Advertencia:
Capitulo con contenido sexual. Si te sientes incomod@ no lo leas.
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El auditorio estalló en aplausos.

No podía respirar.

- ¡Felicidades! - el presentador se acercó a mí estrechando mi mano con firmeza - ¿Algo que decir?

Niego con la cabeza ante la pregunta y no puedo dejar de sonreír.

Veo a mis hermanas saltando y gritando, haciendo que los jueces las volteen a ver asustados, mis padres se abrazan, mis amigos están en la parte de atrás soltando confeti y haciendo ruido con sus gritos y silbidos. 

El director sube al escenario para felicitarme, al igual que los jueces. 

El presentador pide silencio y luego anuncia que un donador anónimo dejó premios para los que no ganaron. 

- El segundo lugar, es para Sara Mason, estudiante del segundo semestre, su premio son 3.000 dólares - todos aplauden con felicidad - El tercer lugar es para Rafael Vera, estudiante del séptimo semestre, y el cuatro lugar, es para Alberto Rivera, estudiante del quinto semestre.

- Felicidades a todos - dice el director

Agradecemos y nos quedamos dentro de los camerinos hasta que la mayoría de gente se ha ido. 

Una vez que nos permiten salir, corro hacia mis padres, quienes me reciben con un abrazo fuerte y lleno de amor. 

Mis amigos llegan gritando y corriendo mientras abrazo a las clones.

- ¡Hay que ir a celebrar! - dice Peter

- Hay una discoteca increíble cerca de aquí - interviene Jonnathan

Miro a mis padres y ellos asienten, aprobando que vaya con ellos.

- Pues vamos - digo emocionada.

Acompaño a mis padres al auto.

- Me encantaría decirte que vengas para la cena de celebración - dice mamá - Pero regresé muy tarde del trabajo y no tuve tiempo. Prométeme que mañana irás a cenar a casa.

- Te lo prometo - digo y los veo alejarse

Me uno a mis amigos, y Lucy y Charles también están conmigo, y caminamos hacia la famosa discoteca.

Jonnathan le dice algo al guardia y nos deja pasar enseguida.

El ligar se ve realmente nuevo. Las paredes son blancas y tienen dibujos extraños con pintura neón que le dan un aspecto retro. La música suena estruendosa y nos acercamos a la barra.

Jonnathan les dice algo a los barman y ellos asienten

- Por aquí - nos indica, llevándonos a una mesa cercana a la pista de baile.

Todos lo miramos con curiosidad ante la atención privilegiada.

- El dueño es mi tío - explica al vernos

- Sus margaritas - habla una camarera con una bandeja en la mano.

Deja las bebidas y tomo una copa. 

- Por nuestra amiga - dice Joshua - Su enorme cerebro y su gran corazón nos permitieron esta noche beber hasta morirnos

Todos reímos y brindamos.

Los tragos van y vienen. 

Una gran variedad de cócteles llegan y todos me miran expectantes mientras los pruebo por primera vez.

No sé cuántos he tomado, pero me muero de calor. Y ganas de bailar.

Arrastro conmigo a Lucy y me contoneo siguiendo el ritmo de la música. 

No sé qué canción suena, pero el ritmo es pegadizo y sensual.

Siento que hasta mi cerebro está sudando, cuando en una vuelta que doy, Iván está pegado a la barra, sin quitar sus ojos de mí. 

Me muevo más, al ritmo de la música. Levanto un poco mi vestido, aunque no sirve de nada ya que solo se alcanzan a ver mis tobillos. 

Cambio de estrategia y me quedo de espaldas a él. Muevo mi cadera en círculos, de un lado a otro, flexiono mis piernas y me agacho un poco, paseo mis manos por mi cintura, mi torso, mis pechos y mi cuello. Bailo totalmente desinhibida, como si quisiera que la música misma me desnude, y luego, siento a alguien en mi espalda, respirando pesadamente.

Volteo la cara para asegurarme que es mi objetivo y compruebo que esos ojos miel se encuentran detrás de mí. 

Sigo bailando, restregándome contra su cuerpo, cuando siento cómo me detiene, tira de mi brazo y me aleja de la multitud.

La vista se me hace borrosa, pero sé que pasamos por una puerta.

Abre otra y luego me empuja con violencia contra una pared. 

Su boca invade la mía con deseo y necesidad. Siento el sabor amargo del alcohol en su boca que se mezcla con el mío. 

Supongo que está tan borracho como yo.

Mete su lengua en mi boca mientras que sus manos aprietan con fuerza mis nalgas, haciéndome gemir. Sus palmas viajan por mi cuerpo hasta llegar a mis pecho, apretándolos de igual manera, mientras chupa la piel de mi cuello, causándome un ligero dolor que solo me calienta más.

Se agacha a la altura de mis piernas y sube mi vestido con rapidez. Toca mis bragas con suavidad, y luego las hace a un lado, dejando expuesta mi intimidad para él.

Desabrocha sus pantalones y luego abre el condón que sacó del bolsillo. Se lo coloca en menos de un segundo y luego, con la misma rapidez, se introduce en mí con fuerza.

Lanza estocadas tras estocadas. Sus manos aprietan mis piernas y me carga, pegándome más contra la pared y haciendo que rodee su cadera. 

Mis manos viajan a sus rizos y tiran de ellos con más fuerza de lo normal. 

Entra y sale de mi cuerpo mientras gimo con su boca pegada a la mía.

Él jadea al compás de mis gemidos que se hacen más fuertes conforme siento el orgasmo muy cerca.

Mi cuerpo se vuelve gelatina mientras terminamos al mismo tiempo y me deja en el suelo.

Acomodo mi ropa y él hace lo mismo. Parece que el sexo ayuda a disminuir los efectos del alcohol, porque estoy más cuerda y puedo ver que estamos en un cubículo del baño. Arreglo un poco mi cabello, antes de salir, dejando a Iván abrochándose el pantalón ahí dentro.

- ¿A dónde vas? - pregunta deteniéndome 

- Afuera. Donde debería estar - intento salir y de nuevo me detiene

- No te vayas - pide - No me dejes de nuevo

- Mis amigos me deben estar buscando al igual que tu novia - suelto molesta

- Ellos pueden pasar la noche sin ti - se acerca a mi boca - Yo me voy a morir si no te tengo conmigo.

Me besa desesperado de nuevo y yo intento detenerme. Enserio que lo intento, pero el calor en mi cuerpo crece y tomo su cabello entre mis dedos. Muerde mi labio inferior y gimo en respuesta mientras no deja de acariciar mi trasero por encima del vestido.

- Ven conmigo - pide pegado a mis labios y no puedo hacer nada más que asentir en respuesta.

Le pido que espere afuera mientras invento una coartada para mis amigos y mis padres en caso de que llamen.

Lucy le dirá a Joshua que me fui con Iván y entre ellos se las arreglarán para que nadie más lo sepa.

Salgo y el viento helado de la noche hace que mi cerebro se despierte y me diga que es una mala idea, pero Iván abre la puerta del taxi y subo sin dudarlo.

Da la dirección de su departamento y luego me pega a su cuerpo. 

Me abraza y frota sus manos contra mis brazos brindándome calor.

Al bajarnos del taxi, me toma de la cintura y me vuelve a besar. 

Entramos entre besos y caricias a su departamento, en el cual, probablemente, nos espera la noche más lujuriosa de nuestras vidas.