°35°
Hinata pasó el resto de la tarde con Bokuto y Akaashi en un parque tranquilo, pero su ánimo seguía por los suelos. Bokuto, siempre el más energético del grupo, intentaba de todas las maneras posibles sacarle una sonrisa, mientras Akaashi, con su actitud calmada, buscaba palabras reconfortantes.
Bokuto (agachándose frente a Hinata con una sonrisa exagerada): ¡Shoyo, vamos! No puedes quedarte así todo el día. ¿Sabes lo que siempre digo? ¡Cuando te sientas mal, haz un Bokuto especial!
Hinata (con una voz débil, levantando apenas la vista): ¿Qué es eso...?
Bokuto (alzando un dedo dramáticamente): ¡Es un golpe de alegría! Mira esto.
Bokuto dio un salto, giró en el aire y aterrizó haciendo una pose ridícula.
Bokuto: ¿Ves? Ahora tienes que reírte.
Hinata lo miró, pero apenas esbozó una sonrisa antes de volver a abrazarse las piernas. Bokuto se dejó caer a su lado, suspirando dramáticamente.
Bokuto: ¿Ni siquiera eso funcionó? Akaashi, creo que estoy perdiendo mi toque.
Akaashi (sentándose al otro lado de Hinata): No es tu toque, Bokuto-san. Shoyo está pasando por algo difícil, y es normal que no se sienta bien.
Hinata (murmurando): Lo siento... no quiero arruinarles el día.
Akaashi: No lo estás arruinando. Queremos estar aquí para ti.
Bokuto (poniendo un brazo alrededor de los hombros de Hinata): ¡Exacto! Y si no te animas pronto, ¡me pondré aún más ridículo hasta que lo hagas!
Akaashi miró su reloj y se dio cuenta de que ya era tarde.
Akaashi: Hinata, ¿has comido algo hoy?
Hinata (sacudiendo la cabeza): No tengo hambre.
Bokuto: ¡Eso no puede ser! Nadie puede sentirse mejor con el estómago vacío. Vamos, te llevaremos a comer algo.
Aunque Hinata protestó un poco, Bokuto insistió tanto que al final accedió. Fueron a un pequeño restaurante de ramen cerca del parque, donde Bokuto se emocionó al ver el menú.
Bokuto: ¡Hinata! ¿Qué tal un tazón extra grande de ramen picante? Eso siempre me pone de buen humor.
Hinata (sonriendo apenas): No sé si puedo comer algo tan grande...
Akaashi (mirando a Bokuto con paciencia): Quizá deberíamos dejar que Shoyo elija algo más ligero.
Hinata (mirando el menú): Solo un tazón pequeño... gracias.
Bokuto pidió un tazón gigante de ramen para él, mientras Akaashi optó por algo sencillo. Durante la comida, Bokuto empezó a hablar de sus entrenamientos recientes.
Bokuto: ¡Hinata, deberías venir a entrenar conmigo algún día! Estoy trabajando en un nuevo saque que es épico.
Hinata (mirándolo con curiosidad): ¿Un nuevo saque?
Bokuto (emocionado): ¡Sí! Es como un remate, pero con un giro inesperado al final. ¡Te lo mostraré cuando te sientas mejor!
Akaashi, viendo que Hinata empezaba a interesarse en la conversación, decidió añadir algo.
Akaashi: También podríamos practicar algunos movimientos en equipo. Bokuto-san siempre está buscando formas de mejorar su sincronización.
Hinata: ¿De verdad?
Bokuto: ¡Claro que sí! Además, sería divertido.
Después de la comida, los tres caminaron de regreso al parque. Bokuto, por fin logrando sacar una pequeña sonrisa de Hinata, comenzó a hablar sobre sus experiencias pasadas.
Bokuto: ¿Sabes, Hinata? Una vez pensé que nunca sería un buen capitán. Me sentía perdido y frustrado, pero Akaashi siempre estuvo ahí para recordarme que los momentos difíciles no duran para siempre.
Hinata (mirándolo con curiosidad): ¿De verdad? No parece que te rindas fácilmente.
Bokuto (sonriendo ampliamente): ¡Porque tengo a Akaashi! Y ahora, tú también nos tienes a nosotros.
Akaashi: Lo que Bokuto-san intenta decir es que está bien sentirse mal, pero no estás solo, Hinata. Tienes amigos que se preocupan por ti.
Hinata los miró, y por primera vez en todo el día, su sonrisa parecía genuina.
Hinata: Gracias, chicos. De verdad.
Bokuto (alzando un puño): ¡Eso es, Shoyo! ¡Ahora vamos a planear tu regreso triunfal!
Hinata (confundido): ¿Regreso...?
Bokuto: ¡Claro! No puedes dejar que un mal momento te detenga. ¡Eres Hinata Shoyo, el sol de la cancha!
Hinata (sonriendo tímidamente): Tal vez tienes razón...
Akaashi: Definitivamente tiene razón.
Que quieren que haga Oikawa al respecto?
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