Dudas sobre un incierto futuro:
—CON ESTO... CONCLUYE LA DÉCIMA BATALLA DE ESTE TORNEO—murmuró Heimdall—. Y PARECE QUE... ES UN EMPATE.
SUAVES RAYOS DE LUZ ENVUELVEN LA CIUDAD DE UN MAÑANA ARRUINADO
Columnas de humo y montañas de escombros adornaban lo que tiempo atrás había sido el campo de batalla, ahora reducido a poco más que una colección de cráteres y ceniza. El suave viento de la mañana se llevó el caos consigo, y sin su creadora para darle forma a sus pensamientos, la ciudad del mañana se desmoronó sobre sí misma, muriendo ante los ojos de todo el Olimpo.
—Así que eso fue todo—se lamentó Magnus—. Incluso todos sus planes, sus engaños y habilidades... nada fue suficiente para comprarle una victoria contra una diosa...
—No, una victoria no—confirmó Jack—. Pero tampoco una derrota. Tu prima no perdió aquel encuentro, sino que tomó a Isis por las alas y la hizo caer consigo. Eso es digno de todo mi respeto.
En el divino palco de Osiris reinaba un aire de pesadumbre, un sombrío silencio que invitaba a quedarse callado y aguardar.
Anubis, con algo de reticencia, fue aquel que abrió la boca primero para comentar:
—Un empate... ya veo—murmuró—. No creo que fuese lo que la hija de Atenea había planeado, pero sin duda le funcionó... Luchó con todo su ser, llevando su cuerpo semidivino al límite de consumirse por la magia, aún sabiéndose inferior al poder de Isis. Y cuando la derrota era inminente, del todo inevitable, aprovechó esa certeza en Sadie para acercársele y lanzar su golpe final, ya no para ganar, sino para no dejarse perder...
—Y aún así, es más fácil decirlo que hacerlo—puntualizó Amos, con los brazos cruzados—. Es la segunda vez en la historia en que un mago de la Casa de la Vida es vencido por un extranjero en un duelo mágico. El que Sadie, como anfitriona de Isis, no haya ganado parece del todo impensable.
—Supongo que eso demuestra cuan lejos estaba dispuesta a llegar Annabeth Chase—Anubis se dejó caer sobre su trono y se quedó mirando a la nada—. Realmente fue una oponente formidable, incluso para la mejor de los nuestros.
Osiris se puso en pie, dándole la espalda a la arena, disponiéndose a largarse.
—Sadie, te mantuviste inquebrantable hasta el final—dijo, con orgullo paterno en su voz—. Y es por esa misma determinación que el juego aún no ha terminado. Este torneo no contempla los empates como un resultado satisfactorio, y de un modo u otro, aún tendrás oportunidades de demostrar aquello de lo que estas hecha, hija mía.
El resto de los presentes observó al rey del inframundo deshacerse en el aire, intrigados por el significado de sus palabras.
—Oh, bueno...—Carter se puso en pie, con aire taciturno—. Dos victorias y un empate para la Casa de la Vida. Seguimos siendo el panteón con mejor récord en esta competición. Annabeth fue sólo un aviso, ni siquiera con los dioses de nuestro lado podemos permitirnos bajar la guardia. A partir de ahora, no seremos derrotados.
Amos y Walt le escucharon con atención, asintiendo con la cabeza en gesto de aceptación de sus palabras.
—¿Sabes? Estoy seguro de que los otros panteones están pensando exactamente lo mismo—comentó Anubis—. Me pregunto... ¿quienes serán los próximos?
Thalia exhaló con cansancio, apretando los puños con frustración.
—Clarisse, Nico y ahora Annabeth...—gruñó—. Incluso si sé que estarán bien después de esto, es difícil verlos morir. Annabeth parecía tan segura de sí misma al entrar en la arena... me duele que no haya ganado.
—Estoy más preocupado por lo que vendrá ahora—respondió Percy—. En cierto modo, Annabeth nos abrió una puerta. Los egipcios son sin lugar a dudas el enemigo más peligroso a superar, pero pueden ser vencidos. Con la suficiente suerte de nuestro lado, los emparejamientos podrían sacarlos del camino antes de que lleguen a cruzarse con nosotros.
Thalia le sonrió divertida.
—¿Cuándo ha estado la suerte de nuestro lado, cabeza de algas?
El hijo de Poseidón se encogió de hombros.
—En ese caso, mejor estar preparados—su mirada se ensombreció—. Pero tú, Thalia... tienes peores cosas de las que preocuparse. ¿Crees que podrás...?
—No lo sé—interrumpió ella, sin siquiera darle tiempo a terminar—. No lo sé... Es tan injusto, pero... no lo sé.
Percy se dio la vuelta y echó a andar en dirección a la enfermería.
—Espero que encuentres las respuestas pronto—deseó—. Jason no cargará con las mismas dudas que tú, y... siendo franco, estoy preocupado por lo que ha sido de él. Dice ya estar fuera del hechizo de Juno, pero esa clase de dolor no puede ser olvidada... no puede ser dejada atrás tan fácilmente. Y después de ver lo que le hizo a Caligula... simplemente no quiero que ni tú ni nadie más pase por lo mismo. ¿Estamos de acuerdo?
La hija de Zeus asintió con la cabeza, abrazándose a sí misma, quedándose tan quieta como un árbol, eterno e inamovible.
EN LO PROFUNDO DE LA ARENA, EN LAS ANTECAMARAS DE LOS LUCHADORES
Observando en silencio la pantalla que proyectaba el desenlace del último combate, Meg McCaffrey no pudo evitar que se le escapase una sonrisa al contemplar el despliegue de habilidades que ambas luchadoras habían llevado acabo tan sólo momentos atrás.
—Es increíble...—murmuró—. Pareciera que no hay faltante de personas fuertes.
Su medio-hermano, el espadachín Litierses asintió con la cabeza, cruzándose de brazos tras ella.
—Concuerdo—dijo—. Perseus Jackson, Jason Grace... y nosotros mismos. Tantos espadachines forjados en lugares y formas distintas. Tener la oportunidad de luchar aquí, de finalmente coronarme como el auténtico dios de la espada, es un verdadero honor que jamás creí poder tener. ¿No es verdad, McCaffrey?
La joven asintió con la cabeza.
—No puedo esperar para la siguiente ronda—admitió—. ¿Qué me dices de ti, lerdo?
El Segador de Hombres dejó que una torcida sonrisa se ensanchase en su rostro.
—¿Yo?—rió—. No dejo de preguntarme cuándo será mi turno.
...
Y con esto, nos hemos puesto al corriente con las semanas que faltaron capítulos, de modo que habrá que poner a descansar a los capítulos dobles.
Por otro lado, aunque profundizaré más en ello en su respectivo capítulo de análisis, esta batalla me pareció... okey, no especialmente buena, pero tampoco mala. Tiene un inicio muy lento, pero los últimos dos capítulos fueron realmente divertidos de escribir.
Como ya varios habrán notado, esta fue la primera ronda en basarse en Record of Ragnarok para la estructura del combate. Antes habíamos tenido peleas basadas en Tenkaichi, Majo Taisen y La Leyenda de Lü Bu, y creo que es bastante sencillo identificar cual es el molde de cada ronda en base a la pura calidad de la pelea en sí misma.
Siendo francos, quizá Jack vs Hércules no era la mejor opción para esta pelea, pero comentaré más en el asunto cuando termine con este bloque del torneo. Por ahora, dejémoslo en que pudo ser mejor, pero también pudo ser peor.
Sin más, nos seguimos viendo la semana que viene con el inicio de la décimo-primera batalla.
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