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O3O.

ChaeYoung.

Mis manos temblaban, y estaba segura de haberme roto el labio tanto morder este sin parar.

Habían pasado horas y aún no sabía nada sobre Lisa, ninguna enfermera era capaz de informarme nada sobre ella, y me sentía al borde de una crisis de pánico.

—ChaeYoung —sentí mi respiración quedar completamente atorada a medio camino, al oír a Lee llamarme—, me duele haber estudiado tanto para que me creas capaz de arruinarlo —comentó divertido, llamando mi atención—, felicidades, tus manchitas están esperando por ti.

Sentí todo el aire regresar a mis pulmones, unas horribles ganas de echarme a llorar me amenazaron de un momento a otro.

—¿Lisa está bien? —pregunté rápidamente.

—Todo lo bien que se puede estar luego de un parto —comentó—, que no es mucho, pero ella está fuera de riesgo —aclaró—, está descansando.

Sentía mi cabeza a punto de estallar, Lisa y nuestras manchitas estaban bien.

Todo había salido bien.

Me levanté del asiento muy dispuesta a ver finalmente a mis pequeños, agradecía enormemente el apoyo de nuestra familia y cercanos, pero no me sentía capaz de pensar en algo más que en Lisa y nuestras manchitas.

—Lisa estaba a un poco más de tres semanas exactamente de su fecha de término —comentó repentinamente—, de acuerdo al chequeo que se les realizó a tus pequeños, todo parece estar en orden, ni siquiera parecen estar en un rango complejo para ser considerados lo suficientemente prematuros o necesitar asistencia, pero igualmente haremos un seguimiento de sus estados durante los próximos días.

No fue difícil para mi encontrar a Pasidh, aún entre tantos pequeños pude distinguirlo a la distancia.

El aroma de Lisa parecía estar impregnado en nuestros pequeños, y consiguió guiarme hasta allí.

Permanecía dormido en posición de ovillo, parecía como si ni siquiera se hubiese enterado que ya no estaba en el vientre de Lisa.

A diferencia de Lily, quien estaba muy despierta, removiéndose en su pequeña cuna.

Esta era totalmente trasparente, por lo que era sencillo verlo a la distancia.

—Es momento ¿No? —mencionó divertido Lee—, ve con ella, que ya luego te faltarán brazos para cargarlos correctamente cuando ambas estén despiertas.

Me acerqué hasta Lily, viendo por primera vez en detalles lo pequeña que lucía, sentía que podía lastimarla sólo tomándola entre mis brazos.

Su cabello parecía sólo una pequeña pelusa, su piel lucía demasiado rosa, probablemente por el esfuerzo que le suponía retorcer su cuerpo luchando contra algo que parecía ser totalmente invisible.

Con el máximo cuidado que pude permitirme la cargué igualmente, acomodando su pequeño gorrito sobre su cabeza, el cual parecía haber sido desplazado producto de sus constantes movimientos inquietos, su cuerpo era extremadamente ligero y a pesar de estar despierta, mantenía sus ojos cerrados con tanta fuerza, que podía ver algunas arruguitas asomar en su ceño.

Acercando uno de mis dedos, busqué acariciar una de sus manos, sintiendo esta aferrarse a mi dedo con fuerza.

Estaba al borde de derretirme sólo viéndola, me acerqué con ella aún entre mis brazos hasta Pasidh, notando que él permanecía en la misma posición.

Ambos eran totalmente opuestos y perfectos, mucho más de lo que pude llegar a imaginar alguna vez.

Lily parecía estar pasando un mal momento al resbalar su pequeño gorro cubriendo sus ojos.

Dejó escapar un sonido agudo peleándose con el gorro, mientras se retorcía, por lo que no tardé en acomodar este sobre su cabeza.

—Debemos llevarlos con Lisa —comentó él hombre—, supongo que aún tienes trabajo que hacer inscribiendo a tus pequeños.

—Es cierto —admití acomodando la manta que cubría a Pasidh—, al regresar puedo entrar a verlos, ¿Verdad?

—Son tu familia, no podría negarme. —respondió Lee.

Los había visto como mucho algunos minutos, pero no me sentía capaz de apartarme.

Incluso si los vería al regresar, me sabía muy amargo dejar nuevamente a Lily en su cuna.

Me apresuré a registrarlos, sintiendo una enorme ansiedad al recibir los documentos entre mis manos.

Aún a pesar de leer el nombre de Lisa y el mío en sus actas, me parecía sumamente irreal que ya estuviesen aquí.

—Espero no hayas golpeado a alguien para pasarte la fila —escuché decir a Shin—. Felicidades, Unnie. —dejó una palmada en mi espalda en reconocimiento.

—Gracias. —comenté alzando la mirada desde los documentos.

—¿Todo bien con el nombre? —preguntó divertida.

—Pude con ello. —admití, extendiendo las actas en su dirección.

Su expresión cambió a una completamente incómoda.

—Su nombre era Phasid —balbuceó—, y lo inscribiste como Pasidh.

—Su u nombre era Pasidh —comenté convencida—, incluso se lo mencioné a Lisa antes de pasar a pabellón, y ella dijo que estaba bien, que yo lo había recordado.

—Hasta cierto punto puedo entender que ella te haya dado la razón —comentó—, nadie quiere discutir con quien ama antes de una cirugía de ese tipo —mi expresión pasó a ser una totalmente confusa—, probablemente el sabía que el nombre era Phasid, pero quiso darte la razón porque ni siquiera sabía si las cosas saldrían bien, y buscaba evitar una discusión antes de conocer el resultado.

—Pero ella está bien. —aclaré.

—Entonces, ahora si verás como su nombre era Phasid. —una sonrisa burlona tiró de sus labios.

—¿Realmente era Phasid? —balbucee, sonando aquel nombre muy familiar en mi mente.

—Te lo aseguro —asintió—. Soy buena recordando nombres.

¡Oh mierda!

Lo había arruinado tan mal, lo que decía Shin tenía sentido.

Lisa no tenía como saber si nuestras manchitas o ella estarían a salvo antes del parto por causa de las complicaciones, tiene sentido que ella no quisiera discutir el nombre desconociendo lo que sucedería luego de eso.

Su nombre era Phasid, no Pasidh.

Y ya no podría cambiarlo hasta cumplir la mayoría de edad.

—Supongo que es momento de irnos —señaló JinYoung, llamando mi atención—, imagino que vas a quedarte aquí, puedo llevar a JiSoo y a BamBam a casa.

—Me sentiría mucho más segura si te quedas allí —mencioné—, los centinelas siguen de guardia y Kim continúa velando por JiSoo, pero necesito a mi hombre de confianza resguardando a mi familia —suspiré—, aún no sé cuanto tiempo deba quedarme.

—Puedo traer algo de ropa y lo que necesites — ofreció BamBam— , tampoco has comido nada, ¿Vas a tomar algo de la cafetería o prefieres que te traiga algo de casa?

—Entre la cafetería y tu comida no hay un punto de comparación — aclaré—, mil veces amaría mucho más lo que sea que quieras preparar.

—No creo que Lisa pueda aún comer cosas sólidas, así que iremos por algo también para ella —sentí los brazos de JiSoo rodear mi cuerpo en un cálido abrazo que no tardé en corresponder—. ¿Ya pudiste verlos? —preguntó interesada.

—Claro que sí, y no te haces una idea de lo maravillosos que son —negué recordando el rostro de cada uno de mis pequeños—, esa tipa va a derretirse como la mantequilla al verlos. —señalé a Shin, recibiendo una sonrisa burlona por su parte en respuesta.

—Imagino que si son así de hermosos, tuvieron la suerte de no parecerse a ti. —replicó.

Un ‹‹ohhh›› algo amortiguado por parte de JinYoung resonó en la sala de espera, simulando el falso dolor en su rostro y una carcajada contenida por el golpe bajo de Shin.

—Ellos son perfectos —mencioné segura—, por mucho lo más hermoso que vayas a ver en tu mugrosa vida.

—No lo dudo —mencionó JinYoung—. No consigo recordar cuando fue la última vez que conseguí cargar un cachorro entre mis brazos —señaló—, estaré esperando por ellos.

—Eso si consigues superar el recelo de ChaeYoung —mencionó JiSoo—, no es buena lidiando con demasiadas personas rondando lo que es suyo.

—Lalisa es peor. —aclaró BamBam.

—Supongo que allí murieron mis esperanzas de cargar a los cachorros. —suspiró JinYoung.

—Regresaremos durante el día, en horario de visitas —comentó JiSoo—, lo mejor es dejarles descansar, y todos deberíamos buscar algo más decente para vestir —recién entonces recordé que aún vestía una camisa de pijama—, puedes llamarnos si necesitas algo.

—Lo sé —admití—, gracias por todo, no lo habría conseguido sin ayuda, estaba en pánico.

—Es comprensible —respondió Shin—, cualquiera de nosotros hubiera perdido la cabeza estando en tu lugar.

—Iré con ellos, Lisa debes estar necesitando ayuda. —aclaré.

—Nos vemos luego. —comentó JinYoung.

—Kim —la llamé antes de perderles de vista—, cuidado con lo que haces, puedo verte ¿Sabes? —la miré entre cerrando mis ojos y bajando un tono mi voz, para que los demás entrometidos no opinaran al respecto—, como te atrevas a intentar algo con ella voy a romperte el cuello.

—Por supuesto, señora. —hizo una reverencia en mi dirección.

Pude ver a JiSoo verme con desaprobación a la distancia, probablemente haciéndose una idea de por que había llamado a su guardiana.

Me dirigí hasta la habitación de Lisa, sintiendo mi corazón latir desbocado al encontrarla con sus ojos entre cerrados producto del cansancio.

Nuestros pequeños parecían estar dormidos en sus respectivas cunas a un costado de Lisa.

—Hiciste un buen trabajo —comenté acomodando su cabello antes de dejar un suave beso sobre su frente—, ellos son tan hermosos y perfectos.

Una media sonrisa tiró de sus labios.

—Por supuesto que lo son —admitió—. ¿Esperabas algo distinto? —preguntó—, son nuestros, definitivamente son maravillosos.

—Deberías descansar, yo puedo ocuparme de ellos mientras lo haces. —mencioné acariciando su cabello.

—Lo que tu quieres es robarte toda su atención. —comentó sonriendo agotada.

Observé nuevamente hacia nuestros pequeños, notando que Pasidh estaba despierto.

—Él acaba de matar tus planes de descanso. —comenté divertida, tomándolo entre mis brazos.

Sus ojos parecían tener una tenue tonalidad grisácea mientras observaba a hacia ningún lugar en especial.

Él lucía realmente hermoso, no había llorado ni dejado escapar ningún ruido a diferencia de su hermana.

—Creo que es un buen momento para que tomes tu porción del negocio —mencioné al bebé, acercándolo hasta Lisa—, hay alta demanda en leche, y no sabemos que tanto abasto tenemos.

—Eres una idiota. —comentó divertida Lisa.

—Una que hace cachorros muy hermosos, ¿Que puedo decirte? —acomodé a nuestro pequeño sobre el pecho de Lisa—. ¿Debería probar antes para estar seguras que si hay leche? —sugerí re-lamiendo mis labios.

—Buen intento —chasqueó la lengua—, ya hizo su camino, así que piérdete.

Nuestro pequeño no tardó en encontrar lo que buscaba, aferrándose a uno de los pezones de mi sigma sin mayor dificultad.

Su respiración parecía agitada mientras continuaba alimentándose, sus mejillas habían adquirido un suave color rosa, a la vez que una de sus manos permanecía abierta y estampada contra el pecho de Lisa.

Sin sentirme capaz de mantenerme quieta, me acerqué hasta Lily, cargándola entre mis brazos.

—Ella tendrá tu carácter, puedo apostar mi vida a ello. —mencioné al ver a nuestra pequeña alborotadora moverse entre sueños.

—A permanecido tranquila desde que la trajeron. —comentó despreocupada.

—Ella estaba luchando muy duro con su gorro cuando la ví hace unas horas —aclaré—, amo su cabello.

—¿Cuál? —comentó divertida—, no tiene casi nada.

—Mira esto —le quité el gorro—, es como una pelusa.

—Es como la pelusa que asoma en tus piernas cuando no te afeitas en varios días. —señaló.

—Es tan suave —mencioné deslizando mis labios y parte de mi mentón sobre su pequeña cabeza—. ¿Pasidh tiene así su cabello?

Pasidh —chasqueó la lengua, y tragué saliva sintiéndome repentinamente inquieta—. ¿Y eso cómo pasó?

—Soy tan mala en ello —comenté en tono lastimero—, debí recordar que era Phasid, pero estaba tan ansiosa y desesperada.

—Al menos Pasidh es un lindo nombre. —suspiró.

—¿Verdad que si? —pregunté bajando mi mirada hasta Lily, notando que su mirada parecía estar fija sobre la mía, haciéndome tragar saliva dolorosamente.

Sabía que era técnicamente imposible que ella estuviese viéndome, ya que en los folletos de Lee, decía claramente que el alcance en la vista de los cachorros era mínimo al nacer, tendría que acercarme demasiado para entrar en su campo de visión y aún así sería difícil para el enfocar.

Aún conociendo este detalle, su mirada grisácea lucía tan penetrante que conseguía intimidarme a pesar de ser una recién nacida.

—Ella esta despierta. —aclaré sin apartar mi mirada de la suya.

De pronto un chillido agudo escapó de entre sus labios, re moviéndose incómoda.

La alcé un poco más, consiguiendo que hundiera su rostro en mi cuello, sentí su respiración humedecer aquel lugar antes de sentir sus labios entre abiertos buscando aferrarse a mi cuello, y succionar lo que estuviese a su alcance.

—Ella está hambrienta —comenté—. ¿Relevo?

—Eso parece. —respondió Lisa al ver que Pasidh se había dormido nuevamente.

—Adorable —comenté notando su lengua ligeramente crispada en forma de tubo, asomar entre sus labios aún dormido—, o podemos ponerla de este lado.

La aterradora mirada de Lisa me hizo saber que tal vez no era buena idea poner a ambos bebés a tomar pecho a la vez sobre ella, a sólo una cuantas horas de haber sido abierta como un pavo en Navidad.

Acerqué a nuestra cachorra hasta ella, consiguiendo que la tomara en su brazo desocupado, y de paso recibiendo a Pasidh en los míos.

La pequeña en tanto se encontró a si misma cerca del pecho de mi sigma, comenzó a mover su rostro como una desesperada, buscando a que aferrarse, y encontrando rápidamente su fuente de alimento.

La expresión dolorida de Lisa me hizo saber que tal vez nuestra pequeña era demasiado entusiasta para su propio bien.

—No puedo culparla por querer hacerlo —me encogí de hombros—, sólo espero que no la abofetees como a mi. —señalé.

—Es una cachorra —mencionó incrédula—, tiene sentido que quiera ser alimentada de esta manera, pero que tú lo hagas es realmente preocupante.

—¿Porqué? —pregunté confundida—, no creo que sea la única alfa que busque obtener un poco de leche de su sigma.

Su ceño se frunció, luciendo totalmente incrédula.

—Es enfermizo —negó—. ¿Porqué una alfa adulta querría ser amamantada?

—Porque me apetece —admití—, eres mi sigma y me gusta todo lo relacionado a ti.

—También a mi lo relacionado a ti, pero no voy por la vida mendigando tu leche. —aclaró.

—Eso es cuestionable, considerando que así fue como ellos llegaron al mundo —su expresión neutra asustaba incluso más que una molesta—, pero no me estoy quejando, esa es mi manera de contribuir en nuestra relación.

—Te enviaría a dormir a la sala de espera, pero no tendría sentido que lo hiciera —comentó—, igualmente tendrás que hacerlo porque mi nuevo compañero llegará a medio día.

—¿Te lo dijo Lee? —pregunté interesada.

—Claro que no, vengo llegando desde el hospital, fui a preguntarle por mi cuenta. —comentó sarcástica.

—Fue una pregunta estúpida. —admití.

—¿Tu crees? —preguntó fingiendo interés.

—Estaba extrañando tu carácter de mierda —mencioné dejando un beso sobre su frente—, me alegra que estés bien.

Pasidh se sobresaltó repentinamente, llorando sin razón aparente.

Tomando uno de los pequeños paños que tenía en su cuna, puse este sobre mi hombro antes de alzarlo hasta quedar apoyado contra mi pecho y frotar su espalda suavemente.

Su incomodidad cesando de inmediato al dejar escapar un eructo, mientras Lisa nos observaba incrédula, tanto a Pasidh como a mi.

—¿Qué? —pregunté despreocupada—, mamá hizo su tarea en tu ausencia. —agregué frotando su espalda.

—Me alegra saberlo. —mencionó quitando el gorro de Lily, mientras acomodaba la pequeña pelusa que tenía por cabello.

—Ella está desperdiciando tanto. —me quejé al ver algunas gotas de leche escurrir por las comisuras de los labios de mi cachorra y por el pecho de Lisa, mientras continuaba succionando entusiasmada.

—Deja de envidiar a nuestros pequeños, si quieres leche puedes comprar un cartón por tu cuenta y beberlo. —frunció el ceño mi sigma.

Un desagradable olor de pronto inundó la habitación, y no tenía que ser una genio para notar desde donde provenía.

—¿Pasidh o Lily? —preguntó Lisa.

Alcé al bebé, acercando mi rostro a su pañal y alejándome de inmediato por el horrible olor.

—Mamá se ganó la lotería. —mencionó Lisa a Lily, mientras masajeaba con sus dedos la parte posterior de su cabeza.

Me acerqué resignada hasta el bolso, tomando este y dejándolo sobre la cuna de Lily, mientras dejaba a mi pequeño en la suya.

Su llanto disminuyó bastante al sentirse despojado del pañal, quedándose completamente quieto en lo que cuidaba de él.

Ubicando nuevamente el paño de tela sobre mi hombro, lo cargué entre mis brazos, desnudó de la cintura hacia abajo hasta llegar al baño, sólo para regresar algunos minutos después con él bebé ya limpia, y escuchar aquel inútil comentario de Lisa:

—Las toallas húmedas están en bolsillo de afuera del bolso.

—¿No podías decírmelo antes de llevarlo hasta el baño y usar el grifo? —repliqué incrédula.

—Creí que mamá había hecho sus tareas. —comentó burlona.

Opté por no decir nada más mientras ponía algo de talco en él bebé, acomodando de paso su pañal ya limpio y fresco.

—Mamá se sacó un premio doble —comentó Lisa, haciéndome voltear de inmediato en su dirección—. Lily espera por ti.

Dejé un beso sobre la cabeza de mi pequeño, antes de dárselo a Lisa, recibiendo a Lily en reemplazo.

Ella estaba demasiado tranquila mientras le quitaba el pañal, tomando algunas toallas húmedas para limpiar correctamente a mi bebé.

Las cosas serían así de ahora en adelante, era algo a lo que debía acostumbrarme y ya estaba deseando hacerlo.

BamBam.

Al llegar a casa me sentía sumamente cansado, lo único que esperaba era regresar a la cama con JinYoung y dormir lo que restara de día, pero debíamos ir a conocer a los pequeños, por lo que sólo tendríamos algunas horas nada más.

—¿Cansado? —sentí sus brazos rodear mi cuerpo por la espalda.

—Muchísimo. —suspiré entrelazando mis dedos a los suyos por sobre mi vientre.

—¿Tomaste ya tus medicamentos? —preguntó interesado.

—Fue lo primero que hice al llegar a casa —aclaré—, esa cama parece estar llamándome.

Le sentí alzar mi cuerpo con facilidad, consiguiendo hacerme reír alto.

—No es a eso a lo que me refería —aclaré siendo cargado—. ¡Bájame! —me quejé aún entre risas.

—Oblígame —respondió divertido—, Oh, espera, ¿No tienes que ir al baño antes? —sabía que sólo lo hacía para no bajarme, pero aún resistiéndome, no conseguía liberarme de su firme agarre.

Podía sentir sus dedos hundirse en mis costados, produciéndome aún más cosquillas y haciéndome retorcer.

—¡Basta! —me quejé intentando zafar de sus manos—, necesito usar el baño —señalé entre risas—. ¡JinYoung! Voy a mojar mi pantalón, necesito llegar al baño. —insistí.

—Bien, vamos —comentó cargándome hasta el baño—, todo tuyo. —señaló robando un último beso de mis labios antes de salir.

Finalmente todo parecía estar en orden, al menos por ahora.

Dentro de dos días sería mi chequeo médico, y tanto Lalisa como Nicha estaban lidiando con sus respectivas familias.

Ir sólo no era una opción, y pedirle a uno de los centinelas que me acompañara era realmente vergonzoso.

Pero no tanto como pedírselo a JinYoung.

Él estaba sobrellevando todo esto con normalidad, parecía estar totalmente en mi, y por momentos tenía la sensación que él olvidaba por completo que algunas cosas no iban completamente bien conmigo.

Jamás me había preocupado tanto una cita con el médico, mi relación con JinYoung dependía de mis exámenes.

No estaba en mis planes crearle falsas expectativas si mi salud continuaba yendo en picada.

Prácticamente estaba viviendo en base a medicamentos, y eso no podía ser algo bueno para él.

Sin aquellos medicamentos financiados por ChaeYoung, ni siquiera sería capaz de levantarme de esa estúpida cama.

Hace al menos un año, me habría dado por vencido y estaría completamente resignado a dejar que todo siguiera su curso.

Viéndome al espejo ahora mismo, conseguí reconocer todo lo que alguna vez creí perdido.

Ahora mismo no podía permitirme perder algo como esto.

No teniendo a JinYoung a mi lado.

Estaba dispuesto a hacer lo necesario para aferrarme a lo nuestro, sin importar de que se tratara.

Cada uno de mis problemas habían empezado con esta estúpida marca de un alfa inconsciente y desconsiderado, que jamás podría ofrecerme algo de paz o una estabilidad emocional.

Era bastante obvio que aquel infeliz había conseguido crear un nuevo lazo, de lo contrario no tendría que sufrir la angustia de ver aquella fea cicatriz en mi cuello y padecer el constante dolor que vivía día a día, permitiéndome llevar en su lugar una vida relativamente normal.

Tal vez ya era tiempo de dejar ir todo eso, el permitirme ser marcado era un enorme riesgo.

Pero era uno que valía la pena correr si se trataba de aquel lacayo, a quien mi lobo había reconocido ya como su alfa.

Se q todos están en este ff por las ChaeLisa, ¿Pero podemos hablar de lo bonito que son los JinBam? AAAAAAAAA como amo ese ship, mi único otp de Got7 pipipipi

¡Gracias por leer!

🌷

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