Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Lágrimas, abrazos... Y plan B.

(Editado)


~ Hoseok ~

— Entonceees... ¿Qué hacías en el baño con este chico...? ¿Cómo es que se llamaba? ¿Jung Hossok? —preguntó James en susurros durante la clase de cálculo, apuntándome al pecho con su lápiz súper afilado.

— Hoseok... —corregí. No entendía qué le veía Yoongi a este minion, pero eso no era problema mío. Seguí haciendo el ejercicio de derivadas que, al parecer, estaba entreteniendo mucho al cerebro que tenía. Era tan extraño esto, ¿algún día me acostumbraría?

— Sí, eso. Jung Hoseok. ¿Qué estabas haciendo con él?

— Nada.

— No me vengas con mentiras, estaban haciendo algo. Tus mejillas estaban coloradas y... —abrió grande sus ojos—. ¡No me digas que tienes un crush con él! —casi gritó, ganándose la atención de todos en el salón.

— Joven Park, siga así y todos resolverán la actividad de manera individual —amenazó la profesora desde su escritorio.

— Mil disculpas, profesora —se disculpó James torpemente.

— Dudo que la palabra crush se utilice de esa manera... —dije bajito unos segundos después, intentando concentrarme en mis propias emociones ya que, al parecer, alguna persona había alborotado las hormonas de Kim Taehyung. ¿Todas las personas sentían lo mismo, o variaba según cada individuo y me había tocado el más extraño de todos?

— Me da igual. Pero dime, dime, dime, dimeeeee... —molestó como un niño pequeño moviendo mi brazo como si me lo quisiera arrancar. ¿Cómo se lo aguantaba Kim Taehyung? Yo ya estaba teniendo un tic en el ojo y no llevaba ni dos horas conviviendo con él.

— Decirte, ¿qué? —preguntó una voz detrás de Jaime.

— Kookie~ —saludó tiernamente. El chico empalagaba, eso seguro. El chico empalagaba y mi primo era el rey de la amargura. Aparentemente era cierto que los opuestos se atraían—. Adivina, adivina.

— ¿Qué cosa?

— Algo sobre TaeTae~

— Mmm... ¿Tiene una novia y es americana? —dijo tomando asiento en un pupitre vacío cerca de nosotros luego de acercarlo a donde estábamos. Respiré profundo para disipar un poco la molestia y el desconcierto que sentía por causa de ser invadido con emociones que no me pertenecían y me concentré todavía más en el ejercicio que estaba por volverme loco.

— Casi. No es chica y no es americana.

— ¿Tiene novio coreano?*

— ¡Sí! —exclamó bajito casi saltando de emoción.

— ¡¿En serio?! —susurró de la misma manera mirándome sorprendido.

— No —dije seco mientras borraba casi media página llena de números por haberme confundido con un signo, cortesía de Kim Taehyung por haberme distraído con sus emociones. Al parecer, se lo estaba pasando en grande durante la clase de biología. No quería saber muy a fondo las razones tras de eso.

— No mientas.

— No miento.

— Pero entonces explícame por qué estabas encerrado en el baño con ese chico.

— Él ya te lo dijo... Había un asunto que teníamos que resolver.

—Uy, "un asunto" —se burló el pelinegro moviendo sus cejas—, ¿así le dicen ahora cuando te encierras con alguien en un baño porque te ganan las ganas?

- Eres malo mintiendo, TaeTae -acusó el rubio con un puchero fingido.

Puse mis ojos en blanco y suspiré cansado. Según los recuerdos de Kim Taehyung, esos dos amigos suyos siempre eran así.

— No entiendo cómo es que no tiene canas verdes por culpa de estos dos... —murmuré para mí mismo en el momento exacto en que la campana que indicaba el término de la primera hora sonaba estruendosamente.

— Oye, TaeTae... ¿Jung Hoseok no es ese que se coge el profesor Moon? —preguntó de pronto Jaime... No, Jaime no... Jinmin. Jinmin. No, Park Jimin, el enano que tenía loco a Min Yoongi. Por amor de Cristo, ¿era idiota o algo parecido? ¿Cómo demonios se me iba a el nombre que mi primo repetía a diario como si de un mantra se tratase?

— ¡¿Cómo?! No estarás hablando en serio, Park —dijo sorprendido el pelinegro.

— Claro que sí, Jeon.

— Taehyung... ¿Te volviste loco? —me miró.

Dejé de afilar la punta de mi súper lápiz color morado con diseños naranja —regalo de la hermana del Taehyung verdadero esta mañana— para dirigir mi confundida mirada hacia los dos jovencitos sentados junto a mí.

— En primer lugar, Jung Hoseok no se coge al profesor. Y en segundo lugar, no. No me volví loco, sí estaba con Tae–Hoseok —resoplé irritado.

— Claro, sí. Es completamente cierto que no estás loco... —contestó con sarcasmo—. Si estar fraternizando con el enemigo y defenderlo significa no estar demente.

— ¿Eh...?

— No me digas que... —suspiró como con ganas de ahorcarme—. No enloqueciste, te volviste idiota.

— No digas cosas sin sentido —contesté un poco incómodo sintiendo la tensión entre mi cuerpo y yo crecer a cada segundo. Necesitaba salir.

— ¿De qué hablas, Kookie? —preguntó Jimin, que había estado lo suficientemente concentrado en sus ejercicios para no prestar atención a los reproches del tipo de pelo negro... Juan Coco... Jeon Coch... Jungkook, ese era su nombre. Tener el cerebro de Taehyung tenía ciertas ventajas, como conocer el nombre de personas que nunca antes había visto.

— Pues, verás... —comenzó el de cabello negro en tono confidencial—. El idiota que tenemos por amigo está loquito por el pálido del otro salón, ¿no?

— No es noticia nueva -dijo el otro rodando los ojso. La verdad es que sí lo era, pero eso ya dependía de la persona que escuchara aquello. Me quedé escuchando el chisme ignorando el tirón cada vez más fuerte que sentía a lo largo de toda mi existencia.

— La semana pasada... No recuerdo bien qué día, pero sé que fue la semana pasada. El caso es que me llamó como a las cuatro de la mañana todo emocionado sólo para gritarme que era EL día. Y cuando quiso ir a hablar con su amor imposible... Adivina.

— No soy brujo. Dime.

— Lo escuchó hablando con alguien sobre sus planes para la noche. Según parece, estaría solo ese día y harían mucho ruido. Adivina quién era ese alguien.

— ¿Jung Hoseok?

— El mismo.

— ¿Y qué pasó después?

— Huyó como las ratas y se encerró en el baño berreando como idiota —narró con enojo. Me dieron ganas de llorar, me sentí mal por haber causado tal cosa en alguien y... ¿Mi tristeza era de Taehyung? La tristeza que me invadió se sentía igual que cuando probé el café dulce ayer en la mañana y me gustó, no porque fuera de mi agrado sino porque era del agrado del cuerpo que tenía. No era la misma sensación que causaban mis sentimientos y no la sentía latir en mi pecho, como sí lo hacía con lo que fuera que estuviera sintiendo el chico Kim en cualquier momento. Era... Se sentía como ser Kim... No como estar en su cuerpo, sino como ser él. El tirón que indicaba que estaba muy lejos de mi cuerpo se hizo mucho más fuerte de pronto.

— ¿El pálido o el otro?

— Serás idiota... Taehyung, Jimin.

— Qué horror... Y yo que ya los estaba shippeando. ¡Y no me digas idiota, idiota!

— ¿Y qué si lo hago?

— Le voy a decir a Miya que...

— ¡No! Ya, ya. Te compro helado esta tarde.

— ¿Sólo eso?

— Te ayudo a cuidar a tus sobrinos.

— Lo voy a pensar.

Me levanté del pupitre y salí del salón. Caminé un poco y la tensión que me invadía comenzó a disminuir, básicamente porque el salón de Taehyung y el mío estaban separados por un baño, era allí hacia donde me dirigía. Entré al baño, lavé mi cara y me recosté en el lavamanos, necesitaba pensar. ¿Por qué estaba tan triste? En su cabeza no dejaba de repetirse la misma escena y no era capaz de dejar de sentirme mal, sentimentalmente hablando.

— Te pasa algo.

Más que pensar, necesito paz. Trágame, Tierra y Dios... Oh, God please help me~*.


~ Taehyung ~

Min Yoongi. El profesor había cambiado a todos de lugares y Min Yoongi quedó justo detrás mío.

— O-oye... ¿Podría sentarme en tu lugar sólo por hoy? —murmuré nervioso como nunca porque por un lado, le estaba hablando directamente al chico que me gustaba, y por el otro lado, el profesor de biología daba más miedo que mi mamá brava.

— ¿Eh...? —musitó adormilado con cara de confundido.

— Que si me dejas sentarme allí donde estás —repetí irritado porque no me gustaba decir las cosas dos veces y porque por alguna razón el joven Jung se había irritado. A demás, después del rechazo indirecto que había recibido por su parte y la interacción que habíamos tenido los últimos días, no estaba muy contento con él que digamos.

— ¿Qué te está pasando los últimos días?

— Nada raro, ¿por qué? —pregunté a la defensiva. Súper casual, claramente.

— Me has estado evitando cada vez que puedes y pareces ser alguien diferente.

— ¿Y esta nueva persona te gusta? —pregunté sin pensar lo que decía. Al instante me arrepentí. Obvio no le gustaba, Hoseok lo sabía bien y su cerebro no dejaba de pensar en eso.

— Eres mi primo, no seas idiota —dijo disgustado haciéndome señas para que prestara atención a la clase.

— Por lo tanto -decía el profesor—, el retrovirus es, en cierto modo, más interesante que los otros tipos de virus...

— ¿Entonces las vacunas se hacen a la inversa? —solté de imprevisto. Por un segundo me sentí feliz porque hablé justo al mismo tiempo que sonó el timbre y ni yo me había escuchado. Sin embargo, mi acto de estupidez no había pasado tan desapercibido como me habría gustado.

— ¿Cómo dice? —preguntó el profesor, y no tuve de otra que hablar. En verdad aterraba ese señor,  y yo no sabía ni por qué había abierto la boca para comenzar.

— Que si las vacunas para las enfermedades causadas por los retrovirus se hacen a la inversa. Ya sabe, las vacunas normalmente se desarrollan codificando el ADN del virus y luego se traduce la información a ARN... Entonces lo que dije está mal —me corregí sin saber muy bien qué estaba diciendo—, no se hacen a la inversa, sencillamente el proceso de desarrollo es más corto porque ya hay medio trabajo hecho, ¿no es así?*

— Es correcto, joven Jung. Sin embargo, déjeme pedirle por décima vez el favor de no adelantarse a los temas que trataremos a lo largo del ciclo académico. Entiendo que su capacidad de razonamiento acerca de la materia que imparto sea sorprendente, pero no todos son usted, joven —dijo amablemente. A-ma-ble-men-te. Me quedé sin palabras. Se me olvidó respirar. Me dio mareo. Sentí un escalofrío, un sonrojo invadió mis mejillas y el cosquilleo en mi cuello y en mi estómago sólo lograron asustarme más que el profesor. ¿El profesor de biología no era un insensible robot? Con razón hablaban mal de Hoseok a sus espaldas, él era la primera persona que sabía que recibía halagos por parte del profesor Moon. Obvio ya se imaginarán lo que decían, pero al parecer, aunque todos lo sabían, Hoseok parecía ignorarlo.

— Por supuesto, profesor. No volverá a suceder, se lo prometo.

— Esa promesa sólo dura tres clases —se... ¿Estaba haciendo un chiste? Fingí algo de diversión, ya que con esta cara era fácil.

— Lo siento mucho.

— No se preocupe. Gracias a usted, hoy avanzaremos más rápido de lo previsto. Formen parejas, tengo una sorpresa para ustedes —exclamó animado levantando un montoncito de papeles para luego sentarse en su escritorio y dejarlo en una esquina para que cada quien tomara los que necesitaba. Me quedé quieto en mi sitio con cara de confusión total. No entendía qué había pasado y tampoco de dónde había salido lo que recién había dicho porque en el cerebro de Hoseok no lograba encontrar memorias suyas de él estudiando biología y yo era pésimo en la materia, así que no dije palabras mías.

— Hoy no tienes cara de suficiencia, Esperancito. ¿Qué pasa? ¿Te abdujeron los zombies y te devolvieron con el cerebro equivocado? —se burló el chico detrás mío, el mismo que no había querido cambiar de asiento conmigo.

— Cállate, imbécil. A demás, los aliens son los que abducen personas, no los zombies. Los zombies comen cerebros, descerebrado —respondí automáticamente sorprendiéndome a mí mismo. Dios, al parecer estaban torturando a alguien mis dos amigos con sus estupideces. Pobrecito, estaba tan irritado que ya hasta estaba pegándome su irritación.

— Aleluya, mi primo volvió —suspiró dramáticamente al tiempo que tomaba sus cosas y se levantaba.

— ¿Qué? —espeté un poco demasiado rudo cuando me di cuenta de que estaba tirando de la manga de mi camiseta.

— ¿De qué o qué? JinJin nos está esperando, mueve el culo si no quieres que te la dedique* todo el día.

No pude evitarlo, sonreí como bobo apartando mi cara de su vista y me derretí por dentro. Lo sabía, él era tierno, como una bolita de amor. Me levanté de mi pupitre sin antes buscar al tipo que se llamaba Seokjin y cuando me quise dar la vuelta para quedarme justo donde estaba ya era tarde y había sido arrastrado por Yoongi hasta el otro extremo del salón, justo frente a la puerta. Me dolía todo, lo que significaba que estaba lejos de Jung Hoseok.

— No seas idiota, el que debería estar haciendo caras soy yo, no tú, porque yo soy bello y tú eres horroroso y lastimas mis ojos con tu presencia —dijo divertido un jovencito con cara de ángel fingiendo indignación apenas llegamos a su lado. Me dolía el cuerpo entero, pero por alguna razón me dio risa. El chico era interesante. De hecho, Yoongi y Seokjin eran tan cálidos como no lo habría imaginado. Es decir, ellos y Jung Hoseok siempre andaban por ahí con cara de culo y de imbéciles engreídos. No parecían lindos, parecían tipos que buscaban parejas de una noche y que luego las mandaban al carajo apenas terminaba todo.

Lágrima. Había algo húmedo en mi mejilla. Una lágrima. ¿Qué diablos...

— Oye, ¿estás bien? ¿Qué pasa? Yo sólo hice un chiste, no llores, chiquito —dijo el chico alto preocupado hablando modo cien palabras por segundo mientras me atraía hacia él para abrazarme fuerte y dar besos en mi cara.

Confundido. Estaba muy confundido. Y triste. Me sentía realmente triste, como cuando... Ay, no. Jungkook y Jimin.

Me levanté rápidamente de las piernas del chico Kim y salí en busca de Hoseok.

— ¡Joven Jung, no puede irse sin pedir permiso! —gritó el profesor desde su escritorio.

— Discúlpelo, profesor. Tiene diarrea —mintió Yoongi descaradamente.

Si no hubiera estado preocupado por Hoseok, seguramente me habría entrado un ataque de risa realmente vergonzoso.

— Te pasa algo —dije serio cuando entré en el baño y lo vi llorando sobre el lavamanos. Dios, yo era horrible cuando lloraba... Definitivamente no volvería a llorar frente a nadie en lo que me quedara de vida.

— No me pasa nada.

— Claro. Que estés llorando desconsolado significa que no te pasa nada.

— Pues sí, cómo te parece.

— Ya~ Dime qué te pasa.

— No. Siento tu diversión aquí en mi pecho. Si no te estás riendo de que esté llorando, entonces dime de qué —demandó con voz grave, afligido y molesto con su cara llena de lágrimas.

— De que tienes diarrea. Ahora habla.

— No seas idiota —dijo después de unos segundos de confusión—. Tengo estómago de soldado*, nunca tengo problemas estomacales.

— Pues fingí uno para estar aquí.

— Sinceramente, no sé si reír o llorar —dijo después de procesarlo un rato, con tal cara de desconcierto que no pide contener una risa suave que se escapó de mis labios.

— Ya, ven aquí —dije con los brazos abiertos. Podía no caerme bien del todo, pero tenía mi cuerpo y la tristeza que sentía él también la sentía yo. Lo abracé fuerte cuando metió su cara en mi cuello sabiendo que no le molestaría. Me gustaban mucho los abrazos porque siempre me calmaban—. ¿Qué pasó?

— ¡Que tienes mal de amores y no puedo hacer nada para arreglarlo! ¡Hace unos días estuviste llorando por mi culpa y...! ¡Estoy sintiendo todo lo que has estado sintiendo desde entonces y no soy capaz de bloquearlo! ¡Tu cerebro no deja de repetir la escena y no dejo de sentirme miserable!

Me quedé en silencio unos minutos sintiéndome avergonzado por todo lo que dijo. La verdad, yo me sentía patético hace unos días, pero justo ahora él acababa de describirme a la perfección: miserable. Miserable por nunca haber dicho nada, por nunca haber visto un poco más allá. Miserable por ser patético y no darme cuenta de nada. Miserable y estúpido, eso era. Hoseok no debería estar llorando por eso, yo no daba tristeza ni pena (que era lo que él sentía justo en ese momento), yo daba risa y vergüenza.

— ¿Cómo puedes hablar tan bien aun cuando estás hecho un mar de lágrimas? Digo, es que a mí el hipo me gana y no entiendo ni lo que pienso.

— ¿Cómo puedes decir algo como eso en una situación como esta? —preguntó con voz ahogada, pero ya sintiéndose un poco más aliviado aún entre mis brazos. Era cálido y se sentía bien... Wait. No. ¿Qué?

— Sólo quería distraerte y... Adivina: funcionó —me burlé separándome un poco para mirarlo a la cara. Él de verdad era lindo, en serio que sí. Y no porque tuviera mi cara, que también era linda, sino porque era una linda persona, por dentro. Tan diferente de como parecía...

— Sí, funcionó —asintió mirándome fijamente—. Pero ya deja de ser tan alto porque me causa gracia que mi cuerpo sea tan bajito comparado con el tuyo, chico feo.

— ¿En serio...? A mí me parece sexy que seas ocho centímetros más bajo que yo. Por alguna razón a tu cuerpo le gusta sentirse a merced del mío al mismo tiempo que sabe que tiene la última palabra en todo —eh... ¿Por qué seguía teniendo la costumbre de decir cosas como esas cuando no sabía qué decir?

— No digas eso... —se quejó avergonzado con un sonrojo en las mejillas—. Tu cuerpo es muy sensible, se calienta fácilmente —susurró para que sólo yo escuchara. Sonreí y abrí la boca para decir algo, pero fui interrumpido por un grito con eco distorsionado.

— ¡Kim Taehyung!

— ¡¿Jung Hoseok...?!

Hoseok y yo nos miramos un segundo antes de deshacer nuestro abrazo. El plan B acababa de comenzar: fingir ser amigos de un día para otro.

— Hola~ —saludamos modo casual a los dos chicos frente a nosotros.

— ¿Qué haces aquí? -preguntaron al mismo tiempo los dos jovencitos. El pálido mirándome a mí, y el rubio mirando a Hoseok.


Hola~

¿Cómo están?

¿Tienen alguna teoría?


¿Cómo les pareció el capítulo? No sé, a mí me gustó, pero por alguna razón me siento nerviosa. A demás, con el nuevo problema de los PDFs sólo he estado pensando en borrar mis historias o hacerlas terribles para que nadie se fije en ellas ni por error :(. Aunque, bueno, estoy tranquila porque mis historias no son muy conocidas.

Y... Pasando a otros temas, los asteriscos:

* "¿Tiene novio coreano?": En realidad, no sé si debería tener asterisco, pero se lo puse porque es un chiste que alguien especial siempre me dice cada que le pido que adivine algo.

*Oh, God please help me: Fragmento de la canción One, de Metallica.


*El tema de los retrovirus y las vacunas: Lo saqué de lo que aprendí durante mis clases de biología del año pasado, pero sin embargo no estoy completamente segura de haberlo explicado correctamente. (Jajajaja, aquí y en cualquier lado doy clases gratis sin querer, lo siento xd).

*Que Jin se la iba a dedicar a Taehyung: Quiere decir que lo iba a estar molestando todo el día, así bien intenso sólo por diversión en este caso.

*"Estómago de soldado": Lo que tengo... Eh, no mentiras. Es como un "estómago fuerte" o algo así.


Eso es todo por ahora.

Besos y saludes, cuídense mucho 🧡🧡🧡

¡Gracias por leer! No puedo creer los 61 votos que tiene Siendo tú 😭😭🧡🧡. (17-03-2021)


¿Tienen preguntas/dudas/sugerencias?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro