondo por baby soo.
—¿Qué color crees que iría mejor en la invitación?
—Crema y naranja, combinan lindo.
SooHwa asintió mientras anotaba las ideas que tenía, hasta hora la combinaciones de colores era de ; amarillo y gris, amarillo y morado, morado y azul y verde y azul.
No eran muy creativos que digamos
Bueno, en resumen, ambos hombres estaban haciendo los preparativos muy emocionados de su boda, donde se celebraría en Taiwán (el único país en toda Asia en la que permitía el matrimonio igualitario), en la fecha del mes 5, día 7 del 20xx.
Luego de 5 años de romance y erotismo, ambos se unirían en matrimonio eternamente, aunque ambos sabían que su amor duraba más que eso y que el resto de sus vidas, sí, sus vidas, pq se aman tanto que creen que su amor durará muchísimo.
Y si se preguntan por la propuesta:
La propuesta es una historia divertida, aunque cliché, divertida. SooHwa y Yohan ya habían comprado el anillo para el otro, y esta vez, sí sabían el talle del dedo, cOfcOFsOoHwAcOfCOf ejeemm, uy que tos
Bueno, onda que ya tenían los preparativos, el lugar, la comida, la decoración, lo que iban a decir, e incluso mariachis, sí, mariachis en Corea del Sur, fue suuper fácil hallarlos. Lo más gracioso fue que el día de la propuesta coincidieron ambos, el 9 de julio. La tarea más difícil fue intentar ir al lugar de elegido por ambos, otro colmo fue que pusieron horario, mierda, ¿acaso las 7 era un horario de propuestas?, aunque para la suerte de SooHwa, YoHan cedió ante los deseos de su lindo hámstercito. En su defensa, apesar de que el castaño era un adulto, sus pucheros eran la perdición.
Entonces, el castaño lo llevo a su vieja pero reconfortante cafetería, lugar de varios momentos tanto fogosos como vergonzosos a lo largo de los años. Llevando a rastras al YoHan hasta el baño, abrió la puerta, mostrándole de a poco el simple baño. Go se mostró asombrando y sin palabras por la decoración, su vista recorrió todo el cuarto, su baño no era un baño, lucía como la escena de una película romántica americana; los cubículos negros del baño estaban cubiertos por una tela, que parecía seda, roja; en el suelo descansaban pétalos en tonos frios (azul, celete, morado, etc), la mesada era la mesa de bocadillos, bastante variado y simple, desde cosas dulces, hasta amargas y picantes, platos simples tradicionales e incluso frutas; el espejo cubierto de varias notitas decoraditas con corazones, enganchadas en un hilo negro con brochecitos de mader- un momento. ¿eso que sonaba eran mariachis?, Yohan volteó, ¡efectivamente!, en la esquina alejada de la bella mesa de mantel blanco y servilletas de color añil, se encontraban 5 mariachis, con sobrerito y todo, tres con traje negro, uno blanco y otro de color rojo Y junto a ellos, El pequeño, bueno, no tan pequeño, Kang SooHwa, sosteniendo una cajita de terciopelo verde oscuro, con su cara roja de nervioso, este se acercó lentamente hasta el amor de sus vidas, se arrodilló sobre su pierna derecha y dijo;
—¿T-
—¡SI QUIERO!— Y sin más, Go sin importar nada, ni con la idea de aplastarlo, salto sobre él para abrazarlo fuertemente y besarlo varias veces.
Mientras ellos se demostraban su amor de forma dulce, los mariachis comenzaron a cuchichear;
—no mames que fácil se le hizo we— susurró Antonio, el guitarrista de negro, hacía Horacio, el cantante vestido de blanco.
—Sí we, ni con mí esposa Inocencia fue tan fácil— Susurró también para no reventar la burbuja de amor que había creado la pareja, la cual lloraba mientras se abrazaban tirados en el frío suelo del baño.
—Orale we, ¿ahorita comenzamos a cantar o que pedo?
—Pos, yo creo que sí.
Y la noche siguió entre risas y cantos, hasta que los mariachis se tuvieron que ir luego de que la pareja se estuviera comiendo la boca, como si la boca del contrario fuera el último taco del mundo. O bueno, así lo describió Armando, otro guitarrista de negro, hacía su esposa Dolores.
Volviendo al presente.
—¿Qué color te gustarían las flores?— Preguntó YoHan.
SooHwa lo pensó; ¿qué color le gustaría?. Posó su barbilla en su puño, pensando que color podría; no sabía si blancas o anaranjados.
—Mmm, ¿qué tal . . . unas anaranjadas?, digo, la mayoría de las cosas que elegimos estan en un tono otoñal— Y era cierto, la decoración variaba de entre en un rojo anaranjado hasta un marrón caoba. Todo minuciosamente elegido, hasta el más mínimo detalle.
—Me gusta la idea, unos lirios de tigre quedarían lindo— SooHwa supuso que era una flor bonita, YoHan al ser jardinero tenía experiencia con distintos tipos de plantas y flores.
—Esta bien.— Con tranquilidad el castaño anotó el nombre de la flor, ya tenían todo, el color de los manteles, la comida, las flores, solo faltaban;—Los trajes, eso sólo . . . ouh
Y la cosa se puso cachonda.
El más alto sonrió de manera ladina. —Si qui-
—¡No!— Negó rápido el contrario. —No Yohan, la última vez que use un traje nos fuimos a los baños de la librería.— Recordó con vergüenza el menor, mientras que el contrario recordaba la acción con diversión.
Eso ocurrió hace uno, dos años.
SooHwa estaba presentando su primer libro, de un tema ultra aburrido e interesante, acompañado de su pareja. Este no podía apartar la vista de su novio, su cuerpo cubierto por un traje color azul, con una camisa blanca y una fea corbata a cuadros color marrón. No era un hombre de moda, pero de inmediato supo que era una porquería. Pero aún así, se le paró la pichula al verlo.
—YoHan, ¿Qué ocurre?, has estado muy inquieto,— Preguntó con inocencia el, ahora, autor, hacía el mencionado, sin notar el bulto que estaba en los pantalones del contrario. —si quieres puedes adelantarte e ir a casa, faltan— Revisó su reloj, el cuál marcaba las 5 y 5 de la tarde. —bueno, en realidad no falta nada, solo 5 mi-
Y el otro no lo dejó terminar, cargándolo con un solo brazo para ir al baño, como en los viejos tiempos . . . ay, recordó la graduación de Kang, donde ocurrió casi lo mismo.
—b-BUENO.
—Tranquilo— Go se acercó lentamente a los labios de su amante, para luego lamerlos con sensualidad. —No haré nada que tu no quieras.
Ambos hombres se miraron por unos segundos para luego estrellar sus bocas en la del contrario, moviéndose con rapidez y degustandose el uno al otro. Yohan de separó de la boca de su prometido, mientras dirigía su mano hacía la cintura de este, para luego acercarlo a su entrepierna y frotarlo con la contraria, lenta y tortuosa mente.
—Y-yo, como que ya no tengo ganas de de seguir organizando.
—Yo menos.
—¿Seguro que quieres ver trajes aquí?, no parece como si fueramos bien recibidos— Y era verdad, algunas de las personas no los veían de buena forma, pero YoHan no les daba importancia, pero no quería que su amorchis estuviera incómodo.
—Sí, aunque nos vieran así, no importa, solo vamos a ver unos trajes y luego irnos,— Ambos veían los trajes de colores que adornaban a los maniquíes, mientras estaban tomados de la mano. —Además,— SooHwa agarró una camisa amarillo pastel, se paró de puntas y la colocó en frente del pecho del más alto. —Este color hace lindo contraste con tu cabello negro.— Dijo sonriente.
El azabache soltó un par de risitas, muy lindas al oído de su prometido;—¿Quieres que pruebe primero yo?— Preguntó con señas, como siempre.
—Esta bien, aunque hasta que vea una mueva camisa, esta será la primera opción.— Dijo con seguridad mientras meneaba la percha con la camisa.
YoHan negó divertido mientras buscaba trajes de su talla.
Sería una larga tarde.
—¿Qué te parece?
—Un traje verde haría mucho contraste. . .
—¿Y este?
—No lo creo, te queda lindo el azul, pero hace mucho contraste.
—ohhh, ¿qué tal este?
—sACATE ESO QUERÉS.
Y al final se decidieron por un traje canela, camisa blanca y corbata roja. Y la camisa amarilla, SooHwa no podía vivir sin ver a YoHan sin esa camisa.
Los prometidos siguieron viendo trajes para el más joven, primero eligieron los trajes que más llamaron su atención, para luego ir hasta el vestidor, seguidos por los ojos juzgadores de la gente.
Kang eligió un traje naranja pastel, con una camisa blanca y corbata beige y entró a cambiarse.
Mientras eso ocurría, El azabache se preparaba para no ser dominado por la lujuria, aunque eso sería en vano, ya que al momento de que salió el castaño, se lanzó directo a él. Por un momento, el mundo se movió a cámara lenta y vio como el traje abrazaba de forma ajustada el delgado cuerpo, como los colores realzan su piel, imaginó como sería quitar cada prenda, marcar su piel, cubrir su vista con esa linda corbata. Con esas ideas se arrojó hacía él, cerrando la cortina detrás de él.
Sin dejar que de que SooHwa haga algún movimiento o suelte alguna palabra, acarició su cuello con sus labios, rozó su dedos contra la oreja del contrario, observó como este se comenzaba a sonrojar mientras cerraba sus ojos con una expresión de satisfacción.
—¿No dirás nada?— Habló Go, mientras disfrutaba la vista que tenía. El otro no entendió.
—¿So-sobre qué?— Dijo con sus manos medio temblorosas por el placer que sentía al ser tocado por las grandes manos de su amante.
—Sobre ahora— Respondió, abriendo la camisa para pellizcar los pezones del pequeño. Viendo como se retorcía el contrario bajo su toque, para luego abrir por completo la camisa y bajar más su mano hasta su vientre rozando con la punta de sus dedos, mientras con su boca lamía su cuello y lo mordía.
SooHwa no se esforzaba en responder, solamente cubría su boca tratando de evitar que alguien los oyera, subió sus manos a los lados del rostro de su futuro esposo para luego besarlo fogosamente. Este lo levanto por los muslos para luego apoyarlo contra la pared, Kang se sujetó con sus piernas fuertemente, presionando su entrepierna con la del mayor.
Mientras eso pasaba, YoHan sostuvo el pequeño cuerpo con un solo brazo y quitarle la camisa, parando el salvaje beso para sacarle la corbata, dejándola en un gancho que estaba a un lado de ellos. Yohan volvió a besar la dulce boca de su amado, de a poco ese beso volvió a ser intenso, Go comenzó a sentirse más y más caliente. —Soo, date vuelta— Dijo en cuanto paró el beso.
Este hizo caso de inmediato, de un salto bajó y se dió vuelta, pegándose a la pared, mientras, el mayor se quitaba la remera que tenía para arrojarla en una pequeña esquinita, sin importarle nada. Se bajo la bragueta, saco su miembro y antes de comenzar a frotarse, tocó con ambas manos la cintura de SooHwa para bajarlas y con eso el pantalón, lentamente. Segundo más tarde, acercó el trasero hacía su pene y comenzó a frotarse cerca del ano, comenzando a gemir grave y bajito, mientras oían los mismos del otro, ya que también rozaba el pene de este.
Siguió embistiendo más y más rápido, observó como la mano del castaño se dirija a su propio miembro para comenzar a masturbarse a la velocidad de las embestidas. Yohan se acercó hasta apoyar su pecho en la espalda, para susurrar en el oído del contrario. —¿Te molesta si entró?
SooHwa solamente asintió frenéticamente, estaba suuuper exitado, tenía ganas de hacerlo, incluso cuando llegarán a casa.
Go sacó del bolsillo trasero un pequeño paquetito de, sorpresa, lubricante. Hombre precavido vale por dos. Lo abrió con la boca, se la colocó en los dedos, primero metió uno, espero lentamente a que el otro se acostumbré.
luego de que eso pasara, metió otro, moviéndolo en sentido contrario a la agujas del reloj, de arriba abajo, sin oír, literalmente, los gruñidos de SooHwa, que pronto se convertían en gritos. Mientras realizaba los movimientos Preguntó;—¿cómo te sientes? ¿estás bien? ¿quieres que entre?
SooHwa volvió a asentir rápidamente, a lo que YoHan sacó despacio sus dedos, colocó aquél líquido viscoso en su miembro y dejó un poco en la entrada del previamente mencionado. Con cuidado acercó su miembro a la entrada del previamente mencionado, entro con cuidado y ahí se quedó, esperando a que se acostumbré. Mientras eso ocurría, YoHan alzó sus manos para entrelazar con las del amor de su vida, este las apretó para luego acercar la derecha a sus labios y besarla con amor.
—¿Estás listo amor?— Preguntó el azabache, a lo que el castaño asintió. Con eso, comenzó a moverse lentamente, acercando el pequeño cuerpo para envolverlo con sus fuertes y pálidos brazos, para sentir la estrechez y la calidez del interior de SooHwa, con cada estocada, se movía más y más rápido, jadeando bajito, mientras que Kang se cubría la boca para que no los descubrieran. Pero lo que no sabía era que había una fila enojada esperando por entrar al vestidor.
YoHan parecía un conductor de formula 1 por la velocidad a la que iba su pelvis, iba tan rápido, que empujaba al interior, el rostro sudoroso del pasivo se chocaba con la pared que daba lugar al espejo, el cuál parecía que se iba a caer por la acción.
Tras varios minutos ninguno daba más, estaban al punto límite. Tocando zonas sensibles, con la delicadeza y fuerza necesaria, fundirse en el cuerpo del contrario, ya en las últimas. Con cada golpe SooHwa lloraba del placer que sentía, gimiendo contra su mano, tratando inútilmente de callarse, sin saber de que los oían en el exterior, YoHan se enterraba aún más en el interior, golpeando cerca del punto dulce del pasivo. 3, 4, 5 golpes, 5 golpes faltaron para terminar dentro del castaño, y este a la vez mientras gritaba, SooHwa se apoyó completamente contra la pared, mientras que el otro salía, haciendo que el líquido saliera.
—Lindo. . .— Dijo el de lentes mientras acariciaba los glúteos pálidos, para luego agacharse y besarlo. En cuanto a eso, Soo solamente gimoteaba con cansancio, estaba cansado, quería hacerlo, pero no ahí. Sin embargo, YoHan no quería parar, pero antes de que se acercará a una zona sensible, recibió el golpe de una camisa.
—Pero qu-
YoHan miró para todos lados y vio como SooHwa sostenía fuertemente la camisa que tenia puesta. —Aunque quiera,— Dijo agitado mientras comenzaba a estirarse, pero luego se encogió, Go no le dió importancia a nada y luego de decir;—Prepárate, porque con ese golpe, comienza tu castigo aquí.
—Amm, ¿solo los trajes?— Preguntó el cajero mientras, mientras el cliente de anteojos asentía entusiasmado, a la vez que sostenía el cuerpo de su contrario con un solo brazo, el cuál parecía desmayado. —Bien. . .¿emm, quiere una ambulancia para su, emm, compañero?
Mas solo el otro negó, el cajero algo nervioso le entregó las bolsas de colores con el lentitud, el azabache las tomó, agradeció y se fue con cuidado, tratando de que el más pequeño no se golpeé con nada.
—¿SungGyon, ellos eran los que estuvieron una hora dentro del probador?— Preguntó una chica de pelo negro al mencionado, señalando a los jóvenes que salían por la puerta, con ayuda de otra persona, la cuál les abría la puerta.
—Si Jihyo, ellos era. . .
—. . .Yo no limpiaré ahí.— Dijo asqueada, para luego seguir se caminó hacía la bodega.
Charlie vengo inspirado.jpg
fueron como unas dos mil quinientas y algo de palabras
mucho texto
me inspire con el capítulo 99 😔✊
con la gran frase; —Verte con traje, me exitó.
un kpo el YoHan 😔✊
ah, este fue mi primer smut.
que iba a decir
ahsi
bueno, nos vemos en la próxima xdd
y recuerden kpes
«Que te exites no quiere decir que seas exitoso 😎✊»
YoHan te la dedico.
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