Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Magnetic.

(Editado)

~ Taehyung ~

Resumen del fin de semana: el jodido computador decidió que quería morir justo antes de que pudiera enviar el correo con los documentos que me habían puesto a hacer como castigo por algo que yo no hice, así que perdí todo mi trabajo y, aparte de ser la muchacha* de mi mamá porque aprovechó que mi papá no estaba para hacer aseo general a toda la casa por dentro y por fuera, me pasé en vela la noche del domingo y la noche del lunes volviendo a hacer lo que ya había hecho el viernes y el sábado. Era un hecho: yo era un imán de mala suerte.

— Joven Kim, si tanto le aburre la clase, se puede retirar —dijo el profesor de matemáticas parándose junto a mí.

— Lo lamento profesor. Su clase es muy interesante, prosiga —respondí de inmediato intentando no sonar como si acabara de despertar.

— Cuando algo es interesante, la gente no se queda dormida.

— Descansaba los ojos, profesor.

— Entonces, en ese orden de ideas, es perfectamente capaz de resumir el último tema que expliqué —levantó una ceja.

— Por supuesto.

...

— Entonces... ¿De verdad te dormiste? —me preguntó asombrado mi amigo Jimin, antes castaño y ahora rubio.

— ¿Tengo cara de mentiroso? —lo miré mal.

— A veces, sí —respondió tranquilo el pelinegro haciendo una mueca. El rubio asintió de acuerdo.

— Bueno, pues estoy diciendo la verdad.

— Siento lo de tu computador —se disculpó Jungkook, el pelinegro.

— Sí, yo igual.

— Yo también, pero no se preocupen.

Nuestra mesa se quedó en silencio porque con comida cualquiera se queda callado.

— Hola, oppa~ —me saludó de pronto una chica joven vestida de lila, tocando suavemente mi hombro para llamar mi atención. El color lila me daba ganas de vomitar. Y, a todo eso, ¿por qué no estaba con uniforme?

— Hola.

— Me estaba preguntando... —hizo una pausa para acomodar su cabello de maneta que, a lo mejor, ella consideraba tierna—. ¿Le gustaría venir a nuestra mesa? —hizo otra pausa para señalar una mesa a poca distancia llena de jóvenes que me sonreían tímidas y... ¿coquetas? Era realmente malo para leer las expresiones de la gente, e igual a esa distancia podían estarme amenazando de muerte y yo sólo vería una mancha moviéndose—. Es que no conocemos a nadie y usted es muy amable, a mis amigas les gustaría conocerlo —sonrió. Ahora entendía la ausencia de uniforme, era de primer año y todavía no lo compraba.

— No creo que mi compañía sea de su agrado, pero gracias por la invitación —respondí cortésmente con una sonrisa amable.

— Oh... Está bien —disimuló muy bien su decepción—. Les pido disculpas por interrumpirlos. Nos vemos después —se despidió agitando su mano en el aire.

— Caen como moscas a la miel... —comentó Jimin haciéndose el loco.

You're so magnetic... —tarareó falsamente distraído Jungkook haciendo cara de travieso.

'Cause I can't forget you... —le siguió el juego Jimin.

— Así no va la canción... —indiqué tomando un poco de mi café.

There's a power pulling me back to you~

— And baby I'll let it...

— 'Cause you're so magnetic, I get it...

Me miraron los dos con ojitos suplicantes. No sabía por qué les gustaba hacerme cantar, yo sentía que lo hacía terrible.

When I'm waking up with you, oh~ —terminé con algo de vergüenza al darme cuenta de que había cantado más fuerte de lo que había planeado, porque muchos se me quedaron viendo.

— ¡Oppa! ¿Usted canta? No sabía que lo hacía, su voz es muy hermosa —elogió una jovencita que pasaba por ahí. Estaba en mi mismo curso, pero relacionar caras y nombres no era lo mío.

— Gracias, pero sólo lo hago en ocasiones especiales.

— Es una pena, debería hacerlo más seguido —sonrió y se fue.

— Es cierto, deberías hacerlo más seguido, TaeTae. Después de todo, al gatito pareció gustarle tu voz —me dijo Jimin.

— ¡¿Qué?! —mi sonrojo fue instantáneo.

— No te voy a decir dónde está, pero no mires a las cinco —habló Jungkook distraído jugando con un pitillo.

— No puedo creer que sólo las chicas me presten atención... A menos, claro, que haga cosas vergonzosas —me quejé.

— No es cierto. Cuando apenas te conocí también me gustaste mucho y no estabas haciendo nada raro, sólo estabas comiendo helado.

— ¡¿Qué?! —gritamos al tiempo Jimin y yo.

— Lo que escucharon —Jungkook se encogió de hombros—. Pero no te creas, Taehyung, ya no causas ningún efecto en mí. Soy inmune a tus encantos.

~ Hoseok ~

Entonces... ¿Cuento contigo? —dijo mamá por milésima vez.

— Sí, mamá —respondí cansado. Ya sabía yo, no todo iba a ser color de rosas sin ella por aquí.

Gracias, hijo. Te amo.

— Yo a ti también —corté la llamada y me dirigí hacia la puerta del salón vacío donde estaba.

— Joven Jung, ¿algo que explicar? —habló de pronto alguien. ¿En qué momento se había abierto la puerta y por qué no me había dado cuenta?

— No, profesor. ¿Lo puedo tener de vuelta al término de la jornada? —nada perdía por preguntar.

— Sólo si lo entrega en este momento —aseguró serio—. Y, por favor, salga del salón y cierre la puerta cuando lo haga, no está permitido que los estudiantes entren a los salones durante los descansos.

— Sí, señor. Adiós, pequeño —susurré hacia mi teléfono—. Nos vemos en unas horas —y lo entregué.

¿Que por qué me lo había pedido? Porque estaba prohibido usar teléfonos celulares dentro del colegio, pero eso no era algo que mamá entendiera porque me llamaba a la hora que se le ocurriera.

— ¡Lo siento! —me saltó encima un rubio alto y se me pegó como un koala—. No pude hacer que no entrara, lo siento.

— Está bien, Jin. Me lo devuelve a la salida —contesté palmeando su hombro para que me soltara porque me estaba ahogando.

— Ah, bueno.

— ¿Dónde está Yoongo?

— ¿Dónde crees? Espiando a su enano.

— Esa traga que tiene... —negamos con la cabeza—. No lo deja ni respirar —reímos al tiempo.

— Si no fueran ustedes quienes lo dicen, ya estarían buscando un hospital —habló avergonzado detrás de nosotros. ¿Cuándo había llegado? Parecía un gato, era sigiloso.

— Es esa dulzura tuya lo que repele a la gente a tu alrededor. Y luego te andas quejando... —suspiró lo último Jin mientras los tres salíamos de aquel salón.

— Ya, no me molesten. Hoseok, ¿vas el viernes?

— A menos que muera antes, tengo que ir —hice una mueca cerrando la puerta con seguro. Ojalá muriera antes, no quería ir a ese paseo, me aburría y no me gustaban esas cosas.

— Ah, sí, cierto. Mis condolencias, hermano —dramatizó Yoongi palmeando mi hombro.

— ¿De qué me perdí?

— Pues...

Resumen del día: Definitivamente era un imán de mala suerte.

Hola~

Bueno... Hasta aquí fue como la introducción de la historia, como para conocer bien a los protagonistas. Ahora sí se viene lo bueno, jejeje.

Hasta luego. Besos y saludes, cuídense mucho ♡.

Por cierto... Extraño era importante, ahí es donde está como el problema de todo, entonces ténganlo en cuenta 😉.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro