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O2O.

BamBam.

Lisa parecía no poder apartar su mirada del nuevo amigo de Minnie, y no tenía muy claro como debía interpretar el gesto neutro en su rostro.

—¿Porqué llevas una camiseta que dice mancha número uno? —preguntó Minnie, y recién entonces noté este detalle, ChaeYoung igualmente llevaba una, pero en esta se leía mancha número dos.

—¿Estás bien? —escuché preguntar a ChaeYoung, deslizando una de sus manos por la espalda de Lisa.

—Si —balbuceó Lisa, finalmente viendo a ChaeYoung—, solo estaba recordando algo.

—Eso es grosero —se quejó Minnie—, ¿No podías tener tu viaje Astral luego de escucharme?

—No es que sea mi prioridad escucharte, bastarda. —se quejó Lisa.

Y bueno, todo parecía volver a la normalidad.

—Ya que ChaeYoung estará en casa, puedo ayudarte con tus cosas —comenté a Minnie—, se supone que acompañaría a Lisa durante la tarde para que no estuviese sola en casa, pero ella estará con su alfa.

—Esa es la excusa más miserable que te he oído mencionar para ver al lacayo —comentó incrédula Minnie—, cuando te pedí ayuda dijiste que estarías ocupado, pero luego mencioné que JinYoung me ayudaría a cargar las cosas, y mágicamente tienes tiempo —mencionó—, sucio degenerado, para ir tras la tremenda verga de tu alfa tienes tiempo, pero si es para ayudar a tu hermana entonces te vale ¿No?

—¿A que te refieres con lo de tremenda? —balbucee—, creo que se te están yendo demasiado los ojos, ¿Debería preocuparme y mencionarle sobre esto a tu alfa?

—¿Lo único que escuchaste, de todo lo que dije es la parte sobre la verga del alfa? —comentó—, eres un urgido, en serio tienes un problema.

—Tendremos dos cachorros —dejó salir repentinamente ChaeYoung llamando la atención de todos, sobretodo de Lisa, quien la miró incrédula—, lo siento, tenía que decirlo, siento que voy a explotar si no se lo digo a alguien.

—Si son dos, creo que quien va a explotar será Lisa —comentó divertida Minnie—, tendremos que llevarla rodando hasta el hospital.

—No me digas —mencionó molesta Lisa—, aún no tienes idea de cuantos bollos pusieron en tu horno, y podrían ser dos igualmente, así que cierra tu hocico inmundo.

—Estoy completamente seguro. —comenté divertido.

—Claro que no, no hay cachorros en camino. —balbuceó.

—Las probabilidades son muy altas —comentó, pretendiendo pensar en ello Lisa—, ambas estaban en celo, yo diría que es un hecho.

—De ninguna manera. —mencionó insegura Minnie.

—Seguro serás una maravillosa madre y omega casera —se burló Lisa, viendo la expresión horrorizada de Minnie—, estoy intentando adivinar cuanto tardas en empezar a anidar.

—Eso no va a pasar —balbuceó—, no aún, esto es demasiado reciente.

—Eso creíamos ChaeYoung y yo —admitió Lisa—, pero creo que nuestros cachorros son la prueba de que nunca es pronto.

—Dejen de intentar asustarme. —negó efusivamente.

—Algún día tenía que pasar Minnie —comenté llamando su atención—, no podías vivir eternamente ligando a alfas al azar.

—¿Aplica también para ti? —me preguntó.

—Estamos hablando de ti, no de mi. —respondí.

—Si te sientes tan seguro de ti mismo, entonces ve tu con JinYoung al apartamento a buscar mis cosas, mientras YuGyeom y yo nos encargamos de empacar las que tengo aquí. —mencionó.

—¿Porque tengo que ir yo por tus cosas? —pregunté incrédulo.

—De paso podrías ir por las tuyas —comentó ChaeYoung, llamando mi atención—, con Lisa creemos que tal vez deberías quedarte con nosotros en lugar de volver al apartamento.

—Debo volver al apartamento, llevo demasiado tiempo aquí y debí volver hace semanas.

—Me sentiría mucho más segura sabiendo que Lisa está acompañada durante los próximos meses —admitió—, por mi trabajo no puedo estar todo el tiempo, y eres consecuente con tus acciones, por lo que podría estar tranquila sabiendo que estás aquí.

—¿Estás insinuando que no soy consecuente con mis acciones? —frunció el ceño Lisa.

—No lo está insinuando —mencionó Minnie—, es justo lo que acaba de decir, muy directa y sin rodeos.

—¿Estás buscando problemas? — miró desafiante a su alfa.

—¿Vas a quedarte? —la ignoró ChaeYoung, y pude ver una vena en la sien de Lisa prácticamente hincharse en molestia.

—Puedo quedarme algunos días más, pero en cuanto puedas tomar las vacaciones que mencionaste hace unos días, y puedas estar con Lisa de manera permanente, entonces si regresaré a casa. —respondí.

—Me parece justo —asintió ChaeYoung—, entonces JinYoung te ayudará a traer tus cosas junto a las de Minnie.

Me removí incómodo sólo pensando en ello, estar a solas con el alfa no era algo que me hiciera sentir cómodo.

Muy por el contrario, sentía ligeramente nublado mi juicio al sentir su aroma a mi alrededor y ver aquellos hoyuelos junto a esa linda barbita de candado aparecer en mi campo de visión, y eso no estaba para nada bien.

—Bien, creo que tu alfa acaba de llegar. —mencionó Lisa.

Todos la miramos incrédulos, ella por lo general era muy buena en estar alerta y podía escuchar incluso los más suaves y alejados sonidos emitidos por alguien.

—Él está estacionando tal vez —agregó—, o es demasiado bruto para estacionar o mis sentidos están fallando.

—¡Buen día! —saludó sólo unos minutos más tarde JinYoung—. hombre, se me habían quedado las luces encendidas. —admitió viendo a ChaeYoung.

—Muy bruto. —se encogió de hombros Lisa.

—¿Estás lista? —preguntó a Minnie, ignorando el último comentario de Lisa.

—Hubo un cambio de planes, tendrás que ir con-...

—¡Tendré dos cachorros! —comentó ChaeYoung, interrumpiendo a Minnie, quien la miró con el ceño fruncido.

—De ninguna manera. —lo miró aturdido JinYoung.

—¡Son dos! —mencionó ChaeYoung, como si no pudiese creerlo aún.

—¡Hombre! ¡Eso es maravilloso! —comentó entusiasmado JinYoung—. ¡Felicidades! Deberíamos celebrar esto, tal vez ir por algo de beber.

Lisa se aclaró la garganta exageradamente alto, llamando la atención de todos.

—Quien va a parir a esos cachorros soy yo. —frunció el ceño.

—Lo sé. —admitió JinYoung.

—Y la estás felicitando a ella. —agregó alzando ambas cejas.

—Las estoy felicitando a ambas —aclaró, removiéndose incómodo—, tus cachorros serán hermosos, estoy seguro que podemos celebrar contigo bebiendo algunos tragos sin alcohol.

—¿Qué clase de celebración es si no hay alcohol? —preguntó incrédula Minnie—, deberíamos al menos comprar algo para quienes si podemos beber.

—No creo que sea buena idea beber en tu estado —comentó JinYoung a Minnie, quien la miró aturdida—, podría traerles complicaciones a tus cachorros.

—Mo tengo cachorros. —balbuceó Minnie.

—¿Acabo de felicitar a Cho MiYeon por nada? —preguntó aturdido—. ¿Ella lo sabe? Porque lucía muy entusiasmada y orgullosa cuando la felicité hace unas horas al salir de la empresa.

—Ella debería saberlo —balbuceó Minnie—, ¡No hay cachorros, no existen!

—Si estás tan segura, imagino que no tienes problemas en hacerte un chequeo ¿Verdad? —pregunté.

—Estoy tan segura, que iré a esa jodida consulta sólo para probarlo —mencionó segura—, y luego de eso celebraré que no hay cachorros bebiendo al menos por una semana frente a todos ustedes. —advirtió.

—La próxima semana se viene una inspección de planta —comentó JinYoung—, así que felicidades por tus cachorros por adelantado.

Una sonrisa divertida tiró de los labios de Lisa, al ver el mal semblante de Minnie frente a las felicitaciones de JinYoung.

—Veo que estás haciendo nuevos amigos —mencionó JinYoung a YuGyeom, quien se había mantenido en silencio viendo todo con interés—, finalmente conseguí un omega para asistir a Cho MiYeon. —comentó JinYoung a ChaeYoung.

—ChaeYoung es la CEO a cargo del Departamento de Seguridad. —comentó a YuGyeom.

—Un gusto conocerla —comentó por primera vez YuGyeom—, no esperaba conocerla en estas circunstancias, se supone que lo haría en la reunión de la próxima semana.

—¿La reunión? —balbuceó ChaeYoung.

—Tu madre citó a una reunión para el próximo lunes —mencionó JinYoung—, intenté llamarte, pero me pasaba directo al buzón.

—Tenía el móvil apagado, no quería interrupciones en nuestra cita con el médico —aclaró—, ¿Para que es la reunión?

—No creo que sea una buena idea hablar sobre esto ahora. —comentó Lisa, bastante paranoica viendo a YuGyeom.

—¿Porqué? —preguntó luciendo incómoda ChaeYoung—, sólo dí lo que sea que te haya mencionado, JinYoung.

—Tu madre va a reincorporarse al departamento administrativo. —respondió JinYoung.

La expresión de ChaeYoung cambió completamente, su semblante decayó de un momento a otro.

—Ella citó tanto a JooHyun como a RyuJin —comentó JinYoung—, con sus respectivos equipos de trabajo.

—Imposible —negó ChaeYoung—. ¿Porqué insiste en regresar a la empresa justo ahora? Ella lleva años asistiendo sólo a reuniones, y con suerte sólo una vez por mes. —se quejó.

—Lo sé —le dió la razón JinYoung—, desconozco sus razones, pero parecía genuinamente interesada en regresar.

Esto no podía significar algo bueno, sé muy poco sobre la empresa que dirige ChaeYoung, pero según lo que he escuchado decir a JiSoo, la única razón por la cual ha pasado desapercibida en ese lugar, es porque la señora Park se mantiene alejada del mismo desde hace muchísimo tiempo.

—¿JiSoo sabe sobre esto? —preguntó ChaeYoung.

—Eso creo, es la asistente de Shin, por lo que deben haberle informado para que se lo hiciera saber —aclaró—, ella forma parte de su equipo, así que debe asistir igualmente.

ChaeYoung parecía estar pensando demasiado en ello, pude ver su mandíbula tensar y endurecer su gesto notoriamente.

—No creo que este sea el momento para hablar sobre esto —insistió Lisa, ella continuaba enviando miradas un tanto curiosas y cargadas de desconfianza al nuevo amigo de Minnie—, este tipo de asuntos de la empresa deberían hablarlos en privado, no frente a los demás.

—Lisa tiene razón —admitió ChaeYoung—, cuando regreses del apartamento, podemos hablar sobre esto.

—¿Ya estás? —preguntó JinYoung a Minnie

—Te decía que hubo un cambio de planes —respondió—, irás con Kunpimook.

La mirada de JinYoung recayó inmediatamente sobre mi.

—¿Ya estás? —preguntó desinteresado.

—Si —respondí brevemente—, regreso en una horas. —mencioné a Lisa, quien asintió en respuesta.

Sólo bastó con que subiera al auto de JinYoung, utilizando el asiento del copiloto para saber con exactitud que la tarde no sería cómoda en absoluto para mi.

El aroma del alfa estaba impregnando el auto en su totalidad, haciéndome sentir ligeramente aturdido y algo mareado.

Esperando no recibir una reprimenda por su parte. baje una de las ventanillas al salir finalmente rumbo al apartamento.

—Esto será malo —mencionó repentinamente—, es un panorama muy malo para ChaeYoung.

—Imagino que si —le dí la razón—. ¿Qué harán con respecto a JiSoo?

—No podemos moverla de su área nuevamente, sin razón —mencionó—, no sin que Shin se entere, y te aseguro que ella no va a dejarlo pasar si lo hacemos.

—¿No existe la posibilidad de buscar un reemplazo para ella. o conseguir al menos una licencia médica?

—Tenemos que evaluar nuestras opciones —comentó—, creo que esa sería la más sensata.

No sentía correcto opinar respecto a eso, su trabajo es algo serio y bastante complicado.

No es algo que pudiese entender, pero el alfa lucía afligido, y eso me hacía sentir demasiado inquieto.

El no parecía interesado en querer hablar sobre algo más, probablemente el había perdido finalmente el interés en querer intentar algo conmigo al notar que estaba siendo demasiado frívolo respecto a sus avances.

—Supe que conociste a Shin. —comentó repentinamente, su gesto continuaba viéndose despreocupado.

—Lo hice —comenté—, durante la cena que organizó Lisa, resultó un desastre, la alfa que gustaba de otros alfas cayó en los encantos de Minnie.

—Eso supe —respondió—. Shin es una chica bastante impresionante —agregó, su tono era bastante neutro—, es una idiota muy atractiva e influyente, además de CEO en una empresa, probablemente ella caga dinero —mencionó—, es lo que cualquier omega quisiera, supongo.

—Creo que tienes un concepto muy básico sobre los omega. —respondí.

—Como sea —chasqueó la lengua—, no se puede competir contra un bastardo afortunado como ellas, esas personas nacen con ciertos privilegios y nada se puede hacer al respecto.

—¿Sólo vas a dar un paso al costado? —pregunté interesado.

—Aunque no lo creas, sigo velando por tus intereses —mencionó—, no soy un indigente, la verdad es que gano bastante bien, pero no puedo ofrecerte siquiera la mitad de lo que aquella bastarda puede.

—Esto no se trata de dinero —balbucee incrédulo—, lo último que vería en una persona es su situación económica.

—Imagino que si —admitió—, pero por más vueltas que le doy al asunto, sigo llegando a la misma conclusión.

—¿Cuál es esa conclusión? —pregunté interesado.

—Llevo demasiado tiempo intentando hacer mi movimiento contigo, y siempre me esquivas —comentó—. Shin te invitó a salir el mismo día en que se conocieron y aceptaste de inmediato, no es necesario ser un genio para notar que ella es totalmente tu tipo —aclaró—, ¿Tiene sentido que siquiera lo intente? —negó—, o no, creo que lo que más me interesa saber es si ¿Fue una opción para ti darme una oportunidad en algún momento?

—Para mi, tiene sentido que lo intentes —admití, recibiendo una mirada incrédula por su parte—, estás conduciendo, deja de verme.

Su mirada regresó de inmediato hacia el frente.

—No es el momento; no el lugar —mencioné—, hablaremos de esto al llegar.

El simplemente guardó silencio.

Todo este tremendo lío era culpa de Lisa, ella y su estúpida sugerencia de fraternizar con otros alfas hasta sentirme completamente cómodo en torno a ellos me puso en esta horrible situación.

No quiero exponerme con JinYoung, pero tampoco puedo decirle sobre la sugerencia de Lisa.

Sentí mi estómago retorcer al verle aparcar frente al apartamento.

Estaba totalmente arruinado, nada de lo que dijera me haría salir del todo bien de esta situación.

Subimos las escaleras en silencio hasta llegar a mi piso, al entrar al apartamento este lucía exactamente igual de desordenado que siempre, e incluso el molesto aroma de aquel delta que vive unos pisos más abajo continuaba presente, como si aquel sujeto se hubiese paseado en cada rincón de nuestro apartamento.

Probablemente Lisa le pidió al irnos que estuviera pendiente del lugar, entre idiotas irritantes se entienden bastante bien.

—¿Qué es lo que tenemos que llevar? —preguntó JinYoung.

—Lo que encuentres en la habitación de Minnie —mencioné—, iré por mis cosas.

—¿Por tus cosas? —preguntó curioso.

—Voy a quedarme con Lisa por un tiempo —aclaré—, seguiré viviendo en lo de ChaeYoung por lo que nos veremos seguido, deberíamos intentar llevar bien esto por la paz.

Me dirigí en silencio hasta mi habitación, tomando algunas prendas de vestir y dejando estas de manera ordenada sobre mi cama.

—Entonces —me sobresalté al oír a JinYoung a mis espaldas—, lo siento —balbuceó al notar mi reacción—. ¿Vas a continuar viviendo con ChaeYoung de manera permanente?

—Claro que no —negué—, será por un tiempo, para acompañar a Lisa en ausencia de su alfa.

—¿A que te referías con que tiene sentido que lo intente? —preguntó interesado, sentándose sobre mi cama.

—Me gusta saber que lo estás intentando —mencioné, sentándome a su lado en la cama—, realmente espero que lo sigas haciendo.

—¿Qué cambió? —preguntó interesado—, siempre mencionas que ya tienes un alfa a quien le debes respeto, pero aún así quieres que siga intentando algo contigo.

—El no es sencillo de abordar —suspiré—, no quiero que tengas problemas, sé que eres superior a el en todos los aspectos, y que es muy egoísta de mi parte pedirte algo como esto, sabiendo lo riesgoso que puede llegar a ser en un futuro que el se entere sobre ti, pero siento que necesito de ti —comenté—; necesito tenerte en mi vida.

—¿El está buscándote? —preguntó.

—No ahora mismo, pero lo hará.

—Quien quiera que sea, estoy muy seguro que puedo con el —respondió—, eso no es un problema para mi.

—Sé que si —admití—, pero aún así no me gusta la idea de exponerte de esta manera, JinYoung.

—Creo que esta es la primera vez que me llamas por mi nombre. —comentó después de algunos minutos en silencio.

Pude percibir un amago de sonrisa dibujarse en sus labios, aquellos lindos hoyuelos nuevamente parecían llevar mis pensamientos muy lejos de lo que se supone era nuestro tema principal.

Mi mirada se desvió automáticamente hasta sus labios, aunque rápidamente, y un tanto nervioso, volví mi vista hacia el frente.

Sentía mis mejillas arder en vergüenza, sabía desde un inicio que era una pésima idea venir a solas con el.

—Debería continuar con esto, o no volveremos a tiempo. —comenté levantándome, y de paso buscando algo de distancia.

—¿Necesitas algo de ayuda aquí? —preguntó.

Le ví tomar uno de los pequeños recipientes con mis antiguos medicamentos que estaban sobre mi mesa de noche.

Y nuevamente me sentí extremadamente avergonzado, al notar que lo que sostenía entre sus manos no eran medicamentos, sino mis supresores.

Le ví alzar ambas cejas y ver el pequeño envase con interés, en un rápido movimiento se los arrebaté alejando estos de su alcance.

Mis mejillas ardían en vergüenza, sólo podía pensar en esconderme bajo las cobijas y quedarme allí hasta que decidiera irse.

Le ví relamer sus labios, limpiando sus manos sobre su pantalón.

—Deberías ir por las cosas de Minnie. —comenté al notar la cantidad de feromonas que parecían estar impregnando mi habitación.

Me removí inquieto sintiéndome repentinamente demasiado entusiasmado con el aroma del alfa, el pareció notarlo porque sus ojos brillaron viéndome con interés.

Mi lobo parecía bastante conforme con obtener la atención de alfa.

Podía sentir claramente la humedad en mi ropa interior, al igual que aquella repentina sensación de calidez expandirse por todo mi cuerpo.

—¿Podrías ir por las cosas de Minnie? —insistí.

—O podría quedarme haciéndote compañía en lo que empacas. —comentó, levantándose igualmente de su lugar.

Esto no era bueno, el parecía ser muy consiente de tener una ventaja importante sobre mi.

No me sentía capaz de pensar con claridad al notar su cercanía, y no tuve tiempo de reaccionar hasta sentir uno de sus brazos rodear con cautela mi cintura.

Sintiendo mi boca repentinamente seca, pude sentir su respiración sobre mis labios al alzar mi rostro.

El no dudó en buscar mis labios, y por mi parte, no me sentía capaz de rechazarlo.

Estaba siendo extremadamente cuidadoso, sus húmedos labios se sentían tan cálidos y gentiles, justo como todo lo relacionado a el.

Sentía los desenfrenados latidos de mi corazón prácticamente retumbar, consiguiendo acelerar aún más mi pulso, tomando su rostro entre mis manos respondí el beso intensificando aún más este.

El alfa parecía maravillado con este nuevo avance, los lloriqueos incesantes de mi lobo parecían no ceder y ser respondidos rápidamente por aquel dulce alfa.

Sentía mi cuerpo arder en necesidad, algo que desde hace mucho no sentía, no al menos por otra persona, y sin estar siquiera cercano a mi celo.

Los labios de alfa descendieron por mi mandíbula hasta alcanzar mi cuello, en donde se tomó el tiempo de besar y dejar suaves mordidas para nada malintencionadas, sobre toda a piel expuesta que estuviese a su alcance.

Creo que ya era bastante tarde para intentar buscar mi sentido común, mi lobo parecía haber tomado el control de mis acciones con una facilidad perturbadora.

Mis manos descendieron por el pecho del alfa, a la vez que buscaba más cercanía.

Su intenso aroma no hacía más que llamarme, atrayéndome como una abeja a la miel.

El alfa buscó mayor comodidad, sentándose sobre la cama y atrayéndome sobre su regazo, un jadeo involuntario escapó de entre mis labios al sentir su erección presionarse justo en donde más le necesitaba, al estar a horcajadas sobre su regazo.

Probablemente ni siquiera me sentiría capaz de ver a la cara a aquel alfa luego de esto, pero supongo que ya había cruzado mis propios límites hace mucho.

Empujándole suavemente por el pecho, conseguí que quedara tendido sobre la cama, viéndome completamente maravillado.

Dejó escapar un gemido algo áspero al sentirme ondear mis caderas, frotándome contra su erección, creando una fricción deliciosa y adictiva en partes iguales.

Sus manos se anclaron a mis caderas, a la vez que le sentía igualmente corresponder mis movimientos, alzando sus caderas de manera un tanto brusca.

Desabotoné su pantalón, bajando su cremallera bajo su atenta mirada.

Ni siquiera le había visto desnudo alguna vez, pero estaba completamente seguro que el superaría mis expectativas.

Alzando mis caderas conseguí tirar lo suficiente de su pantalón al igual que de su ropa interior, dejando completamente a la vista lo que buscaba.

Su hinchada erección se mantenía erguida en todo su esplendor, luciendo tan apetecible, justo cuando creí que no podría desearlo aún más.

Pude oírle suspirar al tomar su pene en una de mis manos, su nudo permanecía bastante tenso.

Casi no consigo recordar cuando fue la última vez que estuve de esta manera con un alfa, el entusiasmo de mi lobo me hizo recordar que ya era tiempo de retomar las riendas de mi vida.

Extendiendo mi cuerpo sobre el suyo, y apoyando una de mis manos sobre la cama, busqué sus labios mientras aún continuaba estimulando su demasiado sensible erección.

Las vibraciones que enviaban sus suaves gemidos, siendo acallados por mis labios, no hacían más que aumentar mi urgencia.

Sus manos bajaron hasta tomar de manera firme mis glúteos, masajeando estos de manera ansiosa.

Su lengua por segunda vez se deslizó por mi cuello, y recién entonces noté que parecía rondar bastante y muy de cerca, el lugar donde solía percibirse mi marca.

Probablemente, debido al recelo que le producía que estuviese allí, en lugar de la suya.

Le sentí tirar de mi pantalón, invirtiendo nuestras posiciones y dejándome tendido sobre mi espalda.

Sintiéndome totalmente abrumado y un tanto cohibido al verle extender mis piernas, dejándome completamente expuesto a su mirada, no hice más que aferrar mis manos al edredón.

El parecía tratarme con el máximo cuidado que fuese posible, pero igualmente sentí unas horribles ganas de huir y echarme a llorar al notar aquel destello rojizo y vidrioso en su mirada, dándome a entender que tal vez no estaba del todo preparado para estar de esta manera con un alfa.

El miedo nuevamente se hacía presente, consiguiendo hacerme temblar bajo su cuerpo, sus cálidas manos parecían buscar hacerme sentir cómodo.

Alzando mis piernas, pude sentir su erección rozar tentativamente la abertura lubricada de mi intimidad.

Un jadeo escapó de entre mis labios, aferrándome con fuerza a su espalda baja a la vez que le sentía abrirse paso extendiéndome de buena manera.

Podía sentir en detalles las pulsaciones de su pene, muy hundido y ajustado en mi interior.

Le sentí rodar sus caderas, consiguiendo que clavara mis uñas en su espalda y mis piernas temblaran al sentirle tocar los lugares correctos.

Comenzó a empujar sus caderas con insistencia, arrancando pequeños gemidos desde lo más profundo de mi garganta.

Hundiendo mi rostro en su cuello, no me sentía capaz de pensar en algo, por lo que sólo cedí, dedicándome únicamente a sentirle en su lugar.

Un aroma bastante familiar me golpeó como una bofetada, el aroma de Lisa parecía hacerse aún más intenso.

¡Oh mierda no!

¿Porqué no puse el seguro?

Un alto gemido escapó sin cuidado, mientras sentía a JinYoung hundirse cada vez más profundo en mi, y el aroma de Lisa me provocaba ganas de morderle aún siendo consciente de que él no era responsable de la presencia de aquella intrusa.

Alzando mis caderas conseguía corresponder a cada uno de sus empujes, mi respiración era cada vez más irregular mientras le rogaba a los Dioses que aquella infeliz no entrara a mi habitación.

Ella no debía ver algo como esto, no se suponía que estuviese aquí en primer lugar.

Bajé mis manos descaradamente apropiándome de los glúteos del alfa, e instándole a ir más profundo.

Pude oír la puerta de mi habitación abrirse, mis mejillas ardían en vergüenza escondiendo mi rostro en el cuello del alfa.

Después de tener a sus cachorros, aquella infeliz podía considerarse sigma muerta.

Me encargaría personalmente de que ni siquiera recibiera algún tipo de anestesia al parir a sus bebés, solo por ser una jodida entrometida.

Ella no parecía interesada en hacer algún ruido o interponerse, a pesar de haber visto lo que estaba sucediendo.

Simplemente cerró la puerta, a la vez que sentía su aroma desvanecer al alejarse del lugar.

El alfa parecía completamente absorto en lo que hacía, no pareció prestarle demasiada atención al aroma de Lisa mientras continuaba hundiéndose con mayor insistencia, su respiración demasiado agitada a la par de sus movimientos erráticos me hicieron saber que el se encontraba ya demasiado cerca del borde.

Alzando un poco mis caderas, prácticamente clavé mis uñas en sus glúteos, necesitando sentir su nudo colarse en mi interior, pero él parecía tener planes completamente distintos.

Lo sentí bajar mis piernas presionando estas contra la cama, consiguiendo que su pene quedara bastante ajustado y aprisionado entre mis muslos, impidiendo de cierta manera que su nudo se colara en mi interior.

Luego de algunos minutos pude sentirle derramarse dentro de mi, aunque no por completo, su respiración era bastante irregular, denotando su cansancio, aún sin siquiera haber acabado de expulsar todo de sí en el lugar.

Él no parecía estar del todo bien, le ví llevar una de sus manos hasta su propio nudo, ejerciendo algo de presión sobre este, probablemente buscando ajustar un poco en reemplazo de lo que debería haber sido el anudarme.

Lo miré un tanto aturdido, sin entender porque él simplemente no me había anudado en primer lugar.

Debo admitir que fue extraño verlo acabar sobre el edredón y parte de mi vientre.

Nunca había conocido a un alfa que hiciera algo similar, y bueno, sinceramente nunca había visto a un alfa eyacular en general, sólo había conocido a algunos que lo hacían bajo el control de su lobo, por lo que siempre terminaban derramándose muy hundidos en su omega.

Aquella suave tonalidad rojiza continuaba presente en sus ojos, al recibir una suave sonrisa por su parte.

—Probablemente esto no es lo que esperabas —mencionó un tanto angustiado—, pero te aseguro que es la mejor manera, para que esto funcione entre nosotros.

Sus mejillas estaban extremadamente ruborizadas y estaba sudando en exceso, pude verle respirar profundo como si estuviese intentando contenerse de alguna manera.

Intentar contener los impulsos de su lobo probablemente era un martirio, sé de muy pocas personas que habían intentando aplicar algo como eso pero jamás un alfa, supongo que el no estar en celo ayudaba bastante.

No creí posible que alguien pudiese siquiera intentar contener a su alfa, el definitivamente era demasiado impresionante.

—Voy a usar el baño. —balbuceó.

Su erección aún permanecía firmemente erguida a pesar de haber acabado desbordando todo de sí sobre el edredón.

Antes de poder decir algo, el simplemente se levantó, saliendo de la habitación.

Me quedé completamente quieto sobre la cama, pensando en lo que había sucedido, oyendo algunos minutos más tarde la melodía de mi móvil anunciando una llamada entrante.

Pude distinguir el nombre de Lisa en esta, antes de contestar la llamada.

¿Que es lo que te lleva tanto tiempo, sucio degenerado? —la escuché preguntar sin siquiera saludar.

—Tu deberías saberlo, infeliz entrometida —me quejé—. ¿Era demasiado difícil simplemente dejarme estar a solas por unos minutos con el alfa? —pregunté aturdido—. ¿Sabes lo incómodo que es sentir tu aroma mientras estoy teniendo algo de intimidad con alguien?

Ella se quedó en silencio por algunos segundos.

¿Estás en tu habitación? —preguntó.

—¿Porque no vienes a verificarlo por tu cuenta? —pregunté de manera mordaz—. ¿O estás demasiado ocupada esperando por nosotros en la sala?

Necesito que pases el seguro de tu habitación, justo ahora —comentó—. ¿El lacayo está aún contigo?

—Él está en el baño —mencioné—. ¿Que hay con eso?

Estoy en casa —comentó—, no me he movido de aquí desde que ustedes se fueron, pasa el seguro de tu habitación ahora mismo y no abras esa puerta por ningún motivo.

—Pero JinYoung está en la casa... —balbucee—. ¿Quién mierda está rondando el apartamento si no eres tú? —pregunté asustado.

¿Aún puedes sentir su aroma?

—Lo hago —sentía mis manos temblar aún sosteniendo el móvil con firmeza entre estas—. Lisa esto no es divertido, es simplemente imposible que alguien más tenga tu aroma —balbucee—, si intentas asustarme, ya lo conseguiste, sólo deja de jugar, es de pésimo gusto que bromees con esto.

No estoy jugando —admitió muy seria—, sólo quédate en tu habitación hasta que JinYoumg regrese, y no abras la puerta a menos que estés completamente seguro de que es él.

YuGyeom.

Pude oír mi móvil resonar recibiendo una llamada entrante.

—¿Lo encontraste? —pregunté interesado a quien se suponía debía estar en casa de aquella sigma.

Estoy en ello —respondió—, llevo estacionado frente al apartamento al menos una hora. —comentó.

—¿Alguna novedad?

Un omega entró acompañado de un alfa al apartamento. —mencionó.

—Ajá, ¿Ya salieron? —pregunté interesado.

No, pero alguien más entró hace unos minutos. —respondió.

—¿Otro omega?

No sabría decirte —chasqueó la lengua, y pude oír la puerta de su auto cerrarse abruptamente—, físicamente parecía ser otro alfa, no pude distinguir su aroma a esta distancia.

—Necesito un nombre. —mencioné.

No puedo colarme en el apartamento habiendo dos alfas y un omega, al menos no sin que lo noten.

—Espera a que el último alfa que mencionaste salga, y céntrate en el — comenté—, sólo debes seguirlo, no te acerques hasta estar fuera de aquel sector, alguien podría verte con el.

¿Entonces no entro al apartamento? —preguntó curioso.

—Puedes regresar más tarde cuando ellos se hayan marchado —respondí—, lo principal ahora mismo, es saber quién es el alfa que entró, y si sabe algo sobre los tres omegas y aquella sigma.

¿Y si el alfa no quiere cooperar?

—Estoy bastante seguro que puedes hacerle cambiar de opinión.

El tipo está saliendo del apartamento. —mencionó.

—Sólo has el trabajo, esperaré tu llamada. —comenté, antes de finalizar la llamada.

Si ese alfa tenía algo que ver con aquellos omegas, podría tener una ventaja y algo con que negociar para obtener información por parte de aquella idiota desconfiada, que parecía muy interesada en sacarme de su casa.

Ahora es que comienza lo chido...

¡Gracias por leer!

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