Jungkook sintió cosquillas en la piel de sus brazos conforme se despertaba y esbozó una tenue sonrisa al darse cuenta de que eran los labios de su pareja quienes lo habían desvelado.

──Hobi... ¿Qué hora es? ──balbuceó adormilado.

El alfa presionó con sus dientes lo justo para dejarle una leve marca en el hombro.

──Las seis y media ──susurró él.

Después simplemente se alejó, porque tenían que ponerse en marcha. Jungkook gruñó un poco al saber que no tenían tiempo de darse mimos en la cama, incluso ya iban tarde para desayunar y prepararse.

Sin embargo, cuando ambos ya estuvieron de pie y mentalizados para volver a ser los consejeros del rey por el resto del día, unos toques en la puerta los alertaron.

──¿Yoongi? ──susurró el más joven.

Nadie más se atrevía a ir por allí, a no ser que Jimin hubiese tenido algo urgente que decirles, pero lo dudaba.

Hoseok negó; no había percibido ningún aroma en el aire. Con rapidez se envolvió el cuerpo en el batín y Jungkook se encerró en el cuarto de baño. Sólo entonces pudo abrir la puerta, lo suficiente para sacar su cabeza.

Realmente no tenía expectativas, pero no esperaba que el hermano de Jimin estuviese allí.

──¿Alteza Park? ──murmuró, extrañado.

Taehyung sonrió de forma amplia, quizá demasiado para parecer natural.

──¿Puedo pasar? ──musitó.

Sus manos estaban frente a su cuerpo y este se balanceaba sutilmente de lado a lado, parecía un cachorro pidiendo un caramelo.

Hoseok elevó una de sus cejas, pero negó sin dudarlo. No le importaba su estatus, en su territorio mandaba él y técnicamente aún más al ser un alfa frente a un beta.

──Quiero hablar. ──Suspiró el príncipe, dejando la imagen inocente para lucir como realmente estaba; cansado.

──Es pronto y no estoy vestido, deme unas horas y podré atenderle como es debido. ──Tanteó el consejero, intentando quitárselo de encima.

Los ojos de Taehyung escanearon el poco cuerpo que pudo ver a través de la rendija de la puerta, pero sólo encontró la tela sedosa del batín, cosa que contó cómo vestimenta. Aún así, asintió.

──Por favor, en cuanto puedas ven a verme, o Jungkook, es importante ──susurró antes de señalar con el mentón el interior de la habitación.

Hoseok asintió en seguida, agradeciendo mentalmente que podía prepararse antes de una charla con el príncipe. No es que Taehyung fuese una mala persona, pero si Jimin le había parecido un niño de papá al principio, él lo era con más intensidad.

El beta se inclinó y dio media vuelta. Mientras, el consejero cerró la puerta con un suspiro. Pero entonces se percató de algo.

Rápidamente salió al pasillo y alcanzó al príncipe por el brazo para hacerlo retroceder hasta su habitación, cerrando tras ambos. Entonces lo colocó bruscamente contra la puerta, olvidando que tenía sangre noble.

──¿Cómo lo sabes? ──masculló el alfa, cuyos iris eran completamente rojos.

Taehyung, ajeno a los efectos de las feromonas o el gruñido que se escuchó, se encogió de hombros.

──¿El qué? ──dejó una pausa, repasando mentalmente la conversación──. Oh, ¿sobre tú y Jungkook? ──Su sonrisa se amplió lentamente.

Hoseok, que era extremadamente protector y cuidadoso con ese asunto, sintió su sangre hervir.

──Si llegas a decir algo a...

──¿Es una amenaza? ──replicó automáticamente el príncipe.

Aún mantenía una sonrisa, pero no parecía ser cruel ni tampoco alegre, solamente era orgullosa por saber aquello.

──Sí ──gruñó Hoseok, apretando la tela de su camisa bajo sus puños mientras acercaba su rostro al de él──. Jimin lo sabe, pero si Yoongi llegase a enterarse por tu culpa...

──¡¿Jimin lo sabe?! ──Taehyung abrió su boca de la sorpresa──. No me dijo nada el maldito ──refunfuñó entre dientes.

Hoseok quiso alzar la voz en ese momento, replicar en contra de que se tomase eso como un cotilleo porque estaba su vida y la de Jungkook en juego. Pero este último salió del cuarto de baño, completamente vestido, a tiempo para interponerse entre ellos y quitar del príncipe las manos de su novio.

──¿Pero qué haces? ──masculló contra su alfa, ignorando sus iris color escarlata.

Hoseok sacudió la cabeza y gruñó cual perro rabioso antes de tomarlo de la cintura para pegarlo a su cuerpo, como si Taehuyng fuese una bomba.

──Eh, no tienes que ponerte así, lo sospecho desde el primer día que os vi en Busán y lo he callado todo el tiempo. ──Bufó Taehyung, cruzándose de brazos, completamente ofendido──. No soy tan estúpido, ¿vale?

Hoseok luchó por calmarse, sobretodo su respiración, mientras que Jungkook miraba al beta con pena.

──Debería irse ──murmuró con un tono de voz diez veces más suave que el del otro consejero──. Hablaremos tras el desayuno, con más calma ──sugirió.

Taehyung no quería perder más partes del día con ellos, pero reconocía que no era el mejor momento para hablar, Hoseok parecía levantarse de mal humor.

──Bien ──masculló, sacudiéndose el traje con algo de rabia──. Esperaré en el jardín.

Dicho aquello, abrió la puerta con brusquedad y salió con un portazo tras él.

Jungkook le vio marchar con una mueca apenada, había escuchado todo desde el baño y comprendía que las intenciones del príncipe no eran malas. De otro modo los habría delatado en el primer momento.

Pero Hoseok se zafó del agarre del delta con un gruñido. El simple hecho de saber que alguien a parte de Jimin sabía sobre ellos le ponía los pelos de punta, sólo quería tomar a Jungkook de la mano y abandonar el país. Sin embargo, lo único que hizo fue dirigirse al baño para ponerse el uniforme y la máscara diaria de falsa seguridad.

Yoongi dejó a Jimin en la biblioteca tras el desayuno junto a Felix y el arquitecto, aún tenían que terminar algunos planos.

Se encaminó al jardín trasero, aquel lugar que era como la encarnación de la libertad para él, debía aprovechar esos minutos antes de la reunión para relajarse.
Sin embargo, al escuchar unos murmullos lejanos realentizó el paso e incluso se quedó tras la pared que separaba el castillo del exterior para evitar ser visto. Lo suyo no era espiar, pero reconocía las voces y el tema le importaba.

──Está embarazado, sé que parece y es fuerte pero sigue siendo algo más vulnerable que en su estado natural ──masculló quien parecía ser Taehyung a juzgar por su voz, el hermano de Jimin.

Se escuchó un gruñido fuerte y Yoongi reconoció a su amigo.

──Hacemos todo lo que está en nuestras manos, ¿crees que no querríamos que Jimin pudiese dedicarse solamente a leer libros de paternidad? ──Bufó Hoseok──. Pero no somos monarcas, ni siquiera ministros.

Yoongi percibió un segundo aroma, el de Jungkook, pero no se escuchaba su voz, o quizá estaba demasiado centrado y sorprendido por la informalidad de Hoseok con el príncipe de Busán que no notaba su presencia.

──Hay pequeñas tareas que podría delegar en vosotros pero no lo hace, deberíais sugerirle llevarlas vosotros ──replicó Taehyung──. ¿La restauración del castillo?, vamos hasta un sirviente podría hacerlo.

Una risa resonó entre los muros que cercaban el jardín.

──¿Y por qué no se lo pides a tu querido Hyunjin? ──masculló el alfa.

Hubo una pausa y Yoongi pudo detenerse a pensar en cómo sabría aquello Hoseok. ¿Jimin ya habría tramitado el visado de su hermano y el sirviente?

No obstante, antes de poder hallar la respuesta se volvió a hacer notar la voz del beta.

──No sigas por ese camino ──replicó el príncipe, tan sorprendentemente informal como el consejero──. Porque también podría meter a tu pareja en esta discusión ──dijo, bajando su tono de voz conforme terminaba la frase.

Otra pausa.

Yoongi también se preguntó qué harían en esos segundos de silencio, ¿una batalla de miradas?
Aún mejor: ¿Por qué su amigo se permitía el lujo de enojarse con un príncipe?

Pero después de analizar las palabras de este último, en su mente apareció otra incógnita: ¿Hoseok tenía pareja?
Taehyung debía de equivocarse, de haber sido el caso él lo sabría, era su mejor amigo.

──Jimin se decepcionaría de ver a su hermano usándolo en mi contra ──comentó el consejero, sin una pizca de burla si no realidad.

Yoongi no entendía nada, contra más escuchaba más preguntas se hacía. ¿Jimin sabía sobre la relación de Hoseok? Eso le hizo sentir un extraño pinchazo de dolor en su pecho.

──Jungkook se decepcionaría de ver que metes a Hyunjin en una discusión ajena a él ──contraatacó Taehyung──. Ni siquiera sé por qué te enojas, sólo te pido ayuda con mi hermano y mi sobrino.

Yoongi estaba tan confuso llegados a ese punto que estuvo cerca de dar media vuelta y marcharse, ignorar que había escuchado la conversación, pero la mención de Jungkook despertó aún más su curiosidad.

──No me molesta eso, es más, tenía pensado ayudar antes de que me lo pidieras ──murmuró Hoseok──. Me enoja que alguien en quien no confío lo suficiente sepa sobre mi relación y la use como moneda de cambio.

Se escuchó un suspiro, pero no supo de quién provenía.

──No le diré a nadie, créeme ──respondió el príncipe──. Sé que apenas me conoces, pero si he mantenido eso y lo mío con Hyunjin en secreto por tantos meses, lo seguiré haciendo. Y no pretendo chantajear a nadie, sólo pido un favor.

Parecía que la tensión había disminuido, Yoongi no podía verlos pero lo intuía. Lo que no había menguado eran sus ganas de saber con quién mantenía una relación secreta su amigo.

──No tengo otra opción, confiaré en tí ──dijo Hoseok──. Pero ten cuidado, ni siquiera Yoongi lo sabe.

──Lo sé, lo sé, descuida.

Él se sintió algo ofendido. ¿Por qué no podía saber sobre la relación de Hoseok? Era su confidente, siempre lo habían sido.

──Bien, pero eso no significa que Jungkook o yo te debamos nada ──concluyó el consejero.

Yoongi, por suerte o por desgracia, no comprendió la relación entre él y el otro alfa. Y aún menos por qué este no se hacía presente en la conversación.

──Lo sé, sólo... Por curiosidad ──añadió el beta──. ¿Pensáis hacer público lo vuestro alguna vez?

Entonces el rey comprendió que el aroma de Jungkook no era por su persona, si no por el portador de este: Hoseok.
También comprendió las miradas cómplices en mitad de las comidas o las reuniones.
O por qué Jimin se sentía tan cómodo entre esos dos alfas.

Y algo en él se rompió al descubrirlo. Su pecho dolió tanto que ni siquiera se percató de que sus pies se habían puesto en marcha hacia el interior del jardín.

En cuanto vieron aparecer al monarca con sus ojos escarlatas y un rostro enojado, Taehuyng se inclinó profundamente y prácticamente corrió para salir de allí. No tenía un lobo interior, pero comprendía las miradas.

En cambio, Hoseok permaneció quieto, aunque con su pulso resonando en sus oídos. ¿Lo habría escuchado todo?

──Jung Hoseok ──llamó la voz ronca de Yoongi.

Él no pudo evitar bajar la cabeza ante el alfa puro. De haber estado Jungkook allí lo habría protegido con su cuerpo cual escudo, como hacía siempre.

──Yoongi... ¿Has escuchado...? ──susurró, aún sin mirarlo.

El apelado gruñó desde la profundidad de su pecho, un sonido tan salvaje que hasta el lobo alfa de Hoseok se tumbó y bajó las orejas.

──¿Jungkook y tú? ──preguntó Yoongi, controlando para que su voz sonase entendible──. Jimin lo sabía, ¿verdad?

El consejero asintió a cada pregunta.
Sí, estaba aterrorizado, tanto que su labio inferior temblaba y en sus ojos se agolpaban lágrimas, pero no era un cobarde pese a todo. Afrontaría su destino, castigo o cualquier consecuencia.

──Por eso pasábais tanto tiempo juntos, a mis espaldas. ──Adivinó Yoongi.

Su pecho subía y bajaba, el corazón le iba a mil por hora y sentía un pitido constante en el oído izquierdo. Era la misma sensación abrumadora que cuando perdía en control, por ejemplo, la primera vez que mordió a Jimin y lo hizo llorar. Se arrepentía de eso y no quería volver a cometer un acto semejante, no a su amigo y hermano, así que intentó con todas sus fuerzas mantener el control.

──Ahora mismo te rompería la mandíbula ──confesó con otro gruñido──. Pero no lo haré, puedes estar tranquilo ──dijo, casi con una sonrisa sarcástica.

Sin embargo, al recibir la mirada llorosa de Hoseok, su corazón se encogió. Aunque se saltase la ley, aunque le escondiese cosas... Seguía siendo su familia.

──Me duele que hayas hecho partícipe a mi omega ──masculló entre dientes, dando un paso al frente. Hoseok retrocedió──. Pero no es lo que más me enoja de todo esto.

Su mandíbula se tensó tanto que pensó que podría llegar a romper alguno de sus dientes. Sin embargo, no había puesto un dedo sobre el otro alfa, buena señal. Pero no sabía cuánto podría resistir.

──Fuera de mi vista, no quiero veros ni a ti ni a Jungkook en días ──espetó.

En cuanto su mano se alzó para señalar la salida entre los muros del jardín, Hoseok hizo una de sus más pronunciadas reverencias dos veces y salió de allí en silencio. Lo primero que cruzó su mente fue huir del castillo con Jungkook.

Yoongi, en cambio, se quedó de pie en el centro del lugar, concentrado en el cantar de los pájaros y el sonido del agua en la fuente. Eso le ayudó a calmarse un poco, pero lo que más le habría funcionado habría sido la presencia y el aroma de su omega, Jimin, quien también le había ocultado aquello por... no sabía cuánto tiempo.

Y aunque solamente tenía fuerzas para estar con él, se negó a verlo al menos por el resto del día. Primero necesitaba pensar en sus responsabilidades como monarca y en cómo afrontar el mayor problema al que se había enfrentado estando en el trono.

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ଓ ଘ ଙ

No diré nada, sólo quiero leer reacciones y comentarios sobre el capítulo, fue duro, espero que os haya... Sorprendido al menos 😂💜