(Editado)

~ Hoseok ~

¿Me había llamado adorable? ¿Kim Taehyung me había dicho eso? Ese chico en serio estaba loco. A demás, su cerebro era tan extraño... Aún no entendía bien eso de que yo pudiera explorar sus recuerdos como si fueran una biblioteca, pero con el tiempo lo haría, eso seguro.

— Entonces... ¿Cómo... ¿Cómo vamos a recuperar nuestros cuerpos? —preguntó luego de un muy largo rato en silencio. Me sobresalté porque estaba seguro de que se había dormido. O sea, estaba inmóvil tendido sobre mi cama boca arriba desde hacía como treinta minutos. Obviamente parecía dormido.

— No lo sé.

— ¿Pediste permiso para venir?

— Dije que iba a salir.

— ¿Dijiste a dónde? ¿Hasta qué hora?

— No. ¿Tenía que hacerlo? —¿tenía que hacerlo? Yo dejé de hacerlo cuando tenía doce... Aunque, bueno, por lo visto su mamá era de esas señoras que se preocupaban de más en ocasiones.

— No en realidad. Si dijiste que ibas a salir, está bien, sólo llega antes de las cinco si no quieres que mi mamá te acribille a preguntas apenas llegues.

— Son las cinco y quince —dije luego de mirar el reloj que tenía junto a mi cama y restarle a la hora que indicaba los diez minutos que siempre le ponía de más.

— Oh... Entonces llama y dile que están lloviendo perros y gatos y que estás esperando a que la tormenta pare —dijo como si nada, igual que siempre—. ¿Te quedaste mudo? —preguntó después de que no contesté—. ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —preguntó sentándose bien para mirarme ¿preocupado, tal vez? No, imposible. Se preocupaba por mí sólo porque yo tenía su cuerpo, por nada más.

— ¿De verdad voy a tener que hacerme pasar por ti? —dije estúpidamente triste y asustado. No quería esto. Yo no lo pedí. Lo más posible es que ni siquiera lo mereciera, pero aquí estaba.

— Eh... Sí.

— Dame tu teléfono —pedí resignándome a la idea de no tener mi flecha* conmigo durante un lapso de tiempo indefinido.

— Claro. La clave es...

— Ocho, uno, siete, seis. Esto de compartir cerebro es útil.

— Sólo úsalo cuando lo necesites, no quieres traumatizarte. ¿O sí?

Definitivamente necesitaba mi cuerpo y mi cerebro ya conmigo, el chico estaba loco y me asustaba un poco. Desbloqueé el teléfono de Kim Taehyung y marqué el número de su señora madre. La verdad, no sabía qué decir cuando contestara, pero intentaría hacer mi mejor esfuerzo. Luego del tercer intento ya estaba odiando a esa señora por no contestar.

— Si no te contesta, no te preocupes que es normal —dijo como quejándose al tiempo que se volvía a acostar sobre mi cama. Pensé que no iba a decir más, como siempre, pero me equivoqué—. El operador de telefonía que tiene es pésimo y no sirve bien donde vivo, especialmente cuando llueve como hoy, pero no sé qué le pasa por la cabeza a mamá y siempre encuentra una razón para no cambiarlo. Escríbele algo, luego lo verá.

— ¿Cuándo fue la última vez que eso pasó? Por lo general es despistada, al parecer. Y su relación con su teléfono es como la de un par de enemigos —dije explorando los recuerdos que su cerebro había guardado de su madre.

— Bueno... Bueno, sí, es cierto, pero a veces tiene sus momentos de brillantez. ¿Te vas a quedar aquí? Digo, porque parece que la lluvia va hasta mañana.

No dije nada, pero asentí con mi cabeza olvidando que el bobo idiota que estaba tirado en mi cama no me miraba a mí sino le prestaba atención al techo.

— ¿Tanto me odias que me ignoras con descaro?

— Es posible —me encogí de hombros intentando idear en una forma de que esto no fuera tan extraño al tiempo que me tiraba en la cama al lado del chico, dándole la espalda. El cuerpo que tenía se cansaba rápido y no había pasado ni un día, pero ya estaba irritado con eso.

— ¿Te vas a quedar? —preguntó de nuevo. Era irritante, no podía negarlo.

— ¿Para qué quieres que me quede? —gruñí molesto con mi cara enterrada en mis almohadas.

— Para hacer cosas contigo, bonito~ —murmuró en mi oreja después de posicionarse contra mi espalda y frotarse un poco contra mí.

— No seas idiota, deja de tontear —lo regañé intentando quitarlo de mi espalda cuando logró que quedara boca abajo... ¿O debía decir su espalda? Como sea, el bobo no se movía y yo no sabía si era porque mi cuerpo era muy fuerte (hecho que yo ignoraba) o porque su cuerpo era muy débil.

— Uh~ Así difícil me gustas más... —volvió a murmurar en mi oído luego de morder suavemente el lóbulo del mismo. Este imbécil...

— ¡Joder, Kim Taehyung, eres un idiota! —grité realmente enojado logrando quitarlo de encima mío por fin.

— ¿Y? Idiota y todo, pero me tienes ganas. No lo niegues, tu hermano ya me lo dijo.

— ¿Y le creíste? Qué estúpido eres —bufé cansado.

— ¡Ya deja de insultarme!

— ¡Y tú deja de ser estúpido!

— ¡No soy estúpido! ¡No soy yo quien siempre reprueba las asignaturas sencillas!

— ¡Por lo menos no ando por la vida sin entender las indirectas que me dicen!

— ¡Podré no entender esa clase de cosas, pero yo sí sé la diferencia entre las palabras impreso e imprimido!

— ¡Eso es completamente falso! ¡Eres tan idiota, ni siquiera sabes mentir!

— ¡Tú no sabes correr!

Eso me dolió. Mucho. Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no lloraría por eso ahora. Mucho menos frente a él.

— ¡Tú no eres capaz de decirle a Min Yoongi que te gusta desde hace tres años!

— ¡Podré no ser capaz de ello, pero yo, contrario a ti, sí tengo sentimientos!

— ¡Pero tartamudeas y no eres capaz de saludar ni a las moscas!

— Así no es como tenía que ser esto, muchachos —dijo una voz. La misma voz que nos había hablado ayer. Quedé congelado en mi sitio, al igual que el imbécil frente a mí.

— Vete a joder a otra parte —escupió irritado el chico, lanzando veneno con sus ojos. No sabía que yo podía ser tan aterrador estando enojado.

— Cuida tu lenguaje, Kim Taehyung —lo regañó la misteriosa voz—. No están poniendo de su parte.

— Tampoco es como si quisiera ayudarlo a hacerse pasar por mí —me defendí realmente irritado.

— Mmm... no quería hacer lo siguiente, pero no veo una mejor solución~ —canturreó la voz. Eso no podía ser bueno, ¿verdad?

— Entonces estás ciega. La mejor opción es que te vayas.

— ¿Están seguros de eso? No tienen por qué tratarme así de mal.

— ¡Sólo jódete! —gritamos al unísono a la nada.

— Como sea, ustedes se lo buscaron. Suerte~

Hubo un destello de luz cegador y luego sentí como si me hubiera aplastado un edificio. Miré al frente como medio esperando ver a Kim Taehyung siendo él y a mí siendo yo, pero a mi parecer todo seguía siendo igual. Gruñí molesto.

— ¡Ya llegué! —gritó alguien desde el primer piso.

¡Soobin! Maldición, había olvidado a mi hermano. Por suerte no había estado en casa, pero ahora que lo estaría tendríamos que ser más cuidadosos con lo que hablábamos. Bajé las escaleras para recibirlo, pero nada me preparó para lo que pasó a continuación...

☆

Hola~

Uh... ¿Qué creen que les pasó a este par? Muero por leer sus teorías.

*Flecha: Es un teléfono viejo ;D.

Un besote y muchas saludes. Cuídense mucho 🧡.

PD: Perdón si hay algún error ortográfico o gramatical.