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ㅤㅤㅤ── diecisiete ──

Debía de ser un sueño, no había otra explicación posible, pero cuánto más se pellizcaba y luchaba por despertar, menos convencido estaba. Jimin observaba las paredes de su hogar rendirse ante las llamas de un vibrante fuego, tan imponente como el caos que podía observar a su alrededor. Todo lo que conocía se desmoronaba y él solamente podía estar ahí; quieto desde las afueras del castillo, a salvo tras las murallas que no tardarían mucho en arder también. La voz de su marido llamándolo era lejana pero podía percibir el miedo en ella, contra más se quemaba el castillo, más preocupado sonaba Yoongi.

Sí, estaba soñando, era medianamente consciente de ello, pero al mismo tiempo sentía que era real. Al fin y al cabo, podía sentir el calor de las llamas desde allí, calentaban su piel en aquella fría noche. Así que, si aquello sólo era un sueño, ¿por qué al despertarse su lobo y su bebé parecían inquietos?

──¿Omega?

La voz de Yoongi esta vez era cercana y más calmada. Se giró en la cama para verlo, desnudo y aún medio dormido.

──¿Mhm?

──¿Todo bien?

La imagen le daba ternura a Jimin. Aunque el lobo de Yoongi había notado su agitamiento él estaba demasiado exhausto por la culminación de su periodo de celo. Aquel mismo día podrían volver a la normalidad, pero el alfa tampoco parecía haber descansado esa noche.

──He tenido una pesadilla, nada más ──. Lo intentó calmar.

Yoongi estiró sus brazos para rodearlo y estrecharlo contra su cálido cuerpo.

──Ya pasó, estoy aquí.

Jimin enterró la cabeza en el cuello de su alfa y aunque creyó sus palabras, no pudo evitar pensar en aquel sueño durante el día; mientras volvían a sus puestos o comían y conversaban de cualquier otra cosa.

Al menos hasta que Hoseok interrumpió en la biblioteca donde se hallaban buscando unos viejos archivos.

──Disculpen, he notado que esta es la única hora del día que tienen libre y tengo un comunicado importante que darles.

El tono sombrío y formal del consejero, a conjunto con las ojeras bajo sus ojos, no anunciaban nada bueno. Jimin no podía tener idea de qué se trataba, de hecho, solamente él y Jungkook habían leído la carta. Pero su lobo comenzó a lloriquear, parecía haberlo sabido antes que sus oídos, como si fuese algo obvio.

──Podemos hablar ──comentó en un tono casi inocente Yoongi.

Jimin, que había estado de pie todo el rato, tomó asiento en uno de los escasos sillones del lugar. Sus piernas habían comenzado a temblar y no puo evitar llevarse la mano al vientre, como si tuviese algo que ver con el cachorro. Pero nada más lejos de la realidad.

Cuando la noticia llegó a sus oídos fue como en su sueño, pero esta vez no observaba la casa, si no que él estaba en medio del desastre, quieto dentro de un hogar que se caía a pedazos. Todo su mundo se había desmoronado en cuestión de segundos.

──Lo siento mucho, Jimin ──murmuró Hoseok, como un amigo esa vez.

Este le hizo un gesto para que se retirase, no tenía voz. Yoongi aún no había reaccionado para cuando las lágrimas en el rostro del omega comenzaban a caer.

──Mi amor...

Escuchar las palabras tan cálidas de su marido le ayudó a no desmoronarse del todo, también ayudó su abrazo y los besos que dejaba sobre su cabeza, pero fue inevitable que sollozase y después lanzase un grito al vacío. Tan vacío como su corazón por unos minutos.

Jimin lloró la pérdida por aquel día entero y al siguiente, cuando decidieron partir al reino de Busán urgentemente. Taehyung y Jungkook los acompañaron, pero Hoseok tuvo que quedarse a cargo del reino, de nuevo.

Jimin no pensó que volvería al hogar que lo vio crecer tan rápido, pero en cuanto llegó y lo recibió el sol y la brisa marina, lo agradeció. Mientras el carro los dirigía hacia el palacio real, notó las calles oscuras, de luto, algunos balcones con mantos negros y algunas personas vestidas de ese mismo color. Agradecía ese gesto por parte del reino, demostraba lo mucho que habían querido a su monarca durante sus años de reinado.

Su familia los recibieron con caras pálidas y ojerosas, ropas oscuras y abrazos largos.

Dejaron a Jimin para el último porque sabrían que sería el más afectado debido a su estado, aunque los ojos de Taehyung estaban hinchados de haber llorado toda la noche.

──Jiminy...

Namjoon parecía roto, era el que más relación había tenido con su padre.

──Joon.

No tuvieron que decir más, Jimin se lanzó a los brazos de su hermano mayor, pasando por alto la tensión de su alfa, y se quedaron así unos minutos. Después le tocó a Jin, y aunque parecía el mismo procedimiento, a Jimin le pareció más duro porque Jin podía ser perfectamente el que más comprendía su estado, y por lo tanto el que más pena ponía en su mirada.

──Mimi, él te quería mucho ──susurró en el abrazo.

Jimin necesitaba escuchar eso.
Jin acarició su cabeza mientras el resto les dejaba a solas.

──¿Ha sufrido? ──preguntó Jimin en bajito.

En realidad no quería saber la verdad, quería ser consolado.

──Por supuesto que no ──dijo Jin──. Le administraron calmantes diarios, se fue durmiendo...

──¿Dijo algo de mí?

Hubo un pequeño silencio.

──Que te echaba de menos ──murmuró Jin al fin──. Y que estaba orgulloso de ti.

Jimin no tenía modo de saber si era cierto, pero tampoco quería averiguarlo, le bastaba con tener una respuesta reconfortante.

──Gracias Jinnie ──susurró con la voz débil por el llanto──. Lo aprecio mucho.

De algún modo sentía que la presencia de Jin en el palacio y en la familia Park había mejorado las cosas. Desde que su madre falleció había sido un lugar más oscuro, pero con otro omega habían recuperado algo de luz. Era el confort de Jimin allí.

──Deberías ir a descansar del viaje ──sugirió el mayor──. Sobretodo por el cachorro.

Jimin se tocó la barriga. Todo parecía estar bien a pesar del disgusto, su lobito también estaba bien, aunque triste.

──Sí... Mañana será un día duro ──respondió cabizbajo.

Jin le revolvió el pelo para animarlo un poco. Lo acompañó a su habitación y le dejó allí con otro abrazo prolongado, en manos de su alfa.
Este le esperaba con una pequeña bandeja de comida en la mesilla de noche.

──No sabía si tendrías hambre.

──La verdad es que no...

Jimin se sentó en la cama que había sido suya por años y miro al suelo perdido en sus pensamientos.
Yoongi se acercó para envolverlo con su cuerpo.

──Sé que cuesta, pero tienes que comer ──susurró.

Jimin asintió. Lo tenía en cuenta, sobretodo por el bebé, pero de lo único que tenía ganas era de llorar. Cuando su madre falleció fue peor para él, se pasó días y días comiendo lo mínimo y yendo desde su habitación hasta la tumba de su madre como un alma en pena. Pensó que la muerte de su padre no le afectaría tanto, pero se esquivocaba, él siempre sentiría mucho por una pérdida.

Por un momento se imaginó si en lugar de su padre hubiese sido Yoongi, tiempo atrás cuando los rebeldes atacaron el palacio. No supo qué hora habría hecho sin su alfa, teniendo que enterrarlo y nunca volviendo a verlo más. Lágrimas brotaron de sus ojos de nuevo.

──Omega...

──No puedo estar sin tí, no puedes irte ──farfulló al enterrar su cabeza en el pecho del mayor──. Eres una de las pocas personas que me quedan.

Yoongi lo estrechó con la fuerza justa.

──No pienso irme a ningún lado ──prometió.

Acarició su cabeza con su cuello para dejarle parte de su aroma en un intento por consolarlo, pero sabía que Jimin tenía un duelo largo por delante. Le recordó a cuando él perdió a sus padres, a la vez. Se le vino el mundo encima, era el nuevo rey en apenas 24 horas y todo el mundo esperaba protocolos de él que no quería cumplir. Supuso que, en parte, por ello aprendió a ser de piedra en situaciones así. Él ya había sufrido su parte.

Por otro lado, Taehyung había comido dos bandejas llenas de comida en cuestión de minutos.

──Taehyung...

Jungkook lo llamó con la confianza y la intimidad de su habitación.

──Quizá deberías... dormir.

Pero el príncipe negó y se levantó del escritorio en un salto. Comenzó a rebuscar algo entre los cajones de su armario, mientras Jungkook lo miraba atónito. Parecía haberse tomado grandes cantidades de azúcar para estar así con el duelo de su padre encima.

──Necesito hacer algo o me volveré loco ──masculló Taehyung, dándose por vencido con el armario y procediendo a buscar en un cofre a los pies de su cama──. Si me quedo quieto pienso, si duermo tengo pesadillas, no sé si lo entiendes.

Jungkook asintió, pero aún extrañado.

──¿Y qué buscas ahora?

──Mis instrumentos. Pero creo que los dejé en otra parte y no recuerdo dónde ──replicó de mal humor.

El consejero intentó ayudarle a buscar en otro cajón pero tampoco tuvo éxito.

──¿Quieres salir de aquí?, podemos buscar en otro lugar o hacer algo distinto...

──Quizá.

Taehyung se sentó a los pies de la cama, agotado. Jungkook lo acompañó.

──En serio, deberías dormir ──repitió al notar el rastro oscuro bajo sus ojos.

El beta negó.

──Me quedaré contigo hasta que te duermas ──sugirió entonces.

Taehyung lo pensó entonces. Le había ayudado bastante su presencia cuando se había quedado con él, días atrás.

──No quiero que te vayas. Si tengo pesadillas alguien tiene que despertarme.

Pensó en su prometido. Él lo habría  despertado porque sabía cómo su cuerpo se movía al tener un mal sueño. Entonces se preguntó si se habría enterado de la falsa relación con Jungkook. Si era así, le debía explicaciones. Aunque Taehyung también las merecía.

──Está bien, me quedo toda la noche y te despertaré en caso de ser necesario ──accedió Jungkook.

El beta había logrado ablandar un poco su corazón. Ya no era el consejero o la fachada para ocultar su verdadera relación. Era su amigo.

──Gracias ──susurró el príncipe.

Este se deslizó hasta estar bajo las sábanas, sin importarle que aún conservase la ropa del viaje, en realidad no estaba exhausto y no se había permitido descansar hasta ese instante, aunque la Luna llevaba tiempo sobre el cielo.

Jungkook de se sentó a su lado, con la espalda apoyada en el cabezal de la cama. Estaba listo para pasar una noche en vela a pesar de su cansancio.

Taehyung no tardó demasiado en dormirse, pero Jungkook aguantó. En algún punto de la noche había tomado prestado un libro de la mesilla de noche y se había puesto a leer para hacer algo.

Poco después el beta comenzó a moverse, pero como no parecía preocupante Jungkook solamente agarró su mano. Aquello pareció calmarlo un poco, al menos temporalmente.
Más tarde comenzó a balbucear algo y a mover los pies de forma brusca, así que Jungkook movió su brazo con suavidad para despertarlo.

──Taehyung...

──No, para ──farfulló este, dormido.

El consejero lo movió con más fuerza y fue cuando Taehyung abrió los ojos y ahogó un grito en su garganta.

──Ya está, era un sueño ──lo consoló Jungkook.

──Era... era muy real ──susurró él──. No quiero dormir, es horrible.

──Inténtalo otra vez, debes descansar para mañana.

Antes de la comida sería el entierro y después se celebraba un banquete en honor al difunto rey. A Taehyung le daba nauseas pensar en todo eso. No tenía fuerzas para afrontarlo.

──No quiero, vamos a hacer algo.

Necesitaba distraerse, mantener su mente activa, pero Jungkook evitó que se levantase de la cama cuando sostuvo su mano con fuerza. Tanta que le dejaría marca.

──¡Eh!

──Sé que no lo entiendes pero esto es difícil para mí también, estoy lejos de mi pareja y soy el único a cargo de la familia real de Daegu. Se espera mucho de mí y tú también estás a mi cargo, así que hazme un favor y descansa.

El tono de Jungkook no fue duro, intentó activar su lado empático, era la primera vez que se alejaba de Hoseok con una marca hecha, y le dolía. Pero quería hacer bien su trabajo por encima de todo; Jimin tenía a Yoongi, Taehyung lo tenía sólo a él.

──No, tú no lo entiendes.

El príncipe se soltó de él con un ademán brusco y se levantó de un salto. Jungkook lo imitó en seguida y fue hasta él, por si intentaba irse.

──Yo he sido traicionado por mi prometido, que ni siquiera sé si me quiere de verdad o por interés. Yo soy príncipe de un reino, por lo tanto se espera mucho de mí. Yo voy a enterrar a mi padre mañana y de lo único que te tienes que preocupar es de que Jung Hoseok no te eche demasiado de menos.

Apoyó su índice en el pecho de Jungkook, lo cual pareció no gustarle. Un gruñido inundó la habitación. Pocas veces le había salido del pecho hacer algo así, pero esa vez hasta sus ojos amenazaban con cambiar de color.

──No sé si no acabas de entender la situación o realmente te cuesta pensar, pero yo soy el único que está aquí contigo, ¿verdad?── Apartó la mano de Taehyung mientras hablaba, esa vez sin moderar su tono──. Yo estaba dispuesto a dormir contigo y velar tus sueños, yo he agarrado tu mano. Así que si piensas tratarme como un simple consejero, haré lo que un consejero debe hacer y te vigilaré desde la puerta.

Taehyung sintió como si su cuerpo se hubiese empequeñecido ante la mirada dura de Jungkook.

──Si es lo que quieres...

──No, lo que quiero es cuidar de tí ──replicó Jungkook, un poco más calmado.

──No entiendo por qué ──murmuró Taehyung con una suave voz que calmó definitivamente al delta.

──Porque más allá de trabajar para el reino, soy tu amigo. ¿O no? ──respondió──. Todos estos días que hemos hablado, lo que hemos enfrentado... Yo no me siento como un consejero contigo.

Taehyung sonrió. Pero parecía entender algo que Jungkook no. Entonces dio un paso adelante para estar más cerca de él.

──Eso no lo llamaría yo un amigo, Jungkook.

Era la primera vez que lo llamaba por su nombre, al menos que él recordase, o que le hubiese dado importancia.

Taehyung vio que no comprendía lo que quería decir, en cambio él había encajado todas las piezas. Desde el principio había sido distinto con él, no era la relación formal con Hoseok, y todo lo que habían hecho el uno por el otro ahora cobraba sentido.
Entonces, llevado por un impulso, se puso de puntillas y besó los labios del consejero.

Jungkook no recapacitó en sus intenciones hasta que tuvo al beta tan cerca, piel con piel, dándole un calor peculiar. Pero la marca en su cuello no tardó tanto como él en entenderlo, por lo que se sintió mal, una traición, una tensión en el lazo que lo unía a su alfa. Así que apartó al beta con cuidado de no lastimarlo.

──Taehyung esto está mal ──sentenció sin ningún rastro de duda en él.

Le dolía la marca, quería arrancársela con las uñas, rascar hasta no dejar rastro. Pero esos pensamientos eran mala señal. Y lo sabía.

──Perdón.

Taehyung se había sentado en la cama con la cabeza agachada, como un niño que acababa de hacer una travesura.

──Lo siento, pensaba que...

Él había sentido algo en su estómago. No había sido la misma sensación que con Hyunjin, pero había tenido la misma importancia y el mismo significado. Como si todo tuviese sentido y ahora las respuestas que buscaba estuvieran frente a él. No necesitaba a nadie, porque lo había escogido desde el principio sin darse cuenta. Quería a Jungkook para ahuyentar sus pesadillas y para calmar sus nervios ahora que no sentía lo mismo por su prometido. Ni siquiera llevaba el anillo.

──...que sentías lo mismo.

Algo en Jungkook se rompió. Por una parte se sentía sucio por traicionar a su alfa, pero por otro lado quería consolar a Taehyung. Decirle lo que él tanto quería escuchar y lo que quería decirle de corazón.

Se agachó frente a él, con una rodilla en el suelo, para captar su mirada. El beta parecía temblar.

──A pesar de lo que pueda llegar a sentir, tengo una relación, no puedo dejarme llevar por lo que sienta.

Los ojos de Taehyung se iluminaron por un segundo.

──¿Entonces...?

──No, no eran imaginaciones tuyas ──confesó a pesar de su dolor──. Pero tienes que dejarlo ir.

──¿Qué?

──Tae, tengo una relación. Yo amo a Hoseok.

Aquello despertó sentimientos negativos en el beta, pero no era momento para hacerles caso.

──Lo sé.

──Aunque quiera, no diré lo que ambos ya sabemos.

Taehyung sonrió con los ojos llorosos. Al final siempre conseguía lo que quería, aunque después no pudiera conservarlo.

──No importa. Tengo que dormir ──susurró finalmente.

Jungkook sonrió esa vez.

──Te vigilaré por si tienes pesadillas.

Taehyung procedió esa vez a ponerse el pijama, listo para dormir de una vez por todas, sin la mirada del consejero sobre él.
Cuando se tumbó y se acomodó, sintió a Jungkook abandonar la cama y tomó lugar al lado de la puerta, donde debía haber estado desde el principio.

Taehyung cayó rendido pocos segundos después. Jungkook permaneció toda la noche en vela, sabiendo que aunque quisiera dormir, el dolor en su marca no le habría dejado.

Ho-la 🤍
Antes de que procedan a matarme, sé que actualizo muy lento pero es el precio de tener una vida adulta, cuando empecé estos libros no era adulta apenas 😭😭😭 ojalá merezca la pena la espera~

¡¡Volvió Jin!! 🥹 Por eso actualicé la verdad, lo echaba de menos, me volvió la inspiración gracias a él... Ojalá pase rápido y vuelvan todos pronto 🩵

Por otro lado, este capítulo me ha dejado rota, ¿que os ha parecido? ¿Alguien lloró? ¿Qué pensáis de Taehyung y Jungkook? 👀

Como siempre leo los comentarios y respondo algunos →

¡¡Hasta la próxima!! 💜

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