Jimin besó la frente llena de gotas de sudor de su marido y se dejó caer en la cama. Desde que había iniciado el celo de Yoongi habían estado activos casi todo el día, por supuesto con cuidado del bebé, y estaba agotado. Ese era el último día del celo de Yoongi.

──Creo que necesito un descanso ──susurró el omega con la cara girada hacia él.

Yoongi arrugó la nariz mientras dejaba caer al suelo la protección usada, pero se notaba que no iba en serio cuando habló.

──Petición denegada.

En el aire se notaba, el alfa podría haber seguido toda la noche.

──Tengo sueño ──murmuró Jimin con un puchero y se acercó hasta colocar la cabeza sobre su pecho desnudo──. Mañana te lo compenso, lo juro.

Divertido por la respuesta, Yoongi esbozó una sonrisa suave y cerró los ojos.

──Descansa, mi omega.

──Ha llegado otra carta.

La noticia que Jungkook le dio no fue de su agrado, pero Hoseok cumplió con su responsabilidad como primero al mando en la ausencia del monarca y aceptó el sobre.

──Es anónima ──añadió el delta.

Hoseok asintió y procedió. El sobre no era de tanta calidad como el anterior, y la caligrafía era apenas entendible. Le costó unos segundos de más interpretar el mensaje.

──“El verdadero traidor está entre la nobleza” ──leyó en voz alta.

Jungkook alzó sus cejas, sorprendido. Después pensó en lo que Taehyung le comentó unos días atrás, sobre su prometido.

──Estoy agotado ──murmuró Hoseok──. De los rebeldes, del linaje, de la nobleza.

Solamente Jungkook alcanzó a escucharlo, por suerte.

──¿Pero qué dices? ──Sus ojos se abrieron un poquito más cuando lo miraba desde un lado del trono──. Lo sé pero guárdalo, aquí no digas esas cosas.

Habló desde el miedo, su voz no era la del consejero joven que solía ser.
Hoseok suspiró y dejó caer su espalda en el trono, cansado.

──Sólo quiero que acabe todo ──susurró.

──Y yo, pero debemos de ser los más fuertes aquí, por Yoongi ──siguió Jungkook──. Y por el bebé.

──Ya lo sé ──replicó Hoseok un poco seco, lo cual sorprendió al delta──. Sólo estaba pensando en voz alta.

Cuando cayó la noche Jungkook seguía pensando en las palabras de su alfa. Él también estaba agotado, ser consejero no era fácil, y si su compañero no ayudaba, aún menos.

Cansado, se despidió de Hoseok con una excusa que había preparado segundo atrás y se dirigió a la cocina. Cuando el alfa desapareció en su habitación, Jungkook cambio de rumbo y se dirigió a las habitaciones de huéspedes.

Taehyung estaba a punto de acostarse, tenía un pijama de seda puesto, uno de sus favoritos. Era de verano, corto y quizá sexy, se lo ponía las noches que pasaba con su prometido en Busán. Pero esa vez un presentimiento le hizo ponérselo allí y pasar algo de frío en su habitación.
Por eso planeaba usar más mantas sobre las sábanas cuando escuchó los toques de la puerta.

──¿Hola? ──dijo confundido, al abrirla y ver a Jungkook.

El consejero no prestó demasiada atención a su pijama, tenía prisa.

──¿Puedo pasar?

Taehyung se hizo a un lado para dejarlo entrar. Había desordenado la habitación en busca de ropa de verano.

──¿Qué ocurre? ──preguntó este al verlo agitado.

──Creo que tenías razón. ──Se apresuró a decir Jungkook──. Sobre Hyunjin, hoy hemos...

Se quedó a mitad de frase, con una mano en la frente y otra en la cadera, pensar tanto lo había envejecido rápido.

Taehyung esperó, pero al ver que no proseguía se acercó unos pasos a él.

──¿Qué ha pasado?

Estaba asustado. Al fin y al cabo, estaban hablando de la persona la cual se había enamorado, incluso estaban prometidos. Hubo una época en que pensaba que formaría una familia con él y ahora no sabía ni si volvería a verlo después de que todo acabase.

──Escucha bien, es información confidencial del trono y nadie debe saberlo, ¿lo entiendes? ──susurró Jungkook.

Para darle más énfasis al asunto, tomó sus manos y las apretó con fuerza, demasiada para el gusto del beta.

──Auch, sí.

──Taehyung confío en tí, pero no me defraudes.

──¡Que sí! ──replicó al final, como un cachorro impaciente.

Jungkook fue a sentarse a la cama y lo atrajo consigo, sin soltarlo en ningún momento.

──El trono ha recibido una carta, anónima. Decía que el verdadero traidor está entre la nobleza. Y Hyunjin...

──No hace falta que sigas, lo sé. ──Le detuvo el beta con un suspiro──. Lo he estado pensando, ¿y si se acercó a mí sólo para tener más acceso al trono?

Jungkook hizo una mueca de desagrado. No quería darle la razón en algo tan horrible, Taehyung merecía ser amado y no utilizado, pero hasta él lo había adivinado.

──Lo siento ──susurró finalmente.

──No es culpa tuya ──respondió Taehyung.

Se quedaron un rato en silencio, los dos mirando la alfombra con patrones de rombos, se perdieron en las figuras y en sus propios pensamientos hasta que un suave sollozo los despertó del trance. Taehyung se sorprendió de ver una lágrima caer en su regazo, no supo en qué momento había comenzado a llorar.

──¿Alteza? ──preguntó Jungkook.

Sus instintos fueron más rápidos que él cuando lo abrazó, o eso quiso pensar.

──Perdón, creo que necesito descansar ──murmuró Taehyung mientras se limpiaba los ojos con el dorso de la mano, aún apoyado en el pecho del consejero, que era cálido.

Jungkook acarició su espalda, sentía mucha empatía por cualquier persona, pero mentiría si dijera que no le había cogido cierto cariño al beta en esas semanas.

──Deberías, mañana será un día largo.

Por supuesto, su deber era informar de sus especulaciones. Sobretodo ahora que tenía más que hipótesis para hablar. Si sólo hubiese sabido de quién era la carta, habría tenido pruebas fundamentales.

──¿Puedes quedarte hasta que me duerma?

Ninguno supo qué llevo a Taehyung a pedirle eso, ni siquiera él mismo, pero una vez salió de su boca no sintió la necesidad de retirarlo. Jungkook era cálido, y hacía tiempo que nadie ahuyentaba sus pesadillas. Sospechó que esa noche tendría.

En cuanto al consejero, dudó. No sabía cómo podría tomarse aquello Hoseok, pero no hacía nada malo, de hecho, era su deber obedecer a la realeza, ¿verdad?

──Claro.

Taehyung no añadió nada más, se deslizo del abrazo rápidamente y se metió en la cama. Por supuesto, no sin antes tomarse una pastilla para el insomnio, esos días las había estado necesitando.

Jungkook esperó a que estuviese cómodo bajo las sábanas.

──Puedes tumbarte si quieres ──ofreció el beta.

──No, tranquilo.

Demasiado incómodo, Jungkook esperó sentado a sus pies.

──¿Sabes?, me gustaría tener algo como lo vuestro. Alguien que me hiciese feliz desinteresadamente, como tú y Hoseok.

Aquello hizo sonreír al delta.

──Sigue siendo difícil, una relación hay que cuidarla para mantenerla, como una planta.

Taehyung cerró sus ojos y abrazó la almohada.

──Lo sé, pero a mí se me da bien cuidar cosas.

──Algún día llegará alguien para ti, verás ──aseguró Jungkook.

Poco después el beta se quedó en silencio y su respiración pesada fue lo único que quedó en la habitación.

Jungkook luchó contra el cansancio, pero logró mantenerse despierto para irse. Se levantó con cuidado de no despertarlo y se aseguró de que estuviese bien abrigado antes de marcharse en silencio.

Cuando salió al pasillo tuvo que valerse de la luz lunar que entraba por los ventanales para caminar. Pero no tardó mucho en detenerse. Al girar la esquina una sombra lo sobresaltó.

──¿Quién anda ahí?

Se acercó un poco más, lo justo para adivinar su aroma.

──¿Hoba?

──¿Qué estabas haciendo? ──preguntó la voz fría de su pareja.

Jungkook se sorprendió.

──Estaba hablando con Taehyung, pensaba comentártelo mañana...

──¿Y en qué momento te parece buena idea escabullirte de noche a su habitación? ──Insistió el alfa.

──Pensé que... Bueno, creo que no hay problema, debíamos fingir tener algo.

──¿A costa de mentirme a mí también?

El tono de Hoseok hizo que el lobo de Jungkook se encogiera, sabía que había cometido un error al ocultarlo, pero no había hecho nada realmente malo.

──Perdón. No quería decírtelo hasta estar seguro de todo.

──¿Seguro de qué?

Jungkook, cansado de su tono, enfrió el suyo también.

──Del sospechoso principal, del rebelde que se esconde entre nosotros ──dijo, defendiéndose.

──¿Así que has compartido información confidencial del reino con un príncipe extranjero? ──Observó Hoseok──. ¿Y si el rebelde que buscas es él?

──¿Qué?

El alfa dio unos pasos hacia él para darle importancia a lo que tenía que decir.

──Piénsalo, Taehyung sintió celos de su hermano desde que lo conocemos. Y no es que le gustase mucho Daegu.

──Puede ser, pero no sería capaz de matar ni una mosca.

──¿De verdad?, ¿Tanto lo conoces?

Jungkook comenzaba a sospechar que sus argumentos eran basados en celos, podría percibirlo, así que prefería terminar la conversación.

──Me voy a dormir.

Jungkook pasó por su lado para dirigirse a su habitación, pero la mano en su brazo lo detuvo. Se le encogió un poquito el corazón de pensar que eso sería todo el contacto físico que tendría con su alfa esa noche.

──Mañana hablaremos de esto ──dijo Hoseok.

──Desde luego ──replicó él con una mueca.

Se soltó con un ademán brusco, enojado por la poca confianza de su alfa. Una de las cosas más difíciles para él era retenerse de abrazar a Hoseok, y nunca había tenido que hacerlo por una discusión.

Aquella noche Jungkook durmió abrazado a sí mismo.

¡¡¡Hola!!! He vuelto ~

Espero que os haya gustado, siento tardar tanto en actualizar, mi vida está en constante cambio y últimamente no tengo tiempo ni inspiración para escribir, pero ha merecido la pena la espera. 🌷

El próximo capítulo será importante, la historia está llegando casi a su fin 😭 es una de mis favoritas, ¿y las vuestras?

Si tenéis alguna teoría o alguna idea del final me gusta leerlas como siempre →

¡Hasta la próxima! 💞