Los ojos de Jisung se mantenían abiertos a más no poder.

Parecía que la inocencia que había mantenido durante dieciséis años la perdió en media hora. Veía como un par de chicas se besaban con intensidad en medio de todo, las manos de ambas pasar por el cuerpo ajeno con sensualidad y los jadeos proporcionados por ambas creía que hacían toda la escena tan comprometedora.

No entendía el por qué ha aceptado jugar, los retos y preguntas no eran normales, ¿Que más podía esperar? Estaba en una fiesta donde la gran mayoría eran adolescentes y los juegos tenían que ver con cosas sexuales y él era más virgen que el aceite de cocina de su madre.

Suspira nervioso apenas las dos chicas terminan como si nada hubiera pasado, más de uno con una erección en sus pantalones ante tal escena tan caliente y él con las mejillas sonrojadas. Reza por qué la botella no se le por parar justo donde él, agradecido estaba con que en toda esa hora no le haya tocado.

Jeongin en cambio estaba muy emocionado era el juego más fuera de tono en el que había estado y eso le gustaba, también tenía miedo a lo que fuera a pasar pero sin embargo se la estaba pasando de maravilla.

-Si está vez no me toca a mí les juro que lloro toda la noche. -comenta Changbin quien tampoco en todo el juego le había tocado con alguien y estaba más que desesperado por comenzar.

Dando vuelta a la botella con los ojos de todos pegados a esta misma con la curiosidad de ver a quien lo tocaría está vez. Jisung con los ojos cerrados y Jeongin pendiente para que le tocará con su australiano musculoso.

La botella paró y un mini grito de victoria se escucha de la boca del menor quien por fin había conseguido lo que quería. Changbin con un puchero en sus labios, Hyunjin burlándose y Jisung más que agradecido por qué Dios ha escuchado sus suplicas.

-¿Tenemos a chicos de tercer año aquí? -pregunta Hyunjin observando al de brackets.

-No tonto, es de cuarto año, es invitado de Seungmin. -un pequeño golpe es dado en la cabeza de Hwang por parte de Minho recibiendo un regaño por el mayor de todos al comenzar una mini discusión al respecto.

-Bien, ¿Has jugado esto alguna vez?. -La mirada de Chris se dirige hacía el menor de todos y este se siente derretir al instante.

Jeongin asiente con una sonrisa mostrando su bonita dentadura con los brackets en ella curioso por lo que fuera a pasar.

-¿Verdad o reto?

-Reto. -se adelanta el coreano.

-Dale un beso de dos minutos con lengua. -termina por decir Hyunjin.

Las mejillas de Yang tomaron un color carmín, decidido gatea hasta donde el australiano musculoso que sin chistar lo recibe con gusto rodeando sus brazos por la cintura adversa del menor y juntando sus labios en un beso torpe gracias a qué Jeongin era un inexperto totalmente y ese sería su primer beso.

Los demás observan sin decir nada, Jisung absorto del como su mejor amigo casi se come a besos al amigo de Lee y de que no conocía esa parte del menor. La gente está llena de sorpresas.

-Tus labios saben a fresa. -comenta Chris apenas se separan, con la respiración errática y los labios hinchados mira a Jeongin que sin decir nada deja un beso más y se retira de los brazos contrarios y corre hasta donde Jisung como un niño pequeño.

-Fue lo mejor que me haya pasado hoy. -murmura Yang tocando sus labios recordando lo maravilloso que había sido aquel beso para él.

Nuevamente la botella dió vuelta, está vez por Minho que sin mucho interés se vuelve a sentar esperando a ver a quien le tocaba y que estupidez le pondrían a hacer a los pobres borrachos en su alrededor.

Su sorpresa fue más grande cuando la botella lo apunta a él y al otro lado a él peliazul que creía morirse ahí mismo.

-Woah, por fin le toca a Lee. —entre sonrisas sus amigos lo observan pensando que clase de preguntas hacerle o si es el caso un reto.

-¿Verdad o reto?. -pregunta Changbin.

-Reto. -decide Minho.

El fin de Han Jisung, el chico murmuraba cosas sin sentido, los nervios y el temblor en su cuerpo hicieron presencia y el pánico no podía faltar en ese momento apenas se dió cuenta de que Minho ha decidido por reto y los subnormales de sus amigos no le darían algo sencillo. Su corazón se acelera y comienza a sudar frío con la mano de Jeongin en su pierna para intentar calmarlo.

-Siete minutos en el paraíso. —demanda el mayor con una sonrisa en su rostro y los ojitos de Jisung se abren con miedo.

-No quiero ir. —susurra Jisung, no estaba listo aún y menos para algo como eso.

-No seas gallina, ve y cumple el reto. -regaña Yang empujando al peliazul para colocarse de pie.

Todo fue tan confuso para ambos adolescentes apenas sintieron algo obstruir su vista. No tenían previsto de que tenían que ir sin ver absolutamente nada y con ayuda los llevan hasta la segunda planta de la casa en la pequeña habitación de aseo vacía.

Jisung oyó como cerraron la puerta con seguro desde afuera y su corazón parecía salirse de su pecho al mismo tiempo de que las ganas de huir lo inundan.

Silencio, era lo único que se escuchaba entre ambos, Jisung con miedo de hablar y Minho sin saber que decir o hacer.

-Y bueno, ¿Te gusta el pan?. -rompe el silencio el menor de ambos, indeciso si tendría respuesta.

-Lo amo. -contesta Minho soltando una risa que a Jisung le encantaba en sobremanera.

Veía estúpido la forma en la que le taparon los ojos, decide quitarse la venda mal amarrada y sus pequeños ojitos se ven libres entre la oscuridad de la estrecha habitación. No dijo nada solo se digno a admirar la belleza de su crush más de cerca, los labios gruesos de éste le llevan a imaginar cómo serían besarlos, su cuello con gotas de sudor gracias al calor que los abraza y el cabello desordenado lo lleva a la locura.

Lee Minho era una locura digna de admirar.

Jisung se abstiene de hacer una estupidez manteniéndose lejos del cuerpo ajeno desperdiciando los pocos minutos que le quedaban.

Minho en cambio tenía una duda en su cabeza, claramente no se le quitaría sin probar algo y creía que sería el momento perfecto para hacerlo. Se acerca a ciegas cuidando de no tropezar, escuchando como los pasos asustados retroceden hasta que siente como el cuerpo contrario choca contra la fría pared.

El menor no entiende que pasa, el pánico vuelve en sí y solo se deja hasta que Minho se encontraba lo suficientemente cerca. Lee acercándose peligrosamente a su rostro cerrando sus ojos para que sucediera cualquier cosa que tuviera que pasar.

Sus labios se unen en un beso estático, Minho toma la iniciativa para tomar la cintura ajena y pegarlo más a su cuerpo moviendo sus belfos, Jisung siguiendo el ritmo lento y disfrutando del sabor inigualable del que siempre fantaseaba.

Todo parecía un sueño para el menor, la manera en la que sus labios danzan era única. Minho muerde con delicadeza los bonitos belfos del menor quien abre un poco su boca dando acceso a un beso más intenso. Era la primera vez que Han besaba, se sentía bien y más si era con la persona que le gustaba, obviamente no en esa situación pero algo es algo.

Se obligan a separarse con la respiración agitada y la falta de aire. El más alto aún con los ojos vendados y Jisung con su mirada ilusionada ante el bonito chico que tenía al frente.

-Eso fue genial. —susurra Minho sobre los labios contrarios, con un sentimiento extraño de querer más.

Jisung calla, está vez es él quien vuelve a unir sus labios.

Minho solo podría decir algo, probablemente si era gay.

[🪷]

Por fin sus ojos eran descubiertos, ya en la parte baja de la casa, dura nos segundos para que su vista enfoque a la perfección, volviendo a su lugar con las mejillas sonrojadas por lo ocurrido minutos atrás.

Esa había sido la primera vez en la que se ha involucrado en algo tan íntimo con una persona de su mismo sexo, estaba mitiendo si decía que no le gustó, sin embargo ganas de más han quedado dentro de él y eso era exactamente lo que no quería.

-¿Y como te fue?. -preguntó Christopher llegando a su lado de repente.

-Muy bien. -se digna a contestar, sin expresión alguna.

Del otro lado un Jisung avergonzado y siendo calmado por un Jeongin curioso por lo que sea que hubiera ocurrido allá dentro.

El juego siguió sin problemas, más retos extrñaños y preguntas fuera de sí. Aquellos chicos divirtiéndose sin más. De vez en cuando Minho dirigía pequeñas miraditas al peliazul y éste sin darse cuenta alguna.

Y su suerte parecía jugarle una mala pasada, por qué volvió a tocarle con el mismo chico y no sabía cómo sentirse al respecto. ¿Era bueno o malo?, ¿No era eso lo que quería?, Pues sí. Simplemente que la vergüenza no le dejaba en paz y ahora no sabía cómo sentirse al escuchar el otro reto asignado por los mayores.

Maldito Minho y su reto.

-Hazle un chupetón. -dice Christopher señalando a Jisung.

Quedó impactado, jamás había hecho algo así en su vida y ahora sí pedía correr lejos para evitar ese tipo de cosas. Otra vez Jeongin lo empuja siendo obligado a gatear con sus manos temblar hasta el más alto, suspirando y tomando algo de fuerzas, sus cachetes colorados y ojitos cerrados se posiciona encima de Lee con pena y dirige su rostro hasta el cuello ajeno, lo primero que puede percibir era el rico perfume que utilizaba.

Sus labios pegados a la piel blanquecina de Lee que gustoso aprieta las caderas de un pequeño y tímido Jisung quien se encuentra ocupado chupando y dando pequeños mordiscos a su cuello.

Ahí Minho encontró su perdición.