Yoongi masajeaba su melena suelta y su espalda desnuda con las yemas de sus dedos. No sabía cuánto tiempo llevaban en esa posición, pero al sentir que la pierna le hormigueba, Jimin se giró al lado contrario y dejó que su alfa recolocase las manos para seguir acariciándole.

──¿Te estás durmiendo? ──susurró este al verle cerrar los ojos.

Jimin emitió un sonido de afirmación que se le hizo adorable, así que no hizo nada más que acomodarse en su espalda y acurrucarlo contra sí.

Nada más llegar a la habitación el omega había removido prácticamente todas las sábanas, cojines, ropa y mantas para hacer un nuevo nido sobre la cama. Yoongi, enternecido, había seguido sus instintos y se había tumbado con él allí dentro.

──Te quiero mucho ──susurró Jimin en mitad del silencio.

Yoongi le miró confundido, pero no dejó de acariciar su piel bajo el pijama.

──Yo también a ti ──respondió como si fuese algo obvio──. Y al cachorro.

Jimin sonrió contra la almohada y se llevó la diestra al vientre para comprobar que seguía sintiendo la presencia de su bebé.

──Creo que será varón ──balbuceó adormilado.

La idea de un pequeño alfa sacó una risita de parte de Yoongi.

──Lo único que sé es que será rubio.

──Y de ojos marrones ──añadió Jimin, tan seguro como él de aquello.

Y, en medio del caos que había ocurrido horas antes, encontraron unos minutos de paz. Un silencio aliviador que los curó a ambos por igual. Solamente necesitaban estar juntos y sentirse sanos a través del lazo para ser felices. Sólo eso.

──Jimin.

El omega giró su cuello pero no cambió de posición, estaba demasiado cómodo. En cambio Yoongi se inclinó un poco más, incluso dejó la barbilla sobre su hombro.

──¿Quieres hablar de lo ocurrido? ──preguntó con cautela.

──Alfa...

Su lobo lloriqueó en busca de más aroma tranquilizador por el simple hecho de recordar sus garras en el rostro de Agust. Un rostro que se parecía demasiado al de Yoongi. Hasta su lobo se avergonzaba de ello.

──No, ahora no.

Después recordó las palabras del rebelde, la forma en que acarició su mejilla y le propuso unirse a él.

──Pero sí deberías saber algo ──comentó mientras retenía las náuseas──. Agust confesó algunas cosas de importancia.

──¿Agust?

──Así dice llamarse ──explicó Jimin. Entonces se giró completamente hacia él para poder hablar mejor──. Él... Dice que tiene sangre noble, concretamente de príncipe heredero.

Yoongi arrugó la nariz y no gruñó por el estado sensible de su omega, pero le costó retenerse.

──Es imposible, de haber tenido un hermano lo habría sabido.

──Yoongi y si... ¿Quizá miente?

El alfa desvío la mirada mientras pensaba. En sus ojos pareció verse un destello rojo.

──¿Por qué mentiría?

Jimin se encogió de hombros. En realidad tenía sentido, los rebeldes no les querían a ellos dos en el trono y aquel parecía ser un motivo de peso.

──Pero si es cierto lo que dice, ¿por qué no sabías de su existencia? ──preguntó.

Aquella vez fue el turno del omega para acariciar su cabello rubio, Yoongi se veía descompuesto por la noticia.

──¿Estás seguro de que dijo príncipe?

Jimin asintió.

──Le llaman Agust D, príncipe de Daegu. Además él... ──Calló cuando la garganta se le secó.

Según Jin podían tener sus propios secretos, pero en cuanto intentó ocultarle aquello sintió una punzada de dolor en su pecho. Yoongi alzó sus cejas, esperando escuchar más, pero él no pudo seguir.

──¿Te dijo algo más? ──preguntó el alfa, buscando la respuesta por todo su rostro.

Jimin se estremeció y ocultó su rostro en el pecho de su marido mientras rodeó su torso con el brazo. Aquello sólo alertó más al alfa, que le apretó contra su cuerpo y buscó el nacimiento de su aroma con las encías picándole.

──Omega...

──Él intentó convencerme ──confesó Jimin──. De que me uniera a él. Aseguró que de haber ocupado el trono como primogénito se habría casado conmigo y el cachorro de mi vientre sería suyo.

Las náuseas regresaron, así como la urgencia de su lobo por atacar a cualquiera que pudiera herir a su retoño.

Pero el aroma de Yoongi no tardó en cubrirlo y su mano regresó a la zona baja de su barriga, bajo la tela. Aquella simple caricia, el pequeño gruñido que se le escapó y la esencia territorial que le cubría cual manta lograron calmarlo un poco.

──¿Por eso le atacaste?

Jimin asintió, siempre contra su piel.

──Ese bastardo... Quería robarme la familia ──masculló contra el cuello de su omega.

Este emitió un quejido suave, haciéndole saber que jamás habría accedido.

──Creo que sus planes se reducían a quitarte el trono ──susurró.

Yoongi tomó una bocanada de aire y mordisqueó levemente su cuello, aún marcada por él mismo desde la luna de miel.

──Preferiría eso antes que teneros lejos ──confesó.

Jimin alzó la mirada desde su pecho pero no se alejó, solamente le observó con cierta admiración. Yoongi encontró sus ojos brillantes y se aseguró de que no viese ni un atisbo de duda en los suyos al decir:

──Daría la corona, el trono, el reino y todo mi oro por ti y el bebé ──afirmó, bajando su cara hasta rozar sus labios con los de él──. No tienes ni idea de lo enamorado que estoy de ti, mataría a todos los rebeldes con mis propias manos si eso te mantiene a mi lado.

Jimin sintió su piel erizarse y su lobo aullar en una respuesta positiva. De alguna forma sentía a Yoongi más territorial de lo normal, pero no podía negar que eso le gustaba.

──Preferiría dormir con las ratas antes que no tenerte conmigo ──aseguró Jimin──. Alfa, aunque no me hubiesen comprometido contigo estoy seguro de que habríamos terminado juntos de una forma u otra.

Aquello hizo sonreír un poco a Yoongi, satisfecho por no encontrar nada más que su aroma sobre el omega.

──Lo importante es que no debemos preocuparnos por nada de eso, estamos y estaremos unidos, como una familia ──susurró.

Jimin volvió a acomodarse en sus brazos, casi como la postura que habían tenido inicialmente, y cerró los ojos.

──Te amo ──musitó con un un jadeo dulce de su omega.

──Te amo, os amo ──gruñó Yoongi.

Taehyung corrió hasta los pasillos con todas las puertas tintadas de azul oscuro. Él no tenía un olfato agudizado, pero sabía orientarse bien. En cuanto encontró la puerta que Felix, quien se recuperaba exitosamente, le había indicado, escuchó ruido desde el interior.

Sin embargo, quien abrió no era el esperado.

──Taehyung ──murmuró Jungkook, olvidándose del protocolo por la sorpresa──. ¿Ocurre algo?

El príncipe lo empujó dentro de la habitación y cerró de un portazo. Después se puso a buscar compulsivamente por la habitación, hasta detrás de las cortinas.

──¿Dónde está Hoseok?

Jungkook se encogió de hombros y miró el reloj en la pared. A esas horas de la noche debería estar allí, pero necesitaba despejarse por la situación y no sabía cuándo regresaría.

──¿Necesitas algo?, puedo ayudarte yo.

El delta había decidido que, dentro de esa estancia donde solamente olía a su pareja y a él, no usaría formalismos.

Pero Taehyung ni siquiera se percató de ello, estaba demasiado nervioso como para fijarse en nada que no fuese sus manos jugando con el anillo que Hyunjin le había dado.

──Mi hermano tenía razón, he intentado buscarlo pero probablemente esté en su habitación...

──El rey Yoongi entrará en celo pronto y con el embarazo... Probablemente se adelante, querrán un momento a solas ──obvió ──. Sobretodo después de lo sucedido hoy.

Jungkook llevaba los cálculos, al igual que Hoseok. Cada vez que entraba en su período de calor ellos eran los que quedaban al mando, así que era su obligación estar atentos al inicio del mismo.

──Oh, tiene sentido... ──Taehyung se masajeó las sienes──. Necesito hablarlo con alguien, y tú me das confianza.

Jungkook titubeó, pero terminó señalando los sillones frente a la mesita de ajedrez.
El príncipe se sentó y subió las piernas hasta abrazarlas contra su pecho. Jungkook esperó.

──Hyunjin es sospechoso ──comenzó Taehyung──. Hoy, cuando Jimin atacó al rebelde y quise saber si estaba bien, Hyunjin me acompañó a las mazmorras. Él... ──Suspiró──. Bueno, el preso le miró y, quizá es cosa mía, pero pareció reconocerlo.

Se pasó las manos por la cara, como si eso pudiese borrar el recuerdo.

──¿Qué? ──Jungkook prácticamente saltó del sillón──. Si él es cómplice...

──No digo que lo sea ──le cortó el beta──. Sólo digo que parecen conocerse de algo.

──Taehyung... Sabes lo que significa, ¿verdad?

El príncipe lo miró y automáticamente se mordió las uñas de su mano derecha. Si Hyunjin conocía a un preso le hacía automáticamente sospechoso, y con su posición social no tenía las de ganar. Su corazón se encogió.

──Debe haber alguna explicación, le conozco y él...

Taehyung se quedó pensando en silencio por unos segundos.

──No es un criminal, sí que es extraño que conozca al rebelde pero no imposible, son del mismo rango social.

Jungkook se mordisqueó el labio inferior. Se les veía igual de preocupados, pero Taehyung solamente pensaba en justificar a su prometido mientras que el alfa-delta tenía otra idea en mente.

──Debes averiguar más ──le dijo──. Si hay alguien que pueda descubrir algo sobre esa conexión eres tú, Taehyung.

El beta pasó por alto lo mucho que le gustaba escuchar su nombre en labios ajenos. Solamente su familia lo llamaba así, se sentía casi como tener un amigo.

──Lo sé ──dijo al fin.

Sin decir nada más el príncipe se levantó. No tenía nada que añadir, hasta que no supiera algo más Hyunjin era sospechoso.

Pero Jungkook le siguió y tomó su mano para impedir que saliera de la habitación.

──Espera ──susurró.

Taehyung se giró con los ojos llenos de curiosidad. Dentro de lo que cabía, era la persona que más confianza le inspiraba en el castillo, obviando a Jimin.

──Mañana al amanecer se darán algunos comunicados reales frente al pueblo ──murmuró el alfa──. Me gustaría que estuvieras a mi lado, según lo acordado ayer.

Al principio no comprendió, però conforme recordaba la conversación del búnker el beta asintió.

──Claro, sobre... Fingir que tenemos algo, ¿cierto?

Jungkook carraspeó.

──Solamente por un tiempo, hasta que todo se calme y las nuevas leyes sean más sólidas ──susurró.

──Vale.

Taehyung soltó su mano poco a poco, como si temiese hacerle daño con ello, pero Jungkook la dejó en su bolsillo sin darle importancia.

──Esto... Creo que si tienes mi aroma encima y estás a mi lado es suficiente ──murmuró Jungkook.

El beta se encogió de hombros.

──Yo no voy a oler nada de todos modos, ¿no? ──Soltó una pequeña risa, para aligerar el ambiente.

Jungkook sonrió, pero parecía que le doliera al hacerlo. Instintivamente se subió el cuello de su uniforme y cubrió la marca de los dientes de Hoseok.

──¿Lo has hecho antes? ──preguntó Taehyung.

──¿Mh?

El alfa parpadeó como si acabase de despertar de un sueño.

──¿Marcar a alguien? ──Rió con la boca cerrada──. Sí eh... Hobi y yo tuvimos una relación abierta por años, creo que es por eso que no nos molesta demasiado la idea de involucrarme contigo.

El beta asintió y sólo entonces decidió acercarse.

──Yo no le dije nada a Hyunjin aún, pero... ──Tomó aire por la nariz y lo fue soltando de a poco──. Creo que no quiero casarme con él.

Jungkook frunció el ceño con tanta fuerza que sus cejas parecieron juntarse.

──¿Qué?, ¿por qué?, parecías muy enamorado.

──Lo sé pero con todo esto, independientemente de si tiene algo que ver con los rebeldes o no, me he dado cuenta de que tenemos muchas diferencias que nos separan ──explicó Taehyung, que luchaba por disipar las lágrimas──. Yo le quiero, muchísimo, pero no sé si eso es suficiente.

Jungkook asintió lentamente, observándolo.

──Dicen que el amor lo puede todo, pero si crees que no es suficiente entonces no es amor.

El beta se secó los ojos aunque ninguna lágrima había caído y miró hacia arriba en una especie de oración silenciosa.

──A veces creo que hemos ido demasiado rápido, eso es todo ──susurró.

──Lo entiendo ──sentenció Jungkook.

Taehyung le agradeció la comprensión con una sonrisa.

──Debería ir a dormir... ¿Nos vemos mañana? ──sugirió──. Antes de los anuncios, para... Ya sabes.

Jungkook asintió efusivamente. Le gustaba que los planes salieran como él quería.

Después lo acompañó a la puerta, pero Taehyung lejos de ir a su habitación se dirigió a uno de los jardines del castillo. Necesitaba pensar, así que se dedicó el resto de la noche a buscar tréboles de cuatro hojas con tal de mantener la mente activa.

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¡Sorpresa! Otro capítulo, aunque este algo más cortito, en agradecimiento a los 1'6K seguidores.

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