¿Plan C?
~ Hoseok ~
— ¿Qu-qué cosa dijeron? —parpadeó papá alternando su mirada confundida entre Taehyung y yo.
— Que yo soy tu hijo —dije pacientemente con la voz grave y profunda de Taehyung— y el chico a mi lado es el pegote con el que resulté metido en esta situación.
— Idiota —murmuró Taehyung dándome un manotazo en el hombro.
— ¿Por qué debería creerles? —preguntó lentamente con la misma tensa calma que mostraba cuando yo tenía seis años cada vez que lo llamaba alarmado porque había visto una cucaracha cerca de mí.
— Porque... —dudé. Era loco lo que estábamos haciendo Taehyung y yo ahora, ¿cómo era que se nos había ocurrido decirle, para comenzar? ¿Fácil? Definitivamente éramos tontos o algo así.
...
— Jung Hoseok, en serio, ¿cómo le decimos? Esa señora me aterra —me dijo bajito Taehyung.
— No lo sé... "Mami, ¿mi amigo Taehyung se nos puede unir en nuestro viaje? Verás, es que lo que pasa es que..." y ya, te inventas cualquier cosa, tú sabrás qué es creíble.
— Sí, pero... —comenzó a decir, pero el sonido de unos tacones lo interrumpió.
— ¿Se puede saber qué tanto es lo que se dicen en secretos? —preguntó mamá tranquilamente, incluso divertida, mientras se acercaba a nosotros en la mesa. Raro, pocas veces la había visto así.
— Ahm, pues... Má, tenemos algo que decirte... Verás, yo sé que el... —de nuevo fue interrumpido, pero ahora por el teléfono de mamá. Sentí que la tensa inquietud en mi pecho se calmó de repente cuando aquel artefacto sonó. Taehyung era un miedoso, le di un manotazo.
— Uh, hijo, disculpa, pero debo contestar. No se preocupen, no me demoro mucho. Termino esta llamada en un momentico y les presto atención —agarró su teléfono, se levantó de la mesa y salió elegantemente del comedor.
Mamá regresó con nosotros no más de dos minutos después, tiempo durante el cual nosotros, en lugar de haber estado ideando un plan genial, estuvimos mordiendo la piel al rededor de nuestras uñas y ahogándonos en una especie de pánico casi hasta sin sentido porque, bueno, no es que fuera la gran cosa aquello que estábamos planeando decirle. Pero... Bueno, no, la gran cosa era decirle eso a ella, la señora más aterradora que conocía. No es que fuera mala o algo, sólo es que sabía dar miedo.
— Listo. Entonces, ¿qué me iban a decir?
— Ah, sí. Hoseokie, dile —le di un leve empujón en el brazo.
— Ahm, sí. Mami, lo que queríamos decirte es que durante nuestro viaje habrá un personita de más porque...
— Oh, sí, ya lo sé. La señora Choi acaba de llamarme justo para decirme eso y me explicó todos los detalles. Será maravilloso que Soobinie tenga a alguien que conoce cerca durante estos próximos días, no me agrada cuando se siente mal porque lo dejan de lado. Igual, eso te va a dejar más tiempo libre para ti, para que puedas llevarte mejor con tus primos y eso.
— Aeh... Sí, sí, mami, eso es exactamente lo que te íbamos a decir, Yeonjun estaba algo avergonzado pensando en decírtelo, así que nos pidió que te dijéramos nosotros —cobardes, eso éramos.
— Awn, qué tiernos. Mmm, chicos, mi esposo me dijo que tú —me miró— te quedarías en casa esta noche y, dado que Yeonjun también pasará la noche con nosotros, creo que ninguno debería quedarse en la habitación de invitados. Es decir, Taehyung y Yeonjun no son cercanos ni nada, así que ustedes dos tendrán que dormir juntos, ¿están bien con eso?
— Claro que sí, no hay problema —respondimos sincronizados.
Después de eso, extrañamente, mamá se fue a yo no supe dónde y Taehyung y y nos quedamos solos en el comedor, ya que Soobin y Yeonjun estaban en la sala mirando su novela. Decidimos ir a mi cuarto, donde podíamos estar tranquilos siendo sólo nosotros y donde, también, aprovechamos para cambiarnos de ropa. Nos metimos en mi cama y, justo antes de que me quedara dormido, se me ocurrió algo.
— Hoseok... —me llamó Taehyung a mi lado acomodándose para quedar sobre su espalda—. ¿Sigues despierto?
— Sí, estoy despierto, Taehyung, ¿qué pasa? —respondí imitando su acción. Ahora ambos estábamos mirando al techo, nuestros brazos rozándose por la cercanía.
— Estaba pensando...
— Yo igual. Cuéntame.
— Bueno... Cuando pienso en tu mamá siento un aprecio profundo, pero también cierta tensión.
— Lo sé, ¿hay algún problema con eso?
— No, pero... Pensar en tu papá se siente como caminar sobre algodón. Es decir, se siente como cálido y seguro... Se me ocurrió que tal vez...
— ¿Hablamos con papá?
— Dudo que nos vaya mal —asintió a mi lado, a pesar de que no lo veía. Nos quedamos unos segundos en silencio—. El plan A falló y el plan B necesita de un plan C para seguir adelante. ¿Quién más sabría, aparte de tu papá y Lia? ¿Soobin? ¿Mi hermana? ¿Los chicos? A mis papás les daría un ataque y a tu mamá tal vez también, así que ellos quedan descartados.
— Creo que sólo con Lia y papá estará bien. Adoro a mis amigos, pero sería incómodo decirles esto ahora, entonces ellos no. Tal vez Soobin y Yongsun podrían ser nuestro extintor.
— ¿Cómo? —no entendió. A decir verdad, a veces yo tampoco me entendía.
— Ya sabes, usas el extintor cuando es una emergencia —expliqué con paciencia—. Papá puede cubrirnos y Lia puede orientarnos, nada podrá salir mal —hablé seguro para calmar la sensación de nerviosismo y ansiedad que me transmitía Taehyung.
— Entonces, plan C: hablar con tu papá e inventar algo creíble para que vaya con ustedes. En caso de ser necesario, nos quedaríamos... También inventar algo creíble para mis papás.
— Hecho.
— Hecho.
...
— Hagamos lo siguiente —propuso el chico a mi lado—, él le va a decir algo que sólo ustedes dos sepan y luego yo le diré algo sobre mí acerca de lo cual Hoseok no tiene la menor idea.
— Eso es estúpido, Taehyung. ¿Olvidas que tengo tu cerebro? Aunque no sepa nada de ti ahora, lo sabré una vez digas lo que estés pensando decir —lo miré con el ceño fruncido.
— Si lo piensas, no es tan estúpido. Digo, hay cosas de mí que ni yo sabía.
— Eres tan extraño... ¿Cómo es que, de todas las personas en este planeta, preciso me tocó estar viviendo esto contigo?
— El extraño aquí eres tú, el chico que no ha roto nunca un vaso en su vida.
— Ajá, sí, como digas —volteé los ojos. Sí, nunca en mi vida había roto un vaso, pero no por eso era extraño—. Bueno, en vista de que no tengo un plan mejor, haremos lo que dijiste. Papá —lo miré—, ¿te acuerdas de... Mmm, no. ¿Qué cosa sólo tú y yo sabemos? —lo pensé seriamente durante unos momentos—. Vi la película Hombres de negro una y otra y otra vez durante los cuatro días que mamá estuvo en el hospital antes de que le diagnosticaran su peritonitis. Esos días no comí, no dormí y tampoco me moví de mi cama más que para sacar el disco del reproductor de DVD y volverlo a poner. Me enseñaste a hacer el nudo de la corbata y cuando tenía cuatro o cinco años me hiciste una pulsera hermosa con piedras de color azul, que está guardada en la caja que tiene un dibujo de un gato que me regaló mamá un día cualquiera y que escondo debajo de mis bufandas. Cuando íbamos a la playa nos gustaba sentarnos en la arena a mirar los huequitos que hacían los cangrejos mientras mamá le enseñaba a Soobin a nadar. Me enseñaste a sacarle brillo a mis zapatos y a sumar y multiplicar porque nunca entendí la lógica de mamá. Mmm... ¿Qué más...? —no pude seguir porque me atrajo en un abrazo de oso que me dejó sin aliento. Sonreí contra su pecho y respondí su abrazo con la misma intensidad. Sentí en mi pecho que a Taehyung le alegraba. Luego de no supe cuánto tiempo, papá me soltó.
— Entonces, ¿en qué les ayudo?
— Mmm... Lo primero sería decirle a su esposa que debo ir con ustedes —Taehyung hizo una mueca de nerviosismo.
— Entiendo... ¿Y eso por qué?
— ¿Le mostramos? —preguntó bajito Taehyung.
— Pero eso duele... —respondí igual.
— Pero tiene que entender por qué.
— ¿Por qué duele? Ni nosotros sabemos —le recordé.
— No eso, zopenco. Por qué no podemos separarnos.
Suspiré, tenía razón.
— Ven, pá. Párate por... Como por aquí —señalé un lugar al azar en lo que calculé que era el centro de la casa— y préstanos atención a los dos, no queremos repetirlo. ¿Listo, Kim?
— Listo, Jung.
— Uno.
— Dos.
— ¡Tres! —exclamamos y corrimos en direcciones opuestas, igual que aquella primera vez. Todo sucedió de la misma manera, después de cierta distancia, ambos caímos al suelo sintiendo un fuerte dolor en lo profundo de nosotros. De verdad a veces no comprendía por qué seguíamos haciendo eso a pesar de saber lo que pasaría.
— Por amor a todo, no hagan eso de nuevo, es escalofriante —dijo quedito papá con cara de susto.
— También terriblemente doloroso, señor Jung —confesó Taehyung tirado sobre el tapete de la sala. Los tres nos quedamos donde estábamos procesando lo que había acabado de ocurrir y tratando de recuperar el aliento.
— Entonces... ¿Cómo funciona todo esto? —preguntó luego de haberse tomado dos vasos de agua.
— Pues...
— Otra cosa, ¿son pareja?
Me ahogué con mi saliva.
— Es... Es una larga historia. Póngase cómodo —respondió Taehyung mientras yo seguía tosiendo. Le di un manotazo al sentir su diversión por causa de mi reacción y lo miré mal. Su diversión no se atenuó, por el contrario, se intensificó un poco más. Le di otro manotazo y me senté junto a mi papá en el sillón color crema frente al televisor.
Sería una larga, larga noche. Necesitaría mucho café.
☆
Hola ;D
¿Cómo les ha ido? Yo he estado... Jsjsjs, me enganché con un libro y por fortuna me acordé de que iba a escribir esto hoy. Y... La vez pasada dije que pondría los separadores cuando tuviera mi compu de nuevo. En realidad, está lentísimo, pero confío en que sólo es pasajero su estado. Igual, estoy contentísima, lo desarmé y la volví a armar yo solita sin ayuda. Ese día dormí nomás dos horas, pero valió la pena.
Gracias por su apoyo y su paciencia 😭😘😉.
Besos y saludes 🧡
Cuídense mucho.
PD: También me disculpo si hay letras en desorden porque tengo este problema al escribir y, a demás, la miopía me tiene.
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