20-07-2020
01:02

Querido Alejandro:

Hoy me hiciste sentir especialmente bien.

Y es que, aunque no me dijiste que me querías, sí me dijiste que yo aún te gustaba. Ahora, yo sé que "gustar" es algo ambiguo que puede significar demasiadas cosas, pero supongo que aún así puedo guardar un pequeño atisbo de esperanza en el interior.

La llamada telefónica fue linda, tu voz me encanta y tu risa me enloquece; el que te preocupes por mí me llena y tenerte cerca me pone feliz. Y, aun así, estoy consciente de que eso no significa nada.

No tienes ni la más puta idea de lo horrible que es tenerte tan cerca y a la vez tan lejos, no se te podría llegar a ocurrir nunca las ganas de que todos esos chicos fueran tú y nunca sabrás las canciones que lloro por ti. Sufro porque quiero, yo lo sé, y sigo acá por idiota, pero no puedo negarme lo que siento. En el corazón no se manda.

Nuevamente evadiste el asunto del cariño, lo que contribuyó a una daga más en mi fragmentado corazón, pero, ¿qué me espero? Si ya sé que lo ultimo que quieres, es seguir sintiendo por mí lo que sea que sientas.

Te odio y te amo; quisiera alejarme y más me acerco, quiero dejar de pensarte y más te pienso... supongo que tú en mí, seguirás por siempre, aunque ya jamás pueda volverte a tener.

Ojalá no te arrepientas de dejarme ir si decides liberarme por fin.

Siempre tuya: Astrid.

P.D.: Con un demonio, hasta dormida pienso en ti, te odio.

P.P.D.: La verdad es que quiero que vuelvas a hacerme tuya... benditas sean mis reglas que me prohíben hacer estupideces; no quiero ser una (ew) zorra 2.0