Era una tranquila mañana en el departamento de Oikawa y Hinata. Hinata estaba en la cocina preparando un desayuno ligero mientras Oikawa, aún algo dormido, revisaba su teléfono en el sofá. De repente, sonó el timbre de la puerta.

Hinata (asomándose desde la cocina): ¿Estás esperando a alguien, Tooru?

Oikawa (levantándose con pereza): No, pero si es Bokuto otra vez, voy a fingir que no estamos.

Al abrir la puerta, en lugar de Bokuto, encontraron a Kuroo, quien llevaba una chaqueta negra y una expresión nerviosa, algo poco común en él.

Oikawa (sorprendido): ¿Kuroo? ¿Qué haces aquí tan temprano?

Kuroo (rascándose la nuca): Necesito su ayuda.

Hinata (saliendo rápidamente de la cocina): ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Kuroo (suspirando): Es Kenma. Quiero invitarlo a una cita, pero no tengo ni idea de cómo hacerlo bien. Ustedes dos son... ya saben, una pareja oficial, así que pensé que podrían darme algunos consejos.

Oikawa (cruzándose de brazos con una sonrisa burlona): ¿El gran Kuroo Tetsurou necesita ayuda para tener una cita? Esto es oro.

Kuroo (mirándolo con los ojos entrecerrados): ¿Quieres ayudarme o no?

Hinata (riendo): ¡Claro que sí! Vamos, Tooru, no seas así.

El trío se sentó en la sala, rodeados de papel y bolígrafos, mientras debatían ideas.

Hinata: Kenma no es alguien que disfrute de cosas muy llamativas. Le gusta estar cómodo, así que algo tranquilo y personalizado sería mejor.

Kuroo: Sí, pensé en llevarlo a un lugar donde pueda relajarse, pero también quiero que se sienta especial.

Oikawa: ¿Qué tal una tarde en un café temático de videojuegos? Podrías reservar una mesa privada, donde puedan jugar juntos y disfrutar de la comida.

Hinata: ¡Esa es una gran idea! También podrías prepararle algo pequeño como regalo, algo que le guste, tal vez un accesorio para su consola.

Kuroo tomó nota de todo con una sonrisa cada vez más amplia.

Kuroo: Esto va a salir perfecto. Gracias, chicos.

Oikawa (levantándose triunfal): Claro, claro. Pero recuerda que esto fue idea mía.

Hinata: ¡No te robes el crédito, Tooru!

En el gimnasio del Karasuno, el equipo estaba reunido después de un entrenamiento matutino. Ryota, tras ser presionado por sus compañeros, decidió contar lo que había sucedido en el picnic con Hinata y los demás.

Daichi: Entonces, ¿realmente perdiste contra Hinata?

Ryota (mirando al suelo): Sí... pero era increíble. Es mucho más rápido y fuerte de lo que pensé.

Asahi (rascándose la cabeza): Bueno, no es sorpresa. Hinata siempre tuvo una energía inagotable.

Ryota (mirando al equipo): Pero si quieren que sea su amigo, puedo intentar acercarme más a él. Puedo aprender de sus movimientos y de cómo trabaja con los demás en la Aoba Josai.

El equipo se miró entre sí, considerando la propuesta.

Kageyama (frunciendo el ceño): ¿Y por qué deberíamos confiar en ti?

Ryota: Porque quiero mejorar. Si eso significa aprender de los mejores, lo haré.

Tanaka (interviniendo con una sonrisa amable): Creo que deberíamos darle una oportunidad. Además, Hinata siempre ha sido alguien que inspira a otros. Quizás podamos aprender algo nosotros también.

Aunque algunos como Kageyama permanecieron escépticos, el equipo acordó que Ryota intentara acercarse más a Hinata para aprender sus movimientos y su tecnica.

Esa misma tarde, Kuroo siguió el plan que había discutido con Oikawa y Hinata. Llevó a Kenma al café temático de videojuegos, donde habían reservado una mesa privada.

Kenma (mirando alrededor con curiosidad): Esto es... bonito. Gracias, Kuroo.

Kuroo (sonriendo): Solo quería que te sintieras cómodo.

Pasaron la tarde jugando y hablando, con Kuroo observando con atención cada una de las expresiones de Kenma. Finalmente, le entregó un pequeño llavero con forma de consola portátil.

Kenma (tomándolo con una leve sonrisa): Es perfecto. Gracias, Kuroo.

Kuroo (acercándose un poco más): Sabes que haría cualquier cosa por ti, ¿verdad?

Kenma no respondió de inmediato, pero asintió ligeramente mientras volvía a concentrarse en el juego, con un leve rubor en sus mejillas.