Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Investigación.


~ Hoseok ~

— Wow, tu hermana hace magia —dijo Kim Taehyung asombrado frente al espejo.

— Lo sé —contestó Kim Yongsun al tiempo que nos regalaba una sonrisa de infarto.

Haz algo, idiota, quiérela, dale las gracias, yo qué sé.

— Gracias, hermanita —sonreí improvisando porque no encontré mucho en el cerebro de Taehyung sobre cómo era su relación con su hermana. Por lo visto, eran un poco distantes... Bueno, no distantes, sólo no hablaban mucho, pero sí eran muy unidos, aunque a veces parecieran desconocidos. No estaba seguro de cómo funcionaba eso, así que lo más seguro era que ni el mismo Taehyung sabría qué hacer en esta situación—. ¿Sí te he dicho que eres la mejor hermana del mundo? —apreté sus mejillas. En realidad, sí creía que era la mejor hermana del mundo, porque era la hermana de Kim Taehyung y se encargaba de cuidarlo sin que se diera cuenta. Y también porque se había levantado a las tres de la mañana para ayudarnos con nuestros hematomas—. Nos salvaste la vida —me arriesgué a darle un abrazo. Era la primera vez que le daba un abrazo a una chica... La primera vez que yo era quien iniciaba un abrazo con una chica, y también la primera vez que no me desagradaba, porque esta vez era real, transmitía algo y era sincero—. Si no te quisiera como un hermano, me casaría contigo.

Tienes que estar jugando, Jung Hoseok.

— Yo también te quiero, hermanito —rió y me hizo cosquillas—. Ahora párate allá para que te tome la foto del después.

La foto del después. Ella siempre se estaba asegurando de registrar los trabajos que hacía y Kim Taehyung era su conejillo de indias, así que tenía una carpeta llena de fotos de él con maquillaje de todos los estilos imaginables, del antes y el después, organizadas por fechas. Y sí, me había tomado la foto del antes cuando le pedimos que nos transformara.

— Me encantaría haber podido hacer algo por sus labios partidos, pero no se puede. Lo único que puedo hacer es hacerlos usar humectante.

— Muchísimas gracias, señorita Kim Yongsun, ¿cómo le pago? —dijo Taehyung, sintiéndose extraño al no poder hablarle a la chica como normalmente hacía.

— Ay, Hoseokie, no te preocupes por eso, yo también tengo que darte las gracias, tus fotos quedaron hermosas. Pero, si insistes, puedes darle un beso a mi hermano —soltó como si hablara del clima y el corazón de Taehyung se detuvo un segundo—. Escuché que son pareja y, la verdad, no me molesta, pero me habría gustado saberlo antes —nos reprochó con un puchero—. En todo caso, me alegra que mi Tecito no esté solo, se ve más vivo desde que llegaste.

— Es que sólo son rumores, todavía no estamos saliendo de verdad... —dije estúpidamente.

— Está bien, pero quiero ser la primera en saber cuando salgan de verdad. Y, Hobicito, ¿sí le vas a dar un besito?

— Por supuesto que sí —sonrió.

«¿Es en serio?»

Por supuesto que sí. ¿Se te olvida que estamos enamorados?

Kim Taehyung estaba sintiendo cosquillas en los intestinos y yo... Al parecer, yo también. ¿Qué era esa mirada que tenía? ¿Por qué me miraba así? ¿Estaba actuando? Era un gran actor, en realidad, nunca le había visto esa mirada, y debía admitir que por una vez estaba de acuerdo con lo que opinaba el cerebro de Kim Taehyung, yo sí era guapo como yo solo. Taehyung se acercó un paso a mí, puso una mano en mi mejilla y otra en mi cintura y posó sus labios sobre los míos. A pesar de que era actuación y nada más, el beso fue dulce y no pude evitar desear que cuando tuviera una pareja, ésta me besara igual.

— Ahora sí me voy feliz. Nos vemos, muchachos —se despidió con voz cantarina Yongsun, prácticamente con destellos a su alrededor, saliendo contenta.


~ Namjoon ~

"El sujeto A está sentado a la mesa con sus amigos.

El sujeto B está sentado a la mesa con sus amigos.

El sujeto A y el sujeto B no se han separado más de unos quince metros durante los cuatro días que los he estado estudiando.

Un individuo se acercó al sujeto A y le entregó un papel.

El sujeto A lo leyó y puso cara de espanto.

El sujeto B, que no está mirando al sujeto A, se rió de repente.

En la mesa del sujeto B no está pasando nada, los tres individuos allí sólo comen sumidos en sus pensamientos.

El sujeto A dirige su mirada al sujeto B, quien, a su vez, vuelve su rostro y mira al sujeto A.

Intercambian miradas unos momentos, el sujeto A estando molesto, y el sujeto B estando divertido.

ESTONOTIENESENTIDO.
ESTO.NO.ME.ESTÁ.CONDUCIENDO.A.NADA. MIERDA."

Resoplé frustrado y cerré de golpe mi libreta. ¿Por qué mi papá me había pedido que hiciera esto? Esos dos sólo eran una pareja de raros y listo, problema resuelto. Maldición, estaba malgastando tiempo que podría usar para otras cosas. ¿Cosas como cuáles? No tenía ni idea, pero otras cosas. A demás, ¿por qué mi papá se empeñaba en su estúpido proyecto de investigación en lugar de reparar su relación con mi mamá? Mal.di.ta.se.a.

— ¿Cómo lo haces? —habló una voz detrás de mí, cerca, al parecer. Me espanté, ¿estaba hablando conmigo?—. Incluso gruñendo como un perro rabioso te ves malditamente bien —rió divertido el chico al tiempo que tomaba asiento junto a mí.

— H-Hola.

— Tienes un talento natural, no necesitas esforzarte para ser guapo, ¿sí sabías? —me miró y suspiró—. Te tengo celos, Kim Namjoon —hizo un puchero, seguramente sin intención.

— Kim Seokjin, deja de decir cosas tontas —contesté como pude. ¿Por qué me decía cosas así de la nada?—. De los dos aquí, el guapo eres tú.

— Ajá, sí, y yo tengo cinco ojos, claro.

— T-Tú también eres muy guapo.

— Lo sé, pero eres más lindo tú, porque yo me conozco y luego de conocerme no puedo gustarme tanto como quisiera.

No supe qué contestar, así que no contesté nada y me quedé mirando mis manos, deseando que mis mejillas dejaran de estar calientes y que Kim Seokjin dejara de mirarme así.

— No fuiste tan tímido cuando estabas durmiendo conmigo —picó mi mejilla con su dedo y me regaló una sonrisa. ¿Lo hacía a propósito? ¿Siempre era tan directo? ¿Era sano que mis mejillas y mis orejas estuvieran tan calientes que incluso ardían?

— Ugh, no haces nada bien —se quejó una nueva voz desde algún lugar detrás del cuerpo del chico que había decidido que quería causarme un paro cardíaco el día de hoy. Escuché un golpe seguido de un suave quejido, pero no entendí por qué porque no podía levantar mi vista de mis piernas—. Kim Seokjin, se supone que ibas a traerlo a comer con nosotros, no hacerlo desear que la tierra se lo trague.

— Estaba a punto de invitarlo a salir, idiota. ¿Por qué no puedes ser igual de paciente que tu primo? Hoseokie es un amor, deberías aprender de él.

— Ffffff. Como sea, tráelo o Hoseok te mata por mentiroso.

— ¿Y qué hay de ti?

— El entrenador no juega, Kim Seokjin.

— C-Como sea —al parecer estaba hablando conmigo de nuevo—. Ya lo escuchaste, ¿te gustaría venir a comer con nosotros? Es que noté que estabas muy solo y necesitas despejarte un poco. ¿Vienes?

— Pensé que habías dicho que querías invitarme a salir —contesté poseído por una valentía desconocida.

— Y-Yo... Amh, es-ksjjspd- —ahora era él quien tenía sus mejillas rojas y no sabía qué decir. Incluso se había ahogado con su saliva.

— Lo siento, lo siento —me disculpé dando golpecitos en su espalda—. Amh, sí. Me gustaría ir con ustedes.

— ¿Por qué no desaparezco y ya? —se lamentó con sus manos cubriendo su cara.

— No pasa nada. Vamos.

Nos levantamos de aquella mesa y caminamos hacia donde estaban sus amigos sentados, con las miradas de muchos estudiantes sobre nosotros. ¿Teníamos algo? ¿Por qué nos miraban?

— Corazoncito~ —estaba llamando Hoseok a su pareja cuando estábamos a cinco pasos de nuestro destino.

— Dime —contestó el joven situado a dos mesas de distancia. ¿Cómo lo había escuchado si no había levantado la voz? Es decir, había escuchado a Jung Hoseok, pero supe la respuesta del otro porque le leí los labios, no porque hubiera escuchado sus palabras.

— Ven, mira.

En serio, ¿cómo se escuchaban? Estaban a diez metros de distancia, se hablaban a volumen normal, ni siquiera se estaban mirando y a nuestro alrededor estaba muy ruidoso. ¿Había algo en el aire? ¿Corrientes, tal vez? ¿La acústica de aquel lugar era tan extraordinaria que permitía que algo como eso pasara?

— Hola —saludé a Hoseok, que era el único sentado en esa mesa.

— Hola —saludó de vuelta... Con eco. Lo miré con atención y encontré que él y su novio habían hablado al mismo tiempo, porque ambos me sonreían con algo de timidez. Jin y yo tomamos asiento mientras la pareja seguía hablando, mirando el teléfono que sostenía Hoseok.

— Vale. Vamos y volvemos, hoy estamos libres...

— ¿Uh? Umh...

— Mh. Hoy... Sí. Sí.

— ¿En serio?

— Sí.

— Digamos que te creo —se rió—. Oye, ¿le dijiste?

— Sip.

— ¿Crees que funcione?

— No, tu amigo es muy terco.

— Uh, pues tiene que funcionar, no teng... O ganas de soportarlo si no.

— Lo sé, yo tampoco.

No había entendido absolutamente nada, parecían estar hablando en su propio idioma secreto porque sólo ellos se entendían. ¿Eso era el amor? Ellos dos parecían una misma persona. ¿El amor era conocerse y trabajar en equipo sin forzar lo que pasaba?  ¿Por eso mi papá me había hecho vigilarlos? No, pero eso no tenía sentido. Ugh, daba igual, de todas formas tenía evidencias de que verlos no me llevaba a nada y era una pérdida de tiempo.

— Mmm... —Jin rompió el silencio luego de unos segundos—. ¿Qué le dijeron a Yoongi? ¿Le encargaron traer el café desde Colombia? ¿Por qué se demora tanto? —se quejó con un tono infantil que se vivía esforzando por reprimir.

— No —rieron ambos—. Se supone que-

¡¿Quién diablos te crees?! —gritó a voz en cuello una voz aguda perteneciente a un muchacho rubio y guapo, interrumpiendo el hablar de ambos chicos y llamando la atención de todos en la cafetería—. ¡Carajo, sólo déjame en paz, ¿entiendes?!

Me creo el amor de tu vida —contestó otro muchacho con voz ronca cerca de nosotros y dándonos la espalda—, y pienso serlo hasta el fin de mis días, ¿entiendes?

Miré a los chicos en la mesa, encontrando que todos estaban sin palabras y con una expresión que demostraba su perplejidad, mirando boquiabiertos al joven pálido que caminaba hacia nosotros con un rubor color durazno en sus pómulos y orejas.

— Se supone que tenías que ser sutil, gran zopenco —fue lo que dijo Seokjin cuando el joven pálido tomó asiento junto a él, las palabras del primero siendo acompañadas por un calvazo un poco fuerte, cuyo sonido nos hizo a todos saltar un poco en nuestros lugares—. ¿Qué fue lo que hiciste?

— Lo que me dijeron, al pie de la letra. Exactamente —aclaró su garganta para, seguidamente, hablar con una voz falsa muy extraña— "acércate suavecito, deja la nota junto con algún bombón de chocolate porque él está loco por el chocolate, y vete sin levantar sospechas. A demás, no te olvides de firmar la carta".

— Uf, ¿qué tan idiota tienes que ser para que te haya salido mal? —se quejó Seokjin soltando un suspiro de cansancio—. ¿Cómo firmaste la nota?

— Seguro con su nombre de rapero —se rió el novio del chico pelinegro, Kim Tehyun.

— Alguna vez firmó una nota como "el suelo de tus pies", así que no le tengo mucha fé a eso de que no la cagó.

— El amor de tu vida —dijo cansado.

— Yunki-shito —lo llamó cariñosamente el chico más guapo presente—, dile a tu mamá que no me odie porque te lo buscaste por pendejo.

— ¿Qué cos... —no terminó de hablar porque el golpe que Seokjin le dio en la pierna lo dejó sin aliento.

— Gracias —dramatizó la pareja al mismo tiempo, acariciando los cabellos del chico como si éste fuera un cachorro que trajo un regalito de forma inesperada.

Mientras tanto, yo sólo sonreía. Estar con estos cuatro jovencitos se sentía bien, no tenía que estar todo el tiempo siendo lo que otros querían que fuera, no tenía que estar exprimiendo mi cerebro en busca de algo inteligente para decir todo el tiempo, y tampoco tenía que actuar como un estúpido o preocuparme por no parecer uno cuando lo estaba siendo. Era... Liberador.

"Motivos:

1- Es una pérdida de tiempo.

2- Esto no lleva a nada.

3- Son buenas personas.

4- No me hacen ser quien no soy."

— Auch —se quejó una voz con eco, haciendo que levantara mi vista de mi libreta y la posara sobre la pareja frente a mí.

— Oigan ustedes dos... No me había dado cuenta, pero tienen la misma herida en sus labios —observó Seokjin, así que los miré con atención y noté que era cierto.

— Sí —contestó el joven pálido, cuyo nombre era algo como Yungi o por el estilo—. Se pelearon con unos idiotas hace un par de días y, al parecer, ni el maquillaje pudo arreglar eso.

— ¿Maquillaje? —pregunté antes de poder mantener la boca cerrada. Pero es que, en serio, de verdad, verdad, no parecía que tuvieran nada en la cara, aparte de una piel perfecta y hasta envidiable.

— Sí —contestó Tehyun bajando su caja de leche de fresa—. Mi hermana es maquilladora, ella es la responsable de que nos hayamos visto radiantes estos últimos días.

— ¿Y quedaron con heridas a juego? —preguntó Seokjin con escepticismo.

— Sip. Es una larga historia.

Mordí mi labio, pensativo. Esos dos ciertamente eran algo raros, pero nada del otro mundo... ¿O no? Que nunca estaban muy lejos uno del otro era cierto. También que parecía que hablaban en un idioma diferente, y que se sincronizaban perfectamente con una asombrosa frecuencia, pero... A lo mejor era muy obvio y yo era muy idiota, pero sencillamente no lograba encontrar nada fuera de lo común en aquellos dos muchachos.

— Nam.

— ¿Sí? —regresé a la realidad algo espantado—. Lo siento, ¿decías algo? —pregunté avergonzado al tiempo que bajaba mi brazo, que estúpidamente había levantado en cuanto escuché que me llamaban, como si estuvieran pasando lista de asistencia durante clase. ¿Que si era tonto? Evidentemente lo era, y tanto como nadie que yo conociera.

— Te estaba preguntando si estás libre esta tarde —explicó tranquilo Seokjin dejando escapar una suave risa—. Sé que es muy encima preguntarte así, pero me surgió un compromiso y acabo de saberlo —ahora estaba actuando tímido.

— ¿Esta tarde? —yo tenía que hacer algo esa tarde... Pero no quería—. No, nada. Estoy libre —el informe sobre aquellos dos jovencitos podía esperar.

— Súper. Entonces es básicamente lo mismo de la otra vez, sólo que no sé qué tan tarde terminemos.

— No pasa nada, igual, es viernes, mañana no hay clases.

La campana que anunciaba el fin del descanso sonó y me despedí de todos, yendo directo a mi salón de inmediato. A decir verdad, no presté un ápice de atención a ninguna de las clases siguientes, simplemente escuché por encima el repaso que todos los profesores habían decidido hacer hoy mientras yo tranquilamente leía aquella novela que me tenía enganchado. Cuando terminó la última clase, no esperé nada más y guardé mis cosas en tiempo récord, saliendo hacia la entrada que también era la salida para esperar a Kim Seokjin. A estas alturas, ya estaba siendo consumido por los nervios. Literalmente, aunque ya habían pasado varias semanas, no comprendía todavía por qué aquel jovencito condenadamente guapo me había elegido a mí, alguien promedio sin chiste ni gracia.

— ¿Tienes frío? —habló una voz a mis espaldas.

No contesté nada pero me espanté como yo solo, de nuevo, causando una risa en aquel ser humano tan perfecto como nadie más.

—Lo siento, me pareció que estabas temblando. ¿Vamos? —me dio una sonrisa y me ofreció su brazo para que lo entrelazara con el mío.

— Vamos.

...

De verdad. ¿Por qué no crees que eres la mejor maquilladora del mundo? —alcancé a escuchar que una voz conocida decía cuando llegamos al salón de belleza.

Lo dices para quedar bien con mi hermano —contestó otra voz conocida, que pude identificar como Kim Yongsun.

Pfff... Si supieras las babosadas que vive diciendo... Sunie, en serio eres la mejor —dijo una tercera voz, que también me era familiar, pero que no lograba identificar.

Ya, ya, ya. Vayan, mi mamá los está esperando.

Pero...

Pero nada. Vayan ya, no hagan esperar a los clientes que ya están aquí.

De detrás de una pared salió una pareja de jovencitos jugando entre ellos como niños, quienes se despidieron de la Jisoo amablemente y se fueron ignorando todo.

— ¿Esos eran...?

— ¿Jung Hoseok y Kim Taehyung? —terminó Kim Seokjin mi pregunta por mí—. Afirmativo, eran ellos. ¿Cómo llegaron antes que nosotros...?

— Tomando la ruta del metro se llega más rápido a todas partes —contesté como si fuera obvio, porque era obvio... Pero, al parecer, el muchacho a mi lado lo ignoraba.

— ¿De verdad? Tendré que probarlo entonces... Pero, ahora, vamos adentro que se nos hace tarde. Vamos, vamos, vamos —me tomó de la muñeca y me jaló detrás suyo para adentrarnos más en el lugar.

Las mismas tres muchachas de la otra vez estaban esperándonos dentro y pareció como si casi se les saliera el corazón cuando me vieron.

— Páguenme —ordenó Jisoo mirando a la rubia y la pelinegra mientras éstas parecían querer que la tierra se las comiera.

— ¡Hola, Kim Seokjin y Kim Namjoon! —Kim Seokjin imitó una voz aguda bastante exagerada a mi lado cuando las tres muchachas comenzaron una especie de discusión frente a nosotros—. ¿Cómo estuvo su día hoy? —miré a Kim Seokjin... Y no pude reprimir la carcajada que se me escapó por culpa de su voz—. ¿De qué te ríes? —cuestionó ya con voz normal, mirándome. Yo era tonto. Muy tonto. Y por eso mismo, en lugar de dejar de reír, me reí más fuerte.

— ¿Alguna vez... —pausa para reír y tomar aire—. Alguna vez viste... La... La película de las rubias?

— ¿La qué...?

— Es que te salió igual —lo último de mi ataque de risa se calmó por fin y pude recobrar mi compostura—. Lo siento. Pero es que no te escuchaste como yo lo hice.

— Entiendo... Mm... ¿Cómo crees que podamos lograr calmarlas?

Llevé mi atención a las tres muchachas que seguían hablando y discutiendo ajenas a nuestra presencia.

— ¿Has escuchado el dicho "en pelea de burros, el arriero es el que pierde"?

— No.

— Pues ya lo oíste. Vamos a... —saqué mi libreta de mi bolsillo, arranqué una hoja y saqué un esfero—... Dejarles una nota y, mientras se calman, podemos ir a comer algo.

— ¿Y qué les digo? —cuestionó cuando le entregué las dos cosas.

— Lo que quieras. ¿No son tus amigas? Diles que... No sé, lo que se te ocurra.

— Ya estuvo. "Por la confusión que nos causaron, cambiamos de cuerpo y fuimos a resolver la situación". Ahora... ¿Qué te apetece comer?

...

¿Era normal que la gente nos mirara cuando estábamos juntos? ¿La gente lo miraba siempre de esa forma donde quiera que fuera?

— Mi papá no tiene alergias —decía un chico que estaba sentado cerca de donde nosotros estábamos caminando—. Soobin y yo tampoco, milagrosamente, porque mi mamá es terriblemente alérgica al maní y los mariscos.

— Ah, ya entiendo —contestó otro—. Mi hermana es...

— ¿Hoseok y Taehyung? —preguntó Seokjin como para él mismo una vez estuvimos tan lejos que ya no los escuchábamos—. Pero...

— ¿Qué pasa? —pregunté.

— Es que el que estaba hablando era Taehyung... Pero él sólo tiene una hermana. Y es Kim Yongsun, la chica rubia que se quedó arriba peleando con Jisoo y Hyejin. Soobin es el hermano de Hoseok, el novio de Taehyung, y la mamá de ellos dos es quien tiene alergias.

No... ¿Sería posible...?

— ¿Tú crees... —comencé a decir, pero callé porque ¿quién en su sano juicio pensaría que algo como eso podía ser cierto? A demás... Era el chico perfecto con quien estaba hablando. Me traía completamente loco y realmente no sería agradable que pensara que estaba loco porque igual ya era medio estúpido y no me servía de nada hacerme más puntos negativos.

— ¿Qué cosa?

— Yo... —él me gustaba, y no parecía como si me odiara en absoluto o algo parecido. Y si yo le gustaba, quería gustarle de verdad, siendo como era—. Mi papá... Mi papá está obsesionado con una teoría que afirma que es posible que dos individuos cambien de cuerpos. Yo verdaderamente dudo que sea cierto, pero...

— ¿Crees que podría ser cierto?

— No sé qué pensar, en realidad.

— Mh, bueno... Entiendo que es extraño y poco probable que sea cierta, pero esos dos han estado extraños desde hace un tiempo. ¿Te parece si los investigamos? Sólo para comprobarlo por pura y simple curiosidad.

— Bueno, pues comprendo que pueda parecerte una completa... —un momento—. ¿No piensas que soy un raro loco o algo así?

— Incluso si fueras un raro loco o algo así, seguirías siendo lindo ante mis ojos. Y me caes bien y... Como sea, me agradas así como eres. Entonces... ¿Sí lo hacemos o no?

— Por supuesto —sonreí, más que porque me ayudara con la investigación que ciertamente no quería hacer, por que me había dicho que era lindo y se lo había tomado bien.

¡Hola!

¿Qué tal todo?

Lo siento, sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez :(

Me propuse ponerme las pilas con esta historia, pero no prometo nada.

Y... La demora fue, en parte porque estaba ocupada, en parte porque tenía crisis existencial y en parte porque no sabía cómo hacer lo que quiero hacer con la trama sin que quede feo o... Feo xd.

¿Alguien se anima a adivinar lo que pasará en el siguiente capítulo?

Por cierto, discúlpeme si hay errores, ya saben que soy medio ciega. Y... No sé si es cosa mía o en serio tiene guiones cortos y... En resumen , sigo siendo terriblemente mala usando la aplicación móvil 💔



¡Mil gracias por leer Siendo tú!
🧡🧡🧡

(Consideren este capítulo como un regalo ¿?, aunque se los debía y les sigo debiendo más 😬😅)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro