Eterno: parte I
JiMin sintió el agradable olor del pan recién horneado, a YoonGi le gustaría comer algo calentito y suave al llegar de la empresa. Tenían un tiempo de paz, bueno, su alfa se tomó ese tiempo de paz para pasar más tiempo a su lado que en giras mundiales como había pasado ya varias veces. Su esposo era un rapero joven, de veintisiete años, pero con una gran carrera y reconocimiento internacional envidiable.
Dejó que el pan se enfriara y fue al almanaque para tocarlo y saber qué día era. Últimamente andaba algo en las nubes y no era para menos, estaba tan ilusionado con su embarazo y el niño que dentro de dos meses estaría en sus brazos. Aun no tenía ningún nombre planeado, aunque secretamente pensara en llamar JungKook a su hijo.
Al sentir la fecha bajo sus dedos, sonrió nostálgico. Sus manos tomaron una vela y se dirigió a un mueble cercano donde reposaba una fotografía que él recordaba gracias al marco especial que le había puesto, uno labrado con flores y corazones. En él estaba la imagen de Seok Jin y JungKook el día de su boda, posando con él y YoonGi luego de que insistiera en una fotografía con ellos. Encendió la vela y la dejó frente al marco, una de sus manos tocando su abultado vientre, sintiendo las pataditas de su pequeño contra su palma. El doloroso recuerdo del embarazo de JungKook llegó a él, era muy difícil aun a pesar de los años que pasaron. Tenía casi diecisiete años cuando ellos murieron, habían pasado ocho años desde aquel entonces y sin importar el tiempo seguía doliendo.
-Feliz aniversario-murmuró, sus dedos tocando el frío cristal.
Seok Jin había sido su primer maestro en el colegio, cuando recién comenzaba en ese lugar especial donde había más niños como él. Recordaba el miedo que tuvo, las incertidumbres y los nervios. Pero ahí había estado Jin para tomarle su pequeña manito y decirle que todo estaba bien, que tendría muchos amigos y que sus demás maestros lo amarían por lo adorable que era su vocecita. Fue tras sus palabras que supo que Seok Jin también era ciego, era igual que él y eso le dio la confianza para seguir adelante, consiguiendo amigos y aprendiendo cosas que jamás creyó aprender. Tal vez fue ese recuerdo el que lo inspiró a ser maestro y dar clases en la escuela donde alguna vez estudió.
Sus manos pasaron hasta dar con una superficie que se hundía hasta dar con una estatua, una de las cuales quiso comprarle a JungKook pero este terminó por regalarle por su cumpleaños. Se trataba de un pájaro volando por el cielo y con algunas flores cayendo. El detalle de las plumas era genial, le hacía rememorar la vez que acarició un pequeño pajarito, y las nubes eran esponjosas, casi como si fueran reales. La obra era maravillosa y había pasado meses agradeciéndole al omega.
-¡Estoy en casa!-anunció YoonGi, sintió su bebé removerse y eso hizo que un calorcito agradable se extendiera por su pecho.
-Estoy aquí-informó lo suficientemente fuerte, escuchando los pasos acercarse y, posteriormente, unos brazos rodear su cintura.
El mayor besó suavemente sus labios antes de brindarle una caricia a su abultado vientre. Su mano lo guio hasta una zona donde el bebé pateaba, casi como si le diera la bienvenida.
-Hola bebé, papá está aquí-sentía que su pechito sufría algún ataque de ternura cuando YoonGi le hablaba tan dulcemente a su hijo.
-Bienvenido, Yoonie.-volvió a sentir los finos labios contra los suyos.
-Hoy es el aniversario de Jin y JungKook, ¿has encendido...? Olvídalo, acabo de ver la vela.-se acurrucó en el pecho de su esposo, sintiendo los latidos del corazón contra su oreja-nunca olvidas hacerlo.
-Siento que es una forma de mantener su recuerdo intacto.-sus manos se aferraron a la ropa de su pareja, el perfume cautivándolo-tenemos que ir a dejarle flores, hace meses no vamos.
-Prometo que iremos en unas horas, pero ahora quisiera descansar un poco-besó su frente antes de separarse-¿acaso horneaste algo?
-Pan ¿quieres un poco? Ya se habrá enfriado.-tras otro pequeño beso, fueron juntos a la cocina.
♥︎︎Siénteme: Eterno♥︎︎
HoSeok no reprimió una sonrisa cuando escuchó a su esposo en la habitación de arriba jugando con sus hijos. A pesar de sus treinta y seis años, TaeHyung seguía igual de infantil que siempre. Terminó de preparar algunos aperitivos para sus pequeños antes de subir con cuidado de no ser escuchado. La última vez que eso pasó terminó en medio de una guerra de peluches para luego ser cargado como costal de papas por su esposo y ser llevado entre saltos y carreras a la cocina.
Se asomó por la puerta, JiWoo estaba en la cama cargando a Seok Jin, su hermanito omega de dos años, mientras ambos reían y escapaban de Tae quien tenía una máscara de rana y una capa roja pequeña.
-¡No escaparán de mí!-exclamó su esposo, Seok Jin se abrazó con fuerza a su hermana quien reía y saltaba de la cama para escapar del monstruo.-¡Vengan aquí niños!
JiWoo abrió por completo la puerta, escapando y escondiéndose detrás de él. De repente recordó cuando era una niña de tres años que apenas llegaba a sus rodillas. Ahora era una jovencita de once años que le llegaba poco más arriba de la cintura.
-¡Papi ayuda!-exclamó ella mirando por un costado a Tae.
-¡Papá monstro ataca!-decía Seok Jin señalando a su padre entre risas.
-¡Papi no va a poder ayudarlos! ¡Rawr!-HoSeok sonrió y antes de que su esposo lo tocara le quitó la máscara.-¡Oh, no! ¡Mi fuente de poder! ¡Me derrito, me derrito! Argh...me vengaré-actuaba el alfa, comenzando a caerse en el suelo hasta quedarse completamente tirado con los ojos cerrados y la lengua afuera.
-¡Papi venció al monstruo! ¡Sí!-gritaba JiWoo festejando con su hermanito quien levantaba los brazos.
-Ya, ya, papi se hará cargo del monstruo, ustedes vayan que en la cocina les espera unos pastelillos.-ambos gritaron emocionados antes de irse corriendo, el omega se acuclilló a un lado del "monstruo"-¿debo besar al monstruo para revivirlo o lo hará por su cuenta?-los labios de Tae se estiraron, rodó los ojos antes de inclinarse para besarlo.
-Gracias por revivirme, cielo-TaeHyung se sentó en el suelo, quitándose la capa-¿hiciste pastelillos?
-Sí, hice muchos. Hay que comer algo antes de ir al cementerio, hoy es el aniversario de Seok Jin y JungKook.-informaba, una sombra de dolor en los ojos de su esposo.
-Jin y JungKook.-su mano tocó su ojo, ese que solía darle problemas a veces, y rio-aún recuerdo cuando JungKook me acusó de coquetearle y tú le creíste.
-Era joven y no sabía que me amabas igual que como lo hacía yo.-HoSeok sonrió, tomando las grandes manos del alfa-vamos, antes de que se haga tarde.
TaeHyung sonrió y, al levantarse, lo jaló para abrazarlo y permanecer de ese modo por unos minutos.
♥︎︎Siénteme: Eterno♥︎︎
Alexander miraba a través de la ventana del auto, NamJoon manejaba con la vista al frente, su hijo Chung Hee de actuales diez años le enseñaba a Susan, su pequeña alfa de cuatro años, a hacer ruido de gases con la boca. Su mente negándose a crear pensamiento alguno.
La mano de su esposo apretó su muslo y giró a verlo. Lo miró unos segundos antes de volver la vista al frente, una sonrisa con hoyuelos en su rostro. Le devolvió débilmente la sonrisa antes de volver la vista a la ventana, cerrando los ojos y dejándose llevar un instante por la tranquilidad del viaje.
Diez minutos después llegaron al cementerio, él con las flores en sus manos mientras Chung Hee llevaba a su hermana de la mano. NamJoon tomó su cintura antes de empezar el recorrido para llegar a las dos tumbas que se encontraban una al lado de la otra. Alex no pudo evitar derramar unas lágrimas durante el camino. Los labios de su alfa besando su frente con cariño.
-Cuando Jin me ofreció venir a vivir a Corea para no estar solo en Estados Unidos, al principio dudé. Pero estaba solo así que ¿Qué perdía con intentarlo? Vine, Jin te pidió un lugar para mí y la verdad no me importó compartir un lugar con desconocidos. Pensé que no duraría más de dos meses viviendo con ustedes, a pesar de lo que Jin me había dicho y terminé equivocándome. Encontré a mi pareja y a un buen amigo.-sonrió con dolor-pensé que lo nuestro seguiría por muchos años más, que nuestros hijos jugarían juntos y que cuando seamos viejitos recordaríamos todo el pasado, nos reiríamos y nos burlaríamos de lo que vivimos...es una lástima que no pueda ser así.-NamJoon hizo que se detuvieran, sus hijos se quedaron mirándolos pero una mirada del alfa bastó para que se quedarán ahí mientras él lo abrazaba con fuerza.-los extraño tanto.
-Yo también los extraño a ambos-murmuró él contra su oído, Alex se aferró a su cuerpo teniendo cuidado de no aplastar las flores-pero creo que, cuando llegue el momento, todos nos volveremos a encontrar y entonces todo volverá a ser como antes. Sólo...es cuestión de tiempo, ya lo verás, amor. Confía en mí.
Alexander asintió, secándose las lágrimas antes de separarse y sentir que le daba un beso en la frente. Sonrió, dando la vuelta para seguir su camino hacia las dos tumbas para dejar las flores.
Al llegar pudo ver a TaeHyung con HoSeok, sus dos hijos, a JiMin con YoonGi, Rosé con Lisa y su hijo, y por último a Jennie con JiSoo. Todos estaban juntos, como cada año, para recordar el aniversario de Jin y JungKook.
♥︎︎Siénteme: Eterno♥︎︎
JungKook terminó de preparar un pastel, su pequeña NaYeon de tres años jugando en la sala. Seok Jin estaba trabajando así que tenía un tiempo antes de terminar con lo que hacía. Limpió sus manos mirando de vez en vez a su hija, ella seguía jugando entretenida. Sonrió antes de terminar con la decoración del pastel, escribiendo con chocolate: Feliz aniversario, hyung.
Era algo sencillo, pero era un pequeño gesto para celebrar su aniversario. Aunque su pequeño gesto terminó arruinado cuando se asustó ante un chillido de NaYeon por su juego inventado, haciendo que el chocolate se corriera. Se mordió el labio pensando cómo arreglar ese pequeño error cuando sintió un par de brazos rodearlo.
-Feliz aniversario, conejito.
-Pensé que llegarías en unas horas.-dijo girando para tenerlo de frente.
-Pensé en salir antes para verte y...-tomando de un lugar cercano, puso frente a él un pequeño ramillete de flores-traerte esto.
JungKook sonrió agradeciéndole con un beso antes de separarse para poner en agua las flores. Su alfa salió y al regresar cargaba a NaYeon en brazos quien sonreía mientras jugaba con un peluche y Jin le daba besos esquimales a los que ella respondía con alegría.
Guardó el pastel en el refrigerador antes de unirse a su familia, tomando a su hija en brazos para salir corriendo, siendo perseguido por Jin quien fingía no alcanzarlos para hacer reír a la pequeña alfa. Subió los escalones, terminando en la habitación donde la cama terminó hecha un caos de tanto que pasaban encima y bajaban entre saltos. NaYeon había dejado caer el peluche en el pasillo, pero parecía no notarlo por la persecución divertida.
Hasta que JungKook la sintió saltar de sus brazos y escapar, siendo él atrapado por los fuertes brazos de su alfa donde ambos terminaron en la cama.
-Te atrapé, conejito travieso-JungKook rio, sintiendo los gruesos labios tocar los suyos-si me disculpas tengo que ir por otro conejito que se me escapó.
-¿Te ayudó a atraparla? Porque no será sencillo-advertía con una sonrisa, colgándose del cuello del mayor.
-Es una buena idea.-se levantó con él aun de su cuello-¿vamos por esa niña linda?
-Vamos...pero antes-al detenerlo le brindó otro beso pero más duradero y cariñoso-feliz aniversario, hyung.
Esto ocurre ocho años despues de la muerte de Kook y cinco despues del epilogo por lo que las edades serían las siguientes:
Alexander: 40 años
NamJoon: 37 años
Chung Hee: 10 años
Susan: 4 años
TaeHyung: 36 años
HoSeok: 27 años
JiWoo: 11 años
Seok Jin: 2 años
YoonGi: 27 años
JiMin: 24 años
Y las edades del JinKook si hubieran seguido con vida (porque el tiempo pasa distinto en el mundo de los muertos, por llamarlo de algun modo)
Jin: 42 años
JungKook: 35 años
Esta es una secuela de lo que pasó luego de que ellos murieran, sólo tendrá tres capitulos, ya verán por qué.
Nos vemos! besos💋💋💋
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