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Day 5 Pesadilla/Mitologia.

*Una verdadera pesadilla.

"Hola."

"Hola."

Raven sonrió contra la almohada al escuchar esa raposa y grave voz, inconscientemente se acercó a él para nuevamente dejarse acurrucar por su calor, obviamente fue recibida con los brazos abiertos.

"Paso mucho tiempo desde la ultima vez." Él le dijo al acomodar su cuerpo por debajo de ella casi dejándola encima de él mientras sus manos bailaban en el desnudo de su cintura.

"Tu mera culpa, tu eres quien fue expulsado de la academia y enviado a un internado a Suiza." 

"Solo por cinco meses."

"Fueron unos cinco meses muy largos."

"Hmm...yo también te extrañé." Damian dijo al plantarle un beso en la coronilla de su cabeza.

"Claramente." Raven dijo en mofa al sentir esas traviesas manos apretado sus muslos.

Cinco meses sin verse fueron demasiado para los dos, hablar diariamente vía online o por texto no era lo mismo como estar presentes lado a lado.

Damian había llegado hace dos días de aquel país extranjero, Raven le dió su espacio para que pasara tiempo con su familia pero el tercer día él fue exclusivamente para ella. Un día entero para ellos dos en una cita romántica, una cita que rápidamente reveló el deseo latente que sus cuerpos vibraban por el otro.

Siendo unos adolescentes hormonales de 17 años claramente cedieron a la lujuria. La inocente cita en el parque y la cena romántica bajo la luz de la luna terminó con ellos escabulléndose tarde por la noche en la Mansión Wayne para en la habitación de Damian darle inicio a una muy larga sesión de besos, coquetos toqueteos y muchos más...

Damian la amaba, ella lo amaba...el deseo físico solo era natural y en esta etapa de sus vidas casi una necesidad insaciable. Y por esa precisa razón el joven chico en estos momentos no tenia piedad alguna en recorrer sus manos por el cuerpo de Raven.

Sin embargo, Raven se dió cuenta de algo que esfumó aquel pasional deseo al instante.

"...Damian."

"Lo sé." Damian murmuró presumido al besar su cuello. "No puedo tener suficiente de ti."

"¡No!" Ella lo empujó del hombro, rompiendo su agarre mientras miraba con horror al claro de sol que se escapaba de las cortinas a la habitación. "Ya es de mañana."

"Maldición, son las seis. Pennyworth estará aquí en diez minutos."

Mierda, Mierda y más mierda.

Al parecer la intensa y sensual 'sesión de besos' se prolongó más allá de sus expectativas, ni hablar del tiempo que se quedaron dormidos en los brazos del otro. 

Sí, sí, la noche que pasaron fue sensacional pero el buen rato fácilmente podía convertirse en una verdadera pesadilla sí es que la familia de Damian la encontraban aquí. Un encuentro que tanto Raven como Damian deseaban evitar, en especial cuando él acababa de llegar de Suiza debido a un castigo.

¿Cuál castigo le darían al muchacho sí descubrían que tenía sexo a escondidas con su novia en su habitación?.

Raven no quería quedarse para descubrirlo.

Los dos adolescentes salieron como frenéticos de la cama, juntaron el remolino de ropa de la cara alfombra, se cambiaron como pudieron y limpiaron la habitaciones de pared a piso haciéndola más presentable y que pareciera menos un caos sexual.

"Saldré por la ventana."

"¿Estas loca?, estamos en el tercer piso te vas a matar." Damian la alejó de dicho lugar.

El pánico la volvía irracional, pero, ¿Que otra opción tenían?. Perdieron ocho minutos  tratando de borrar las evidencias de sus actos de la habitación, en nada tendría a la puerta al puntual mayordomo y con la mera presencia de Raven para Alfred sería muy sencillo deducir que ocurrió entre los jóvenes.

"El closet."

Aquella fue la brillante, pero estúpida idea de su novio y Raven no teniendo una mejor se dejo arrastrar por él hacia el enorme vestidor. Damian la ayudó a escalar dentro del alto armario hasta su ultimo piso donde ella tuvo que acurrucarse con sus zapatos en las manos, era un espacio muy apretado.

"Sabes...sí salimos de esta te voy a terminar." Raven le gruñó en advertencia cuando él en su desesperación cerró una de las puertas y la golpeó por accidente en la cabeza.

Damian se hubiera disculpado, pero en ese mismo instante la puerta de su habitación fue abierta.

"Sh.." Él gentilmente susurró antes de cerrar las puertas del armario para dejar a Raven en la completa oscuridad de ese armario.

Nerviosa, Raven escuchaba lo que ocurría en la habitación del moreno.

"Amo Damian, veo que despertó temprano." El británico acento de quien era como una abuelo para la familia Wayne se hizo presente.

"Siempre he despertado temprano Pennyworth, ¿Cuál es la sorpresa?."

'Claro Damian, actúa con esa soberbia de siempre, normal.'

Raven se frenó de rodar los ojos a la altanera actitud de su novio cuando escuchó claramente pasos acercándose al armario donde se encontraba oculta.

"¿Algún problema Pennyworth?." Damian supo mantener la calma, lo cual ella agradecía.

"Por alguna razón esta habitación se siente extraña."

El destino no podía estar haciendo esto, ella cerró los ojos escuchando pasos acercándose, rogaba por que se fueran lejos.

"¿Detectas extrañes?. Quizás sea la sensación de alguien durmiendo aquí después de cinco meses de ausencia. ¿Padre ha despertado?, aún no he terminado de discutir con él sobre ese castigo en Suiza. Esta familia esta llena de hipócritas...-"

Raven escuchó el pesado y largo suspiro del hombre mayor conforme Damian continuaba parloteando sobre su castigo en suiza. La técnica del chico funcionó para que el mayordomo finalmente se alejara de las puertas del vestidor.

Se sintió aliviada al no estar ya tan cerca del peligro, ella nunca debía de dudar de lo que la altanería y sorbería de su novio eran capaz de lograr.

"Disculpe el atrevimiento, pero ni siquiera el Joven Todd con su largo historial fue expulsado de una escuela por colgar a su compañero de la asta de la bandera."

"Se lo merecía."

"Así como usted también merecía una reprimenda por sus actos. Ahora, iré a despertar al amo Bruce. Espero recuerde que el desayuno en esta casa se sirve a la siete treinta, sea puntal ya que preparare su desayuno favorito."

"El gesto es apreciado." Damian sinceramente agradeció al hombre mayor.

"¿Qué le parece las almas de sus enemigos como plato fuerte?."

"Muy gracioso Pennyworth."

Con la amarga respuesta de su novio a la sarcástica broma del mayordomo se terminó la conversación. Poco después la puerta se abrió para volverse a cerrar....Alfred se había ido, el peligro había pasado...por ahora.

"Lo siento." Fue lo que Damian primero dijo al abrir las puertas del armario, le ofreció una ayuda para bajar. "Dos segundos más y Pennyworth nos hubiera descubierto, él es más suspicaz de lo que parece."

"Esta familia esta llena de paranoicos." Raven le dijo una vez que regresaron a la habitación. Con sus zapatos aún en la mano ella dispuso a dar pasitos sigilosos a la puerta. "Aprovechemos que Alfred va con Bruce para salir."

"No, tenemos que esperar después del desayuno.  Tu casa esta muy lejos y sospecharán sí salgo en el coche tan temprano para dejarte."

"Pido Uber en la acera de enfrente." Raven gimió, lo único que quería era salir de esta situación como fuera. "Seré incapaz de soportar más tiempo aquí, sí tu padre o alguien más se da cuenta de que pase la noche en tu habitación será tu fin, y quizás el mío también."

"No seas exagerada Beloved. Nadie nos descubrirá." Damian le sonrió, como sí eso asegurara la integridad de ambos.

Pero la seguridad que él portaba en sus apuestas facciones era inservible para Raven. Desgraciadamente Damian era una cabeza dura que casi siempre tenía razón, era listo y sí él decía que debían esperar, entonces lo mejor sería esperar. Por lo menos a ella le reconfortaba saber que siendo la mansión tan inmensa las probabilidades de que alguien más entrara a la habitación eran improbables.

"Estoy sedienta." Raven sentía la boca seca, era de esperarse tras ese golpe de adrenalina que la visita del mayordomo le causó.

Por otro lado Damian interpretó su necesidad básica erróneamente.

"Aún falta mucho para el desayuno, ¿Quieres unos besos?."

"Tengo sed de agua Damian." Ella le rodó los ojos al quitarse las manos del chico de las caderas. "Por todo los cielos. Y la gente cree que eres más frío que un maldito iglú."

"La gente subestima el afecto que siento por ti." Damian le sonrió como un sin vergüenza. "Traeré agua y algo de comer, quédate aquí."

"Cielos Damian, ¿A donde más podría ir?."

"Nada de saltar por la ventana, regresarle pronto."

Con la promesa de volver pronto Damian salió de la habitación dejando Raven a su suerte.

Necesitaba pensar positivamente, este solo era un tropieza del cual iba a salir pronto.

Damian estaba de regreso de suiza y a pesar de cinco meses separados su relación estaba tan fuerte como cuando él se marchó. Había pasando juntos una maravillosa noche que comprobaba aquel último factor.

Los pensamientos positivos se fueron gastando poco a poco conforme la ansiedad iba tomando terreno dentro de ella cada vez que los minutos pasaban y Damian no regresaba de la cocina.

Le texteó miles de veces solo para darse cuenta poco después que el teléfono de Damian se encontraba abandonado en un escritorio. 

Raven quería gritar; tenía sed, sueño y una ansiedad que pronto la iba a consumir por completo sí él no se daba prisa.

Unos pasos en el pasillo elevaron sus esperanzas, por un minuto pensó que sus pegarais finalmente habían sido escuchadas, pero cuando todo parecía brillar a su favor ella escuchó un par de voces muy distintas a la de Damian.

Ella debía recordar que este no era precisamente su día, pues aquellas voces se escuchaban justo fuera de la habitación del moreno.

Dio un salto de la cama cuando la perilla de la puerta comenzó a girar en una lenta tortura que le ayudó a llegar corriendo hasta el baño. Justo cuando ella se encerró con llave para esconderse en el baño  la puerta de la habitación se abrió con un estruendo.

"Se que el pequeño bastardo las escondió, debe tenerlas aquí en su guarida."

Raven reconoció aquella voz enojada como la de Jason Todd.

"¿Por qué Damian robaría tu colección de chaquetas?."

Una voz más madura se unió; Dick Grayson.

"El Gremlin esta en contra de todo lo que sea piel y, ama jodernos la vida como pueda."

Timothy Drake nunca fue gran fan de Damian.

¿Tanto pecado era pasar una noche pasional con su novio como para tener a todos sus hermanos a una puerta de distancia?. Sí ellos la descubrían sería un desastre seguro.

Raven pegó la oreja a la puerta, atenta a todo lo que ocurrió del otro lado.  Muebles eran movidos con rudeza y alguna otra cosa caía al piso bajo las bruscas manos de los hermanos Wayne.

"Perdemos el tiempo Jay, Damian no tienes tus chaquetas."

"¿Porque siempre lo defiendes Dickhead?, ese idiota es ingenioso las ocultó en un lugar  difícil de encontrar.."

"Sí, tan ingenioso como para tener escondidas nuestras cosas en los jardines o en la granja de su amigo Jon—" Timothy calló cuando unos fuertes ladridos interrumpieron su discurso. "¿Que pasa con él?."

La pregunta iba dirigida a Titus, la mascota de Damian que Raven le obsequió hace unos años. Ella lo escuchaba ladras y gimotear mientras comenzaba a rascar con sus patas la puerta del baño.

"Parece que quiere entrar al baño." Jason comentó a la extraña conducta del perro.

Raven suprimió su ganas de gruñir al pegar la frente en la puerta, amaba a Titus pero su gran olfato estaba apunto de delatarla. Como deseaba ahora tener algún especie de poder que la sacara de esta escabrosa situación, pues su miedo y ansiedad se elevaban cada vez más, en especial cuando extrañamente los chicos del otro lado de la puerta estaban tan silenciosos.

Se imaginaba lo peor, los gimoteos del perro daban su ubicación y solo era cuestiones de unos pasos para que los hermanos de Damian la descubrieran.

"Seguro quiere tomar agua del retrete." Dick finalmente fue quien rompió el silencio.

"Alfred odia eso, ni se les ocurra abrirle la puerta."

Agradecía a toda la constelación por el sensato racionamiento de Timothy Drake.

"Titus es problema de Damian." Jason chasqueó sus dedos y sus pasos resonaron hasta los oídos de la chica escondida. "¡La biblioteca!, ahí de seguro el mocoso escondido nuestras cosas."

Un suspiro muy largo salió de los labios de la chica una vez que escuchó a los chicos marcharse y cerrar la puerta detrás de ellos. Era un alivio y suerte haber salido de ese embrolló. Necesitaba salir de esta maldita mansión antes de que sufriera un infarto.

Raven salió de su escondite antes de que el perro destrozará la fina madera de la puerta solamente para ser recibida por Titus. El can no perdió el tiempo, saltó en ella para lamerla y lloriquear por su atención. Lo acarició para que poco a poco el gran animal se calmara hasta bajar de ella.

Pero, sin Titus captando toda su atención y visión ella se topo de frente con algo que de inmediato le hizo darse cuenta de que haber salido del baño fue un gravísimo error.

"¡¿Raven?!" 

"No puedo creerlo, ¿Estos son tus zapatos?."

"¡Lo sabia!. Te dije que el enano había traído a una chica en la noche."

"Mierda." Ella solo pudo decir ante las anonadas expresiones de los Dick, Tim y Jason.

Que se la tragara la tierra por que la muy idiota había caído en la trampa de los hermanos de Damian. No sé equivoco al decir que esta era una familia de paranoicos, ellos seguro vieron sus zapatos olvidados por un lado de la cama y notaron la conducta del perro lo suficiente como para sospechar que alguien se escondía aquí. Actuaron como sí se marcharan para que ella cayera en su sucia trampa.

"¿Qué hacen en mi habitación trió de imbéciles?."

Damian había regresado a su habitación con una jarra de agua y un emparedado en sus manos, para nada contento de encontrarse con la intrusión de sus hermanos en su santuario. Los platos que traía en mano quedaron olvidados para que Damian se quedara frente a Raven como si quisiera protegerla de las miradas furtivas de esos tres hombres.

"¿Nosotros?" Exaltado, Dick señaló a la chica escondida detrás del menor de los Wayne.  "La única que no debería estar en la mansión es Raven. ¿Qué diablos hace ella en tu habitación Damian."

"El pequeño demonio estuvo cinco meses en abstinencia de su novia en ese internado al otro lado del mundo. Dos adolescentes, una cama....¿Que más pudo haber pasado aquí Dick?."

Jason Todd era un mal pensado, pero estaba vez sus pensamientos no estaban del todo equivocados.

"¡Largo de mi habitación!."

"Bruce se volvera loco, y Alfred...-¡Estas en problemas Damian!."

"No seas tan hipócrita Dick, tu empezaste a traer chicas a escondidas de Bruce y Alfred desde más joven. Y vaya que esas visitas eran constantes."

"Damian no tiene por que repetir mis errores."

"Ahora lo llamas errores pero vaya que te divertiste con todas las chicas del colegio en tus tiempos."

"Jason, no olvides que Dick también tuvo un amorío con la bibliotecaria."

Raven quería ser tragada por la tierra, se moría de vergüenza. Esto era justo lo que quería evitar....

"Diablos Damian, Acabas de llegar de Suiza. ¿Cómo se te ocurrió hacer esto?." Dick le exigió al menor, al parecer la conversación nuevamente había caído sobre los dos enamorados y pasionales adolescentes.

"¿A Donde creen que lo mandará Bruce sí se entera de que hicieron el sin permiso bajo su propio techo?."

"No sé pero Madagascar esta de maravilla en esta época del año, ni hablar de que esta muy, pero muy lejos de aquí." Tim añadió más riña al comentario de Jason.

"¿Usaron protección?, ¡Damian dime que sí antes de que me vuelva loco y vaya por Bruce!."

Con una mano en la cabeza Raven redujo el dolor de su cabeza con la yema de sus dedos. No iban a salir de esta...

"Sí, saltar por la ventana no suena tan mala idea." Raven suspiró, finalmente se atrevió en hablar pero ni siquiera su interrupción sirvió de algo para que los tres hermanos dejaran de burlase o agobiar a los dos adolescentes.

"¡Guarden silencio!" Damian gritó una vez que perdió paciencia. Tomo a Raven del brazo antes de que esta pudiera escabullirse hacia los ventanales ."Y tu no vas a saltar por la ventana."    

"Un brazo roto era mejor que esta humillación." Raven se soltó para cruzarse de brazos.

No le importaba las consecuencias, seguro los bellos rosales de Alfred amortiguarían su caída. Ella solo quería salir de aquí y desaparecer.

"Relájate pajarita, nadie aquí te esta humillando." Jason se atrevió a poner un brazo alrededor de la chica. Acción que solo enrojeció más el rostro del moreno. "Pero sí que debes tener un estomago de acero como para pasar una noche con el mocoso."

"¡Te voy a matar Todd!."

Raven golpeó de mala gana al intruso en sus hombros mientras el rostro de Damian cada vez se volvía mas rojo. Ella se interpuso entre Jason y su novio para calmarlo antes de que una lucha iniciara. Lo que menos necesitaban era llamar la atención y seguramente una pelea de hermanos atraería a Alfred y a Bruce a la habitación de Damian.

La tensión de los hermanos, la ira de Damian, los balbuceos de Dick sobre embarazos indeseados y Titus ignorante al caos para continuar saltando para llamar la atención de Raven.

Parecía una escena sacada de una de sus más terribles pesadillas.

"Basta todos ustedes." Para la sorpresa de cada uno de los presentes, Tim fue quien rompió la tensión en la atmósfera. "Raven merece más que esto chicos, le debemos que tenga a Damian domado."

"Drake..."

Pero Raven tapó con una mano los labios de su amado interrumpiendo su habla, porque realmente estaba interesada por lo que Tim Drake tenía por decir. Por fin veía un claro de luz de esperanza en esta pesadilla hecha realidad.

"Todos ayudaremos a Raven a salir de la mansión sin ser vista después del desayuno."  Tim continuó y Raven recuperó la capacidad de respirar con tranquilidad. "Dick y yo distraemos a Bruce y Alfred mientras Jason y Damian llevan a Raven a la ciudad con la excusa de buscar algo en la ciudad."

Damian lucía poco convencido al igual que Jason, pero a Raven le importaba poco lo que ellos pensaran.

"¿Por que ayudar a Damian?. Bruce no puede castigar a Raven, y yo realmente quiero ver al enano sufrir."

"Porque Jason, si ayudamos a Damian él nos deberá favores durante el resto de su vida."

Los hermanos sonrieron con malicia al escuchar la idea de Tim mientras que Damian se mordía los labios para evitar que salieran sus deseos por aniquilar a los tres.

Raven siempre supo que esta familia eran problemas seguros.

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"Me siento como una criminal." Raven confesó al teléfono.

La adrenalina y ansiedad de haber esperado horas encerrada en la habitación de Damian seguía latiendo dentro de su cuerpo.

Los hermanos de Damian cumplieron su promesa y después del desayuno la ayudaron a escapar del interior de la mansión hasta el garage como sí de una misión imposible se tratará.

Fue una situación estresante pero por lo menos ahora ya se encontraba en la seguridad de su propio hogar. Damian y ella se salvaron de un gran problema.

"Dímelo a mí, ahora le debo mil favores a los idiotas de mis hermanos." Damian le contestó en la linea, él mismo se encontraba también en la seguridad de su hogar. "Pero supongo que eso es mejor que darle la cara a Padre y Pennyworth para recibir un castigo y un vergonzoso sermón."

"De ahora en adelante lo haremos en mi casa."

"Definitivamente." Damian rió en el teléfono, pues después del peligro uno podía dejarse relajar.

Y por aquella ultima razón Raven también sonrió. Era un alivio del cual se salvaron. ¿Por que no celebrarlo?...

"Se que estuvimos al borde del desastre, pero...¿Quieres que nos veamos más tarde?" Ella relamió sus labios con la esperanza que él dijera que sí.

Una noche no era suficiente para recuperar lo que perdieron en cinco meses.

"Pasaré por ti en la tarde." Damian respondió afectuosamente. "Daremos una vuelta por la ciudad e iremos a cenar. Esta vez definitivamente terminaremos la cena..."

Raven se tiró a la cama conforme una suave risa se le escapaba al recodar como la noche anterior ellos ni siquiera esperaron al postre antes de que sus labios proclamaran  el deseo que sus cuerpos no pudieron saciar durante largas semanas.

Ella estuvo a punto de bromear con él, sin embargo las palabras nunca salieron de su boca pues en ese mismo instante alcanzó a escuchar en la bocina del teléfono una voz muy distinta y madura a la de Damian...particularmente de alguien bastante enfurecido.

"Nada de salir hijo, Raven y tu vendrán a cenar a la mansión.  Así podremos hablar sobre lo que hicieron en tu habitación toda la noche."

"Aunque aprecio el uso de protección en sus 'actividades', siento que cuatro condones para una sola noche es algo excesivo joven Damian."

El corazón de Raven se paró en terror al reconocer las voces del padre de Damian y de Alfred Pennyworth. Esto debía ser un mal sueño, ¿Verdad?.

"No sé de que hablan." Damian trató de justificarse con falsa ignorancia.

"Olvida quien se encarga de sacar la basura de su habitación." Alfred no dió lugar al joven de escaparse de la responsabilidad de sus actos. "Al menos el amo Richard era mas discreto en sus tiempos.".

Esta vez Damian ya no tuvo una respuesta para dar, desafortunadamente el padre del chico aún tenía una orden más que decir. Una que Raven escuchó fuerte y clara.

"Vienes a Cenar Raven, Alfred pasará por ti.  Por el propio bien de ambos espero que aceptes la invitación."

Sí, esta era una verdadera pesadilla.

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Nota:

¡Lo prometido es deuda!. Feliz cumpleaños este One shot va dedicado a ti :)

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