Raro.
(Editado)
~ Taehyung ~
— ¿Hoy es el día de conocer a las parejas de mis hijos? —dijo con una sonrisa un hombre alto muy parecido a Hoseok abriendo la puerta de su casa.
— ¡Papi! —gritó Soobin corriendo a sus brazos. Me quedé embobado viendo la dulce escena hasta que Hoseok me devolvió a la realidad con un golpe.
— Hola, papi... —saludé como bobo sin saber qué decir dando un paso hacia el hombre.
— Mi chico grande, ¡ven aquí! —exclamó atrapándome en un abrazo de oso bastante cálido—. ¿Por qué tan tímido frente a tu chico? Si no te quiere así todo loco como eres, entonces no es el indicado.
Mi cara debía ser todo un poema porque en mi pecho sentía a Hoseok estar a punto de estallar en carcajadas mientras su padre despeinada mi cabello.
— Pero bueno, no se queden allí. Pasen, por favor. Yo soy Jung Taemin —se presentó mirando a Hoseok—. Es un gusto conocerte.
El Taehyung falso estaba calmado... Tan calmado que me dieron ganas de golpearlo en la cara para que recordara que no era él y que debía meterse en el papel... Bueno, se veía calmado, pero estaba una mezcla entre feliz y nervioso. De hecho, Hoseok no sabía si saltar de alegría o correr hasta perderse lejos. Yo, por otro lado, no sabía cómo me veía y necesitaba con urgencia un espejo. Es decir, básicamente recién había acabado de despertar de una siesta reparadora a media tarde en el bus de camino a casa y seguía avergonzado porque el cuerpo de Jung Hoseok era humano y tenía reacciones humanas. Necesitaba un espejo, sí.
— ¿Cómo me veo? —pregunté suavecito a Hoseok como último recurso al no hallar mi teléfono en mis bolsillos después de que los dos niños y el señor entraran a la casa, dejándonos solos frente a la puerta principal.
— Sexy.
Mi corazón latió rápido y mi cara se puso caliente. Mentalmente me golpeé la frente con una mano. Yo, súper tierno preocupándome por que Hoseok se viera presentable ante su padre, y él sólo va y arruina el momento. Lo miré mal y sólo entonces pareció analizar lo que había dicho.
— ¡Lo siento! —casi gritó—. No-no quería decir eso. O sea, sí. ¡No! Es que- sólo... —suspiró con un gruñido—. T-tu cerebro es tan loco... ¡Me llamé sexy a mí mismo! Te sobran hormonas y te faltan neuronas.
— Soy un chico caliente, ¿qué le puedo hacer? —le di la razón encogiéndome de hombros y sonriendo coquetamente, razón por la cual me gané un manotazo en el brazo derecho.
— Ya~. Pongámonos serios. Tú imagina que estás con tu papá y yo... —hizo una pausa—. ¿Cómo debería actuar?
— Pues... Habla despacio escogiendo palabras pulcras y usa un tono de voz suave sin que deje de ser seguro. No hables muy fuerte y... —analicé un poco nuestra situación—. Ten en cuenta que mi cara es muy diferente de la tuya, o sea, tu cara es expresiva y hasta con gestos forzados se ve natural, pero con la mía es lo contrario, entonces debes evitar usarla más que para hablar y, tal vez, mover tus cejas.
— Entiendo, pero... —sentía cosquillas en mi estómago, él estaba nervioso de arruinarlo.
— Mmh, imagina que estás repitiendo la escena de esta mañana con mi papá. Sé igual de torpe, pero no lo fuerces demasiado porque me vas a hacer ver ridículo.
— No es como si no lo fueras.
Caminamos dentro de su casa, dejamos nuestros zapatos cerca de la entrada y nos dirigimos al comedor. Al llegar allí, nos quedamos parados unos momentos cerca de la pared y noté que la manga de mi camiseta era suavemente tirada por los dedos de Hoseok, así que dirigí mi mirada hacia el chico y éste me señaló con molestia hacia adelante. Con el ceño fruncido seguí con mis ojos la dirección hacia donde señalaba y entonces comprendí. Hoseok era un hermano celoso. Muy. Celoso. Y yo no podía evitar encontrar en ello cierta gracia. Tosí fuerte para indicar que estábamos allí e inmediatamente el amigo de Soobin saltó como asustado y me miró avergonzado... Soobin, por otro lado, me miró mal y siguió con su tarea de arreglar el cabello del chico, acercándolo a él debido a que, por el susto, había saltado lejos de su cuerpo.
— ¿Quieren agua? —pregunté sin preguntar realmente suponiendo que era lo que Hoseok haría mientras caminaba en medio del par de jovencitos para que se separaran de nuevo.
— Hoseok... —suspiró Soobin irritado.
— N-no se preocupe, estoy bien así —respondió cortésmente el otro chico.
— En un momento vuelvo.
Comencé a caminar hacia la cocina y en mi pecho sentí la molestia de Hoseok, seguramente gracias al amigo de su hermano. Rodé los ojos pensando en que era demasiado sobreprotector.
— Hola, campeón. ¿Qué tal el día?
Me congelé en mi lugar. Tenía miedo de ser extraño por estar nervioso. Revisé rápidamente los recuerdos de Hoseok y encontré que era una bolita de ternura con su papá, al que veía pocas veces al mes.
— Hola, papi. Hoy me golpearon la cara con un balón, pero nada interesante. ¿Cómo te fue a ti en tu viaje? —dije sirviendo el agua para los dos niños no tan niños que estaban hablando con Hoseok.
— Aburridísimo, a decir verdad. Por suerte ya me falta poco para retirarme, tan sólo unos pocos meses. Pero no quiero hablar de eso, cuéntame de ti —pidió pasándome cinco vasos y una jarra de jugo. ¿Ahora qué iba a hacer con el agua? ¿Me la tomaba?
— Mmm... Yo... Tengo un excelente promedio en el colegio y... Amh... Hice un nuevo amigo, ese chico que vino conmigo hoy —dije sin saber qué decir.
— ¿Seguro que es un amigo?
— ¡¿Eh?!
— No me mires con esa cara, sólo preguntaba. Es decir, ¿no has notado cómo te mira?
— No —mentira. Sí. Me miraba como queriendo volver a estar en su cuerpo, de la misma manera como lo hacía yo. Y también como si no me soportara y me quisiera golpear por todo. Sí, definitivamente sí me había fijado.
— Yo... Hijo, no sé si te hayas dado cuenta, pero le gustas a tu amigo —dijo muy serio señalándome con la cuchara de la pasta que estaba sirviendo.
Me ahogué con mi saliva. Claro que no le gustaba a Hoseok, nos conocíamos apenas hacía menos de una semana. Si bien era cierto que teníamos una especie de conexión por saber qué pensaba el otro sin preguntarlo, ello no significaba que nos gustáramos. A demás, ni siquiera nos llevábamos bien, desde el viernes pasado no había transcurrido un sólo día sin que peleáramos por cualquier cosa sin importar qué tan tonta fuera. Pero, por otro lado, el plan b iba perfecto, así que no era malo que lo pensara. O sea, entre más gente pensara que nos queríamos, más oportunidades teníamos de hacer pensar a la voz que nos llevábamos bien.
— Claro que no, papi. Imaginas cosas —respondí pasándole la jarra ahora medio vacía y recibiendo un pedazo de queso y un rallador.
— Hijo... Sabes que todas las personas son diferentes, ¿no? También sabes que a todos se les debe tratar de la misma manera. Y... Sabes que no a todas las personas les gusta lo mismo y...
— ¿Me estás diciendo que existen personas homosexuales y heterosexuales?
— Sí, y... —pareció pensar lo que acababa de decir—. Hijo, ¿a ti te gustan los hombres? —me preguntó verdaderamente interesado e la respuesta.
Me ahogué con el pedacito de queso que estaba comiendo. ¿A Hoseok le gustaban los hombres? No lo sabía, en sus recuerdos no encontraba nada, nadie le había gustado nunca, no había sentido nada nunca por nadie.
— N-no lo sé, papi.
— Mm, ya. No te preocupes por eso ahora. Ayúdame a llevar esto.
Al llegar al comedor encontramos a Hoseok sentado en medio de su hermano y el amigo de éste. Me miró mal por haberlo dejado solo, pero me dio igual porque yo no tenía nada en contra de ellos dos, el del problema era él.
— Bobo —me susurró cuando lo hice levantarse para que se sentara junto a mí, aprovechando que Soobin y su papá estaban trayendo los vasos de jugo.
— ¿Por qué?
— Tú ya sabes.
— Mm... No, no sé —mentí para molestarlo... ¿O no estaba mintiendo? Es decir, estaba molesto conmigo porque lo separé del chico, Yeonjun, para que éste último no se sintiera más aterrado de lo que ya estaba... ¿O no?
Me gané un manotazo y sentí su frustración latir fuerte en mi pecho. Él era raro. Obviamente parte de su molestia se debía a que tenía hambre, pero sólo debía estar molesto e irritable, no raro como nervioso.
Durante el almuerzo todo fue tranquilo, más tranquilo de lo que imaginé. Obviamente, Yeonjun y Soobin no paraban de mirarme para luego mirar a Hoseok y después compartir sonrisas divertidas. Hoseok y yo sonreímos, ya teníamos a dos, casi tres, convencidos (su hermano, su papá y Yeonjun)... O... Bueno... Hoseok tenía convencido a su papá de que quería algo más que ser mi amigo, pero yo básicamente le había dicho que yo no quería. Tonto, tonto, tonto.
La tarde pasó rápido sin contratiempos... Hasta que Yeonjun tuvo que quedarse y yo tuve que aguantarme el mal genio de Hoseok por eso.
— Ya, bebé, ¿por qué estás tan tenso? —lo molesté acariciando su cabello aprovechando que me estaba dando la espalda para buscar una camiseta entre su armario.
— ¡Deja de ser molesto y déjame vestirme! —me dio un manotazo.
— No te pongas bravo, no es como si no conociera mi cuerpo.
— ¡Ya lo sé, pero no por eso tienes que tocarme como si nada!
— Acaricié tu cabello, no hice más.
— ¡Pero es que eres muy molesto! —me dio otro manotazo.
— Y tú estás raro. ¿Qué te pasa? Estás nervioso más que molesto.
— ¡No me pasa nada! Sólo dame un chocolate.
— No te gusta el chocolate. Ten —le di unas mentas que saqué de mi maleta.
— Te gusta el que tomo al desayuno. Y la otra vez me diste chocolates.
— Sí, porque el del desayuno tiene leche, y los de la otra vez fueron para que te concentraras en algo que te molestara y te distrajeras. Ya cálmate, por favor, me tienes inquieto.
— No me gustan las mentas —me miró feo.
— Yo sé qué me gusta y qué no.
— ¡Eres tan molesto! —me dio un manotazo de la nada. ¿Qué tan raro podía llegar a ser Hoseok?
— P-pero... —no pude seguir, me cerró la puerta del baño en la cara.
Antes pensaba que Hoseok era lindo —cuando lo vi por primera vez—, luego pensé que era tal vez hasta cool, pero ahora sabía que más que ser lindo o cool era raro. Muy raro. Bueno, sí, mucho, pero no demasiado. De hecho, si me ponía a pensarlo bien, esa rareza suya le daba cierto encanto. No mucho, sólo un poco. Pero de todos modos no importaba, encantador o no, seguía siendo insoportable. Muy insoportable. Si no supiera que él era un chico y que estaba en mi cuerpo, pensaría que era una chica que estaba en sus días.

~ Hoseok ~
No sabía ni por qué estaba molesto, sólo sabía que estaba molesto e irritable y que eso me ponía mucho más enojado de lo que ya estaba. Me desvestí y abrí la llave del agua, intentando pensar con claridad. Aún me dolían los hematomas que Taehyung nos había hecho y el agua fría cayendo sobre ellos sólo hacía que la sensación molesta que causaban fuera más intensa. Salí de la ducha y me vestí, sintiendo sólo un poco pequeña mi ropa ya que Taehyung era ocho importantes centímetros —como él decía y se empeñaba en recalcar— más alto que yo. Al pensar en eso no pude evitar sonreír a pesar de que lo lógico habría sido estar molesto por haber sonreído y no haber podido enojarme por eso. Me comí la última de las mentas que me había dado disfrutando de su sabor a fresa, lo cual me parecía extraño porque siempre había odiado la sensación que dejaban las mentas en mi boca. Respiré profundo mucho más calmado antes de abrir la puerta y encontrarlo dormido sobre mi cama, todavía usando el uniforme del colegio. Rodé los ojos entre irritado y divertido por esa rara manía suya de quedarse dormido en todos lados.
— Cámbiate de ropa, por lo menos, antes de entrar en coma sobre mi cama —dije sonando molesto a pesar de no estarlo mientras levantaba su mano y la dejaba caer sobre mi cara... Bueno, la cara de mi cuerpo. Su ronquido fue la respuesta a mis acciones—. Kim Taehyung, levántate —me quejé intentando hacerle cosquillas, pero nuevamente no reaccionó. Waah, o yo tenía el sueño realmente pesado y no lo había sabido hasta ese momento, o era que sin importar si estaba en su cuerpo o en otro,Kim Taehyung dormía como si estuviera muerto—. Kim Taehyung... —insistí molestando sus labios, moviendo el superior hacia arriba, y el inferior hacia abajo, para luego soltarlo para que volviera a su lugar haciendo un ruido. Nada—. ¿Kim Taehyung...? —llamé tirando de sus mejillas, ante lo que hizo una mueca y me insultó medio dormido. Ya casi. Una gota de mi cabello resbaló por mi mejilla y tuve una idea. Me acomodé sobre el chico dormilón con mis piernas a ambos lados de su cadera, me incliné hasta sentir su nariz rozar mi frente y agité mi cabello mojado sobre sus ojos. Oí una exclamación y sonreí triunfante.
— ¡¿Qué demonios... —no pudo continuar porque me golpeó la frente con su mandíbula, causando que soltásemos un quejido al mismo tiempo.
— Gracias al cielo —suspiré mirándolo fijamente, aún sin moverme porque su cerebro estúpido no me lo permitía—, por un momento creí que habías muerto.
— ¿Jung Hoseok? —preguntó medio dormido todavía, frunciendo el ceño y doblando sus rodillas hasta tocar mi trasero con una parte se su muslos.
— ¿Esperabas a alguien más?
Rodó los ojos y subió sus manos hasta el pecho como para cruzar los brazos, pero sin hacerlo.
— Pues...
— Josecito —dijo alguien abriendo la puerta sin haber tocado primero—, ¿tú te acuerdas... ¡Ay, Dios Santo, todavía soy muy joven! ¡Yonovinada,yonosénada,yonoestuveaquí! —exclamó hablando rapidísimo para luego cerrar la puerta, seguramente, con los ojos cerrados y un fuerte sonrojo coloreando su cara.
Miré a Taehyung. Taehyung me miró. Fruncimos el ceño a mismo tiempo y miramos hacia abajo sintiendo al instante la vergüenza del contrario latir en nuestro pecho. Yo casi sentado sobre él, y él con sus manos aferradas a mi camiseta como consecuencia de haberse sobresaltado al escuchar a su hermano entrar de imprevisto. Pude haber pensado muchas cosas, pero sólo pensé algo raro.
Pensé que era tierno.

☆
Hola~
Askfevklñ. ¡Aaaaaaaaah! Estuve sonriendo como boba todo el día sólo de pensar en escribir este capítulo, jajajajajajajajajaja.
¿Cómo están? Según mis cuentas, son quince personitas siguiendo esta historia y AAAAAAAAAAAAAAAAAA me emociona mucho, creo que se nota 😅. (03-04-2021)
¿Hay alguna pregunta hasta ahora? Creo que mi narración es muy lenta, pero también la siento interesante, entonces no sé... A veces pienso en hacerla un poco más dinámica, pero luego me da cosa porque no es mi estilo :! Es como que quiero, pero a la vez no.
Si hay algún error, me avisan, por favor.
Muchas gracias y cuídense mucho.
Besos y saludes 🧡
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