No entiendo.
(Editado)
~ Taehyung ~
- ¿Qué estaban haciendo ustedes dos? -preguntó serio Min Yoongi abriendo la puerta de la caja de pollos (como la había llamado Hoseok) que nos habían asignado como habitación.
- ¿Qué parece que estábamos haciendo? -contesté más dormido que despierto apenas recordé por qué estaba aquí y cómo tenía que actuar.
- Mmh, ¿por qué Soobin y Yeonchun tenían cara de estar traumados cuando salieron de aquí después de que les dije que descansaran un poco? -preguntó serio todavía. Parecía un gatito enojado. Lindo.
- Se llama Jeonjun -contesté abriendo los ojos y mirándolo mal, realmente tenía sueño y había interrumpido mi descanso. Sí, bien, todavía me causaba cosas (ya no tantas como antes, ¿entendido?), pero eso no significaba que debía ser una masita con él. A demás yo no era yo, era Hoseok, y Hoseok no estaba loco por su primo-. Y están raros porque entraron cuando H... Tae y yo nos estábamos cambiando, no íbamos a meternos en la cama con ropa formal.
- Ah, pensé que, ya sabes, tú y tu novio... -movió sus cejas con una sonrisa traviesa.
- ¡Min Yoongi! -exclamé bajito para no despertar a Hoseok a mi lado, que estaba en el quinto sueño, al parecer-. No todos somos como tú quieres ser con Jimin -bufé.
- Cállate -gruñó con un suave rubor en sus mejillas-. Voy a llamar a los niños, no los traumaticen otra vez.
- Ajá, sí, como digas.
Min Yoongi salió de la caja de pollos y yo cerré los ojos de nuevo para dormir otro rato. Hoseok me había dicho que no importaba si nos pasábamos todo el día encerrados aquí, que sólo con que hubiéramos venido ya era más que suficiente.
- ¿Siempre son así contigo? -alcancé a escuchar a Yeonjun entre sueños.
- Mhm, con mi hermano son mucho peores. Pero no les hagas caso, tienen agua en el cerebro. ¿Quieres dormir? Yo lo único que quiero es estar lejos, realmente lejos -respondió desanimado.
¿Qué le había pasado a Soobin? ¿Y por qué decía que con Hoseok eran peores? Lastimosamente me dormí antes de saberlo.
...
- Sé que estar aquí es una completa mierda, pero tenemos que comer -dijo Hoseok moviendo mi brazo para despertarme.
- ¿Mmh?
- Que levantes tu maldito trasero para que vayamos a comer. Y libérame, maldita sea, estás ahogándome -me dio un par de manotazos en el pecho. Se me hizo lindo verlo así. Me quedé inmóvil mientras despejaba mi mente de las telarañas del sueño.
- Junnie~, despierta -escuché que murmuraba Soobin en algún lugar de la caja de pollos.
- Soobin, así parece que lo arrullas -dijo entre divertido y adormilado Yoongi con la voz rasposa.
- Cállate, tonto -se quejó Soobin en voz baja-. Yeonjunie~, despierta.
- Mmm...
- Yeonjun, me estás ahogando.
Lo miré por encima del cuerpo de Hoseok... Era mi cuerpo, pero él lo usaba. Yo me entendía solo. El caso es que miré a Soobin y vi que Yeonjun estaba, literalmente, acostado sobre él. Luego nos miré a Hoseok y a mí, encontrando que, en efecto, yo lo estaba apresando como una boa como me había dicho en la mañana.
- Lo siento -me disculpé desenredándome del cuerpo de Hoseok.
- Está bien. Ahora vístete, feo -me miró mal sin estar realmente molesto conmigo.
- Feo tu cola -lo empujé suave, ligeramente ofendido, aunque divertido porque se dijo feo a sí mismo. Di media vuelta y me retorcí como un gusano con la intención de despertarme del todo.
- ¿Y dicen que se quieren? Parece lo contrario -se burló Yoongi.
- A ti te gusta Jimin y él te trata mal -le recordé ofendido. Sí, estaba dolido porque le gustaba él y no yo, pero ya nada podía hacer. A demás, había decidido olvidarme de él por completo, después de todo, incluso si la situación de Hoseok y yo se arreglara de un momento a otro, en el futuro yo seguiría siendo la pareja de Hoseok en la mente de Yoongi y, a demás, él realmente estaba loco por Jimin, se notaba a leguas.
- ¿Por qué no son dulces? Se supone que cuando quieres a alguien, eres dulce con esta persona -intervino todavía medio dormido el chico que se había acabado de despertar.
- Cada persona tiene su manera de querer. Y los novios también son amigos y se tienen confianza -respondió Hoseok estirándose para quitarse el sueño que nublaba sus sentidos-. A demás, todas las parejas son diferentes, lo único que tienen en común la mayoría de las veces es que los dos se gustan.
- Ah, ent...
- Auch, me golpeaste -se quejó bajito Soobin sonando desanimado.
- Oh, lo siento, lo siento, lo siento, fue sin culpa -respondió Yeonjun con voz suave-. ¿Todavía estás bajo de nota?
- Nop. Él suena así cuando está cansado, en las mañanas parece como si estuviera a punto de llorar -se rió Hoseok a mi lado, realmente divertido al molestar a su hermano.
- ¡Kim Taehyung! -exclamó, en efecto, como si estuviera a punto de llorar-. Se supone que molestarme es el trabajo de mi hermano, no el tuyo. Ya no te quiero.
- Auch -dijimos todos al tiempo. Hoseok me dio un manotazo.
Unos momentos después todos terminamos de despertarnos correctamente y nos levantamos a duras penas para vestirnos y vernos presentables, parecíamos una pandilla de zombies. Estaba ajustando mi cinturón cuando la puerta se abrió de repente.
- ¿Ya están despiertos, muchachos? -habló el señor Jung Taemin con una sonrisa-. No quieren quedarse sin postre, ¿cierto? Ya los están preguntando, vamos.
- Papi... -suspiraron Soobin y Hoseok al tiempo que Yoongi hacía lo mismo con la palabra "tío". Los tres hicieron cara de cachorro abandonado.
- Lo sé, mis niños. Es sólo un momento y la gente con hambre sólo se concentra en la comida. Vamos, por favor -hizo un puchero. Los tres hicieron una mueca-. ¿Por mí...? Y los quiero mucho.
- Eso es jugar sucio -se quejó Soobin.
- Los amo. No tarden mucho -sonrió antes de cerrar la puerta.
- ¿Trajeron agua suficiente? -preguntó Yoongi antes de abrir la puerta de nuevo, mirándonos a todos. Yo no entendí y, al parecer, Yeonjun tampoco.
- Nunca es suficiente agua. Y tampoco mentas. Ni frutas -respondió Soobin-. Abre ya, tengo que ir al baño.
- Yo igual -hice una mueca.
- Yo también.
- Y yo -dijo Hoseok molesto por coincidir en algo con Yeonjun. Era tierno ver la sensación de molestia que le causaba estar cerca del chico y no poder hacer nada sin hacerme parecer un loco. Lo interesante era que, aún si no lo soportaba, el chico no le caía mal, en realidad.
- Por cinco -Yoongi rodó los ojos y abrió la dichosa puerta.
Después de un corto viaje al baño, tuvimos que ir al piso de abajo, cosa que no pareció agradarles en absoluto a Hoseok, Soobin y Yoongi. Yeonjun y yo, por otro lado, seguíamos sin entender lo que pasaba. Es decir, esta era una reunión familiar y si estábamos aquí era porque se llevaban bien con la familia, ¿no? La incomodidad que se había instalado en mi pecho se sentía como una roca en mi corazón y no me daba buena espina.
- Todo va a estar bien, yo estoy contigo -le sonreí a Hoseok y tomé su mano, recordando que habíamos quedado en actuar como pareja donde quiera que fuéramos. Lo de tomar su mano era por cortesía, pero mis palabras eran sinceras.
- Gracias -apretó mi mano y comenzamos a bajar las escaleras. Íbamos despacio todos y no sabía si era porque tenían presente la condición de Hoseok o porque porque no querían llegar abajo. A lo mejor eran las dos al tiempo.
- Sólo no les hagas caso, Yeonie, ¿sí? -murmuró Soobin caminando tras de mí. El chico era tierno, si yo fuera Yeonjun, estaría loco por él, eso sin duda.
- Sus majestades, tómense todo el tiempo del mundo -vociferó con sorna un idiota salido de quién sabe dónde haciendo una exagerada reverencia hacia mí-, nosotros los simples plebeyos no somos dignos de probar bocado sin su presencia.
Yo lo ignoré como si nada y pasé a su lado pensando que alguien le llamaría la atención. Estaba completamente equivocado, al estúpido comentario le siguieron risas y comentarios por el estilo. No necesitaba de un vínculo misterioso para sentir la tensión que provenía del chico tomando mi mano.
- Dijiste que la gente con hambre sólo se concentra en la comida, papi -murmuró Hoseok sentándose al lado de él en una mesa pequeña bajo el rayo del sol.
- A tu tía se le ocurrió la idea de servir la comida sólo cuando todos estuvieran presentes.
- Qué sorpresa -dijo sarcásticamente. Yeonjun y Soobin se sentaron junto a mí mientras que Yoongi se sentaba al otro lado del señor Taemin, en la esquina de la mesa contraria a donde yo estaba.
Para distraerme de la tensión, me concentré en mirar al rededor. Habían muchas personas, al rededor de cien, todos parecidos entre ellos. Eran extrañamente ruidosos y burdos al hablar, muy diferentes a lo que había visto de la familia de Hoseok durante todo este tiempo, quienes se comportaban de la mejor forma posible en todo momento.
- ¿Comen comida de mortales o no porque rompen la dieta? -preguntó toscamente una señora canosa con sonrisa fea mirándonos a todos.
- El problema no es que rompamos la dieta, tía, el problema es que se nos rompa el hígado -dijo con indiferencia Yoongi causando que la señora lo mirara con espanto y se fuera enojada.
No entendí su comentario en ese momento, así que supuse que lo haría después. Seguí mirando al rededor y pude darme cuenta de que, al parecer, todos se llevaban bien porque todos hablaban con todos. A excepción de nosotros seis, a quienes hasta las moscas estaban evitando.
- Tae, ¿por qué... -fui interrumpido por una exclamación ruidosa proveniente de una señora justo detrás mío.
- ¡Ay, Taemin, ¿qué es esto? Por Dios! No me digas que tu hijo mayor es gay, qué espanto. No, no, no, hazme el favor de corregirlo, va a dañar al pobre Soobinie y eso no puedes permitirlo.
De repente todas las miradas estaban sobre nosotros y otra señora fea muy parecida a la primera que nos había hablado.
- Son mis hijos, no los tuyos. No tienes derecho a decirme cómo educarlos -respondió el papá de Hoseok con toda la tranquilidad del mundo.
- Mil disculpas, la gente pobre no tiene derecho a hablar ni pensar. Cuidado, no vaya a ser que sean alérgicos a la comida normal -nos puso un plato de sopa frente a cada uno.
- ¡Estirados! -gritó un idiota en algún lugar del patio donde estábamos. Mucho se rieron.
- ¡Mi primo el princesa no va a comer porque ya se comió a su novio en la mañana. ¿O era al revés?! -gritó una muchacha con la voz ronca. Cualquiera que no hubiera escuchado bien lo que dijo habría pensado que dijo el chiste más gracioso del mundo. ¿Qué tenía esta gente contra la familia de Hoseok?
Decidí que lo más sano era ignorar todo por el momento y concentrarme en la comida. La sopa olía asqueroso, pero supuse que eso que yo sentía no era ni la mitad del hedor que Hoseok estaba percibiendo, había descubierto en los últimos días que su olfato era realmente deficiente. El color de la sopa no era mucho mejor que el aroma o la consistencia y estaba seguro de que en cualquier momento vomitaría.
- Más tarde los llevo a comer algo, ¿sí? Sólo si hacen el intento de comerse esto -nos dijo bajito el señor Taemin. Todos asentimos con una mueca de desagrado. Él era tan amable que podía entender perfectamente por qué Hoseok lo quería tanto.
La sopa era tan horrible que sentí náuseas apenas la probé. Un momento después vino el jugo, que resultó ser té helado instantáneo demasiado dulce que me revolvió el estómago. Nunca me había gustado el té instantáneo y tampoco lo dulce, así que no me sorprendió ver que Hoseok estaba intentando controlar sus ganas de vomitar al igual que yo. Al parecer, él también lo odiaba.
- Dios santo, mis arterias -casi lloré cuando iba por la mitad de mi sopa, haciendo una pausa con la sopa para probar la presa de pollo que había en mi plato. Por lo menos estaba decente, nada que ver con la sopa, que era más aceite que otra cosa.
- Papi, ya no puedo más -puchereó Soobin a mi lado, notablemente incómodo.
- Comen como pollitos -comentó con cariño una señora que pasó junto a nuestra mesa unos momentos después. Ninguno de los seis había comido más de la mitad de su plato. Hoseok me dio una patada bajo la mesa para que hablara yo. Hice un rápido escaneo de su memoria y recé al cielo por que no me equivocara al hablar.
- Hola, tía Min -le di una sonrisa radiante-. Waah, no te pasan los años.
- Gracias -sonrió de vuelta y se fue. Ella había sido amable, pero ¿por qué...? Claro, ella era la madrina de Hoseok, casi como una segunda mamá. No se habían visto en un año. Por eso Hoseok se sorprendió tanto al verla... ¿Cierto?
...
- Esto es una mierda -habló por fin después de un rato con lágrimas en los ojos que yo no veía porque él estaba mirando a la pared-. Lo lamento, Kim Taehyung, debimos habernos quedado en casa así mamá se parara en las pestañas -se dio la vuelta-. Lo siento tanto, no tenías que pasar por eso, yo...
- Jung Hoseok...
- No. Es en serio. Verga puta, ¿por qué mi mamá tuvo que haber abierto la boca? Ah, sí, claro, ¡porque ella no tiene que aguantar nada de esto! Su solución es la solución del cobarde: escapar. ¿No se supone que es mi mamá? No lo parece porque ella fue quien irrespetó mi privacidad. Ella no fue quien me limpió las lágrimas o me calmó entre sus brazos luego de que gritó mi secreto a todo el mundo; ese fue mi papá, quien, por mi culpa, esa noche no durmió sin importarle que en la madrugada tuviera que irse. Y tú. Tú, pequeño idiota, no tenías que vivir las consecuencias de que mi familia tenga poco cerebro, me odio, me odio, debí haberte llevado lejos antes, debí...
- Jung Hoseok -lo tomé de los hombros para que dejara de pasearse de un lado al otro en la caja de pollos-, no es tu culpa. Esa gente de allá no sabe nada, no tiene importancia lo que piensen -lo miré fijamente y me gané una sonrisa un tanto escalofriante puesto que mi cara seguía sin ser expresiva y él seguía llorando.
- Tienes razón -dijo. Su voz no tembló ni se quebró a pesar de que sus ojos llovían. Eso era cosa de él, yo no podía hablar cuando lloraba-. Está bien que piensen que soy un puto, un fácil, un enfermo homosexual, un fracasado, un antipático creído y estirado, un niño bonito bueno para nada que no tiene cerebro, un estúpido con el que cualquiera puede jugar, un idiota al que pueden insultar en la cara todas las veces que quieran, un maldito bastardo que no sabe nada, que ni siquiera puede caminar bien y que, a demás, exagera su condición para causar lástima -soltó de una vez sin respirar y me dio una sonrisa más escalofriante que la primera, su decepción, frustración, ira y tristeza haciendo doler mi corazón-. Está bien que lo piensen, Kim Taehyung -dijo suavemente-. Lo que no está bien es que lo digan. Mucho menos que lo utilicen para reírse de mi familia o para hacerme sentir mucho peor de lo que ya lo hago por mi cuenta sin necesidad de que alguien me lo diga. Y ahora es mucho pero porque saben de la existencia de Yeonjun y tú. Dime... ¿No les gusta a los niños jugar con juguetes nuevos?
- No entiendo...
- Esta gente se encargará de arruinar tu autoestima y tu reputación, Kim Taehyung. No en el futuro inmediato, tal vez, pero estoy seguro de que pasará. Por Yeonjun no te preocupes tanto, dirán que es joven y está confundido. Pero tú y yo... Tú y yo estamos jodidos. Y es todo mi culpa, pude haberlo evitado, pero no lo hice.
- Cállate. Vamos a dar un paseo -propuse aun si ni él ni yo conocíamos el lugar-, deja de llorar, ¿sí?
- S-sí -asintió, pero lloró más fuerte. Lo envolví entre mis brazos hasta que su llanto cesó.
~ Soobin ~
Taehyung y Hoseok estaban raros, definitivamente. Aunque, bueno, los grandes siempre eran extraños y yo no conocía a Taehyung hasta hace un par de semanas y, a demás, Taehyung era la pareja de mi hermano, o sea que Hoseok tenía derecho a estar extraño si su pareja estaba al rededor... ¿O me equivocaba?
- Ratoncito, ¿en qué tanto piensas? -Yeonjun rompió el silencio que invadía el pequeño calabozo que teníamos por habitación. Lo miré sonrojado por el apodo que todavía no había dejado morir... Y también porque se veía lindo desde este ángulo. Yo estaba acostado sobre mi estómago y él estaba sentado en posición de indio cerca de mi cadera, apoyando su espalda contra la pared.
- ¿Qué crees que quiso decir Kim Taehyung con eso de que las parejas se gustan la mayoría de las veces? -respondí dejando de verlo mientras jugaba con mi lápiz, olvidando un momento el sudoku que estaba completando.
- Pues... Hay parejas que tienen una relación por conveniencia, así como antes eran los matrimonios arreglados y...
- Ya sé -rodé los ojos y me senté igual que él-. Hablo de que por qué crees que lo dijo. Es decir, ¿crees que no se gustan? -para preguntas tontas llamen a Jung Soobin, que da clases los jueves y no cobra mucho. En realidad era tonto, ¿por qué mi hermano estaría en una relación con alguien que no le gustaba? Pero, no, espera, era Kim Taehyung, el que tenía a todo el colegio a sus pies. Sin embargo... ¿No era él a quien mi hermano quería descuartizar hace unos días?
- Puede que no se gusten, a lo mejor su relación no es algo romántico como tal.
- ¿A qué te... Oh, ya veo -eugh-. Pero no creo, Josecito siempre me ha dicho que "el día que tenga una relación, va a ser con alguien que me haga ver las estrellas con sólo mirarme" -lo imité con mi voz no tan grave como la que él tenía y me mordí el labio, pensativo.
- No muerdas tus labios así -me apretó una mejilla-. Te ves muy bonito cuando lo haces -se sonrojó furiosamente.
- Y tú no digas esas cosas -le di un manotazo-. Ya sabes que no sé cómo responder cuando lo haces -le hice mala cara.
- Pero es que eres taaaaan bonito que no puedo evitar decírtelo, Soobincito -dio un ligero golpe con su dedo en la punta de mi nariz, sonriendo.
- Cállate, idiota -reí empujándolo.
- Cállame -me retó.
- Nah, ahorita te callas tú solito porque te cansas de hablar -hice una mueca divertido y me recosté sobre las almohadas con mis manos bajo mi nuca.
- ¡Oye! Ya vas a ver que no porque ¿sabes? -hizo esa cara extraña que hacía de vez en cuando, que no era ni una sonrisa ni una mueca, pero que lo hacía ver adorable. Lo miré escéptico levantando una ceja-. Soy el chico más interesante del planeta y puedo hablar por horas y horas sin cansarme y sin cansarte y tengo una infinidad de temas acerca de los cuales hablar porque soy tan genial como no te imaginas y... Y, maldita sea, ya no sé qué diablos decir y me siento estúpido y ¡argh! Soobin, ¿por qué eres así? No sé qué decir y no me quiero callar porque ya te dije que no me iba a callar sólo porque no sé qué decir y y... -lo besé de pronto, sólo un fugaz roce suave que me hizo sentir mariposas.
- Eres tan adorable que no pude evitarlo -le di una sonrisa coqueta, acostándome sobre las almohadas de nuevo.
- Binnie... -murmuró acercándose a mi cara. Las mariposas no querían irse y no entendía por qué si él sólo me miraba, no estaba haciendo nada especial.
- Junnie... -las mariposas estaban descontroladas y mi corazón latía muy rápido. No entendía esto, ¿qué se suponía que debía hacer ahora? Su cara estaba cada vez más cerca de la mía y yo quería sólo salir corriendo en ese momento, pero al mismo tiempo no quería dejar de sentir lo que estaba sintiendo.
La puerta se abrió.
La. Puerta. Se. Abrió.
Yeonjun y yo nos sentamos rápidamente y él fingió seguir con su sopa de letras mientras yo hacía lo mismo con mi sudoku.
- Claro, amor, esta noche -estaba diciendo... ¿Mi mamá al teléfono? ¿Por qué estaría mi mamá hablando por teléfono con un tal "amor" si estaba en la misma casa que mi papá y él era su amor?- ... Ya sabes que sí, bebé... Está bien, más tarde nos vemos... Yo más, lindo.
Ahora esto tampoco lo entendía. De nuevo, ¿qué se suponía que debía hacer ahora? Maldición, maldición, habría sido más sencillo si nos hubiera encontrado a Yeonjun y a mí haciendo "cosas no apropiadas para nuestra edad" que ni siquiera eran tan inapropiadas porque, después de todo, Yeon y yo teníamos sólo un año y medio menos que mi hermano. Tenía que pensar bien en esto... Primero tenía que averiguar qué diablos era lo que debería pensar. ¿No se suponía que mis papás tenían un matrimonio estable lleno de amor?
- Oh, hola, chicos, no sabía que estaban aquí, pensé que estaban con los otros -nos sonrió como si nada. ¿Tal vez yo había escuchado mal? Intenté mostrar alguna expresión, pero mi cara no quería funcionar, se quedó congelada en una mueca extraña-. ¿Soobin...? Hijo, ¿pasa algo?
- No se preocupe, señora Jung -respondió Yeonjun por mí-. El sudoku que está completando lo tiene así de concentrado desde hace rato.
- Ya veo. Voy a salir un rato, cualquier cosa, le dicen a los chicos o a mi esposo, ¿listo? -preguntó adorablemente. ¿En qué planeta vivía ella? Papá estaba durmiendo como una roca y no tendría sentido intentar despertarlo y Hobi y Tae habían salido hace rato. El único que quedaba por ahí era Yoongi, pero no tenía la menor idea de cómo hallarlo, tenía la costumbre de perderse con facilidad.
- Claro.
Mamá se fue y cerró la puerta y yo me quedé allí con mi cara de shock sin reaccionar.
- Soo... ¿Quieres jugar a las cartas o prefieres ver una película? -me sonrió dulcemente el chico sentado a mi lado y puso suavemente su mano sobre la mía. ¿Podía este chico ser más adorable? A veces quería comérmelo a besos por lo dulce que era.
- ¿Mmh? Eh... Una película. Y agua. Y una manzana, estoy a punto de vomitar -era cierto, mi estómago se sentía extraño desde que terminamos el almuerzo hacía cuatro horas.
Yeonjun me hizo mala cara, pero fue a buscar el agua y la manzana bajo la cama que mi hermano compartía con su novio mientras yo encendía mi teléfono y buscaba la aplicación de películas... ¿Debería hablarlo con mi hermano o mejor con mi papá? No, ninguna de las dos opciones, primero tenía que entender bien de qué se trataba esto de mi mamá y su "amor-bebé-lindo" o lo que fuera.
- ¿Tienes alguna película en mente o ponemos cualquier cosa? -le pregunté al chico a mi lado para despejar mis pensamientos.
- ¿La del dragón que íbamos a ver la vez pasada, tal vez? Parecía interesante.
- Está bien. Ayúdame a poner el teléfono ahí -señalé arriba, a las tablas que sostenían el colchón sobre nosotros-. Alcánzame... Ese cubo de allá -señalé mi cubo de rubik con el que había estado peleando en la mañana mientras veníamos. Cuando lo tuve, lo coloqué sobre una tabla para elevar el colchón-. Y ahora dime si el teléfono está torcido -dije haciendo que se acostara boca arriba debajo de mí y mirara el teléfono que estaba acomodando entre la abertura que había en medio de las dos tablas que quedarían a la altura de nuestros ojos cuando nos acomodáramos-. ¿Ahí está bien?
- Te ves precioso así -respondió y tocó mis rodillas con sus manos. Me di cuenta entonces de que yo estaba prácticamente encima suyo, con mis piernas a cada lado de su cadera.
- ¡Yeonjun! -enrojecí por su comentario.
- ¿Qué? Tú eres el que nos acomodó así.
- Eres un tonto -le tiré un puño al pecho.
- Pero así me quieres -rodeó mi cintura con sus brazos y me abrazó con fuerza, haciendo que cayera sobre su cuerpo.
- Lo peor del caso es que no entiendo por qué -me quejé.
☆
Holi~
No sé qué pensar respecto a lo que acabo de escribir. Es decir, no me molesta como quedó, pero me parece extraña la forma como sucedieron las cosas, ¿creen que se siente desorganizado o incongruente?
Y... ¿Les gusta el Soojun? Al principio del fic tenía pensado que era Yeonbin, pero Soobinbin resultó siendo atrevido 7u7.
Algo que me causa gracia es que se supone que iba a haber más Jinnam y Yoonmin que Soojun, pero me salió al revés :(. Sin embargo, esto todavía no acaba, así que hay una que otra sorpresita en el futuro.
Gracias por leer, votar y comentar. Literalmente salto de alegría cuando veo el apoyo que le dan a esta historia loca. Por cierto, ¿cómo se encontraron con ella?
Besos y saludes, los amo ;D.
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