CAPITULO 3: ¿Amigos?
- ¿Anni? - la voz de Iván me saca de mis ensoñaciones
-¿Qué haces aquí? - digo acercándome a él.
-Tu me buscaste - dice y fijo mis ojos en los suyos. El color miel es casi imperceptible debido a lo dilatado de sus pupilas, lleva unos pantalones de deporte holgados y el torso descubierto. No tiene músculos exhuberantes pero si tiene el cuerpo tonificado. Su piel bronceada se ve tan suave que me hace desear tocarla. Me acerco más a su cuerpo y paso mis manos desde sus hombros bajándolas hasta su abdomen.
Sus fuertes brazos me toman de la cintura acercándome aún más a él. Lleva una mano de mi cintura a mi mentón y suavemente me obliga a mirarlo. Una sonrisa de admiración y necesidad cruza sus labios rosados y gruesos y una vocecita me dice "Bésalo". Mi cabeza y mi cuerpo obedecen a mi subconsciente y mi rostro se acerca más al suyo.
Siento a Iván respirar agitadamente y mi respiración está igual de irregular. Se acerca con el rostro inclinado y su nariz roza mi mejilla. Sus labios se entreabren y los míos se humedecen con mi lengua. Su boca está tan cerca de la mía. Siento cómo me aprieta más contra su cuerpo y luego, finalmente, sus labios se posan sobre los míos. El beso es lento, me besa como si fuera de cristal, pero luego su boca abarca más espacio en la mía. Muerde mi labio inferior y succiona el superior haciéndome soltar un pequeño gemido. Camina conmigo y se acuesta en la cama encima de mi. Su lengua se mueve con la mía como si se conocieran de toda la vida. Una punzada que recorre desde mi corazón hasta mi espalda baja hace que mi cerebro actúe desde la subconsciencia. Toma el bode de mi camisón de pijama y lo sube lentamente descubriendo centímetro a centímetro mi piel desnuda. Sus ojos son completamente negros y vuelve a besarme luego de desnudarme. Deja besos por mis mejillas, bajándo a mi cuello, siguiendo su camino por mis hombros, el valle de mis pechos, mi abdomen, hasta posarse en el borde de mi única prenda. Sus besos hacen que todo mi cuerpo se encienda. Quiero más de él. Espero a que termine de quitar mi ropa interior pero ya no lo siento. Abro los ojos y ya no lo veo, sin embargo, escucho su voz.
- La historia se repetirá - dice dejándome una sensación de abandono instalada en mi pecho. El eco de esas palabras suenan por toda la habitación.
- Nunca seremos tu y yo- dice y finalmente, todo se vuelve negro.
********
Me levanto soltando un grito ahogado. Inspecciono mi habitación y mi cerebro se inicia con la frase "Sólo fue un sueño".
Es verdad, sólo fue un sueño, pero se sintió tan real. El recuerdo de los labios de Iván sobre los míos y sobre el resto de mi cuerpo enciende nuevamente mi piel. Juro que los sentí. Así como sentí el vacío en mi pecho con sus últimas palabras.
Algo hace clic en mi cerebro antes de que siga pensando en ese placentero pero extraño sueño y dirigo mi vista al reloj de la pared. Faltan cinco minutos para las ocho. Esto no puede estar pasando.
- ¡Es solo mi segundo día, maldición! - digo gritándole al techo de mi habitación. Me levanto y me cambio lo más rápido que puedo. Tomo un jean simple de mi armario y una camiseta blanca sencilla, me calzo unos tenis blancos sencillos y un abrigo de mezclilla. Cojo mi mochila del suelo, mi celular y mis llaves y bajo corriendo. Por fortuna para mí, tengo la costumbre de dejar todo listo la noche anterior y eso me ahorra tiempo. Faltan tres minutos para las ocho.
Corro a la cocina y saco un vaso del armario, voy hacia el refrigerador y sirvo un poco de leche fría mientras me acerco a buscar unas galletas o una pieza de pan. No hay nada así que tomo un puñado del primer cereal que se me cruza y me termino la leche de un bocado. Dos minutos para las ocho. Dejo el vaso en la encimera de la cocina y me dirijo a la puerta, pero para mi malísima suerte, choco contra algo y caigo al piso encima de ese algo que al instante se convierte en alguien.
Iván.
¿Qué más quieres de mí, Jesús bendito? - digo mientras me incorporo.
-Lo siento - dice Iván - creí que te habías ido ya a la universidad.
- Eso debí hacer pero me levanté hace como cinco minutos - veo la hora y ya es tarde. Ya son las ocho. Si me voy corriendo llegaré a las ocho y veinte, talvez antes, pero aún así es tarde, muy muy tarde.
-Si, eso veo - dice Iván sonriendo - Vamos, que te llevo - dice acercándose a la puerta - Tengo una moto, llegarás como en diez minutos si nos vamos ahora - dice viendo que dudo.
No tengo otra opción.
-Okey, gracias - digo saliendo de mi casa corriendo.
********
LLegamos a la universidad a las ocho y doce minutos.
Como puedo me saco el casco, le doy las gracias a Iván y entro corriendo como en una película de acción. LLego a mi salón dos minutos después lista para lo que venga, pero al abrir la puerta veo que todos están conversando y no hay rastros del profesor.
Es lo mejor que me ha sucedido en el día.
Suspiro aliviada mientras me acerco a Charles.
-El mal hábito no se te quita, ¿cierto? - dice con sarcasmo mientras retira su bolso de mi silla.
-Gracias - le digo sentándome y tratando de estabilizar mi respiración.
-¿Y ahora que pasó? - dice Lucy
-Me quedé dormida - Quiero decirle "Me quedé dormida por un sueño que roza lo erótico con el chico que está viviendo en mi casa" pero serían muchas explicaciones que dar y solo quiero respirar un poco más.
-¿Estás bien? - me pregunta preocupada. Siento que aunque llevamos poco tiempo de conocernos, me entiende mejor que nadie.
La verdad es que mis amigas de la secundaria no fueron exactamente la definición de una buena amistad. Ale, quien era mi mejor amiga, cambió drásticamente el último año. Siempre nos apoyábamos cuando una de nosotras tenía bajones de autoestima por cualquier cosa, pero supongo que cuando mi autoestima se estabilizó completamente, la suya simplemente aún estaba en ese proceso pero se encargó de dejarnos a todos claro que le faltaba autoestima y le sobraba ego. Se las apañó para hacerme sentir mal conmigo misma con cada comentario y me convirtió en su principal víctima junto con mi mejor y verdadero amigo, Joshua. Fue algo como bulliyng pero enmascarado con amistad.
Con Cami, mi otra amiga, la verdad no sé qué fue lo que pasó pero dejamos de hablar en confidencia como solíamos hacerlo y se apegó más a Ale, cosa que hizo que mi último año no fuera el mejor de todos.
La única persona que estaba siempre para mí fue Joshua, así que luego de la graduación, ellas tomaron su camino y yo hice lo mismo.
No volvimos a hablar, ni siquiera me llamaron por mi cumpleaños número 18.
Ellas quedaron en el olvido y aunque si me siento algo triste, sé que fue lo mejor.
No soy de las que aguantan una relación tóxica de ningún tipo.
Pero siempre les tendré un cariño especial.
- Te cuento luego, ¿si? - le digo a Lucy cambiando el tema.
Me brinda una sonrisa y comenzamos a hablar con Charles de cualquier cosa.
********
Según mi horario, los martes termino clases a las doce, así que decido que regresaré caminando. A pesar del ejercicio de esta mañana, aún tengo pensamientos que ordenar en mi cabeza para evitar decir o hacer alguna pendejada, cosa en que soy particularmente buena.
Mi plan de hacer una lista mental de cosas que hacer y no hacer se ve arruinado cuando veo a Iván en la puerta de la universidad, apoyado en su motocicleta. Se ve tan bien con esos jeans negros y camiseta blanca.
-Aunque sin camiseta se ve mejor - dice mi mini yo en mi cabeza recordando mi sueño
-Hola - digo extrañada, acercándome a él - ¿Qué haces aquí?
-Quería saber cómo te fue - dice sonriéndo - Y llevarte a comer algo - me tiende el casco. Me muero de hambre así que mi estómago actúa por mi y me subo a la motocicleta.
Me abrazo a su torso y el contacto hace que la piel me queme de nuevo. El estar tan cerca de el no es nada bueno pero parece que no puedo alejarme. Su perfume invade cada parte de mi y siento su respiración cuando apoyo mi cabeza en su espalda.
La motocicleta se detiene en un restaurante de comida rápida llamado Charlie's . Entramos, un mesero se nos acerca y nos lleva a una mesa. Nos sentamos y revisamos el menú en completo silencio. El mismo mesero se acerca para tomar nuestra orden. Pido una ensalada César, una hamburguesa, una porción de papas y un vaso de limonada. Iván pide una hamburguesa, papas y una Coca-Cola.
Me siento realmente extraña. Siento que esto también es un sueño. Mi mirada se pierde a través de la ventana de restaurante hasta que el mesero llega con nuestra comida. Mi mirada se cruza por un segundo con la de Iván y el aire se me va de nuevo.
¡Me vas a matar! - quiero gritarle.
Comemos y no sé cuándo ni cómo, pero iniciamos una conversación pequeña y tímida, que, para cuando salimos de lugar, se ha convertido en carcajadas amistosas. Me ofrecí a pagar yo debido a que sabía por lo que él y su familia estaban pasando. Luego de casi cinco minutos de discutir, tomé un caramelo del mostrador, se lo metí en la boca y hasta que pueda protestar, la cuenta ya estaba pagada.
El camino a casa es más cómodo pero aún así, no puedo evitar el oler su perfume y pegarme a su espalda para sentirlo respirar.
Nos bajamos de la motocicleta riéndonos y entramos a la casa.
-Gracias - le digo - por llevarme y por la comida. Me divertí - le sonrío y el me devuelve el gesto.
-Gracias a ti - me dice - Fue bueno desconectarme de todo por un momento con una buena amiga.
Auch.
Eso dolió como el infierno.
Le doy una sonrisa tímida y subo a mi cuarto.
Talvez el pensar en él como un amigo que me necesita me quitará todos esos pensamientos y sentimientos.
Talvez solo debamos ser eso, amigos.
Es lo mejor.
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Holis holis.
El cap está dedicado a @TheViOlEtA por haber sido la primera en comentar.
Fue un capítulo largo, lo sé. Trataré de seguir haciéndolos un poco más cortitos.
En fin.
Lo subo hoy porque la semana que viene voy a tener un montón de trabajos de la u y no podré actualizar, así que aquí se los dejo.
No se olviden de votar y comentar y difundir la historia con sus conocidos.
Los quiero mucho y que tengan una linda semana.
🥰😘
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